El “Caso Bárcenas” ha colocado contra las cuerdas al gobierno del PP. Hace casi 80 años otro escándalo en el que también se manejaron pagos a políticos acabaría con el periodo de gobiernos de derechas conocido como el “Bienio Negro”, sería conocido como el “Caso del Estraperlo”. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
El denominado Caso Barcenas no es el primero ni será el último de los escándalos relacionados con la clase política española. Entre este caso y otro que tuvo lugar en 1935, hace ahora casi 80 años, podemos encontrar algunas curiosas, y tal vez inquietantes, similitudes. En aquel año España estaba dirigida por un gobierno de derechas presidido por Alejandro Lerroux, líder del Partido Republicano Radical, que tenía como principal apoyo a la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) de Gil Robles. Este gobierno, cogido casi con alfileres, tendría que abordar un buen número de problemas durante su mandato. A finales de 1935 se haría público un caso de corrupción que afectaba a varios políticos y que haría tambalearse al gabinete. A consecuencia del escándalo, Lerroux se vería obligado a abandonar el cargo y la coalición en la que se asentaba el gobierno comenzó a hacer aguas. Ante este panorama el Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, optaría por disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones que se celebrarían en febrero de 1936. Aquel escándalo político sería conocido como el Caso del Estraperlo.
En los primeros años 30 la situación económica y social de España presentaba ciertas similitudes con la situación actual. La crisis de 1929 había golpeado a las economías de los países de medio mundo, entre ellos España. A esta crisis global había que sumar el secular atraso del país, con una economía basada principalmente en una agricultura escasamente productiva, lo que hacía mucho más crítica la situación. El panorama no era mucho mejor en lo social, la pobreza castigaba a muchas familias, principalmente en el medio rural y en los barrios de las periferias de las grandes ciudades. La llegada de la República en 1931 había despertado grandes expectativas en amplias capas de la sociedad. Las anunciadas reformas y mejoras no acababan de llegar, o si lo hacían no acababan de colmar las aspiraciones de todos. La llegada al poder de una coalición de centro-derecha en diciembre de 1933, supondría un duro revés para las expectativas de muchos colectivos, como por ejemplo los campesinos, que veían como la Reforma Agraria aprobada en 1932, era reemplazada por otra norma que desandaba gran parte del camino recorrido. En otros ámbitos el descontento no era menor, y las huelgas y manifestaciones se sucedían de manera continua. Para amplios sectores, encabezados por los sindicatos, partidos obreros, republicanos de izquierda y nacionalistas, el gobierno de Lerroux apoyado por la CEDA, representaba un serio revés a sus aspiraciones e incluso una amenaza a la propia existencia de la República. En 1935 Joaquín Chapaprieta ocupaba la cartera de Hacienda, el equivalente a los actuales Montoro y de Guindos, un tecnócrata que centra sus prioridades en la contención del gasto para reducir el déficit y en la contención de la inflación, así como en aplicar otras medidas como la reducción de ministerios, la bajada de las pensiones y reducir el número de funcionarios, medidas que seguramente les suenen, sin embargo todas estas medidas no conseguirían resolver uno de los mayores problemas para gran parte de la población: el elevado paro. Este descontento acabaría culminando con los acontecimientos de octubre de 1934.
Tropas africanas desfilan por Gijón tras ser sofocada la revuelta de Asturias de octubre de 1934. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Pero centrémonos en el escándalo que acabaría dando la puntilla al gobierno de Lerroux. La historia comienza en Holanda en los primeros años treinta donde un nuevo tipo de ruleta causa furor en diversos casinos. Sus promotores son Daniel Strauss y su socio apellidado Perlowitz (según otras fuentes el nombre del socio era Jules Perel). Daniel Strauss es un personaje de biografía confusa, en algunos lugares aparece como un judío alemán que abandonaría Alemania para establecerse en Holanda ante el imparable auge que estaba alcanzando el nazismo. Otras fuentes afirman que se trataba de un jugador de ventaja de nacionalidad holandesa. También parece confirmado que Strauss pasó una temporada en México, sería allí donde aprendería el castellano antes de tener que abandonar el país al verse involucrado en un turbio asunto relacionado con un robo de joyas.
La nueva ruleta creada por Strauss y sus socios que recibiría el nombre de Straperlo. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Strauss y Perlowitz comercializaban un nuevo tipo de juego de mesa en los casinos. Se trataba de una variación de la tradicional ruleta, que combinaba el azar con distintos cálculos matemáticos, lo que le permitía presentarlo como un juego de diversión donde se utilizaba la destreza mental, lo que permitía bordear la prohibición que sobre los juegos de azar permanecía en vigor desde la dictadura de Primo de Rivera. Para que se hagan una idea de su funcionamiento, rescatamos parte de una noticia de la época: “Figúrense una ruleta con el disco fijo. En torno al plato, un canal metálico, por donde sale disparada la bola desde un pequeño cañón, con muelle, disparado eléctricamente. El canal imprime a la bola un movimiento de rotación; esta pasa al plato y sigue su carrera. Cuatro puentes interceptan su paso y detienen paulatinamente su impulso. Según el número de puentes salvados antes de caer la bola en el punto, hay que hacer el cálculo de la jugada siguiente”. La ruleta recibiría el nombre de Straperlo, un nombre que nace mezclar los apellidos de los dos socios, Strauss y Perlovitz, aunque otras fuentes incluyen el apellido de la esposa de Strauss, Frieda Lowmann.
El hotel Terramar de Sitges se convertiría en el centro neurálgico de las actividades de Strauss en Cataluña. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
El primer lugar en el que se empezó a jugar al Straperlo fue el Hotel Quellenhof de Aachen el Alemania con buenos resultados, sin embargo el auge del nazismo impulsó a Strauss, que era judío, a trasladarse a la vecina Holanda en 1933. Allí comenzaría a funcionar en tres casinos (Scheveningen, Zandvoort y Noordwijk) con un notable éxito que lo convirtió en el juego de moda en aquel país. Sin embargo el éxito les duró escasamente seis meses, y la presión de las autoridades locales daría al traste con la aventura holandesa. Sin embargo este revés no desanimaría a los socios que intentarían continuar con su negocio en España. Daniel Strauss había vivido varios años en México y hablaba español, lo que sin duda influyó en la decisión. Su primer objetivo fue Cataluña donde trataría de convencer a las autoridades de la Generalitat presidida por Lluis Companys, para que le permitieran la explotación de su invento.
Para conseguir su objetivo Strauss iniciaría una intensa campaña de promoción, tratando de presentarse como un emprendedor empresario capaz de generar riqueza y de dinamizar la economía y la vida social catalana. Para introducirse en sociedad, Daniel Strauss recurriría a un viejo conocido residente por aquella época en Cataluña. Se trataba de Jack Bilbo, un alemán de familia judía con una apasionante biografía a sus espaldas. Su verdadero nombre era Hugo Cyril Kulp Baruch, nacido en 1907 con solo 16 años emigraría a los Estados Unidos, donde acabaría trabajando de guardaespaldas de Al Capone hasta ser detenido en 1931. Regresaría a Europa, primero a Londres y posteriormente a Berlín, donde colaboraría en la fundación de los Comités de Combate contra el Fascismo, unos grupos formados por comunistas, socialistas y anarquistas, creados para enfrentarse a los nazis al comienzo de la década de los 30. La situación política de su país le llevaría hasta Mallorca, donde abriría un bar en Cala Ratjada, el Wikiki Bar, que se convertiría en punto de encuentro de los antifascistas de la isla. Posteriormente se trasladaría a Sitges acompañado de su novia Billi, donde tras estar una temporada alojado en el nuevo hotel Terramar, se construye una casa a la que llama Fort Bill, y en marzo de 1934 inaugura en la localidad un bar llamado SOS. A la inauguración acudirá Daniel Strauss, quien ya conocía a Bilbo con anterioridad. Gracias a su trayectoria en la lucha antifascista, Jack Bilbo tenía algunos buenos contactos entre las fuerzas de izquierda catalanas, principalmente en las filas de Esquerra Republicana, así como entre diferentes personas influyentes en diversos ámbitos.
