En julio de 1936 la vedette francesa Marlene Grey triunfaba en Madrid con su espectáculo, en el que danzaba desnuda en el interior de una jaula junto a cuatro leones. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
En el caluroso mes de julio de 1936, en vísperas del golpe militar que desencadenaría la Guerra Civil, un espectáculo teatral revolucionaba las carteleras madrileñas. En el teatro Maravillas, tras haber triunfado anteriormente en el Price, una bella mujer danzaba desnuda en una jaula, donde junto a ella estaban encerrados cuatro fieros leones. Del éxito de aquel espectáculo da buena fe el hecho de que se realizaran “hasta catorce” representaciones diarias. Esta “mujer escultural”, según recogían las crónicas de la época, respondía al nombre de Marlene Grey, siendo también conocida como “La Venus Rubia”.
Aunque la francesa Marlene Grey era anunciada como “star del cine” en realidad su currículo era más modesto. Como todo bagaje artístico a sus espaldas, se sabe que Marlene había ganado en el verano de 1935 un concurso de belleza para señoritas en maillot, que tuvo lugar en la localidad de Trouville-sur-Mer, donde se impuso a otras 57 concursantes.
El éxito del espectáculo hizo que surgiera la idea de realizar una película a partir del mismo. En la imagen un fotograma de la película donde vemos a Marlene junto al domador “Monsieur Mark”. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Marlene se casaría con Jack Sydney, un joven descendiente de una saga de artistas, que ejecutaba el número de “el hombre autómata”, donde representaba a un muñeco articulado, un número cómico que realizaba antes de saltar Marlene al escenario. Junto a la pareja, encontramos a Georges Mark, conocido como “Monsieur Mark”, un domador de leones que había heredado la profesión de su padre. En 1936 los tres decidieron probar suerte en España recorriendo ferias y circuitos de variedades, seguramente sin poder imaginar que acabarían protagonizando una película en medio de una guerra.
Según podemos leer en un artículo firmado por Rafael Martínez Gandía publicado en el semanario Crónica el 28 de junio de 1936, Marlene habría venido a Madrid con la intención de actuar en verbenas, pero la huelga de la construcción haría que se refugiara en el circo. Empezaría trabajando en el Circo Price, contratada por el empresario Mariano Sánchez Rexach. Del Price saltaría al Maravillas donde la sorprendería el golpe militar y el comienzo de la guerra. Para hacernos una idea de cómo era su espectáculo, tomemos prestada la narración que del mismo nos hace Martín Gandía en el artículo citado anteriormente, escrito con ese inconfundible estilo de las crónicas de aquella época:
La prensa se haría eco del éxito de Marlene Grey y su sugerente espectáculo. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
«Las atracciones permanentes de las verbenas nunca se han tomado completamente en serio; pero con esta mujer no es posible gastar bromas. En primer lugar, porque es una auténtica belleza. Cuando ella aparece entre las cortinas, al fondo del escenario, iluminada por un reflector, los espectadores, aun los más escépticos, no tienen más remedio que contener la respiración. En realidad, ella atraería igualmente al público con sólo exponer sin velos el prodigio maravilloso de su anatomía. Pero para llegar a la sensación máxima, Marlene se ofrenda como una diosa pagana a los cuatro leones, que contemplan su danza con ojos sentimentales. Hay momentos en que se acerca a una de las fieras y yergue el busto en un gesto de reto, que quiere decir:
-¡Cómeme!
Nos gustaría saber si Marlene es capaz de hacer el mismo desafío a cualquiera de los espectadores.
Los leones, irritados momentos antes por la fusta del domador, la miran con ojos mansos, tal vez con ojos enamorados; la dejan que se aproxime a ellos hasta lo inverosímil, y cuando se aleja parece que les invade una suave melancolía. ¡Qué le vamos a hacer!, también los leones tienen su corazoncito. Prueba de ello es que una de las fieras no consiente en marcharse, a pesar del castigo que le inflige el domador, sino cuando este tapa a Marlene con la cortina. Entonces el león se va, lento y pensativo, como diciéndose:
-¡Bueno! Aquí ya no hay nada que hacer.»
El espectáculo de “la Venus Rubia” tuvo un éxito arrollador en un Madrid que nunca había contemplado nada semejante en los escenarios. Más allá del valor estético y artístico del número, la posibilidad de poder contemplar las evoluciones de una escultural mujer desnuda en un escenario era una tentación irresistible para muchos madrileños de aquella época. De ello se daría cuenta Arturo Carballo, un empresario de variedades con una amplia experiencia a sus espaldas, propietario por aquellas fechas del madrileño cine Doré.
Carballo con su fino olfato para los negocios, viendo el arrollador éxito del singular número de Marlene, rápidamente se percató de las posibilidades que podía ofrecer el espectáculo si era llevado a la gran pantalla. Era preciso actuar con rapidez si se quería aprovechar el gran revuelo que en la opinión pública había causado la aparición de Marlene Grey antes de que se enfriara y pasara a ser un acontecimiento más. Para dirigir todo el proyecto Arturo Carballo elegiría a un viejo conocido suyo: Armand Guerra, cuyo verdadero nombre era Jose Estívalis Cabo , un director cinematográfico en horas bajas, pero con la experiencia suficiente a sus espaldas para sacar adelante este proyecto.
Otro momento de la película que tendría por título el de “Carne de fieras”. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Armand Guerra es otro de esos personajes olvidados, cuya vida quedaría marcada por la Guerra Civil. Nacido en Lliria, Valencia, en 1886 en el seno de una familia de agricultores. Muy joven ingresa en un seminario, que acabará abandonando convertido por obra de la Iglesia en un fervoroso anticlericalista. Tras esa etapa comienza a trabajar con 13 años como tipógrafo en Valencia. En 1907 participó en una huelga de tipógrafos, acabando en la cárcel. En 1908 marcharía a Paris en compañía de su hermano mayor Vicente, y es en la capital gala donde empieza a tomar contacto con las ideas anarquistas ( hasta aquí la vida de Armad Guerra nos recuerda mucho a la biografía de Vicente Talens a quien ya dedicamos una crónica en Sol y Moscas ). Tras su paso por Paris inicia un periplo por diversas ciudades Marsella, Lyon, Niza, Ginebra,… desarrollando una gran actividad política y escribiendo en varias publicaciones, entre ellas Tierra y Libertad editada en Barcelona y en la que llegaría a figurar como director. Tras la Semana Trágica de Barcelona en 1909, desde esta publicación promoverá una intensa campaña para lograr la libertad de Ferrer Guardia.
