jueves, 11 de marzo de 2010

RUTA VERTICE VALDEPERDICES 28-2-1010

CICLOGÉNESIS EXPLOSIVA EN MORATA

Triunfo apoteósico del diestro local “Morateño” que cuajo una excepcional y completa faena en el coso de Valdeperdices, en una primaveral mañana.

Por nuestro enviado especial Florentino Areneros.


Apacible y soleado día, cálido por momentos, en la monumental plaza de Valdeperdices. Tres cuartos de entrada para esta corrida extraordinaria de la tradicional Feria de San Jarama que se viene celebrando en los días de Febrero por estas tierras ribereñas de Arganda y Morata, pródigas en buenos caldos, olivares y viandas, donde pacen algunas de las más renombradas ganaderías fortineras que podemos encontrar dentro de la variada cabaña Madrileña. De nuevo, y como viene siendo tónica habitual, el palco de autoridades se presentaba prácticamente vacío.

Hasta el coso se habían desplazado desde muchos lugares de la geografía madrileña, un buen número de buenos e incondicionales aficionados para asistir a la primera corrida de esta temporada de José Manuel Martín del Moral "Morateño", un torero de la tierra ya curtido pese a su extraordinaria juventud, prácticamente un bachiller, el cual ha triunfado en diferentes cosos y abierto ya muchas puertas grandes. Enfrentándose a diversas ganaderías, casi siempre un ganado difícil, ganado de mucho bregar y nada fácil de lidiar, para lo que hace falta tener un buen dominio de la técnica y también buenas piernas, para recortarle los terrenos y dominar al astado andándole. Nada que ver con esos toritos que les colocan a otros afamados diestros para que se luzcan sin riesgo alguno, también conocidos como el toro-pony, que tanto nos recuerdan a aquellos que acompañados de la inseparable bailaora adornaban los televisores en blanco y negro de cualquier familia española que se preciara, símbolos de identidad patria que acabarían extinguiéndose poco a poco junto con las telefunken, y que recibirían la puntilla definitiva tras la aparición de las pantallas planas.

No hay cartel taurino que no comience con el tradicional "con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide", y el pasado domingo se anunciaba complicado para la celebración del festejo. Si hay un meteoro peligroso para cualquier diestro, ese es el viento. Viento que mueve y descoloca el engaño, dejando al diestro a merced de la terrible embestida del morlaco, y doblemente peligroso tratándose de un torero como "Morateño" que arriesga toreando en terrenos comprometidos, y frente a toros de casta y trapío como son los de esta tierra, interpretando un toreo sentido, un toreo "de verdá". Los que nos acercamos al coso de Valdeperdices pensando encontrarnos con Eolo, nos encontramos con Manolo, con José, con Julio, con Juan, y con otros muchos buenos aficionados de Gefrema (al corriente de pago) que se habían desplazado hasta allí para brindar su apoyo a "Morateño". Aficionados que siguiendo la máxima pronunciada por "Finito de Hortaleza " tras recibir varios termendos arreones en la ya épica y cantada por los rapsodas faena de Navalcarbón, de "a mi no me para nadie", se encontraban allí dispuestos a enfrentarse a la ciclogénesis explosiva, y hasta al tsunami de la Karmele si fuera necesario, faltaría más.

Allí estaban diestros de renombre, como el gran triunfador de la pasada temporada, que no es otro que el joven "Moncloveño", o el ya citado "Finito", y otros muchos entre ellos "Espoleta", así como Robert Capa y su inseparable Leica, y "Arquitecto" entre otros muchos buenos aficionados, algunos de los cuales presenciaba un festejo por primera vez, señal indiscutible de que la afición continua creciendo imparable. No podía faltar el inefable Tendido del Siete con Jacinto Arévalo "Puntillero" al frente, y reseñar de nuevo las ya tradicionales y festivas ausencias de los componentes de la Peña Taurina Casado cuando no hay chiringos en el coso, pero aunque el presidente de la misma, "Sandoval", no apareció, no ocurrió lo mismo con su inseparable acólito el "Chato de Ventas" que acompañado de una hogaza de leña, permaneció en los tendidos durante toda la corrida para tormento de diestro y aficionados. A última hora y a punto de comenzar el festejo hizo su aparición Julián González “El Juli”, que llegó escoltado por la Benemérita. Ruego a los estimados lectores no me hagan preguntas sobre este escabroso tema.