En la fotografía podemos ver a Daniel Strauss (i), el boxeador Max Schmeling junto a su esposa, la famosa actriz Anny Ondra, y al popular torero Rafael “El Gallo”, en uno de los actos de promoción que se celebraron en el hotel Terramar de Sitges. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Strauss, su esposa y su socio Perlovitz llegan a Barcelona acompañados de su séquito, entre quienes se encontraba la espectacular vedette mejicana Margarita del Castillo, con la que Strauss al parecer tenía algo más que una buena amistad. Como ya hemos dicho, siguiendo los consejos de Bilbo, Daniel Strauss tratará de presentarse a las autoridades locales como un avezado empresario y promotor, dispuesto a trabajar y a realizar inversiones para relanzar el turismo en la región. La puesta en escena que eligen los socios para darse a conocer no podría haber sido más espectacular y con mayor eco mediático: un gran combate de boxeo.
Daniel Strauss llegó a Barcelona acompañado de su socio, su esposa y de una vedette mejicana de nombre Margarita del Castillo, en la imagen, a la que alojaría en una suite de su mismo hotel. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Bilbo pone en contacto a Strauss con el conocido promotor de combates de boxeo Joaquín Gasa. Ambos deciden apostar fuerte y organizar una velada con dos de los púgiles más populares de aquel momento, dos auténticos mitos vivientes en una época en la que el boxeo era un deporte de gran popularidad. Se enfrentarían el español Paulino Uzcudum, campeón de Europa de los pesos pesados en aquel momento y el alemán Max Schmeling, que había sido campeón del mundo al derrotar a en 1930 Jack Sharkey, quien recuperaría el título nuevamente en 1932. Schmeling pasaría posteriormente a la historia con mayúsculas de este deporte al vencer al mítico boxeador negro Joe Louis por KO en 1936. En la revancha que se celebró en 1938 y Joe Louis recuperaría el título en un combate que se utilizó políticamente como un enfrentamiento entre Estados Unidos y la Alemania Nazi. La derrota de Schmeling ante un boxeador negro le haría caer en desgracia en Alemania.
El combate organizado por Strauss entre dos de las principales figuras del boxeo del momento, como eran Paulino Uzcudun y Max Schmeling, le serviría para promocionarse e intentar de ese modo conseguir la autorización para instalar sus ruletas en los casinos españoles. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
La expectación desatada por el acontecimiento es inmensa. Max Schmeling llega acompañado de su esposa, la popular actriz Anny Ondra, y ambos se alojaran en el Hotel Terramar de Sitges, territorio de Jack Bilbo, quien hará de sparring para el púgil alemán. Acude gente atraída desde los más diversos lugares, entre ellos el famoso actor Douglas Fairbanks y su hijo del mismo nombre, la localidad de Sitges se convierte en un centro de atención internacional. La estrategia de Strauss y Gasa comienza a dar sus frutos.
La campaña de promoción continua, Strauss, Perlowitz y el matrimonio Schmeling son recibidos por el alcalde de Barcelona. Posteriormente se organizará una gran banquete en el Terramar con gran presencia de los medios de comunicación, al que acudirán ambos púgiles y diversas personalidades, así como los Fairbanks o el popular torero Rafael “el Gallo”. El plan continua según lo previsto y llega el momento esperado. Pocos días antes del combate se organiza otro ágape en el mismo hotel, y en esta ocasión entre los invitados se encuentran el Presidente de la Generalitat, Lluis Companys, que acudirá acompañado de varios de sus consejeros así como del Alcalde de Barcelona, Pi y Sunyer. En una de las habitaciones del hotel se ha preparado una de las ruletas para realizar una demostración a las autoridades, el círculo se cerraba y el cuidadoso plan organizado estaba a punto de culminar. Sin embargo de manera inesperada y pese a haber confirmado su asistencia, finalmente las autoridades no se presentan. Al parecer alguien les ha advertido sobre las intenciones de Strauss y les ha puesto en antecedentes sobre la figura del promotor y sus andanzas en Méjico y Holanda. El plan, tan meticulosamente elaborado, se viene abajo de golpe.
En la fotografía podemos ver a Daniel Strauss, Joaquin Gasa y Jules Perlowitz en Barcelona. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
El combate se celebra finalmente el 13 de Mayo de 1934 en el estadio de Montjuic, terminando en tablas. Se logra una buena entrada, pero no se recauda lo suficiente para cubrir los gastos, finalmente los socios no consiguen ninguno de sus objetivos en tierras catalanas. Sin embargo no tiran la toalla y deciden continuar con el proyecto. Esta vez apuntarán más alto y su objetivo será el gobierno de la nación, también cambiarán los métodos que ahora serán más directos, menos sutiles, a la hora de tratar con los políticos. Esta vez no se iban a andar con rodeos, había llegado la hora del socorrido “sobre”.
Pese a que la velada celebrada en el nuevo estadio de Montjuic registró una buena entrada, los gastos superaron a los ingresos y los organizadores registraron notables pérdidas. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Por medio de Gasa entran en contacto con Joan Pich i Pon, quien desempeñaba el cargo de subsecretario de Marina y era la cabeza visible en Cataluña del Partido Republicano Radical, el partido de Lerroux. Por medio de Pich i Pon, Strauss conoce en Madrid a Aurelio Lerroux, sobrino de Alejandro Lerroux, aunque en realidad es como un hijo para él, ya que fue adoptado al quedar huérfano con apenas un año. Ambos, atraídos por las supuestas ganancias que podrían obtener, acuerdan con Strauss montar una sociedad para repartirse los beneficios que generen las ruletas, a cambio ellos harán valer sus influencias para conseguir los permisos necesarios para que estas pueden funcionar. En esta sociedad participarían también Joaquin Gasa y Paulino Uzcudum, que desde el combate de Barcelona ejerce de chofer y hombre de confianza de Staruss, así como Miguel Galante, un militar muy bien relacionado en el Ministerio de la Gobernación que es el ministerio encargado de entregar los permisos, y también participa el periodista Santiago Vinardell que se encargará de dar a conocer el nuevo juego en diferentes círculos. El 50% de los beneficios serán para Strauss y Perlowitz, que deberán entregar un 5% a Gasa y Uzcudum respectivamente. El otro 50% sería para Aurelio Lerroux y Pich i Pon, que entregarían a su vez un 5% a Galante y Vinardell. Por su parte Strauss se comprometía a aportar las cantidades de dinero que posteriormente se entregarían a los políticos y funcionarios que intervinieran en la tramitación de los permisos necesarios, en otras palabras, Strauss sería el encargado de rellenar los sobres.
Joan Pich i Pon era Subsecretario de Marina y hombre fuerte del Partido Republicano Radical, que lideraba Lerroux, en Cataluña. Gracias a su colaboración, Strauss pudo establecer una red de contactos entre políticos y personas influyentes en Madrid. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Las cantidades que se manejan son las siguientes; Pich i Pon se comprometió a dar 100.000 pesetas al ministro de Gobernación, Salazar Alonso. Al subsecretario Eduardo Benzo se le entregarían 50.000. La misma cantidad se reservó para el Director General de Seguridad, José Valdivia. Por su parte, Sigfrido Blaco Ibáñez, hijo del afamado novelista valenciano y líder del Partido de Unión Republicana Autonomista, que formaba parte de la coalición de gobierno, se ofrecía a interceder ante Ricardo Samper, en aquel momento Presidente del Gobierno, a cambio de 400.000 pesetas. Además Alejandro Lerroux y Salazar Alonso fueron obsequiados con un reloj de oro.
Finalmente Strauss y sus socios consiguen un informe favorable de la Subsecretaría de Gobernación para explotar su juego, sin embargo este informe debe de ser ratificado en consejo de ministros. Benzo, convencido de la aprobación del consejo, informa a Strauss, que rápidamente inicia las gestiones para instalar dos ruletas en el Casino de San Sebastián, que vuelve a abrir sus puertas a los jugadores el 12 de septiembre. Cuando Salazar Alonso se entera de ello ordena al Gobernador Civil de Guipúzcoa la clausura inmediata, lo que se produce el mismo día de la inauguración.