En 1911 comenzará un recorrido por Italia y el Mediterráneo visitando Milán, Venecia, Alejandría, El Cairo, Grecia, Rumanía, Serbia…. En 1913 regresa a Francia y comienza su carrera como cineasta con su película “un grito en la selva”. Posteriormente pasa a colaborar con la cooperativa obrera cinematográfica “Le Cinema du Peuple” (El Cinema del Pueblo) donde graba varias películas de temática social, entre ellas “La Comuna”, basada en el episodio de la Comuna de Paris. Regresa a España en 1917 creando en Madrid la productora “Cervantes Films” con la que rodará “El crimen del bosque azul”, “La zarpa del paralítico” y “La maldición de la gitana”. El proyecto fracasará y Armand decide marcharse en 1920 a Alemania para trabajar en los legendarios estudios UFA, donde desarrollará los más diversos oficios dentro del mundo del cine: director de doblaje, productor, realizador, guionista, rotulador, actor, director,… . Estrenaría dos películas más: Luis Candelas, el bandido de Madrid (1926) y Batalla de damas (1927). En 1931 se adquieren unos terrenos en Valencia con la idea de montar los estudios cinematográficos “Hispano-Cineson”, proyecto que nunca llegó a realizarse. Desde esa fecha hasta el verano de 1936 estabiliza su vida en Madrid junto a su compañera y su hija nacida en 1934, durante ese periodo deja de filmar y se dedica a la traducción. Durante todo este tiempo lleno de vicisitudes, Armand Guerra nunca abandonará su firme compromiso con el ideal libertario.
El anarquista Armand Guerra sería el encargado de dirigir este film cuyo rodaje coincidión con el estallido de la Guerra Civil. Terminado este, se desplazaría junto con su equipo a filmar escenas en el frente de batalla. Posteriormente recogería todas estas vivencias en un libro de título “a través de la metralla”. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Pero volvamos a la película, como decíamos el empresario Carballo había encargado a Armand Guerra la dirección de este proyecto, y rápidamente se puso en marcha, con un guión de circunstancias, por no decir improvisado, y un corto presupuesto, por no decir de circunstancias también. El rodaje comenzaría el 16 de julio de 1936. La historia en sí no tenía mucha trascendencia, el principal atractivo de la película era Marlene Grey y su sugerente danza desnuda en la jaula de los leones. Hasta ese momento no se había grabado ningún desnudo en el cine comercial español.
La trama se desarrolla en Madrid, y tiene como protagonista, además de nuestra Marlene, a un peculiar boxeador, una mezcla de hombre acaudalado y buen samaritano, que está casado con una cabaretera retirada. Una historia de amores y desamores, encuentros y desencuentros, entrelazada alrededor del plato fuerte de la película: la danza de la “Venus Rubia”. No entraremos en detalle sobre el argumento para no estropearles la visión de la película que encontrarán al final de esta crónica y que no deben dejar de ver.
Los medios para el rodaje eran muy limitados, como el presupuesto, y el plantel de actores también estaba muy ajustado. Junto a Marlene, encontramos a Georges Mark, el domador, que hace el mismo papel en la película, así como al marido de esta, Jack Sydney , “el hombre autómata”, que interpreta un pequeño papel como árbitro de boxeo. Junto a ellos el actor español Pablo Álvarez Rubio, que interpretaba el papel protagonista junto a Marlene. También encontramos a la popular vedette Tina de Jarque en el papel de esposa del boxeador y antigua cabaretera. Completa el reparto en los papeles principales a Alfredo Corcuera, que hace de manager-consejero del protagonista, y un niño, de nombre José Díaz, que interpreta el papel de “Perragorda”. La gran sorpresa del plantel es la presencia del propio Armand Guerra en el papel de Lucas, un personaje clave en el desenlace de la trama.
Un fotograma de la película, donde vemos al propio Armand Guerra (con camisa blanca) interpretando el papel de Lucas. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Como decíamos, el rodaje comienza el 16 de julio y se interrumpe momentáneamente al producirse el golpe militar. El propio Armand Guerra nos cuenta en su libro “A través de la metralla” que fue testigo de los acontecimientos del Cuartel de la Montaña. En este libro Armand Guerra nos relata parte de sus vivencias durante la Guerra Civil, y por el mismo conocemos las dificultades que se encontraron en el rodaje, empezando porque el propio director quería abandonar el proyecto para dirigirse a los frentes, con muchos de sus compañeros anarquistas, en su caso para filmar los combates que se estaban produciendo, entendido como otra forma de combatir al fascismo. Finalmente la película se terminaría en condiciones extraordinarias de grabación, y así en algunas escenas de la película nos podemos encontrar con milicianos armados que saludan puño en alto a la cámara o coches pintados con las siglas de algún partido o sindicato. Otro problema no menos peculiar fue la falta de alimento para los leones, que como ustedes pueden imaginar suponía un duro hándicap si la bella rubia se les tenía que poner a tiro de zarpa, sin duda un tentador aperitivo en esas condiciones de hambruna. Pero quien mejor que el mismo Armand Guerra para contarnos lo que fue el rodaje por medio de su libro:
«Mi sindicato decidió que yo debía continuar el rodaje de mi película, pues de este trabajo dependía la nutrición de muchas familias, cuyos miembros jóvenes estaban ya en los frentes, y reanudé el trabajo.
No voy a relatar aquí los inconvenientes y los serios obstáculos con que tropezaba en mi labor, especialmente en lo que a medios de transporte concierne. ¡Pero había que trabajar! A menudo me encontraba con que me faltaban varios actores de un conjunto. ¡Se habían marchado a los frentes!
Para el que conozca el proceso de realización de una película, será cosa fácil darse cuenta de lo que significaban estas defecciones, que, por otro lado, yo no podía ni debía condenar, puesto que la guerra era, es y será siempre, antes que nada. Otro problema vino a complicarme la situación: la falta de carne para los leones que en mi película tomaban parte. El domador, Georges Marck, y la artista Marlene Grey, franceses ambos y adictos a nuestra causa, corrían grave peligro, pues las fieras, hambrientas, podían causar una catástrofe irreparable. Pero, gracias a la buena comprensión y a la desinteresada ayuda de los compañeros del Sindicato Único de Gastronomía, las pobres fieras pudieron nutrirse de vez en cuando…
Sin embargo, una tarde, la artista Marlene Grey, que actuaba totalmente desnuda (se la llamaba en Madrid la “Venus Rubia”) dentro de la jaula, en medio de los cuatro leones, estuvo a punto de ser devorada por uno de ellos, durante el rodaje de una escena en el estudio cinematográfico de la Plaza del Conde de Barajas, en Madrid.