A la hora señalada, tras repartirse el programa de mano entre los asistentes, saltó el diestro al albero. Viste Morateño chaquetilla de borreguilla acrílica en grana y taleguilla en perla, se adorna el diestro con un llamativo estoque de paseo verde botella. Comienza su faena en terrenos cercanos a la enfermería, las lluvias de los últimos días han dejado el piso casi impracticable y el diestro va cambiando los terrenos, contraquerencia y junto a un pequeño pinar se enfrenta muleta en mano al primero de la tarde, un impresionante ejemplar, de gran trapío y con una arboladura impresionante. Finiquitó la faena a este espectacular ejemplar, con unos acertados lances, rematando de certera estocada. Capa y Espoleta comprobaron de primera mano, llegando incluso a subirse en los lomos de este ejemplar, algunas de las características particulares de este encaste. Por su parte, y contrariamente a todos los pronósticos, desde el Siete se mantuvo un respetuoso silencio durante la faena, aunque bien es cierto que una vez hubo finalizado Morateño, Jacinto "Puntillero" salto al albero para indicar a Espoleta y otros aficionados, particularidades del ejemplar recién lidiado antes de que las mulillas procedieran al arrastre.

Dos de los asistentes al festejo comprueban las hechuras del morlaco lidiado en primer lugar.

Continuo "Morateño" con una aseada faena a otro ejemplar de características similares al lidiado en primer lugar, ante la perplejidad de los aficionados casi tan pendientes de lo que ocurría en el Siete como en el ruedo, sin dar crédito a que "Puntillero" permaneciera impasible en su localidad. Se desató un run-run en las gradas y empezaron a correr los rumores ante tamaño acontecimiento nunca visto de que tras dos toros, no se hubiera ondeado todavía el pañuelo verde. Unos sostenían que se trataba sin duda de una promesa a la Virgen, otros se aferraban a la existencia de un cruce de apuestas, algunos mantenían que se trataba de una afección laringea de origen vírico y otros apuntaban las posibles amenazas de un grupo armado de recreación histórica. Sea como fuere, Jacinto permanecía callado, aun estando bien avanzado el festejo, ante la atónita mirada de los aficionados que no daban crédito a lo que ocurría en los tendidos.

Por su parte Morateño, ajeno a los comentarios de las gradas, continuó su faenas con momentos de gran prestancia, donde pudo dar muestras de su excelso arte y depurada técnica. Destacar una larga tanda de chabolinas laterales, que despachó el diestro mientras cambiaba de terrenos. Yo que ya llevo tiempo en el mundo taurino no había visto una serie tan numerosa de estos pases, y tan bien ejecutados. Hay pases que han sido tarjeta de visita de determinados maestros, así todo el mundo asocia al Faraón de Camas, al irrepetible Curro Romero, con esas verónicas eternas en las que parecía que se había detenido el tiempo, y tras la corrida de ayer identificaremos a "Morateño" con el trincherazo, un pase que requiere una depurada técnica y que exige cargar la suerte con notable riesgo, si se ejecuta según mandan los cánones. Ayer pudimos ver un numeroso y variado muestrario de trincherazos, que este diestro domina a la perfección, dejando en el día de ayer sobrada constancia de ello.


El afamado diestro "El Cid" ejecutando un trincherazo en el madrileño coso de Las Ventas.
Ayer asistimos así mismo a un extraño fenómeno paranormal que sembró la inquietud en los tendidos, un hecho digno de que Iker Jiménez le dedicara un monográfico en Cuarto Milenio, nos referimos a la misteriosa abducción en mitad de la ruta de “El Juli”. Nadie de los presentes presenció claramente lo sucedido, según algunas versiones fue atrapado por unos hombrecillos verdes que lo introdujeron en un platillo de pequeño tamaño que emitía destellos de una misteriosa luz de color azulado. Algunos agnósticos del fenómeno OVNI (tiene que haber gente “pa tó” que diría el Guerra) comentarían al final de la mañana que posiblemente se tratara del mismo vehículo de la Benemérita, del que se apeó en marcha (sin duda por las prisas) al principio de la jornada. Rogamos a cualquier persona que nos pueda facilitar pistas sobre su paradero se dirija a la redacción de este semanario.