Pese al revés, Pich i Pon y Aurelio Lerroux piden a Strauss continuar con el proyecto. Una crisis de gobierno parece inminente y todo apunta a que será Alejandro Lerroux el nuevo presidente, con lo que su influencia sería decisiva para sus planes. El cambio de gobierno se produce finalmente el 4 de octubre de 1934, Salazar Alonso es sustituido en Gobernación por Eloy Vaquero. Los cambios en algunos puestos claves obligan a Strauss a realizar un nuevo reparto de “sobres”.
Alejandro Lerroux sería el principal perjudicado por el “Escándalo del Estraperlo”, la implicación de su hijo adoptivo y la de varios miembros de su partido, así como la gestión que hizo de la crisis, provocaron su abandono de la presidencia del gobierno y su desaparición de la escena política. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Confiados en la nueva situación política que les es favorable, los socios deciden repetir suerte, esta vez en el casino del Hotel Formentor de Pollensa, Mallorca. El 1 de diciembre de 1934 comienzan a funcionar las ruletas, pero diez días más tarde, tras una queja del líder de la CEDA, Gil Robles, las instalaciones son clausuradas. Tras el nuevo fracaso Strauss y sus socios deciden abandonar el proyecto, no sin antes reclamar el holandés parte del dinero invertido a sus socios españoles, que en esta ocasión se hicieron los suecos. Strauss abandonaría España, pero llevando consigo un buen número de documentos comprometedores, algo que se podría considerar el equivalente de la actual “lista de Bárcenas”.
Unos meses después, en la primavera de 1935, cuando todo el asunto de aquellas extrañas ruletas parecía olvidado, Lerroux recibe una carta remitida por Strauss acompañada de un detallado informe con todas las “gestiones” realizadas para conseguir que sus ruletas fueran autorizadas. Strauss solicita una compensación de parte de las pérdidas, Lerroux lo entiende como una extorsión y no contesta. Strauss pone el asunto en manos de un abogado francés, que es a su vez conocido de Alejandro Lerroux, Henri Torres, quien envía a Madrid a un ayudante con diferentes pruebas y documentos que comprometen seriamente a varias personas del entorno de Lerroux. Su misión es clara: tratar de llegar a un acuerdo y evitar que aquello sea conocido y se acabe convirtiendo en un escándalo. Sin embargo Lerroux se mantiene firme y se niega a entrar en el juego.
Henri Torres estaba muy bien relacionado con la izquierda española y pone en contacto a Strauss con Indalecio Prieto (que se encontraba fuera de España desde los sucesos de octubre del 34). Ambos se reúnen en Ostende, y Strauss le hace entrega de copia de todos los documentos. Por otro lado Strauss contacta con Martín Luis Guzmán “el Generalito”, un escritor y periodista mejicano que había luchado junto a Pancho Villa y que en ese momento se encontraba exiliado en España, “El Generalito” es buen amigo de Manuel Azaña. Informado Azaña del asunto, se desplaza a Bruselas con motivo de una exposición internacional y allí se reúne con Strauss, quien le facilita copia de toda la documentación.
Niceto Alcalá Zamora jugaría un importante papel durante toda la crisis. Su decisión de disolver las Cortes, llevaría a las elecciones de febrero de 1936 que serían ganadas por el Frente Popular. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Strauss, posiblemente siguiendo los consejos de Prieto o de Azaña, envía en septiembre de 1935 una carta al Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, en la que le informa de todo el asunto. El Presidente, aprovecha la dimisión de dos ministros para realizar una remodelación del gobierno y aparta a Lerroux de la presidencia, nombrándole Ministro de Estado, siendo sustituido en la presidencia por Joaquín Chapaprieta, aunque tanto Chapaprieta como Gil Robles, principal socio de la coalición gubernamental, todavía desconocían la carta de Strauss, Alcalá Zamora les informará con posterioridad de todo el asunto y de sus consecuencias.
La sospecha de que todo el asunto era conocido tanto por Prieto como por Azaña, hizo que el Consejo de Ministros pusiera el asunto en manos de la Fiscalia y se presentara una denuncia en el Tribunal Supremo y de esta forma cubrirse de alguna manera las espaldas cuando el “affaire” transcendiera a la opinión pública. Paralelamente, y ante la dimensión que comenzaba a tomar el escándalo, se creó una comisión de investigación para tratar de depurar responsabilidades en sede parlamentaria. Los debates fueron muy duros e intensos, Lerroux aprovechó para presentarse como víctima inocente de un complot orquestado por Azaña y aunque finalmente la comisión no encontró ninguna culpabilidad en su actuación, Alejandro Lerroux saldría maltrecho del trance. No correría la misma suerte Aurelio Lerroux, Pich i Pon, Santiago Vinardell, Eduardo Benzo, José Valdivia y Sigfrido Blasco Ibáñez que serían apartados de sus cargos públicos. Alejandro Lerroux dimitiría como ministro pocos días después. El gobierno de quedaría muy debilitado tras este escándalo.
Una imagen de los intensos debates que tuvieron lugar en el Congreso de los Diputados a raiz de destaparse el “Escándalo del Estaperlo”. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Por si todo esto no hubiera sido suficiente, pocas semanas después estallaba un nuevo escándalo que volvería a poner contra las cuerdas al malherido gabinete que sería conocido como “el escándalo Tayá” o “el asunto Nombela”. En esta ocasión Antonio Nombela, un funcionario de colonias, acusaba a diversos dirigentes del partido de Lerroux de haber resuelto fraudulentamente un expediente para indemnizar al empresario catalán Antonio Tayá, por la pérdida de dos buques de su propiedad en la Guinea Española. Este escándalo supondría la puntilla tanto para el gobierno como para la coalición, lo que fue aprovechado por Gil Robles para erigirse como paladín de la regeneración (alguien con cierta maldad podría encontrar alguna similitud con la conducta en la actualidad de Esperanza Aguirre) y exigir a Alcalá Zamora que le nombrara nuevo jefe del gobierno. Sin embargo Alcalá Zamora no accedió a las pretensiones del líder de la CEDA y propuso a Portela Valladares, que formó un gobierno de centro derecha sin contar con Gil Robles. Tras el rechazo de las Cortes al nuevo gabinete, Alcalá Zamora disolvería las Cortes el 7 de enero de 1936 y convocaría elecciones para el 16 de febrero que serían ganadas por una coalición de fuerzas de izquierdas agrupadas en el Frente Popular.
Los escándalos del Estraperlo y el “Caso Nombela” acabarían desembocando en la disolución de las Cortes y en la convocatoria de elecciones en febrero de 1936, que fueron precedidas de una tensa campaña. En la fotografía podemos ver una gigantesco cartel de propaganda de la coalición de Gil Robles en la madrileña Puerta del Sol. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
El escándalo del Straperlo acabaría precipitando el fin del periodo de gobiernos derechistas conocido como el “Bienio Negro”, y de alguna forma también dejaría seriamente dañada a la propia República, que a los pocos meses tendría que hacer frente al golpe militar que desencadenaría la Guerra Civil. Salvando las enormes distancias, podemos encontrar alguna similitud entre aquellos acontecimientos y la actualidad política presente, sobre todo teniendo en cuenta que en ambos nos encontramos con una tremenda crisis económica y con un brutal número de parados, que conllevan una gran tensión social, similitudes que de alguna forma dan la razón a aquellos que sostienen que la Historia muchas veces se repite.
Florentino Areneros.
BIBLIOGRAFÍA:
- “EL CASO STRAUSS. El escándalo que precipitó el final de la II República” de José Carlos García Rodríguez.
- “LA AVENTURA DE LA HISTORIA” número 120.
BÁRCENAS Y EL ESTRAPERLO
El otro caso de los sobres en la II República.
El denominado Caso Barcenas no es el primero ni será el último de los escándalos relacionados con la clase política española. Entre este caso y otro que tuvo lugar en 1935, hace ahora casi 80 años, podemos encontrar algunas curiosas, y tal vez inquietantes, similitudes. En aquel año España estaba dirigida por un gobierno de derechas presidido por Alejandro Lerroux, líder del Partido Republicano Radical, que tenía como principal apoyo a la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) de Gil Robles. Este gobierno, cogido casi con alfileres, tendría que abordar un buen número de problemas durante su mandato. A finales de 1935 se haría público un caso de corrupción que afectaba a varios políticos y que haría tambalearse al gabinete. A consecuencia del escándalo, Lerroux se vería obligado a abandonar el cargo y la coalición en la que se asentaba el gobierno comenzó a hacer aguas. Ante este panorama el Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, optaría por disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones que se celebrarían en febrero de 1936. Aquel escándalo político sería conocido como el Caso del Estraperlo.