En tales condiciones trabajaba yo aquellos días, cuando una tarde recibí la visita de un compañero, proponiéndome, apenas terminase mi película, organizar un equipo y marchar a los frentes de lucha para impresionar nuestras gestas. Cotiello, que así se llamaba este compañero, empezó el mismo los trabajos de organización para la expedición, ayudado por el compañero Jerez, de nuestro Sindicato. Mientras tanto, yo aceleraba mi trabajo para la rápida terminación de la película.»
Fotografía con todo el equipo que intervino en el rodaje. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
A pesar de todas las dificultades la película se terminaría de filmar en septiembre de 1936, y Armand encargaría el montaje de la misma al “camarada Parrilla”. La película nunca se estrenaría.
«Al fin he terminado mi película, encargando el montaje al que ha sido mi primer ayudante, el camarada Parrilla.
Mis amigos, los artistas franceses y los leones, han marchado a Francia, y la despedida ha sido emocionante.
-¡Nunca olvidaremos los hermosos días pasados en vuestra compañía, trabajando bajo el tiroteo callejero y el movimiento defensivo del pueblo madrileño! – me dice Marlene Grey, con lágrimas en los ojos-. Como tampoco olvidaremos las atenciones de que hemos sido objeto por parte de los compañeros confederados, en todos los sentidos. ¡Salud y pronto triunfo os deseamos de todo corazón!.
Ulteriormente he visto a estos buenos amigos en Paris, y he podido darme cuenta de lo mucho que han realzado el prestigio de los españoles antifascistas de Madrid, relatando en todas partes la fraternal solidaridad que para con ellos, extranjeros, habíamos tenido. Estos pequeños detalles hacen mucho favor, en el extranjero, a nuestro movimiento revolucionario.»
Tras finalizar el rodaje Armand Guerra organizaría, tras diversas peripecias y algún trágico contratiempo, un equipo de rodaje formado con compañeros de ideología, y con ellos marcharía a filmar en los diferentes frentes: Toledo, la sierra de Madrid, donde coincidirá con El Campesino, La Alcarria, Guadalajara, Cuenca, Valencia, Madrid y muchos más lugares, donde Armand Guerra, acompañado de sus compañeros de la Confederación, vivirá un interminable número de vicisitudes, alguna de las cuales a punto estuvo de costarle un disgusto, como cuando fue detenido acusado de espionaje. Desgraciadamente todo el material filmado por Armand Guerra se ha perdido, y con él parte de la memoria de aquellos acontecimientos, si quieren conocer más detalles de todas aquellas vivencias narradas por el propio Armand Guerra les recomiendo la lectura de su libro “a través de la metralla”, disponible en Internet, donde encontrarán más datos y escenas de gran interés, entre ellas como era el ambiente en los círculos anarquistas madrileños en el comienzo y durante el transcurso de la guerra, así como diferentes episodios ocurridos en la capital, como su encuentro con Durruti con el que coincide para filmar a su Columna poco antes de que el líder anarquista encontrara la muerte, episodios que el autor refleja con todo lujo de detalles. ( Haga clic aquí para ir al libro de Armand Guerra ).
La vida de este cineasta daría para varías crónicas y todas ellas juntas no podrían estar a la altura de su libro, ni de la introducción biográfica que en el mismo pueden encontrar escrita por su propia hija, Vicenta Estivalis, junto a Eric Jarry y Antonia Fontamillas. Pero no podemos resistirnos a resumir aquí los que serían los últimos meses de su vida. Tras una intensa actividad en diversos ámbitos durante la contienda (filmaciones, traducciones, actos públicos...) Guerra se establecería con su familia en París en 1938. El papel del cineasta en París, no está muy claro y se le atribuye la pertenecía a una red de espionaje gestionada desde la Embajada Española en Francia, dirigida por un diplomático de nombre Rafael Sánchez Ventura. En Marzo de ese año, Guerra se entera de que un italiano llamado Cándido Testa, planea un tráfico de joyas y valores. Testa había sido el creador de “El Batallón de la Muerte”, una unidad libertaria compuesta mayoritariamente por italianos, con una ideología que podría ser considerada de radical dentro del movimiento anarquista. Este batallón utilizaba una escenografía paralela a la fascista, con una uniformidad espectacular que causaba sensación en los desfiles. También se les atribuía un valor sin límites, de una temeridad que rayaba con un comportamiento casi suicida, como pudieron demostrar en el asalto de la ermita de Santa Quiteria en Tardienta, donde el batallón quedaría diezmado, siendo aniquilados la mayoría de sus componentes. Solo se salvarían unos pocos, entre ellos Cándido Testa, que al parecer abandonaría los frentes para dedicarse a otras actividades más lucrativas en la retaguardia.
Miembros del Batallón de la Muerte, una unidad anarquista compuesta principalmente por italianos. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Pero volvamos a Armand Guerra. Cuando este se entera de las maquinaciones de Testa lo pone en conocimiento del Departamento de Servicios especiales de la Embajada Española. Allí Sánchez Ventura le encarga la misión desplazarse a España para tratar de abortar el plan. Sin embargo al llegar a Barcelona la situación se complica, su pertenencia a las filas anarquistas así como lo turbio de su cometido, hacen recaer sobre el las sospechas del SIM, controlado por los comunistas que mantienen una dura pugna con los anarquistas desde los sucesos de mayo de 1937. Guerra será detenido y conducido a la temible checa de la calle Muntaner y de allí pasaría al barco prisión Uruguay atracado en el puerto de la ciudad. Sería liberado 124 días después, en agosto de 1938, con su salud seriamente dañada. Armand Guerra se quedaría sin pasaporte, impidiendo su regreso a Francia para reunirse con su familia. Conseguiría regresar confundido entre la muchedumbre que emprendió el camino de la frontera francesa en los últimos días de febrero de 1939. Conseguiría llegar a Paris, eludiendo los campos de refugiados, y allí se encontraba el 10 de marzo de 1939, tratando de conseguir un pasaporte, cuando le sorprendió la muerte, cayendo fulminado en el metro de París a causa de un aneurisma.
