jueves, 7 de junio de 2012

VIDA Y MUERTE DEL PADRE REVILLA

En 2011 se exhumó una fosa común en Gumiel de Izán (Burgos) donde se hallaban los restos de 59 personas fusiladas por falangistas al comienzo de la Guerra Civil. Entre los cadáveres se encontraba el del sacerdote Emiliano Revilla, a quien pertenecía la cruz que vemos en esta fotografía. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

VIDA Y MUERTE DEL PADRE REVILLA.
Los otros curas fusilados y la Iglesia


Una crónica de R. Capa. (*)

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a la Dirección de SOL Y MOSCAS por brindarme sus páginas para poder publicar este pequeño artículo sobre un personaje muy singular, el padre Revilla. Es de agradecer también la libertad con la que uno puede escribir en esta revista.

Es un honor para mí compartir este espacio con los grandes maestros de la comunicación que escriben este medio, maestros a los que admiro y que me han hecho pasar momentos memorables leyendo sus crónicas.

R. Capa.


El padre Revilla, cuyo verdadero nombre era el de Eloy Gallego Escribano, nació en la localidad burgalesa de Revilla Vallejera, donde sería detenido en julio de 1936 para ser posteriormente fusilado. FOTO CAPA.(Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Recientemente visité el pueblo burgalés de Gumiel de Izán, pueblo de viñas en las tierras del Duero, el pueblo en el que recientemente aparecieron los restos del padre Revilla, personaje interesante allí donde los haya.

Nació Eloy Gallego Escribano el 13 de septiembre de 1880 en Revilla Vallejera (Burgos), en el seno de una familia militar, y siguiendo la tradición ingresó en el ejército en la promoción del 98, fecha que marcaría un hito en nuestra reciente historia.

Adquiere una sólida formación académica y en 1905 está destinado como teniente en Santoña, llegaría a capitán. El encubrimiento de una falta leve cometida por sus subordinados desencadenó una cascada de sanciones que le hicieron pasar por un calvario de despropósitos. Sufrió prisión y se le dio un destino lejano, Canarias. Desencantado abandonó el ejército en 1906.

En la imagen vemos al padre Revilla, con su inseparable cruz, junto a un grupo de legionarios durante la Guerra de Marruecos. El padre Revilla gozaba del cariño y respeto de los soldados, que se había ganado merecidamente dando muestras de gran valor y humanidad. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Años más tarde ingresará en la orden de los Franciscanos Capuchinos, Eloy será ordenado sacerdote en 1917, y como suele ser costumbre, cambia su nombre y pasa a llamarse Emiliano Mª de Revilla. Aprueba las oposiciones al Cuerpo Eclesiástico del Ejército y en 1919 quiere hacer un curso de observador de aeroplanos en Cuatro Vientos y trabajar en un sistema que logre estabilizar automáticamente los aparatos. El jefe de Aeronáutica le acepta, pero al Vicario Castrense no le parece una decisión acertada.

Haga clic en la imagen para ir a la página de Madrid en Guerra.

Estando participando en la celebración del 500 aniversario de la catedral de Burgos (1921) llegan las noticias del desastre de Annual. Ante estos acontecimientos solicita ser destinado a Marruecos como capellán castrense. Con los ya consabidos inconvenientes que siempre le ponen sus superiores, se incorpora a la legión como capellán. Poco a poco va ganándose la confianza de la tropa y la prensa publica sus heroicidades. Una vez reconquistado parte del terreno perdido en los hechos de Annual se ofrece voluntario para recuperar y dar sepultura a los innumerables cadáveres de los soldados españoles que llevan más de dos meses insepultos entre Nador y Monte Arruit. Hubo más de 10.000 bajas. El espectáculo era dantesco, muchos cuerpos mutilados, otros devorados por las alimañas y todos momificados por el sol y despojados de sus vestimentas y de todo lo aprovechable que llevaran encima. Una fosa común, presidida por una cruz, recogería sus restos. La misión más dura y penosa que realizó jamás, según reconoció posteriormente.


Tras el Desastre de Annual se ofrece voluntario para recuperar y dar sepultura a los innumerables cadáveres de los soldados españoles que llevan más de dos meses insepultos entre Monte Arruit y Nador. En las fotografías vemos los centenares de cadáveres que encontraron las tropas españolas al reconquistar la posición. (Haga clic en cualquiera de las dos imágenes para verlas ampliada).

En una acción realizada en el monte Gurugú cae herido. El 11 de noviembre de 1921 en una retirada de la V Bandera de la Legión en Dar Drius, un legionario herido ha quedado tendido en el suelo, el P. Revilla salta del parapeto exponiéndose al fuego enemigo, le coge a hombros y le pone a buen recaudo, aún salta otra vez más para recoger a otro soldado, este mure en sus brazos, dándole la asistencia espiritual carga con él lo lleva hasta la línea de protección, aunque este ya había muerto. En esta acción recibió un tiro en la zona lumbar y otro en el brazo. Este derroche de valentía fue observado por varios oficiales, entre ellos el comandante Fco. Franco que le propondrá para la Laureada de San Fernando. El proceso para la concesión de la medalla fue lento y farragoso, al final se desestimó la petición.

