jueves, 19 de enero de 2012

LA CÁRCEL MODELO Y LA PLAZA DE LA MONCLOA


Fotografía aérea de la Cárcel Modelo y la plaza de la Moncloa, donde podemos apreciar como estaba urbanizada la zona antes de comenzar la Guerra Civil. (Clic en cualquiera de las imágenes para ampliarla).

LA CÁRCEL MODELO Y LA PLAZA DE LA MONCLOA

Uno de los edificios más persistentes en toda la literatura tanto de la II República como de la Guerra Civil es la Cárcel Modelo de Madrid, ubicada en la Plaza de la Moncloa, en el mismo solar donde en la actualidad se ubica el Cuartel general del Aire, anteriormente Ministerio del Aire. Por sus muros pasaron gran parte de los principales protagonistas de la historia de ese periodo.

Otra imagen de la misma época de la anterior tomada desde otra perspectiva, al fondo distinguimos el cuartel del Infante Don Juan.

Esta cárcel se construiría a finales del siglo XIX, pasando a sustituir a la antigua Cárcel del Saladero, un antiguo edificio construido como matadero y salazón de cerdos ubicado en la Plaza de Santa Bárbara. La nueva cárcel de la Moncloa era todo un ejemplo de modernidad y reflejo de las nuevas teorías penales, encaminadas a la regeneración de los presos. La cárcel tiene por si misma una historia apasionante desde el momento de su construcción hasta su demolición en 1939, que tal vez abordemos en una futura crónica, aunque hoy nos centraremos en una fotografía.

La entrada principal a la cárcel desde la plaza de la Moncloa.(AGA).


Torreón central de la cárcel. A la entrada de la misma, los reclusos podían leer en un letrero: “Odia el delito y perdona al delincuente”.(Fotografía Colección Deschamps).

En el magnífico hilo del foro de Urbanity de título “ de Madrid al Cielo ”, todo un muestrario inigualable e impagable de fotos antiguas de Madrid, hace unos días encontré dos excepcionales fotografías aéreas de la Cárcel Modelo y los edificios colindantes que había traído al hilo el forero “Anmogon”, al que desde aquí le hacemos llegar nuestro enorme agradecimiento. En una de ellas se observa la Plaza de la Moncloa y todos los edificios que en ella se encontraban. La desaparición de esta plaza en la actualidad, así como la gran mayoría de los edificios de aquella época, hacen todavía más difícil el ubicarlos correctamente por lo que esta fotografía constituye un buen punto de partida para ello. Hemos “retocado” la fotografía original de Urbanity de para indicar las principales calles y lugares, así como los edificios, numerando ambos, y a partir de esta numeración mostrar una selección de fotografías del periodo de la guerra que confiamos sean del agrado de nuestros lectores.

Fotografía con los nombres de las calles que se distinguen en la fotografía.(Clic para ampliar).

CALLES:
1- Plaza de la Moncloa
2- Paseo Moret
3- Isaac Peral
4- Fernández de los Ríos
5- Fernando el Católico
6- Hilarión Eslava
7- Princesa (Blasco Ibáñez)
8- Romero Robledo
9- Martín de los Heros
10- Francisco Lozano



La Cárcel Modelo y sus alrededores son de los lugares más fotografiados del Madrid en guerra, al quedar situados en primera línea de frente desde los primeros días de noviembre de 1936 hasta finalizar la guerra. Junto a los muros de la cárcel se vivieron algunos de los momentos más intensos de la Batalla de Madrid, llegándose a combatir a escasos metros de ella. Uno de estos momentos fue recogido por el periodista Manuel Chaves Nogales en una vibrante crónica, en la que narra la visita del general Miaja a la cárcel Modelo para desde allí contemplar las operaciones que estaban teniendo lugar en el cercano frente. Del relato, en el que las calles que allí confluían toman protagonismo, podemos deducir la importancia de este lugar en el desenlace de la batalla.

Alguno de los edificios más representativos que se distinguen en la fotografía.(Clic para ampliar).

EDIFICIOS:
1- Cárcel Modelo
2- Colegio Pérez Galdos
3- Cuartel de Bomberos
4- Oficinas de Perfumerías Gal
5- Fábrica perfumerías Gal
6- Edificio 6
7- Edificio 7
8- Laurel de Baco
9- Edificio 9