Otros participantes en el rodaje de “Carne de Fieras” encontrarían también un trágico final similar al de Armand Guerra. Según diferentes testimonios la “Venus Rubia”, la escultural Marlene Grey, moriría en el verano de 1939 en Marsella tras ser atacada por uno de los leones del espectáculo. No se ha podido confirmar por ahora este suceso, pero lo cierto es que la pista de Marlene se pierde tras esa fecha, aunque hay algún testimonio que la sitúa en el norte de África en los cuarenta. También he leído que fue capturada en la zona franquista y fusilada, aunque esta última versión es mucho menos creible. Lo cierto es que las referencias a Marlene se pierden tras la guerra española y ahí permanece el enigma por si alguien se atreve a resolverlo.
La vedette catalana Tina de Jarque interpretaría un destacado papel en la película. Esta artista moriría en circusntancias trágicas durante la contienda. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Pero sin duda la historia más atrayente de todas es la relacionada con Tina de Jarque, la actriz que hace el papel de esposa del boxeador en la película, una historia que por sus características bien merecería una crónica del legendario Rufian Melancólico. Constantina de Jarque Santiago, ese era su verdadero nombre, era hija del popular payaso Tonitoff, Antoni Jarque. Nacida en Cataluña en 1904, había pasado largas temporadas en Alemania, era poseedora de una sólida formación, dominaba varios idiomas y tenía una mentalidad abierta que no encajaba en los cánones de la mujer de la época, a todo ello habría que añadir un físico espectacular para los gustos de aquellos tiempos, lo que sin duda le ayudó notablemente en su carrera. Alcanzaría la cima de la fama y popularidad coincidiendo con los años de la República, y sabría sacar partido de los nuevos aires liberadores que se comenzaron a respirar al abrigo del cambio de mentalidad que en muchos ámbitos supuso la llegada de la República. Tina de Jarque fue una mujer que supo gestionar muy bien su éxito, tanto dentro como fuera de los escenarios, se le atribuyen diversos romances, así como una continua presencia en su camerino de militares de alta graduación e importantes personalidades del mundo de los negocios, las finanzas y la política. Conocedora de que el éxito de una vedette es efímero, Tina se preocupó por su futuro y llegó a montar una granja en la Ciudad Lineal con no muy buenos resultados.
Tras finalizar el rodaje de la película y con la guerra ya comenzada Tina de Jarque participaría en diversos festivales de apoyo a la causa republicana y a partir de ahí poco más se puede afirmar con absoluta certeza, solamente que tuvo un apasionado romance con un miliciano anarquista andaluz de nombre Abel Domínguez. Hay diversas teoría de cómo se conocieron una de ellas sostiene que un “paco” disparó desde la finca de la cupletista sobre un grupo de milicianos entre los que se encontraba Domínguez. Al ir a registrar la casa de la vedette está no tuvo ningún reparo en enseñarle la casa, así como alguna cosa más que sin duda despertó el interés del miliciano. Otra teoría sostiene que Tina de Jarque era sospechosa de estar en contacto con la quinta columna debido a sus relaciones con militares y otros personajes antes de la guerra, Abel Domínguez sería encargado de atrapar a la estrella, pero quien finalmente quedaría atrapado sería el miliciano, que hasta la fecha había mostrado un comportamiento ejemplar.
Tina de Jarque declara: -A mi me gusta Don Indalecio Prieto, por guapo... ¡Y ahora que rabien los demas!. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Abel Domínguez tenía acceso a algún deposito donde se guardaba material confiscado, como joyas y objetos religiosos de valor, y no se sabe si influenciado por la vedette o de mutuo acuerdo entre ambos, se hizo con parte de ese botín y ambos partieron camino de levante con la intención de iniciar una nueva vida en otro lugar lejos de una guerra que todo destruía. Nuevamente las teorías se mezclan y no existe ningún testimonio ni documentación que confirme lo que realmente sucedió. Todo parece confirmar que fueron detenidos por fuerzas anarquistas en algún lugar de Castellón y ambos serían fusilados en los primeros meses de 1937. Otra teoría sostiene que mientras Tina sería ejecutada, Abel, arrepentido, pediría que su castigo fuera conmutado por la participación en una misión suicida, para de ese modo purgar su traición. Tampoco falta quienes afirman que ayudados por los contactos de Tina de Jarque, conseguirían pasar a la zona nacionalista, donde iniciarían una nueva vida sin dejar rastro de su pasado. Sea como fuere, ambos desparecen en los primeros meses de 1937 y no queda ninguna constancia documental o testimonial fiable que puedan desentrañar este enigma.
Portada del libro de Juan A. Ríos Carratalá “el tiempo de la desmesura”, un excepcional trabajo que recoge con gran detalle todo lo acaecido durante el rodaje, así como las vicisitudes de sus protagonistas durante la guerra. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
La historia de la película y de sus protagonistas es apasionante y si ustedes están interesados en conocer más en profundidad esta apasionante historia les aconsejo lean el libro de Armand Guerra, y sobre todo el sensacional trabajo de Juan A. Ríos Carratala de título “EL TIEMPO DE LA DESMESURA, historias insólitas del cine y la guerra civil española”. Un libro donde encontrarán desarrollado de manera magistral y muy ampliado todo lo que aquí les hemos contado. Además podrán conocer la historia de otros personajes transversales no menos apasionantes que los aquí citados, como la de la cupletista Victoria del Mar, desparecida junto a dos compañeros tras ser detenida y conducida al cine Europa, o la apasionante vida de Alvaro de Retana, que se definía así mismo como “el novelista más guapo del mundo”, un personaje ambiguo, o para ser más exactos nada ambiguo, que asistía a las manifestaciones vestido con un mono de seda y las cejas depiladas. Todo un personaje que sería condenado a muerte por el franquismo acusado de practicar magia negra, entre otras cosas como almacenar en su casa objetos de las liturgias religiosas. Háganme caso y no dejen de leer ambos libros, no les defraudarán.
La vedette Victoria Martín Rodríguez “Victoria del Mar” desaparecería tras ser detenida y conducida al Cine Europa junto a dos compañeros. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Pero bueno, el motivo de escribir esta crónica (con la que nuevamente se nos ha ido la mano en cuanto a la extensión) era el de invitar a nuestros lectores al cine, concretamente a la proyección de la película de Armand Guerra “Carne de Fieras”, una película que tiene tras de sí una historia que podría competir con la de sus protagonistas. Tras la guerra la película pasaría al olvido, hasta que un cinéfilo localizaría unas bobinas en el Rastro madrileño. Tras un proceso de restauración y montaje se recuperaría este film inédito hasta ese momento. Han tenido que pasar muchos años, pero ahora gracias a la magia de Internet ustedes pueden disfrutar de esta singular película, sin duda una joya de la historia del cine español, no tanto por su valor cinematográfico, si no por ser un auténtico documento histórico. No se la pierdan.