El padre Revilla colocando la corbata con el emblema del Sagrado Corazón de Jesús en la bandera del Tercio de Voluntarios al llegar estos al fortín de Ras-Medua. A la derecha de la imagen vemos al entonces comandante Francisco Franco. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Una de las principales preocupaciones del P. Revilla era la situación de los prisioneros que estaban en poder de Abd-el-Krim, precisamente uno de los fines de la Orden de S. Francisco es la redención de presos. Decide por su cuenta internarse en este inhóspito territorio, “nueve meses son de invierno y tres de infierno”, en compañía de un criado y tras casi un mes de marcha sorteando peligros y haciéndose pasar por francés, español, moro o monje según conviniera, llegó a Axdir donde Abd-el-Krim tenía su cuartel general, se hace pasar por representante del gobierno español e intenta negociar la liberación de los presos. La respuesta es que si se entregan 4 millones de pesetas, los presos serían liberados. De vuelta en Melilla transmite el mensaje a las autoridades que muestran poco interés por la liberación de los prisioneros, esto no se produciría hasta un año después, la mitad de ellos ya habrían muerto por las pésimas condiciones del cautiverio. Atribuyen a Alfonso XIII la frase de “qué cara se ha puesto la carne de gallina”. Es muy crítico con el Gobierno y la Monarquía tanto en las responsabilidades sobre el desastre de Annual como en la liberación de los prisioneros.

El padre Revilla dio numerosas muestras de valor y fue herido en diversas ocasiones, por todo ello sería propuesto para la concesión de la Laureada de San Fernando, petición que contó con el apoyo del propio Francisco Franco. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

El padre Revilla se rebela contra la mediocridad y la falsedad de la autoridad ya sea política, militar o religiosa. Resultaba incómodo con sus denuncias y tuvo que refugiarse en Portugal por que peligraba su seguridad personal. Desengañado de la situación abandona la disciplina castrense.

A finales de 1932 y principios de 1933 se encuentra en Madrid y el periodista y amigo de Mundo Gráfico, José Rico Estasen, publica a modo de entregas y utilizando el recurso de la entrevista, las distintas hazañas del P. Revilla en África. Se entrevé en sus relatos la simpatía que sentía el franciscano hacia la joven República y es bastante crítico hacia la caduca y corrupta monarquía, habla del “ex-rey” al que conoció personalmente y aconsejó en algunos temas.

Entre 1932 y 1933 el semanario Mundo Gráfico publicaría por entregas una larga entrevista al sacerdote, donde repasaba su vida: su época militar, su abandono del ejército para coger los hábitos, su participación en la guerra como capellán entre otras muchas. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

El 18 julio de 1936 se encuentra en su tierra donde cuida de su madre anciana. Desde el primer momento Burgos está en poder de los sublevados y denuncia los abusos y asesinatos que cometen los falangistas en la retaguardia. Es encarcelado en el penal de Burgos y el 4 de septiembre será “paseado” y enterrado en la fosa común abierta en el término de La Legua en Gumiel de Izán.

La casa del padre Revilla en Revilla Vallejera, donde sería detenido. FOTO CAPA. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

La fosa de unos 30 m. de larga acogió a 59 víctimas de la barbarie ejecutadas en seis tandas y cubiertas con cal viva. Se cuenta que el jefe del pelotón de ejecución era incapaz de de dar la orden de fuego para su fusilamiento por lo que tuvo que ser el mismo P. Revilla el que le instara a ello mientras abrazaba su crucifijo. Este crucifijo sería el que le identificó cuando se exhumo la fosa en julio de 2011.

La aparición de la cruz, así como el tejido de la sotana, sirvieron para identificar el cadáver de Emiliano Revilla en la fosa de Gumiel de Izan. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Hasta septiembre de 1951 no sería declarado oficialmente fallecido.

En mi visita a Gumiel de Izán pude hablar con seis personas mayores. Nadie tenía noticias del P. Revilla. En los pueblos pequeños todavía cuesta hablar de estos temas. Me dijeron que se había exhumado una fosa hacía unos meses, pero no sabían nada más. Uno de los entrevistados me comentó que un tío suyo que era cura fue fusilado por los republicanos en la zona de Toledo.

En la fotografía vemos a un grupo de arqueólogos trabajando en la recuperación de los 59 cuerpos enterrados en la fosa. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Guiado por el sacristán visité la iglesia, una auténtica joya. Éste me enseñó una placa en el interior del templo en la que figuraba el nombre de su tío-abuelo Sebastián Calvo, sacerdote claretiano fusilado en Barbastro (HU) el 12 de agosto de 1936 y elevado recientemente a los altares (beato, casi santo).

Terminada la guerra, el Ayuntamiento envió un informe a la Causa General en el que no figura ningún vecino que “muriera a manos de la dominación roja”, tampoco se cita a los 59 ejecutados por los falangistas y enterrados en la fosa común.