En los primeros años 30 la situación económica y social de España presentaba ciertas similitudes con la situación actual. La crisis de 1929 había golpeado a las economías de los países de medio mundo, entre ellos España. A esta crisis global había que sumar el secular atraso del país, con una economía basada principalmente en una agricultura escasamente productiva, lo que hacía mucho más crítica la situación. El panorama no era mucho mejor en lo social, la pobreza castigaba a muchas familias, principalmente en el medio rural y en los barrios de las periferias de las grandes ciudades. La llegada de la República en 1931 había despertado grandes expectativas en amplias capas de la sociedad. Las anunciadas reformas y mejoras no acababan de llegar, o si lo hacían no acababan de colmar las aspiraciones de todos. La llegada al poder de una coalición de centro-derecha en diciembre de 1933, supondría un duro revés para las expectativas de muchos colectivos, como por ejemplo los campesinos, que veían como la Reforma Agraria aprobada en 1932, era reemplazada por otra norma que desandaba gran parte del camino recorrido. En otros ámbitos el descontento no era menor, y las huelgas y manifestaciones se sucedían de manera continua. Para amplios sectores, encabezados por los sindicatos, partidos obreros, republicanos de izquierda y nacionalistas, el gobierno de Lerroux apoyado por la CEDA, representaba un serio revés a sus aspiraciones e incluso una amenaza a la propia existencia de la República. En 1935 Joaquín Chapaprieta ocupaba la cartera de Hacienda, el equivalente a los actuales Montoro y de Guindos, un tecnócrata que centra sus prioridades en la contención del gasto para reducir el déficit y en la contención de la inflación, así como en aplicar otras medidas como la reducción de ministerios, la bajada de las pensiones y reducir el número de funcionarios, medidas que seguramente les suenen, sin embargo todas estas medidas no conseguirían resolver uno de los mayores problemas para gran parte de la población: el elevado paro. Este descontento acabaría culminando con los acontecimientos de octubre de 1934.
Tropas africanas desfilan por Gijón tras ser sofocada la revuelta de Asturias de octubre de 1934. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Pero centrémonos en el escándalo que acabaría dando la puntilla al gobierno de Lerroux. La historia comienza en Holanda en los primeros años treinta donde un nuevo tipo de ruleta causa furor en diversos casinos. Sus promotores son Daniel Strauss y su socio apellidado Perlowitz (según otras fuentes el nombre del socio era Jules Perel). Daniel Strauss es un personaje de biografía confusa, en algunos lugares aparece como un judío alemán que abandonaría Alemania para establecerse en Holanda ante el imparable auge que estaba alcanzando el nazismo. Otras fuentes afirman que se trataba de un jugador de ventaja de nacionalidad holandesa. También parece confirmado que Strauss pasó una temporada en México, sería allí donde aprendería el castellano antes de tener que abandonar el país al verse involucrado en un turbio asunto relacionado con un robo de joyas.
La nueva ruleta creada por Strauss y sus socios que recibiría el nombre de Straperlo. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Strauss y Perlowitz comercializaban un nuevo tipo de juego de mesa en los casinos. Se trataba de una variación de la tradicional ruleta, que combinaba el azar con distintos cálculos matemáticos, lo que le permitía presentarlo como un juego de diversión donde se utilizaba la destreza mental, lo que permitía bordear la prohibición que sobre los juegos de azar permanecía en vigor desde la dictadura de Primo de Rivera. Para que se hagan una idea de su funcionamiento, rescatamos parte de una noticia de la época: “Figúrense una ruleta con el disco fijo. En torno al plato, un canal metálico, por donde sale disparada la bola desde un pequeño cañón, con muelle, disparado eléctricamente. El canal imprime a la bola un movimiento de rotación; esta pasa al plato y sigue su carrera. Cuatro puentes interceptan su paso y detienen paulatinamente su impulso. Según el número de puentes salvados antes de caer la bola en el punto, hay que hacer el cálculo de la jugada siguiente”. La ruleta recibiría el nombre de Straperlo, un nombre que nace mezclar los apellidos de los dos socios, Strauss y Perlovitz, aunque otras fuentes incluyen el apellido de la esposa de Strauss, Frieda Lowmann.
El hotel Terramar de Sitges se convertiría en el centro neurálgico de las actividades de Strauss en Cataluña. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
El primer lugar en el que se empezó a jugar al Straperlo fue el Hotel Quellenhof de Aachen el Alemania con buenos resultados, sin embargo el auge del nazismo impulsó a Strauss, que era judío, a trasladarse a la vecina Holanda en 1933. Allí comenzaría a funcionar en tres casinos (Scheveningen, Zandvoort y Noordwijk) con un notable éxito que lo convirtió en el juego de moda en aquel país. Sin embargo el éxito les duró escasamente seis meses, y la presión de las autoridades locales daría al traste con la aventura holandesa. Sin embargo este revés no desanimaría a los socios que intentarían continuar con su negocio en España. Daniel Strauss había vivido varios años en México y hablaba español, lo que sin duda influyó en la decisión. Su primer objetivo fue Cataluña donde trataría de convencer a las autoridades de la Generalitat presidida por Lluis Companys, para que le permitieran la explotación de su invento.
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Para conseguir su objetivo Strauss iniciaría una intensa campaña de promoción, tratando de presentarse como un emprendedor empresario capaz de generar riqueza y de dinamizar la economía y la vida social catalana. Para introducirse en sociedad, Daniel Strauss recurriría a un viejo conocido residente por aquella época en Cataluña. Se trataba de Jack Bilbo, un alemán de familia judía con una apasionante biografía a sus espaldas. Su verdadero nombre era Hugo Cyril Kulp Baruch, nacido en 1907 con solo 16 años emigraría a los Estados Unidos, donde acabaría trabajando de guardaespaldas de Al Capone hasta ser detenido en 1931. Regresaría a Europa, primero a Londres y posteriormente a Berlín, donde colaboraría en la fundación de los Comités de Combate contra el Fascismo, unos grupos formados por comunistas, socialistas y anarquistas, creados para enfrentarse a los nazis al comienzo de la década de los 30. La situación política de su país le llevaría hasta Mallorca, donde abriría un bar en Cala Ratjada, el Wikiki Bar, que se convertiría en punto de encuentro de los antifascistas de la isla. Posteriormente se trasladaría a Sitges acompañado de su novia Billi, donde tras estar una temporada alojado en el nuevo hotel Terramar, se construye una casa a la que llama Fort Bill, y en marzo de 1934 inaugura en la localidad un bar llamado SOS. A la inauguración acudirá Daniel Strauss, quien ya conocía a Bilbo con anterioridad. Gracias a su trayectoria en la lucha antifascista, Jack Bilbo tenía algunos buenos contactos entre las fuerzas de izquierda catalanas, principalmente en las filas de Esquerra Republicana, así como entre diferentes personas influyentes en diversos ámbitos.
En la fotografía podemos ver a Daniel Strauss (i), el boxeador Max Schmeling junto a su esposa, la famosa actriz Anny Ondra, y al popular torero Rafael “El Gallo”, en uno de los actos de promoción que se celebraron en el hotel Terramar de Sitges. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Strauss, su esposa y su socio Perlovitz llegan a Barcelona acompañados de su séquito, entre quienes se encontraba la espectacular vedette mejicana Margarita del Castillo, con la que Strauss al parecer tenía algo más que una buena amistad. Como ya hemos dicho, siguiendo los consejos de Bilbo, Daniel Strauss tratará de presentarse a las autoridades locales como un avezado empresario y promotor, dispuesto a trabajar y a realizar inversiones para relanzar el turismo en la región. La puesta en escena que eligen los socios para darse a conocer no podría haber sido más espectacular y con mayor eco mediático: un gran combate de boxeo.
