domingo, 19 de diciembre de 2010

LOS ESCUDOS DE LA REPUBLICA (III)


Detalle de la placa de la Puerta de América en la calle Menendez Pelayo, donde encontramos un escudo republicano de Madrid. (Haga click en cualquiera de las fotos para ampliarlas).

LOS ESCUDOS DE LA REPUBLICA (III )
EL RETIRO
Madrid es una ciudad plagada de rincones con historia, aunque en muchas ocasiones esta no sea del conocimiento del público que junto a ellos deambula. Quizá el ejemplo más esclarecedor de todo esto sean los monumentos erigidos como recuerdo y homenaje a algún personaje, o que conmemoran algún episodio o suceso del pasado. Estos monumentos pueden ser de una gran suntuosidad y belleza estética, o bien de una gran modestia, como en el caso de las placas conmemorativas o de las simples inscripciones. Pero si hay algo que de ellos me ha llamado de siempre la atención, es el hecho de que en muchísimas ocasiones no tengo conocimiento de quien es el personaje o cual el acontecimiento que se encuentra tras el origen del monumento. Cuantas veces paseando por cualquier calle hemos visto una placa en la que por ejemplo se podía leer “aquí vivió el Dr. Tal y Pascual”, y nos quedamos con la duda, o en la más completa ignorancia, de quien fue aquel doctor y cuales sus méritos para que su nombre sea recordado. Afortunadamente en estos tiempos en que la fotografía digital e Internet han popularizado y democratizado tanto la fotografía como el conocimiento con un mínimo coste, cuando paseo por Madrid suelo llevar siempre una cámara, o la del propio móvil, o en su defecto lápiz y papel, y si alguna vez alguna de estas placas o monumentos llama mi atención, tomo referencias del mismo y al llegar a casa busco información de quien era aquel personaje o de que fue lo que ocurrió en el episodio mencionado, una experiencia que a veces produce muy gratas sorpresas y que recomiendo realizar a los lectores de Sol y Moscas.


Monumento al Ángel Caido en El Retiro inaugurado en 1885, obra del escultor madrileño Ricardo Bellver, una de las pocas esculturas públicas, quizá la única, cuyo tema central es el Diablo en todo el mundo.
Los parques son unos lugares dadas sus características, donde podemos encontrar un mayor número de estos monumentos, y si hay un parque por excelencia en Madrid, ese no es otro que El Retiro. Este parque tiene una larga y apasionante historia propia tras de si, la cual les recomiendo traten de conocer, que daría para escribir varios libros y en su interior podemos encontrar una gran cantidad de monumentos dedicados a los más diversos personajes y episodios, fíjense si será grande la variedad de personajes a los que estos monumentos están dedicados, que en el Retiro encontramos un monumento dedicado al mismísimo Diablo, algo que sucede en muy pocos lugares del planeta. Interpretando de alguna forma toda la información que esta detrás de cada uno de estos monumentos, paseando por El Retiro podemos realizar un recorrido no solo por la Historia de Madrid, si no por la de España.


Los hermanos Álvarez Quintero, protagonistas indirectos de esta crónica.
Si de la historia de El Retiro se podrían escribir varios libros, de que hay tras sus monumentos saldrían otros tantos. Hoy quiero hablarles de uno en particular, que de alguna manera enlaza esta parque madrileño con el mundo taurino. Me refiero al monumento a los hermanos Álvarez Quintero.
Serafín y Joaquín Álvarez Quintero son dos escritores sevillanos, de Utrera concretamente, que escribieron al alimón un buen número de obras, destacando entre todas ellas sus comedias teatrales, ambientadas la mayoría de ellas en Andalucía. Desde el punto de vista literario su obra no aporta mucho según la opinión de muchos críticos, pero lo que nadie puede negar es el hecho de que estos dos hermanos y su obra alcanzaron una tremenda fama y popularidad en el primer tercio del Siglo XX.