Otro cura de Gumiel de Izán también sería fusilado durante la guerra, en este caso en la localidad oscense de Barbastro y en zona controlada por la República. Su nombre era Sebastián Calvo, y sería proclamado martir y elevado a los alteres. En la imagen vemos un cuadro que representa a los 51 sacerdotes claretianos asesinados en Barbastro que serían declarados mártires en 1992 por Juan Pablo II. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Algunas reflexiones:


- Dos curas de un mismo pueblo son asesinados. A uno (Sebatián Calvo) se le reconoce como mártir y es elevado a los altares y al otro (P. Revilla) se le olvida permaneciendo más de 70 años en una fosa común con sus desventurados acompañantes. Imagino que los dos curas eran Hijos de Dios, miembros de la Iglesia y representantes de Dios en la tierra.

- Dos curas asesinados y dos respuestas distintas de la Iglesia. Parece que más que valorar los méritos de los asesinados lo que se valora es quién es el asesino, y según sea este de uno u otro bando puede dar marchamo de santidad o no.

Una imagen del penal de Carmona (Sevilla) tomada una vez finalizada la guerra, en la que vemos al dirigente socialista Julian Besteiro rodeado de un grupo de curas vascos encarcelados junto a él. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

- Dos curas asesinados puestos en los platillos de la balanza de la Iglesia, uno muere por no renegar de su Fe y el otro por denunciar el asesinato de inocentes. El fiel de la balanza se inclina hacia la Fe. No hay que incomodar al poder, esa habitual connivencia de la Iglesia con el poder prostituye su ideología supeditándola a intereses políticos, sociales o económicos por encima de los espirituales.

- En los alrededores de Madrid, el Padre Huidobro, capellán de la legión, muere en una ofensiva en la carretera de la Coruña. Ver el interesante artículo sobre el Padre Huidobro en el blog de Javier Calvo. Aprovecho para felicitarle por sus investigaciones y a agradecerle que las comparta.

HAGA CLIC SOBRE ESTE TEXTO PARA IR AL ARTICULO SOBRE EL PADRE HUIDOBRO.

El P. Huidobro es propuesto para ser canonizado, pero cuando se descubre que hay posibilidades de que haya muerto por fuego amigo, “con amigos así para qué tener enemigos”, se paraliza el proceso de canonización. Estamos en las mismas, no se valoran sus méritos, se valora quién ha sido su asesino. Si hubiera sido un “rojo” le habría abierto el camino a la santidad. Si se sospecha que fue un legionario (posiblemente por encargo), la cosa cambia, remover los hechos habría creado problemas con el poder y por tanto se paraliza la canonización. Es la doble vara de medir que a menudo usa la Iglesia.

El padre Huidobro estuvo también en primera línea con los legionarios durante la Batalla de Madrid, donde encontraría la muerte. Propuesto para ser canonizado, el proceso fue detenido y olvidado. Entre las hipótesis, podría estar el hecho de que su muerte se debiera a un disparo efectuado desde sus propias filas. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

- En cuanto al pensamiento del Padre Huidobro también habría mucho que decir, en una de las cartas de protesta que dirige a Franco, aún siendo muy loable su defensa de dar un trato digno a los prisioneros, hay mensajes difíciles de asumir.

- Varios curas nacionalistas vascos tuvo que fusilar Franco para que por fin la Iglesia se dignara protestar. Muchos católicos con ideas republicanas fueron también fusilados por Franco y la Iglesia no movió un dedo. Esto no quita que algunos curas a título individual salvaran más de una vida.

- Me cuesta entender la presencia de un cura para dar consuelo espiritual a un reo, culpable o inocente, frente a un pelotón de fusilamiento si no es para ponerse delante y evitar la barbarie.

- Hay muchas cosas que no entiendo de la trayectoria histórica de la Iglesia como institución. Demasiado pegada al poder terrenal, poder que sigue manteniendo con firmeza en muchos ámbitos de la sociedad.

Jesús lo dejó bien claro:

“mi reino no es de este mundo”

y

“dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”


Un artículo de R. CAPA


Documentos consultados para la realización de este artículo:

- MUNDO GRÁFICO. Años 1932 – 1933
- ABC Diferentes números y años.
- LA AVENTURA DE LA HISTORIA “El trágico fin del Padre Revilla” de Juan Pando Despierto.
- DIARIO DE BURGOS, diferentes artículos sobre el levantamiento de la fosa de Gumiel de Izán.
- La búsqueda y selección de las imágenes históricas ha corrido a cargo del equipo de documentación de SOL Y MOSCAS.
- Otras fuentes.


(*)NOTA DE LA REDACCIÓN:

Para la Redacción de Sol y Moscas es todo un honor y motivo de orgullo el poder contar con la colaboración de un diestro de la categoría de R. Capa, un maestro de aquilatada trayectoria cuyos profundos conocimientos en las más diversas materias, solamente son superados por su enorme calidad como persona. Vaya desde aquí nuestro público agradecimiento por este inconmensurable artículo que hoy les ofrecemos, el cual esperamos sea solamente el primero de una larga lista.

Florentino Areneros.


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