Haga clic sobre la imagen para ver la película. La calidad de la imagen no es óptima pero permite que se pueda ver a pantalla completa
Florentino Areneros.
CARNE DE FIERAS
En el caluroso mes de julio de 1936, en vísperas del golpe militar que desencadenaría la Guerra Civil, un espectáculo teatral revolucionaba las carteleras madrileñas. En el teatro Maravillas, tras haber triunfado anteriormente en el Price, una bella mujer danzaba desnuda en una jaula, donde junto a ella estaban encerrados cuatro fieros leones. Del éxito de aquel espectáculo da buena fe el hecho de que se realizaran “hasta catorce” representaciones diarias. Esta “mujer escultural”, según recogían las crónicas de la época, respondía al nombre de Marlene Grey, siendo también conocida como “La Venus Rubia”.
Aunque la francesa Marlene Grey era anunciada como “star del cine” en realidad su currículo era más modesto. Como todo bagaje artístico a sus espaldas, se sabe que Marlene había ganado en el verano de 1935 un concurso de belleza para señoritas en maillot, que tuvo lugar en la localidad de Trouville-sur-Mer, donde se impuso a otras 57 concursantes.
El éxito del espectáculo hizo que surgiera la idea de realizar una película a partir del mismo. En la imagen un fotograma de la película donde vemos a Marlene junto al domador “Monsieur Mark”. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Marlene se casaría con Jack Sydney, un joven descendiente de una saga de artistas, que ejecutaba el número de “el hombre autómata”, donde representaba a un muñeco articulado, un número cómico que realizaba antes de saltar Marlene al escenario. Junto a la pareja, encontramos a Georges Mark, conocido como “Monsieur Mark”, un domador de leones que había heredado la profesión de su padre. En 1936 los tres decidieron probar suerte en España recorriendo ferias y circuitos de variedades, seguramente sin poder imaginar que acabarían protagonizando una película en medio de una guerra.
Según podemos leer en un artículo firmado por Rafael Martínez Gandía publicado en el semanario Crónica el 28 de junio de 1936, Marlene habría venido a Madrid con la intención de actuar en verbenas, pero la huelga de la construcción haría que se refugiara en el circo. Empezaría trabajando en el Circo Price, contratada por el empresario Mariano Sánchez Rexach. Del Price saltaría al Maravillas donde la sorprendería el golpe militar y el comienzo de la guerra. Para hacernos una idea de cómo era su espectáculo, tomemos prestada la narración que del mismo nos hace Martín Gandía en el artículo citado anteriormente, escrito con ese inconfundible estilo de las crónicas de aquella época:
La prensa se haría eco del éxito de Marlene Grey y su sugerente espectáculo. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
«Las atracciones permanentes de las verbenas nunca se han tomado completamente en serio; pero con esta mujer no es posible gastar bromas. En primer lugar, porque es una auténtica belleza. Cuando ella aparece entre las cortinas, al fondo del escenario, iluminada por un reflector, los espectadores, aun los más escépticos, no tienen más remedio que contener la respiración. En realidad, ella atraería igualmente al público con sólo exponer sin velos el prodigio maravilloso de su anatomía. Pero para llegar a la sensación máxima, Marlene se ofrenda como una diosa pagana a los cuatro leones, que contemplan su danza con ojos sentimentales. Hay momentos en que se acerca a una de las fieras y yergue el busto en un gesto de reto, que quiere decir:
-¡Cómeme!
Nos gustaría saber si Marlene es capaz de hacer el mismo desafío a cualquiera de los espectadores.
Los leones, irritados momentos antes por la fusta del domador, la miran con ojos mansos, tal vez con ojos enamorados; la dejan que se aproxime a ellos hasta lo inverosímil, y cuando se aleja parece que les invade una suave melancolía. ¡Qué le vamos a hacer!, también los leones tienen su corazoncito. Prueba de ello es que una de las fieras no consiente en marcharse, a pesar del castigo que le inflige el domador, sino cuando este tapa a Marlene con la cortina. Entonces el león se va, lento y pensativo, como diciéndose:
-¡Bueno! Aquí ya no hay nada que hacer.»
Haga clic en la imagen para ir a la página de Madrid en Guerra.
El espectáculo de “la Venus Rubia” tuvo un éxito arrollador en un Madrid que nunca había contemplado nada semejante en los escenarios. Más allá del valor estético y artístico del número, la posibilidad de poder contemplar las evoluciones de una escultural mujer desnuda en un escenario era una tentación irresistible para muchos madrileños de aquella época. De ello se daría cuenta Arturo Carballo, un empresario de variedades con una amplia experiencia a sus espaldas, propietario por aquellas fechas del madrileño cine Doré.
Carballo con su fino olfato para los negocios, viendo el arrollador éxito del singular número de Marlene, rápidamente se percató de las posibilidades que podía ofrecer el espectáculo si era llevado a la gran pantalla. Era preciso actuar con rapidez si se quería aprovechar el gran revuelo que en la opinión pública había causado la aparición de Marlene Grey antes de que se enfriara y pasara a ser un acontecimiento más. Para dirigir todo el proyecto Arturo Carballo elegiría a un viejo conocido suyo: Armand Guerra, cuyo verdadero nombre era Jose Estívalis Cabo , un director cinematográfico en horas bajas, pero con la experiencia suficiente a sus espaldas para sacar adelante este proyecto.
Otro momento de la película que tendría por título el de “Carne de fieras”. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Armand Guerra es otro de esos personajes olvidados, cuya vida quedaría marcada por la Guerra Civil. Nacido en Lliria, Valencia, en 1886 en el seno de una familia de agricultores. Muy joven ingresa en un seminario, que acabará abandonando convertido por obra de la Iglesia en un fervoroso anticlericalista. Tras esa etapa comienza a trabajar con 13 años como tipógrafo en Valencia. En 1907 participó en una huelga de tipógrafos, acabando en la cárcel. En 1908 marcharía a Paris en compañía de su hermano mayor Vicente, y es en la capital gala donde empieza a tomar contacto con las ideas anarquistas ( hasta aquí la vida de Armad Guerra nos recuerda mucho a la biografía de Vicente Talens a quien ya dedicamos una crónica en Sol y Moscas ). Tras su paso por Paris inicia un periplo por diversas ciudades Marsella, Lyon, Niza, Ginebra,… desarrollando una gran actividad política y escribiendo en varias publicaciones, entre ellas Tierra y Libertad editada en Barcelona y en la que llegaría a figurar como director. Tras la Semana Trágica de Barcelona en 1909, desde esta publicación promoverá una intensa campaña para lograr la libertad de Ferrer Guardia.