Daniel Strauss llegó a Barcelona acompañado de su socio, su esposa y de una vedette mejicana de nombre Margarita del Castillo, en la imagen, a la que alojaría en una suite de su mismo hotel. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Bilbo pone en contacto a Strauss con el conocido promotor de combates de boxeo Joaquín Gasa. Ambos deciden apostar fuerte y organizar una velada con dos de los púgiles más populares de aquel momento, dos auténticos mitos vivientes en una época en la que el boxeo era un deporte de gran popularidad. Se enfrentarían el español Paulino Uzcudum, campeón de Europa de los pesos pesados en aquel momento y el alemán Max Schmeling, que había sido campeón del mundo al derrotar a en 1930 Jack Sharkey, quien recuperaría el título nuevamente en 1932. Schmeling pasaría posteriormente a la historia con mayúsculas de este deporte al vencer al mítico boxeador negro Joe Louis por KO en 1936. En la revancha que se celebró en 1938 y Joe Louis recuperaría el título en un combate que se utilizó políticamente como un enfrentamiento entre Estados Unidos y la Alemania Nazi. La derrota de Schmeling ante un boxeador negro le haría caer en desgracia en Alemania.
El combate organizado por Strauss entre dos de las principales figuras del boxeo del momento, como eran Paulino Uzcudun y Max Schmeling, le serviría para promocionarse e intentar de ese modo conseguir la autorización para instalar sus ruletas en los casinos españoles. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
La expectación desatada por el acontecimiento es inmensa. Max Schmeling llega acompañado de su esposa, la popular actriz Anny Ondra, y ambos se alojaran en el Hotel Terramar de Sitges, territorio de Jack Bilbo, quien hará de sparring para el púgil alemán. Acude gente atraída desde los más diversos lugares, entre ellos el famoso actor Douglas Fairbanks y su hijo del mismo nombre, la localidad de Sitges se convierte en un centro de atención internacional. La estrategia de Strauss y Gasa comienza a dar sus frutos.
La campaña de promoción continua, Strauss, Perlowitz y el matrimonio Schmeling son recibidos por el alcalde de Barcelona. Posteriormente se organizará una gran banquete en el Terramar con gran presencia de los medios de comunicación, al que acudirán ambos púgiles y diversas personalidades, así como los Fairbanks o el popular torero Rafael “el Gallo”. El plan continua según lo previsto y llega el momento esperado. Pocos días antes del combate se organiza otro ágape en el mismo hotel, y en esta ocasión entre los invitados se encuentran el Presidente de la Generalitat, Lluis Companys, que acudirá acompañado de varios de sus consejeros así como del Alcalde de Barcelona, Pi y Sunyer. En una de las habitaciones del hotel se ha preparado una de las ruletas para realizar una demostración a las autoridades, el círculo se cerraba y el cuidadoso plan organizado estaba a punto de culminar. Sin embargo de manera inesperada y pese a haber confirmado su asistencia, finalmente las autoridades no se presentan. Al parecer alguien les ha advertido sobre las intenciones de Strauss y les ha puesto en antecedentes sobre la figura del promotor y sus andanzas en Méjico y Holanda. El plan, tan meticulosamente elaborado, se viene abajo de golpe.
En la fotografía podemos ver a Daniel Strauss, Joaquin Gasa y Jules Perlowitz en Barcelona. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
El combate se celebra finalmente el 13 de Mayo de 1934 en el estadio de Montjuic, terminando en tablas. Se logra una buena entrada, pero no se recauda lo suficiente para cubrir los gastos, finalmente los socios no consiguen ninguno de sus objetivos en tierras catalanas. Sin embargo no tiran la toalla y deciden continuar con el proyecto. Esta vez apuntarán más alto y su objetivo será el gobierno de la nación, también cambiarán los métodos que ahora serán más directos, menos sutiles, a la hora de tratar con los políticos. Esta vez no se iban a andar con rodeos, había llegado la hora del socorrido “sobre”.
Pese a que la velada celebrada en el nuevo estadio de Montjuic registró una buena entrada, los gastos superaron a los ingresos y los organizadores registraron notables pérdidas. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Por medio de Gasa entran en contacto con Joan Pich i Pon, quien desempeñaba el cargo de subsecretario de Marina y era la cabeza visible en Cataluña del Partido Republicano Radical, el partido de Lerroux. Por medio de Pich i Pon, Strauss conoce en Madrid a Aurelio Lerroux, sobrino de Alejandro Lerroux, aunque en realidad es como un hijo para él, ya que fue adoptado al quedar huérfano con apenas un año. Ambos, atraídos por las supuestas ganancias que podrían obtener, acuerdan con Strauss montar una sociedad para repartirse los beneficios que generen las ruletas, a cambio ellos harán valer sus influencias para conseguir los permisos necesarios para que estas pueden funcionar. En esta sociedad participarían también Joaquin Gasa y Paulino Uzcudum, que desde el combate de Barcelona ejerce de chofer y hombre de confianza de Staruss, así como Miguel Galante, un militar muy bien relacionado en el Ministerio de la Gobernación que es el ministerio encargado de entregar los permisos, y también participa el periodista Santiago Vinardell que se encargará de dar a conocer el nuevo juego en diferentes círculos. El 50% de los beneficios serán para Strauss y Perlowitz, que deberán entregar un 5% a Gasa y Uzcudum respectivamente. El otro 50% sería para Aurelio Lerroux y Pich i Pon, que entregarían a su vez un 5% a Galante y Vinardell. Por su parte Strauss se comprometía a aportar las cantidades de dinero que posteriormente se entregarían a los políticos y funcionarios que intervinieran en la tramitación de los permisos necesarios, en otras palabras, Strauss sería el encargado de rellenar los sobres.
Joan Pich i Pon era Subsecretario de Marina y hombre fuerte del Partido Republicano Radical, que lideraba Lerroux, en Cataluña. Gracias a su colaboración, Strauss pudo establecer una red de contactos entre políticos y personas influyentes en Madrid. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Las cantidades que se manejan son las siguientes; Pich i Pon se comprometió a dar 100.000 pesetas al ministro de Gobernación, Salazar Alonso. Al subsecretario Eduardo Benzo se le entregarían 50.000. La misma cantidad se reservó para el Director General de Seguridad, José Valdivia. Por su parte, Sigfrido Blaco Ibáñez, hijo del afamado novelista valenciano y líder del Partido de Unión Republicana Autonomista, que formaba parte de la coalición de gobierno, se ofrecía a interceder ante Ricardo Samper, en aquel momento Presidente del Gobierno, a cambio de 400.000 pesetas. Además Alejandro Lerroux y Salazar Alonso fueron obsequiados con un reloj de oro.
Finalmente Strauss y sus socios consiguen un informe favorable de la Subsecretaría de Gobernación para explotar su juego, sin embargo este informe debe de ser ratificado en consejo de ministros. Benzo, convencido de la aprobación del consejo, informa a Strauss, que rápidamente inicia las gestiones para instalar dos ruletas en el Casino de San Sebastián, que vuelve a abrir sus puertas a los jugadores el 12 de septiembre. Cuando Salazar Alonso se entera de ello ordena al Gobernador Civil de Guipúzcoa la clausura inmediata, lo que se produce el mismo día de la inauguración.
Pese al revés, Pich i Pon y Aurelio Lerroux piden a Strauss continuar con el proyecto. Una crisis de gobierno parece inminente y todo apunta a que será Alejandro Lerroux el nuevo presidente, con lo que su influencia sería decisiva para sus planes. El cambio de gobierno se produce finalmente el 4 de octubre de 1934, Salazar Alonso es sustituido en Gobernación por Eloy Vaquero. Los cambios en algunos puestos claves obligan a Strauss a realizar un nuevo reparto de “sobres”.
Alejandro Lerroux sería el principal perjudicado por el “Escándalo del Estraperlo”, la implicación de su hijo adoptivo y la de varios miembros de su partido, así como la gestión que hizo de la crisis, provocaron su abandono de la presidencia del gobierno y su desaparición de la escena política. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Confiados en la nueva situación política que les es favorable, los socios deciden repetir suerte, esta vez en el casino del Hotel Formentor de Pollensa, Mallorca. El 1 de diciembre de 1934 comienzan a funcionar las ruletas, pero diez días más tarde, tras una queja del líder de la CEDA, Gil Robles, las instalaciones son clausuradas. Tras el nuevo fracaso Strauss y sus socios deciden abandonar el proyecto, no sin antes reclamar el holandés parte del dinero invertido a sus socios españoles, que en esta ocasión se hicieron los suecos. Strauss abandonaría España, pero llevando consigo un buen número de documentos comprometedores, algo que se podría considerar el equivalente de la actual “lista de Bárcenas”.