El texto está extraído de libro recientemente publicado “LA DEFENSA DE MADRID” cuya edición corre a cargo de María Isabel Cintas. El libro recoge una serie de crónicas centradas en el Madrid de los últimos meses de 1936 y primeros de 1937 y que fueron publicados en Méjico en 1938. En los comentarios de nuestros lectores en nuestra anterior crónica publicada, el periodista Gil Toll (”Germans Busquets”) señalaba como el protagonista de nuestra crónica, Juan González Olmedilla, había abandonado España en 1937 junto a otros periodistas entre ellos Chaves Nogales. La creencia más extendida sitúa a Chaves fuera de Madrid desde el 6 de noviembre de 1936, fecha en la que abandonaría la ciudad a la par que el gobierno de Largo Caballero, tal y como apuntaba Bremaneur en los comentarios a la anterior crónica. Si Chaves no estaba en Madrid (aunque María Isabel Cintas opina que pudo regresar junto a Jesús Izcaray) alguien le tuvo que narrar con todo detalle los acontecimientos en la capital. Todos estos interrogantes seguramente den para otra crónica sobre los periodistas en Madrid, pero tenemos al servicio de documentación de la redacción un poco rebelde y no les puedo garantizar fechas. Hasta entonces disfruten con el emotivo y vibrante relato del inigualable maestro Manuel Chaves Nogales:

Portada del libro “La Defensa de Madrid” de Manuel Chaves Nogales recientemente editado.

CAPÍTULO VIII: El general Miaja en la línea de fuego (fragmento)
17 DE NOVIEMBRE DE 1936


El general Miaja y su escolta llegan a la Cárcel Modelo mientras evolucionan sobre sus cabezas los aviones franquistas, a cuyos observadores no ha podido pasar inadvertido el breve cortejo.

El emplazamiento elevado de la Cárcel Modelo, cuyas terrazas dominan el Parque del Oeste, la Ciudad Universitaria y la Casa de Campo, permite apreciar en conjunto el escenario de la lucha y conocer exactamente qué posiciones se conservan y cuales se han perdido. Desde una de las galerías de la Cárcel el general Miaja y su jefe de Estado Mayor van comprobando la magnitud del desastre. Las avanzadas rebeldes están efectivamente a doscientos o trescientos metros de la plaza de la Moncloa. Pero en cambio, a retaguardia del enemigo, se mantienen firmes muchas de las posiciones republicanas. La brecha que los rebeldes han abierto y por la que audazmente se han filtrado puede ser fatal para ellos si su avance impresionante no provoca el derrumbamiento de la moral de los milicianos.


1-CARCEL MODELO
Interior de una de la galerías de la cárcel afectada por los bombardeos.(AGA).

Para dominar mejor el panorama de la lucha decide Miaja subir a la terraza más elevada del edificio. Los aviones de bombardeo enemigos vuelven a hacer una pasada sobre la Cárcel Modelo. El ruido de sus motores apaga por un momento el estrépito de la fusilería. Miaja y sus acompañantes están junto a la terraza esperando la llave de la puerta que un ordenanza ha ido a buscar cuando súbitamente el pesado edificio se bambolea conmovido en sus cimientos; se alzan al cielo, disparados como cohetes, unos jirones negros y rojos, saltan hechos añicos los cristales y lentamente una nube enorme de polvo y humo va levantándose y envolviéndolo todo. Una de las galerías de la cárcel he sido derrumbada por la explosión de una bomba.

Haga clic en la imagen para ir a la página de Madrid en Guerra.

El grupo formado por el defensor de Madrid y sus colaboradores ha permanecido inmóvil junto a la terraza. Cuando se despeja la atmósfera y se recobra la visibilidad, Miaja asomado a su atalaya, va escrutando con sus prismáticos el panorama, y precisando de cuando en cuando con el jefe de Estado Mayor la verdadera situación de las fuerzas republicanas y sus posibilidades de resistencia.


2-COLEGIO PEREZ GALDOS
Fotografía de la colección de Albert Louis Deschamps en la que vemos el colegio Pérez Galdós, obra del arquitecto Antonio Florez. Tras la guerra sería derruido.
Imagen de la plaza de la Moncloa tomada desde la esquina con Fernández de los Ríos, a la derecha se distingue el colegio Pérez Galdós. La pared de la izquierda pertenece a la fábrica Gal.(AGA).

Pero los trimotores enemigos después de describir un amplio semicírculo enfilan otra vez el edificio de la cárcel. Los aviones rebeldes han debido adivinar que aquélla es la atalaya del Mando republicano y están resueltos a destruirla. A espaldas del general que escruta impasible el horizonte crece el zumbido de los motores que se aproximan hasta hacerse ensordecedor, se oye notablemente el silbido agudo de la bomba que cae y otra vez el formidable estruendo de la explosión. Esta vez los aviadores fascistas han acertado a dejado caer toda su carga en el recinto de la cárcel y las explosiones se suceden cada vez más próximas y horrísonas. Una de ellas se produce en la misma galería donde se halla el general Miaja y los derrumbamientos sucesivos lo envuelven todo en una gigantesca humareda que hace inutilizable el observatorio. Miaja, contuso, desciende de la terraza casi a tientas.