En 1911 comenzará un recorrido por Italia y el Mediterráneo visitando Milán, Venecia, Alejandría, El Cairo, Grecia, Rumanía, Serbia…. En 1913 regresa a Francia y comienza su carrera como cineasta con su película “un grito en la selva”. Posteriormente pasa a colaborar con la cooperativa obrera cinematográfica “Le Cinema du Peuple” (El Cinema del Pueblo) donde graba varias películas de temática social, entre ellas “La Comuna”, basada en el episodio de la Comuna de Paris. Regresa a España en 1917 creando en Madrid la productora “Cervantes Films” con la que rodará “El crimen del bosque azul”, “La zarpa del paralítico” y “La maldición de la gitana”. El proyecto fracasará y Armand decide marcharse en 1920 a Alemania para trabajar en los legendarios estudios UFA, donde desarrollará los más diversos oficios dentro del mundo del cine: director de doblaje, productor, realizador, guionista, rotulador, actor, director,… . Estrenaría dos películas más: Luis Candelas, el bandido de Madrid (1926) y Batalla de damas (1927). En 1931 se adquieren unos terrenos en Valencia con la idea de montar los estudios cinematográficos “Hispano-Cineson”, proyecto que nunca llegó a realizarse. Desde esa fecha hasta el verano de 1936 estabiliza su vida en Madrid junto a su compañera y su hija nacida en 1934, durante ese periodo deja de filmar y se dedica a la traducción. Durante todo este tiempo lleno de vicisitudes, Armand Guerra nunca abandonará su firme compromiso con el ideal libertario.
El anarquista Armand Guerra sería el encargado de dirigir este film cuyo rodaje coincidión con el estallido de la Guerra Civil. Terminado este, se desplazaría junto con su equipo a filmar escenas en el frente de batalla. Posteriormente recogería todas estas vivencias en un libro de título “a través de la metralla”. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Pero volvamos a la película, como decíamos el empresario Carballo había encargado a Armand Guerra la dirección de este proyecto, y rápidamente se puso en marcha, con un guión de circunstancias, por no decir improvisado, y un corto presupuesto, por no decir de circunstancias también. El rodaje comenzaría el 16 de julio de 1936. La historia en sí no tenía mucha trascendencia, el principal atractivo de la película era Marlene Grey y su sugerente danza desnuda en la jaula de los leones. Hasta ese momento no se había grabado ningún desnudo en el cine comercial español.
La trama se desarrolla en Madrid, y tiene como protagonista, además de nuestra Marlene, a un peculiar boxeador, una mezcla de hombre acaudalado y buen samaritano, que está casado con una cabaretera retirada. Una historia de amores y desamores, encuentros y desencuentros, entrelazada alrededor del plato fuerte de la película: la danza de la “Venus Rubia”. No entraremos en detalle sobre el argumento para no estropearles la visión de la película que encontrarán al final de esta crónica y que no deben dejar de ver.
Los medios para el rodaje eran muy limitados, como el presupuesto, y el plantel de actores también estaba muy ajustado. Junto a Marlene, encontramos a Georges Mark, el domador, que hace el mismo papel en la película, así como al marido de esta, Jack Sydney , “el hombre autómata”, que interpreta un pequeño papel como árbitro de boxeo. Junto a ellos el actor español Pablo Álvarez Rubio, que interpretaba el papel protagonista junto a Marlene. También encontramos a la popular vedette Tina de Jarque en el papel de esposa del boxeador y antigua cabaretera. Completa el reparto en los papeles principales a Alfredo Corcuera, que hace de manager-consejero del protagonista, y un niño, de nombre José Díaz, que interpreta el papel de “Perragorda”. La gran sorpresa del plantel es la presencia del propio Armand Guerra en el papel de Lucas, un personaje clave en el desenlace de la trama.
Un fotograma de la película, donde vemos al propio Armand Guerra (con camisa blanca) interpretando el papel de Lucas. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Como decíamos, el rodaje comienza el 16 de julio y se interrumpe momentáneamente al producirse el golpe militar. El propio Armand Guerra nos cuenta en su libro “A través de la metralla” que fue testigo de los acontecimientos del Cuartel de la Montaña. En este libro Armand Guerra nos relata parte de sus vivencias durante la Guerra Civil, y por el mismo conocemos las dificultades que se encontraron en el rodaje, empezando porque el propio director quería abandonar el proyecto para dirigirse a los frentes, con muchos de sus compañeros anarquistas, en su caso para filmar los combates que se estaban produciendo, entendido como otra forma de combatir al fascismo. Finalmente la película se terminaría en condiciones extraordinarias de grabación, y así en algunas escenas de la película nos podemos encontrar con milicianos armados que saludan puño en alto a la cámara o coches pintados con las siglas de algún partido o sindicato. Otro problema no menos peculiar fue la falta de alimento para los leones, que como ustedes pueden imaginar suponía un duro hándicap si la bella rubia se les tenía que poner a tiro de zarpa, sin duda un tentador aperitivo en esas condiciones de hambruna. Pero quien mejor que el mismo Armand Guerra para contarnos lo que fue el rodaje por medio de su libro:
«Mi sindicato decidió que yo debía continuar el rodaje de mi película, pues de este trabajo dependía la nutrición de muchas familias, cuyos miembros jóvenes estaban ya en los frentes, y reanudé el trabajo.
No voy a relatar aquí los inconvenientes y los serios obstáculos con que tropezaba en mi labor, especialmente en lo que a medios de transporte concierne. ¡Pero había que trabajar! A menudo me encontraba con que me faltaban varios actores de un conjunto. ¡Se habían marchado a los frentes!
Para el que conozca el proceso de realización de una película, será cosa fácil darse cuenta de lo que significaban estas defecciones, que, por otro lado, yo no podía ni debía condenar, puesto que la guerra era, es y será siempre, antes que nada. Otro problema vino a complicarme la situación: la falta de carne para los leones que en mi película tomaban parte. El domador, Georges Marck, y la artista Marlene Grey, franceses ambos y adictos a nuestra causa, corrían grave peligro, pues las fieras, hambrientas, podían causar una catástrofe irreparable. Pero, gracias a la buena comprensión y a la desinteresada ayuda de los compañeros del Sindicato Único de Gastronomía, las pobres fieras pudieron nutrirse de vez en cuando…
Sin embargo, una tarde, la artista Marlene Grey, que actuaba totalmente desnuda (se la llamaba en Madrid la “Venus Rubia”) dentro de la jaula, en medio de los cuatro leones, estuvo a punto de ser devorada por uno de ellos, durante el rodaje de una escena en el estudio cinematográfico de la Plaza del Conde de Barajas, en Madrid.