Unos meses después, en la primavera de 1935, cuando todo el asunto de aquellas extrañas ruletas parecía olvidado, Lerroux recibe una carta remitida por Strauss acompañada de un detallado informe con todas las “gestiones” realizadas para conseguir que sus ruletas fueran autorizadas. Strauss solicita una compensación de parte de las pérdidas, Lerroux lo entiende como una extorsión y no contesta. Strauss pone el asunto en manos de un abogado francés, que es a su vez conocido de Alejandro Lerroux, Henri Torres, quien envía a Madrid a un ayudante con diferentes pruebas y documentos que comprometen seriamente a varias personas del entorno de Lerroux. Su misión es clara: tratar de llegar a un acuerdo y evitar que aquello sea conocido y se acabe convirtiendo en un escándalo. Sin embargo Lerroux se mantiene firme y se niega a entrar en el juego.
Henri Torres estaba muy bien relacionado con la izquierda española y pone en contacto a Strauss con Indalecio Prieto (que se encontraba fuera de España desde los sucesos de octubre del 34). Ambos se reúnen en Ostende, y Strauss le hace entrega de copia de todos los documentos. Por otro lado Strauss contacta con Martín Luis Guzmán “el Generalito”, un escritor y periodista mejicano que había luchado junto a Pancho Villa y que en ese momento se encontraba exiliado en España, “El Generalito” es buen amigo de Manuel Azaña. Informado Azaña del asunto, se desplaza a Bruselas con motivo de una exposición internacional y allí se reúne con Strauss, quien le facilita copia de toda la documentación.
Niceto Alcalá Zamora jugaría un importante papel durante toda la crisis. Su decisión de disolver las Cortes, llevaría a las elecciones de febrero de 1936 que serían ganadas por el Frente Popular. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Strauss, posiblemente siguiendo los consejos de Prieto o de Azaña, envía en septiembre de 1935 una carta al Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, en la que le informa de todo el asunto. El Presidente, aprovecha la dimisión de dos ministros para realizar una remodelación del gobierno y aparta a Lerroux de la presidencia, nombrándole Ministro de Estado, siendo sustituido en la presidencia por Joaquín Chapaprieta, aunque tanto Chapaprieta como Gil Robles, principal socio de la coalición gubernamental, todavía desconocían la carta de Strauss, Alcalá Zamora les informará con posterioridad de todo el asunto y de sus consecuencias.
La sospecha de que todo el asunto era conocido tanto por Prieto como por Azaña, hizo que el Consejo de Ministros pusiera el asunto en manos de la Fiscalia y se presentara una denuncia en el Tribunal Supremo y de esta forma cubrirse de alguna manera las espaldas cuando el “affaire” transcendiera a la opinión pública. Paralelamente, y ante la dimensión que comenzaba a tomar el escándalo, se creó una comisión de investigación para tratar de depurar responsabilidades en sede parlamentaria. Los debates fueron muy duros e intensos, Lerroux aprovechó para presentarse como víctima inocente de un complot orquestado por Azaña y aunque finalmente la comisión no encontró ninguna culpabilidad en su actuación, Alejandro Lerroux saldría maltrecho del trance. No correría la misma suerte Aurelio Lerroux, Pich i Pon, Santiago Vinardell, Eduardo Benzo, José Valdivia y Sigfrido Blasco Ibáñez que serían apartados de sus cargos públicos. Alejandro Lerroux dimitiría como ministro pocos días después. El gobierno de quedaría muy debilitado tras este escándalo.
Una imagen de los intensos debates que tuvieron lugar en el Congreso de los Diputados a raiz de destaparse el “Escándalo del Estaperlo”. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
Por si todo esto no hubiera sido suficiente, pocas semanas después estallaba un nuevo escándalo que volvería a poner contra las cuerdas al malherido gabinete que sería conocido como “el escándalo Tayá” o “el asunto Nombela”. En esta ocasión Antonio Nombela, un funcionario de colonias, acusaba a diversos dirigentes del partido de Lerroux de haber resuelto fraudulentamente un expediente para indemnizar al empresario catalán Antonio Tayá, por la pérdida de dos buques de su propiedad en la Guinea Española. Este escándalo supondría la puntilla tanto para el gobierno como para la coalición, lo que fue aprovechado por Gil Robles para erigirse como paladín de la regeneración (alguien con cierta maldad podría encontrar alguna similitud con la conducta en la actualidad de Esperanza Aguirre) y exigir a Alcalá Zamora que le nombrara nuevo jefe del gobierno. Sin embargo Alcalá Zamora no accedió a las pretensiones del líder de la CEDA y propuso a Portela Valladares, que formó un gobierno de centro derecha sin contar con Gil Robles. Tras el rechazo de las Cortes al nuevo gabinete, Alcalá Zamora disolvería las Cortes el 7 de enero de 1936 y convocaría elecciones para el 16 de febrero que serían ganadas por una coalición de fuerzas de izquierdas agrupadas en el Frente Popular.
Los escándalos del Estraperlo y el “Caso Nombela” acabarían desembocando en la disolución de las Cortes y en la convocatoria de elecciones en febrero de 1936, que fueron precedidas de una tensa campaña. En la fotografía podemos ver una gigantesco cartel de propaganda de la coalición de Gil Robles en la madrileña Puerta del Sol. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).
El escándalo del Straperlo acabaría precipitando el fin del periodo de gobiernos derechistas conocido como el “Bienio Negro”, y de alguna forma también dejaría seriamente dañada a la propia República, que a los pocos meses tendría que hacer frente al golpe militar que desencadenaría la Guerra Civil. Salvando las enormes distancias, podemos encontrar alguna similitud entre aquellos acontecimientos y la actualidad política presente, sobre todo teniendo en cuenta que en ambos nos encontramos con una tremenda crisis económica y con un brutal número de parados, que conllevan una gran tensión social, similitudes que de alguna forma dan la razón a aquellos que sostienen que la Historia muchas veces se repite.
Florentino Areneros.
BIBLIOGRAFÍA:
- “EL CASO STRAUSS. El escándalo que precipitó el final de la II República” de José Carlos García Rodríguez.
- “LA AVENTURA DE LA HISTORIA” número 120.
Magnifico articulo y aunque muy esperado nada decepcionante.
ResponderEliminarUno había oído hablar mucho del "estraperlo" y tenía hecha una idea referente a la adquisición, mediante "gente con mano", de productos alimenticios o de primera necesidad, como medicamentos extranjeros, como la penicilina, o de materias primas escasas en España, artículos de cierta prestancia como medias, etc, lo que no me podía imaginar era que su origen eran las estrambóticas ruletas.
Esperemos que a pesar de los muchos paralelismos, que los hay, no se repita el final de la historia de su reportaje.
De aquí al "Niuyortais", felicidades D. Florentino.
Muchas gracias por sus amables palabras amigo Sandoval, me alegra saber que le ha gustado la crónica.
ResponderEliminarEfectivamente al término estraperlo se le da otro significado, incluso en el diccionario de la Real Academia Española figura en su primera acepción como "Comercio ilegal de artículos intervenidos por el Estado o sujetos a tasa", que poco tiene que ver con el origen del término, aunque la sabiduría popular siempre acierta y de alguna forma aquello se trataba de un comercio ilegal.
Un saludo.
Estimado D. Florentino:
ResponderEliminarEstupenda crónica, un disfrute.
No es la primera vez que alabo la oportunidad de sus crónicas. Y no lo digo sólo por el caso Barcenas. Lo digo especialmente porque esta misma mañana el Sr. Sheldon Adelson “ha hablado” y Eurovegas le ha tocado a Alcorcón.
¡Otra vez con la ruleta a vueltas! ¡Es que no aprendemos! ¡Dios nos pille confesados!