Pasado este misterioso momento, y por si no hubiera ya suficientes motivos para que los aficionados disfrutaran de tan taurina mañana, incluido el impagable silencio de "Puntillero", comenzó a aparecer en los tendidos la tan apreciada por muchos metralla, vainas, latas, balas, peines, etc, que causaron gran alegría en muchos aficionados, especialmente a alguno de los que asistían a un festejo gefremero por primera vez, que encontraron en ello un valor añadido a los muchos que ya de por si posee la fiesta, llevándose alguno de ellos un gran cargamento de chapas, latas y fierros en general, que seguro serán motivo de polémica familiar, al grito de "¿pero que es esta porquería que has metido en casa?".

Uno de los muchos trincherazos con los que el maestro "Morateño" deleito a los asistentes.
Continuó la faena y los cruces de comentarios en las gradas, ahora se comentaba que Jacinto se estaba comenzando a poner preocupantemente colorado tirando a carmesí, lo que unos achacaban al sol, algunos a una consecuencia febril del proceso viral, y otros al ansia viva en si misma. Y de este modo llegamos hasta las inmediaciones de uno de los magníficos ejemplares del encaste "puesto de escuadra" que pudimos contemplar. Mientras se departía entre los aficionados sobre las características defensas por la derecha y por la izquierda propias de este encaste, se produjo el anunciado y temido momento de la ciclogénesis explosiva. Como si de una olla expres a la que se quitara la pirindola se tratara, "Puntillero" comenzó a hablar impulsado por un irrefrenable ímpetu, dando rienda suelta a todo lo que llevaba dentro, y ya no callaría en toda la mañana, es más, según dos testimonios coincidentes recogidos a última hora de la mañana, mientras se marchaba en su coche sin compañía, continuaba dale que te pego y polemizando con el GPS.

Pero quisiera volver a la polémica sobre las defensas del encaste puesto de escuadra, mientras algunos sostenían que se trataba de un puesto de granadero, otros mantenían la imposibilidad de poder lanzar una granada desde tan reducido espacio. Para zanjar la polémica, "Chato de Ventas" perpetró un comentario no exento de mucha maldá, y dirigiendose al consagrado diestro "Camorra" le espetó: "metete tu que tienes la talla del 36 y comparamos", momento que recogemos en la siguiente imagen.

El popular diestro "Espoleta" realiza una demostración sobre el lanzamiento de granadas.
Proseguía la mañana por los mismos derroteros (incluido el tran-tran ya imparable de "Puntillero") de una faena que apuntaba a un clamoroso triunfo, visitando más puestos de escuadra, observatorios, etc. Y entonces se produjo el momento mágico de la mañana (no se equivoquen, Jacinto seguía rajando), "Morateño" se dirigió a los tendidos y pidió permiso para torear el sobrero, algo que solo ocurre cuando el torero se siente realmente a gusto, y fue con este último morlaco con el que asistimos a los momentos más sublimes de la mañana, pudiendo contemplar un magnífico ejemplar de cerro fortificado perfectamente conservado, cuya lidia transmitió una profunda emoción y arrancó grandes oles de los tendidos. Tras esta postrera y sentida faena (en la que "Puntillero" hizo presa en uno de los nuevos aficionados, al que no dejaría hasta que conseguimos separarle del infortunado e introducirle en su vehículo, al parecer con un trozo de la camisa del novel aficionado) los aficionados se dirigieron hacia el parking de la plaza en un agradable, reconfortante y breve paseo, que los asistentes al evento recorrieron a pasito lento para así poder comentar detenidamente el cúmulo de emocionantes momentos vividos durante la jornada, disfrutando del momento mientras caminaban apaciblemente. Con posterioridad, el rotundo triunfador de la mañana, el bravo "Morateño", era sacado a hombros por los incondicionales de este diestro, mientras en la plaza retumbaba una tremenda ovación.

En nombre de la redacción de Sol y Moscas, y en el de todos los socios de Gefrema al corriente de pago: "Gracias Morateño".

Florentino Areneros.
LOS VIDEOS DE SOL Y MOSCAS
A continuación les invitamos a contemplar un video con una selección de imágenes recogidas durante la ruta. Para la ocasión hemos escogido un pasodoble compuesto para el más famoso torero del valle del Jarama de todos los tiempos, Marcial Lalanda, digno predecesor del otro no menos grande maestro de la tierra: "Morateño".



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