En tales condiciones trabajaba yo aquellos días, cuando una tarde recibí la visita de un compañero, proponiéndome, apenas terminase mi película, organizar un equipo y marchar a los frentes de lucha para impresionar nuestras gestas. Cotiello, que así se llamaba este compañero, empezó el mismo los trabajos de organización para la expedición, ayudado por el compañero Jerez, de nuestro Sindicato. Mientras tanto, yo aceleraba mi trabajo para la rápida terminación de la película.»
Fotografía con todo el equipo que intervino en el rodaje. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
A pesar de todas las dificultades la película se terminaría de filmar en septiembre de 1936, y Armand encargaría el montaje de la misma al “camarada Parrilla”. La película nunca se estrenaría.
«Al fin he terminado mi película, encargando el montaje al que ha sido mi primer ayudante, el camarada Parrilla.
Mis amigos, los artistas franceses y los leones, han marchado a Francia, y la despedida ha sido emocionante.
-¡Nunca olvidaremos los hermosos días pasados en vuestra compañía, trabajando bajo el tiroteo callejero y el movimiento defensivo del pueblo madrileño! – me dice Marlene Grey, con lágrimas en los ojos-. Como tampoco olvidaremos las atenciones de que hemos sido objeto por parte de los compañeros confederados, en todos los sentidos. ¡Salud y pronto triunfo os deseamos de todo corazón!.
Ulteriormente he visto a estos buenos amigos en Paris, y he podido darme cuenta de lo mucho que han realzado el prestigio de los españoles antifascistas de Madrid, relatando en todas partes la fraternal solidaridad que para con ellos, extranjeros, habíamos tenido. Estos pequeños detalles hacen mucho favor, en el extranjero, a nuestro movimiento revolucionario.»
Tras finalizar el rodaje Armand Guerra organizaría, tras diversas peripecias y algún trágico contratiempo, un equipo de rodaje formado con compañeros de ideología, y con ellos marcharía a filmar en los diferentes frentes: Toledo, la sierra de Madrid, donde coincidirá con El Campesino, La Alcarria, Guadalajara, Cuenca, Valencia, Madrid y muchos más lugares, donde Armand Guerra, acompañado de sus compañeros de la Confederación, vivirá un interminable número de vicisitudes, alguna de las cuales a punto estuvo de costarle un disgusto, como cuando fue detenido acusado de espionaje. Desgraciadamente todo el material filmado por Armand Guerra se ha perdido, y con él parte de la memoria de aquellos acontecimientos, si quieren conocer más detalles de todas aquellas vivencias narradas por el propio Armand Guerra les recomiendo la lectura de su libro “a través de la metralla”, disponible en Internet, donde encontrarán más datos y escenas de gran interés, entre ellas como era el ambiente en los círculos anarquistas madrileños en el comienzo y durante el transcurso de la guerra, así como diferentes episodios ocurridos en la capital, como su encuentro con Durruti con el que coincide para filmar a su Columna poco antes de que el líder anarquista encontrara la muerte, episodios que el autor refleja con todo lujo de detalles. ( Haga clic aquí para ir al libro de Armand Guerra ).
La vida de este cineasta daría para varías crónicas y todas ellas juntas no podrían estar a la altura de su libro, ni de la introducción biográfica que en el mismo pueden encontrar escrita por su propia hija, Vicenta Estivalis, junto a Eric Jarry y Antonia Fontamillas. Pero no podemos resistirnos a resumir aquí los que serían los últimos meses de su vida. Tras una intensa actividad en diversos ámbitos durante la contienda (filmaciones, traducciones, actos públicos...) Guerra se establecería con su familia en París en 1938. El papel del cineasta en París, no está muy claro y se le atribuye la pertenecía a una red de espionaje gestionada desde la Embajada Española en Francia, dirigida por un diplomático de nombre Rafael Sánchez Ventura. En Marzo de ese año, Guerra se entera de que un italiano llamado Cándido Testa, planea un tráfico de joyas y valores. Testa había sido el creador de “El Batallón de la Muerte”, una unidad libertaria compuesta mayoritariamente por italianos, con una ideología que podría ser considerada de radical dentro del movimiento anarquista. Este batallón utilizaba una escenografía paralela a la fascista, con una uniformidad espectacular que causaba sensación en los desfiles. También se les atribuía un valor sin límites, de una temeridad que rayaba con un comportamiento casi suicida, como pudieron demostrar en el asalto de la ermita de Santa Quiteria en Tardienta, donde el batallón quedaría diezmado, siendo aniquilados la mayoría de sus componentes. Solo se salvarían unos pocos, entre ellos Cándido Testa, que al parecer abandonaría los frentes para dedicarse a otras actividades más lucrativas en la retaguardia.
Miembros del Batallón de la Muerte, una unidad anarquista compuesta principalmente por italianos. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Pero volvamos a Armand Guerra. Cuando este se entera de las maquinaciones de Testa lo pone en conocimiento del Departamento de Servicios especiales de la Embajada Española. Allí Sánchez Ventura le encarga la misión desplazarse a España para tratar de abortar el plan. Sin embargo al llegar a Barcelona la situación se complica, su pertenencia a las filas anarquistas así como lo turbio de su cometido, hacen recaer sobre el las sospechas del SIM, controlado por los comunistas que mantienen una dura pugna con los anarquistas desde los sucesos de mayo de 1937. Guerra será detenido y conducido a la temible checa de la calle Muntaner y de allí pasaría al barco prisión Uruguay atracado en el puerto de la ciudad. Sería liberado 124 días después, en agosto de 1938, con su salud seriamente dañada. Armand Guerra se quedaría sin pasaporte, impidiendo su regreso a Francia para reunirse con su familia. Conseguiría regresar confundido entre la muchedumbre que emprendió el camino de la frontera francesa en los últimos días de febrero de 1939. Conseguiría llegar a Paris, eludiendo los campos de refugiados, y allí se encontraba el 10 de marzo de 1939, tratando de conseguir un pasaporte, cuando le sorprendió la muerte, cayendo fulminado en el metro de París a causa de un aneurisma.