Cambiando de tema le diré que Robert Capa viajó a España en la primavera de 1935 para realizar una serie de reportajes para el BERNILER alemán. El primero lo realizó al boxeador Paulino Uzucudum en San Sebastián para informar a los aficionados alemanes del que iba a ser el contrincante de su compatriota Max Schmeling, del que Vd. nos habla.
En su crónica habla que el combate tuvo lugar el 13 de mayo d 1934, un año antes. Estos púgiles se enfrentaron en tres ocasiones lo que nos lleva a pensar que el reportaje de Capa se hizo un año después del “caso estraperlo”, en un combate posterior.
En su magnífica crónica “El republicano que inventó el traje espacial” sobre el coronel Emilio Herrera ya comentamos que R. Capa también le hizo un reportaje en ese mismo viaje (1935). Al releer esta crónica y observar la portada del BERNILER (20/VI/35) parece de lógica que la foto de E. Herrera que sale en esta portada sea de Capa. En esas fechas casi ninguna foto se firmaba, y menos él, que todavía era un “desconocido”. Ya le agradecería que, dadas sus cualidades para escudriñar archivos y hemerotecas, cuando tenga un rato libre, investigue sobre esa foto y las que posiblemente haya en el interior de la publicación así como la posibilidad de que el reportaje de P. Uzcudum se publicara en ese mismo número.
Felicidades por su crónica y reciba un cordial saludo
R. CAPA
Muy interesante el reportaje, que documenta suficientemente lo que conocíamos de modo somero. Ya sabía del "Straperlo", y del "estraperlo" pero ¿cómo vamos a llamar ahora el negocio de Eurovegas"? ¿Sustituírá el mafioso Adelson al pillo Strauss en el escaparate de la fama? ¿Qué personaje político se cargará el "muerto", González o Raxoi? ¿Quién está recibiendo "sobres"? A lo mejor, lo de Bárcenas es un juego de bebés, comparado con Eurovegas.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus palabras amigo Capa. Con lectores así da gusto escribir.
ResponderEliminarEn cuanto a las fotos de su tocayo capa en el Berliner, en un comentario de Jaume, uno de nuestros letores, nos informaba de:
Por lo de encontrar las fotografías de Emilio Herrera tomadas por Robert Capa, la tarea va a resultar mucho más sencilla: simplemente vean la primera foto de este mismo artículo correspondiente al Berliner Illustrirte Zeitung. La foto de la portada viene firmada por "André": <> Fuente: http://maletamexicana.mnac.cat/2011/10/las-primeras-imagenes-publicadas-de-robert-capa-en-espana/
Aquella foto efectivamente es de Robert Capa. Estuve buscando ejemplares digitalizados del Berliner, pero sin resultados. Lo mismo nuestra incansable amiga Inés tiene más éxito. Se lo comentaré. Un saludo.
Muchas gracias Michel por sus comentarios sobre la crónica.
ResponderEliminarLo de Eurovegas dará mucho que hablar. Las Vegas debe mucho a los gansters, y en breve publicaremos una crónica en la que encontramos a algún ganster merodeando por España durante el periodo de la República y durante la Guerra Civil.
Personalmente creo que Eurovegas es irrealizable, nunca llegará a construirse, el concepto de ocio en Europa afortunadamente poco o nada tiene que ver con la mentalidad estadounidense, por lo menos por ahora. Eso si, en el voy y vengo, más de uno, seguramente los de siempre, sacarán algún jugoso sobre. Un sobre que al final acabaremos rellenando los de siempre. Un saludo.
Ni en su momento me percaté de la interesantísima aportación de Jaume, ni ayer tomé la precaución de releer la crónica hasta los últimos comentarios.
ResponderEliminarMis datos se limitaban a los aportados por Richard Whelan, su biógrafo "oficial".
Se confirma por tanto que las fotos de Emilio Herra y de Paulino Uzcudum son de Capa.
Que le voy a decir D. Florentino, que muchas gracias por sus aportacines y las de sus colaboradores por lo que suponen de enriquecimiento personal. Esto si que es enriquecimiento y no lo de los malditos sobres.
¡Así revienten!
Un saludo
R. CAPA
Estupendo su artículo. Gracias por hacer referencia en la bibliografía a mi libro "El caso Strauss. El escándalo que precipitó el final de la II República".
ResponderEliminarUn cordial saludo
Muchas gracias José Carlos por visitar el blog y por su comentario. Encantado de poder saludarle personalmente.
ResponderEliminarEn realidad soy yo el que le está agradecido por su excelente trabajo sin el que esta crónica hubiera sido imposible. Gracias a su libro y a toda su investigación, se puede descubrir la verdadera dimensión de aquel episodio y su importancia en el desarrollo de los acontecimientos posteriores. Curiosamente el "Caso del Estraperlo" es totalmente desconocido por la mayoría de la gente, incluyendo a personas muy aficionadas al estudio de la historia. Espero que esta crónica sirva para dar a conocer un poco más su trabajo.
Reciba un cordial saludo.
Florentino Areneros.
gracias a Dios ( o vaya vd. a saber a quien) el ejercito no está en la misma situacion que en el año 36, aunque tenga una capacidad de fuego infinitamente superior. Por lo demás la situacion parece calcada, aunque la tradición de los sobres aparentemente se perdió durante el periodo franquista, esto no quiere decir que desapareciera. Lo que nadie se puede creer es que el asunto de Eurovegas no tenga su trastienda de sobornos y corruptelas y lo peor es que a pesar de la diferencia cultural del pueblo actual con nuestros bisabuelos los politicos siguen considerandonos lo mismo de bobos.
ResponderEliminarHe comentado (con enlace) este magnífico artículo en mi blog:
ResponderEliminarhttp://historiaesmemoria.com/es/mierda/
Muchas gracias por su comentario y por visitar el blog. Y muy agradecidos también por enlazar el artículo en su página.
EliminarUn saludo.
Muy, muy, muy interesante, sí señor. Claro que la historia se repite. Por eso las derechas no quieren que recordemos el pasado, para que se vuelva a repetir porque a ellos les va de puta madre con sus negocietes y sus trampas.
ResponderEliminarMuchas gracias Ruby por su comentario y por visitar el blog.
EliminarHabrá que recordar el dicho de que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. Y efectivamente en España siempre les ha ido bien a los mismos.
Saludos.
Beneficiarios? o complices del regimen? o como era?o no hay una historia clara ni se ha judgado oficialmente a nada a mi me sigue pareciendo un fascismo o franquismo encubierto todo esto... Gracias por el blog:)
EliminarMuchas gracias Paquita por su comentario y por visitar nuestro blog.
EliminarRealmente parece que todo "quedo atado y bien atado" a la muerte del dictador.
Un saludo.
Hombre Ruby Marmolejo, derechas o izquierdas ¿que mas da hoy en dia? Trincan los que pueden, unos por inercia y otros por no ser menos.
EliminarEl blog, excelente
Excelente trabajo, Sr. Areneros. Da gusto leerlo, por bien documentado y muy bien escrito, lo que también se celebra en los tiempos en los que nos toca vivir y leer. Seguiré sus trabajos y los difundiré en la medida en que me sea posible.
ResponderEliminarSería conveniente quizá ahondar en el papel que los medios de comunicación tuvieron entonces y tienen hoy en torno a los sórdidos asuntos que trata su trabajo. Efectivamente, los paralelismos son muchos. No obstante, si entonces la opinión pública estaba desinformada, hoy está directamente manipulada.
Por esto entre otras cosas trabajos como es suyo son tan importantes. Se dice que nuestro pueblo (me refiero al español en términos generalistas) tiene memoria de pez, y aunque yo trato de no tenerla, le confieso que la historia que me relata es totalmente nueva para mí. Ójala lleguen a conocerla muchas más personas. Así lo intentaremos.
Muchísimas gracias y ánimo en lo que se proponga!!
Saludos.
Zilí Katova
Muchas gracias Zili por sus amables palabras y por visitar nuestro blog.
EliminarCoincido con usted en que la opinión publica está mediatizada, tal vez algún sociólogo decida estudiar las razones de esta inexplicable parálisis social teniendo en cuenta la que está cayendo.
Reciba un cordial saludo.