3-PARQUE DE BOMBEROS
Fotografía en la que se aprecia la parte posterior del colegio Pérez Galdós y a su lado el Parque de Bomberos. Este parque fue uno de los cuatros construidos en Madrid junto con el de Santa Engracia y Puerta de Toledo que todavía se conservan, así como el que existía en el solar que hoy ocupa la Torre de Valencia en O'Donnell. Observen las similitudes arquitectónicas del torreón con el de la Puerta de Toledo.

Al llegar al patio el espectáculo que se ofrece a su vista es horripilante. Las bombas que a él, que estaba en el sitio más visible, le han respetado, han producido allí una carnicería. Caídos en el suelo varios hombres alcanzados por la metralla lanzan quejidos desgarradores. Otros yacen ya inmóviles; la sangre a golpes cada vez más tenues sigue manando por las brechas abiertas en sus cuerpos que acaban de exhalar el ánima. Un hombre con las piernas segadas por la explosión se incorpora sobre los muñones sanguinolentos de sus muslos e intenta avanzar casi arrastrándose. Da unos saltos escalofriantes y cae revolcándose en la sangre que brota de todo su cuerpo acribillado. Miaja, con los ojos inyectados en sangre, avanza hacia aquella piltrafa palpitante empuñando resueltamente su pistola. No es necesario. Una sacudida más y aquel tronco mutilado se queda inmóvil para siempre.

4-OFICINAS DE LA GAL
Antonio Ortega junto a otros miembros de las Milicias Vascas Antifascistas que permanecieron en este mismo lugar durante gran parte de la guerra, posan con el edificio de las oficinas de Gal a la espalda. Prometemos una crónica de esta singular unidad muy ligada a Moncloa durante la guerra, por donde pasaron personajes como el propio Ortega, Alzugaray, Sansinenea e incluso el maestro Sorozábal autor del himno de la unidad, entre otros.
Otra imagen de miembros de las Milicias Vascas Antifascistas de Madrid con el edificio de las oficinas de la fábrica Gal al tras ellos.(Foto Crónicas de Retaguardia).
El edificio en la actualidad, en la confluencia de las calles de Isaac Peral y Fernández de los Ríos. Es el único edifico que se conserva de la época en lo que fue la plaza, aunque en todo este tiempo le ha “crecido” otro piso en donde antes había un tejado.

Ciego de furor, el defensor de Madrid sale de las ruinas humeantes de la cárcel. Las garitas de piedra que había a la entrada han sido arrancadas de cuajo. Miaja avanza atravesando una densa nube de humo y polvo, vacila y cae en un hoyo profundo producido por otra bomba. La explosión ha reventado las cañerías y el hoyo está lleno de agua en la que Miaja se hunde hasta la cintura. Cuando sale de allí sus ropas están empapadas. No importa. ¡Adelante! Hay que acudir a las avanzadas ahora mismo. Es el momento crítico del ataque enemigo según ha podido observar desde la terraza de la cárcel. Los milicianos flaquean. No hay un instante que perder si se quiere conjurar el desastre.

5-FABRICA GAL
Dos fotografías de la fábrica de perfumes y jabones Gal durante la guerra. Aunque el conjunto sufrió cuantiosos daños, la fabrica retomaría su actividad tras la guerra, permaneciendo en activo hasta los años 60’s del pasado siglo, cuando en el solar que ocupaba se construyo el actual complejo “Galaxia”. (Fotografía superior perteneciente a la colección “Crónicas de Retaguardia”, inferior AGA )

Se ha iniciado la desbandada. Los milicianos desmoralizados retroceden y van llegando en grupos a las calles Hilarión Eslava, Fernández de los Ríos y Princesa. La Plaza de la Moncloa donde se alza la cárcel está batida por la artillería enemiga, cuyos proyectiles alcanzan ya las casa de vecindad próximas, que aún seguían habitadas. En los linderos del Parque del Oeste la cortina de fuego de fusilería, de ametralladoras y morteros que han establecido los rebeldes ocasionó centenares de bajas. Muchos milicianos huyen hacia el interior de Madrid. Unos con el pretexto de ayudar a la evacuación de heridos, que son muchos, abandonan la línea de fuego para no volver; otros, sin ningún pretexto, se vuelven a sus casas descorazonados, convencidos de que toda resistencia es inútil. Al doblar una esquina cualquiera abandonan disimuladamente el fusil y las cartucheras para perderse después entre la población no combatiente.

6-PLAZA MONCLOA
Dos fotografías de un grupo de viviendas en la misma plaza. En la fotografía inferior distinguimos el edificio de “el Laurel de Baco”.(AGA).

Miaja contempla impotente la desbandada. Si los rebeldes se instalan en la plaza de la Moncloa y ocupan el edificio de la Cárcel Modelo, la perdida de Madrid es inminente porque desde estas posiciones tendrán dominada la calle de la Princesa que desciende hasta la Plaza de España y la Gran Vía. La pérdida de la plaza de la Moncloa es además la rendición inevitable del barrio de Pozas con sus arterias principales la calle Marqués de Urquijo y el Paseo de Rosales, todo el Oeste de Madrid.