Florentino Areneros
Estupendo el artículo. De agradecer.
ResponderEliminar"Tal vez algun sociólogo decida estudiar las razones de esta inexplicable parálisis social", dice vd.
Realmente necesaria esa explicación. Saber el porqué no soluciona la parálisis pero ayuda a entenderla (para poder "curarla").
En mi pobre+más que pobre opinión, el gran acierto del neoliberalismo es que nos ha hecho a todos supuestos "partícipes de la mesa" a través del consumismo. Nos ha hecho pasivos consumistas y no queremos liberarnos, a lo sumo, que "alguien" (otros) nos libere. ..., nos hemos dejado, la pereza nos puede...Que los abuelos saquen a los críos, que la escuela eduque a los hijos/hijas, que los sindicatos defiendan mi puesto de trabajo, que los políticos hagan bien...A mí como que yo passo de todo, excepto de tener el último modelo de...
En fin. Este no es el sitio para debatir. Gracias Florentino.
Muchas gracias Aldeano por sus palabras y por visitar el blog.
EliminarPues no debe de estar muy desencaminada su interesante opinión, al hacernos "participes de la mesa" alguno puede llegar a pensar que cuestionando el sistema se está cuestionando nuestro propio bienestar, lo que hace que se acepten como males menores y necesarios los mordiscos que nos están dando en diferentes ámbitos: ayudas a la banca, salarios, sanidad, educación, pensiones... Es significa la apatía que se vive en gran parte de la juventud (con lo que les espera), y asombra ver la escasa asistencia de jóvenes a la manifestaciones, en contraste con la masiva presencia de jóvenes en las celebraciones deportivas.
Un cordial saludo.
Hola,
ResponderEliminarSe sabe dónde y cómo murió Daniel Strauss?
Gracias.
Muy buenas,
EliminarPues la verdad es que ahora mismo no me acuerdo bien, creo haber leído en algún lugar que abandonó Europa rumbo a América antes de la II GM, el hecho de ser judio tuvo que influir en ello, pero la verdad es que no tengo ahora mismo los datos. Le recomiendo consultar la bibliografía que cito en la crónica, por si hablara de ello.
Un saludo.
Florentino Areneros.
Interesantísimo estudio! si me permite le dejo el link de un artículo que escribí hace unos años sobre el mismo tema y que completa un poco, con algunas imágenes, su artículo!!
ResponderEliminarhttp://criticartt.blogspot.com.es/2012/10/que-samagava-lhabitacio-17-del-terramar.html
Muchas gracias por su comentario y por visitar el blog. Le agradezco también el enlace a su blog que aporta datos muy interesantes y enriquecedores.
EliminarUn saludo.
En el estupendo artículo sobre Straus/Perle y sus consecuencis políticas, aparece de refilón un personaje no muy bién estudiado pero de gran importancia en aquellos momentos.Me refiero a José Mª.Gil Robles y su postura hacia el nacismo.No se ha escrito mucho sobre él y ha desaparecido por la puerta de atrás de la historia de aquellos momentos.¿Qué les parece la figura?
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario y por visitar el blog.
EliminarPues la verdad es que no conozco mucho la trayectoria de Gil Robles. Parece innegable su colaboración en el golpe de julio del 36 que desencadenaría la Guerra Civil, cuando se produce el golpe creo que se encontraba en Francia tras haberse entrevistado con Mola en los días anteriores, y haberle ofrecido su apoyo. Los que asesinaron a Calvo Sotelo, primero fueron a buscar a su domicilio a Gil Robles, el estar en Francia le salvó la vida. Efectivamente es un personaje que parece de segunda fila, como bien dice usted, pero que tuvo gran importancia en la génesis de la tragedia que fue la guerra. Durante el franquismo fue un personaje menor, marginado y apartado del poder, y si no recuerdo mal tras la muerte de Franco se presentó a las elecciones sin obtener buenos resultados. Su hijo creo que sigue en política ocupando algún cargo en la Comunidad Europea.
Desconozco si existe algún estudio sobre su figura, si no existiera, no estaría de más que alguien lo hiciera.
Saludos.
Interesante blog que acabo de descubrir hoy mismo.
EliminarConozco algo sobre el personaje, por lo que seré algo extenso y pido disculpas de antemano por ello. Gil Robles fue uno de los principales políticos de la Segunda República, pero dio un viraje tremendo tras julio de 1936. El líder de la CEDA era de la "línea Mola", por llamarla de alguna forma, creyendo que era necesario un período de "estado de excepción" durante algún tiempo para neutralizar el caos de aquellos años. De hecho donó los fondos de la CEDA al general Mola pensando que sería él quien pilotaría el proceso, pero ya sabemos quien lo condujo hasta su muerte: Franco.
Gil Robles se opuso al franquismo toda su vida -aunque no al golpe de 1936- colaborando con los juanistas para restaurar la monarquía (fue miembro del consejo privado de don Juan), entrevistándose con Indalecio Prieto en el exilio y participando en el famoso "contubernio de Múnich". Asimismo Gil Robles despreciaba al fascismo y aún más al nazismo. Estuvo en los años 30 en Alemania para contemplar el flamante III Reich y volvió horrorizado, en su opinión, por el carácter anticristiano y paganizante de la nueva Alemania, echando pestes de Hitler y mostrando también su desconfianza en el fascismo italiano, aunque Mussolini fuera a su parecer mucho más potable que el cabo austriaco.
Esta actitud "antifascista" de Gil Robles llevó a que los enfrentamientos entre la CEDA y la Falange durante la República fueran muy virulentos, tanto en prensa como en la calle con el reparto de algún bofetón entre la JAP y la Primera Línea falangista. José Antonio Primo de Rivera no podía ni ver a la CEDA, pese al respeto personal e intelectual que le tenía a Gil Robles. Esto "choque" entre ambos personajes venía muy de lejos cuando, siendo estudiante universitario el fundador de Falange, participó en una asociación universitaria aconfesional frente a la meapilosa representada por el jovencísimo Gil Robles. Que ambos fueran católicos no significaba que tuvieran la misma visión respecto a la religión, ya que pese al profundo catolicismo del primero siempre defendió la separación Iglesia-Estado.
Esta pugna contra Gil Robles por parte del falangismo continuó muchos años. Cocinado por el "camisa vieja" Juan Aparicio -director general de Prensa y fundador de la Escuela Oficial de Periodismo- el ABC publicó un editorial en 1944 contra Gil Robles donde le daba hasta en el carnet de identidad. A Luca de Tena le sentó como una patada y escribió una carta al ministro-secretario general de Falange, José Luis Arrese, en señal de protesta. También el falangista y divisionario Rodrigo Royo, un excelente periodista pese a su radicalidad, lo puso a caldo muchos años después acusándolo de estar a sueldo del trujillismo, lo que le valió a Royo una condena considerable por los tribunales franquistas en favor de Gil Robles. No me cabe la menor duda que su victoria judicial se debió a que Franco en los 60 ya tenía claro que apostaba por la monarquía para sucederle.
Gil Robles apostó ya en los tempranos años de la guerra mundial por don Juan como alternativa a Franco, lo que le valió el desprecio del régimen y, en especial, de los falangistas por el antimonarquismo de estos. La vida les dio a esta generación de políticos de la República muchas cornadas y muchos palos.
Un saludo.
Muchas gracias por su interesante comentario y por visitar el blog.
EliminarLe agradezco sus puntualizaciones sobre la figura de Gil Robles, he de reconocer que es un personaje que conozco poco, sobre todo en su época posterior a la Guerra Civil. En nuestra crónica "San Fermín 1936" ya vimos como dio su apoyo a Mola antes del golpe. El hecho de haber apoyado posiciones monárquicas tras la guerra, como usted bien menciona, evidentemente le supuso permanecer en segundo plano durante el franquismo y muy posiblemente su papel hubiera sido otro de no haber fallecido el general Mola (también tenemos otra crónica sobre la muerte del general Mola). Al igual que a Gil Robles, a otros muchos políticos de derechas el franquismo les llevó al olvido, y a algunos incluso les llevó a prisión, y no sé si a otros algo más que prisión.
Un saludo y esperamos verle más veces por aquí.
Florentino Areneros.