El pánico crece por instantes. Los vecinos de las calles próximas abandonan sus hogares sembrando la alarma por todo Madrid. Los grupos de milicianos que vienen del frente arrancándose la insignias y los distintivos militares, desembarazándose de las cartucheras y abandonando los fusiles, son cada vez más nutridos.


7-EDIFICIO
El edificio que hacía esquina entre Fernando el Católico t la Plaza, actualmente sustituido por el que hace esquina entre esa calle y Arcipreste de Hita. (Fotografía superior Col. Deschamps, inferior AGA).

Miaja, en el centro de la plaza de la Moncloa, con sus ropas empapadas y el cuerpo dolorido por los magullamientos de la explosión, presencia furioso y desesperado la catástrofe. Un grupo más numeroso de desertores desemboca en la plaza. Miaja tiene en este instante una resolución heroica. Avanza hacia ellos como un energúmeno y desenfundando la pistola les cierra el camino.
-¡Atrás, cobardes!¡Al que dé un paso más lo mato como a un perro! ¡Atrás! ¡Canallas! ¡Hijos de mala madre!

El general, con la pistola en la mano, llega hasta los fugitivos que con los fusiles en ristre le miran un momento torvamente como bestias acorraladas y luego, subyugados por su coraje, bajan la cabeza y se repliegan avergonzados.
-¿Sois vosotros los heroicos defensores de Madrid? ¿Adónde vais huyendo como cobardes? ¿A esconderos debajo de la cama? ¡A las trincheras! ¡Volved a las trincheras! ¡Hay que saber morir como hombres!


8-LAUREL DE BACO
El Laurel de Baco era un conocido lugar de recreo del barrio, de renombre por sus cervezas de fabricación propia. El local de la plaza de Moncloa se destinaba a banquetes y celebraciones, mientras que la fabrica la estaba en la calle de la Princesa, entre Marques de Urquijo y Buen Suceso, frente al barrio de Pozas, donde ahora se alza un anexo de El Corte Inglés, que anteriormente se llamó centro comercial “El Laurel”. (Foto Crónicas de Retaguardia).
Fotografía lateral de el Laurel de Baco, a la derecha se distingue otro edificio que todavía se conserva en la actualidad, entre la esquina de las calles Fernando el Católico e Hilarión Eslava. El Laurel de Baco continuó funcionando tras la guerra.(AGA).

Las balas de las ametralladoras y los fusiles franquistas barren la plaza de la Moncloa silbando en torno del general, que, ayudado por su séquito, consigue volver a sus trincheras a aquel puñado de hombres. Los que venían tras ellos huyendo también al verles regresar, vacilan.
-¿Adónde vais? ¡El general Miaja está ahí!- les advierten los que regresan.
-¡El general Miaja!
-¡El general Miaja!
Por los parapetos y las líneas de trincheras que estaban a punto de ser abandonados corre la noticia de que el general Miaja está allí, en la línea de fuego. Aquellas masas de hombres desmoralizados por la superioridad del enemigo sientes sobre ellas lo que hasta entonces no habían sentido; la sombra, a la vez amenazadora y tutelar, del Mando. El mito del general Miaja que está allí, pistola en mano, llevando a los hombres al combate y a la victoria actúa decisivamente sobre la moral de los milicianos como si fuese posible que detrás de cada uno de ellos estuviese el general en persona sosteniéndole en la trinchera, animándole y exigiéndole imperiosamente el cumplimiento de su deber.


9-FRANCISCO LOZANO
Edifico de la calle Francisco Lozano esquina a Martín de los Heros que todavía se conserva en la actualidad. Junto a las oficinas de la fábrica Gal, son los únicos que han sobrevivido de todos los que aparecen señalados en la fotografía.(AGA).

La lucha renace. Los rebeldes no avanzan ya un paso. Miaja desde la plaza de la Moncloa envía sus ordenes a los jefes de las posiciones republicanas de la Ciudad Universitaria que hacen un fuego mortífero sobre las fuerzas asaltantes. Estas han avanzado dejándose a sus flancos unos islotes de resistencia desde los que están siendo aniquiladas.

La desbandada ha sido contenida. Todavía procura escapar hacia el interior de Madrid algún que otro miliciano despavorido. Pero la reacción general domina estas deserciones.


Florentino Areneros

Un ejemplar del semanario “Sucesos para todos” publicado en Méjico, para el que Chaves Nogales escribió 17 entregas con el título de “Los secretos de la defensa de Madrid” que se publicarían en 1938, las cuales han sido recopiladas en un libro de reciente aparición.


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