Otros participantes en el rodaje de “Carne de Fieras” encontrarían también un trágico final similar al de Armand Guerra. Según diferentes testimonios la “Venus Rubia”, la escultural Marlene Grey, moriría en el verano de 1939 en Marsella tras ser atacada por uno de los leones del espectáculo. No se ha podido confirmar por ahora este suceso, pero lo cierto es que la pista de Marlene se pierde tras esa fecha, aunque hay algún testimonio que la sitúa en el norte de África en los cuarenta. También he leído que fue capturada en la zona franquista y fusilada, aunque esta última versión es mucho menos creible. Lo cierto es que las referencias a Marlene se pierden tras la guerra española y ahí permanece el enigma por si alguien se atreve a resolverlo.
La vedette catalana Tina de Jarque interpretaría un destacado papel en la película. Esta artista moriría en circusntancias trágicas durante la contienda. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Pero sin duda la historia más atrayente de todas es la relacionada con Tina de Jarque, la actriz que hace el papel de esposa del boxeador en la película, una historia que por sus características bien merecería una crónica del legendario Rufian Melancólico. Constantina de Jarque Santiago, ese era su verdadero nombre, era hija del popular payaso Tonitoff, Antoni Jarque. Nacida en Cataluña en 1904, había pasado largas temporadas en Alemania, era poseedora de una sólida formación, dominaba varios idiomas y tenía una mentalidad abierta que no encajaba en los cánones de la mujer de la época, a todo ello habría que añadir un físico espectacular para los gustos de aquellos tiempos, lo que sin duda le ayudó notablemente en su carrera. Alcanzaría la cima de la fama y popularidad coincidiendo con los años de la República, y sabría sacar partido de los nuevos aires liberadores que se comenzaron a respirar al abrigo del cambio de mentalidad que en muchos ámbitos supuso la llegada de la República. Tina de Jarque fue una mujer que supo gestionar muy bien su éxito, tanto dentro como fuera de los escenarios, se le atribuyen diversos romances, así como una continua presencia en su camerino de militares de alta graduación e importantes personalidades del mundo de los negocios, las finanzas y la política. Conocedora de que el éxito de una vedette es efímero, Tina se preocupó por su futuro y llegó a montar una granja en la Ciudad Lineal con no muy buenos resultados.
Tras finalizar el rodaje de la película y con la guerra ya comenzada Tina de Jarque participaría en diversos festivales de apoyo a la causa republicana y a partir de ahí poco más se puede afirmar con absoluta certeza, solamente que tuvo un apasionado romance con un miliciano anarquista andaluz de nombre Abel Domínguez. Hay diversas teoría de cómo se conocieron una de ellas sostiene que un “paco” disparó desde la finca de la cupletista sobre un grupo de milicianos entre los que se encontraba Domínguez. Al ir a registrar la casa de la vedette está no tuvo ningún reparo en enseñarle la casa, así como alguna cosa más que sin duda despertó el interés del miliciano. Otra teoría sostiene que Tina de Jarque era sospechosa de estar en contacto con la quinta columna debido a sus relaciones con militares y otros personajes antes de la guerra, Abel Domínguez sería encargado de atrapar a la estrella, pero quien finalmente quedaría atrapado sería el miliciano, que hasta la fecha había mostrado un comportamiento ejemplar.
Tina de Jarque declara: -A mi me gusta Don Indalecio Prieto, por guapo... ¡Y ahora que rabien los demas!. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Abel Domínguez tenía acceso a algún deposito donde se guardaba material confiscado, como joyas y objetos religiosos de valor, y no se sabe si influenciado por la vedette o de mutuo acuerdo entre ambos, se hizo con parte de ese botín y ambos partieron camino de levante con la intención de iniciar una nueva vida en otro lugar lejos de una guerra que todo destruía. Nuevamente las teorías se mezclan y no existe ningún testimonio ni documentación que confirme lo que realmente sucedió. Todo parece confirmar que fueron detenidos por fuerzas anarquistas en algún lugar de Castellón y ambos serían fusilados en los primeros meses de 1937. Otra teoría sostiene que mientras Tina sería ejecutada, Abel, arrepentido, pediría que su castigo fuera conmutado por la participación en una misión suicida, para de ese modo purgar su traición. Tampoco falta quienes afirman que ayudados por los contactos de Tina de Jarque, conseguirían pasar a la zona nacionalista, donde iniciarían una nueva vida sin dejar rastro de su pasado. Sea como fuere, ambos desparecen en los primeros meses de 1937 y no queda ninguna constancia documental o testimonial fiable que puedan desentrañar este enigma.
Portada del libro de Juan A. Ríos Carratalá “el tiempo de la desmesura”, un excepcional trabajo que recoge con gran detalle todo lo acaecido durante el rodaje, así como las vicisitudes de sus protagonistas durante la guerra. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
La historia de la película y de sus protagonistas es apasionante y si ustedes están interesados en conocer más en profundidad esta apasionante historia les aconsejo lean el libro de Armand Guerra, y sobre todo el sensacional trabajo de Juan A. Ríos Carratala de título “EL TIEMPO DE LA DESMESURA, historias insólitas del cine y la guerra civil española”. Un libro donde encontrarán desarrollado de manera magistral y muy ampliado todo lo que aquí les hemos contado. Además podrán conocer la historia de otros personajes transversales no menos apasionantes que los aquí citados, como la de la cupletista Victoria del Mar, desparecida junto a dos compañeros tras ser detenida y conducida al cine Europa, o la apasionante vida de Alvaro de Retana, que se definía así mismo como “el novelista más guapo del mundo”, un personaje ambiguo, o para ser más exactos nada ambiguo, que asistía a las manifestaciones vestido con un mono de seda y las cejas depiladas. Todo un personaje que sería condenado a muerte por el franquismo acusado de practicar magia negra, entre otras cosas como almacenar en su casa objetos de las liturgias religiosas. Háganme caso y no dejen de leer ambos libros, no les defraudarán.
La vedette Victoria Martín Rodríguez “Victoria del Mar” desaparecería tras ser detenida y conducida al Cine Europa junto a dos compañeros. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Pero bueno, el motivo de escribir esta crónica (con la que nuevamente se nos ha ido la mano en cuanto a la extensión) era el de invitar a nuestros lectores al cine, concretamente a la proyección de la película de Armand Guerra “Carne de Fieras”, una película que tiene tras de sí una historia que podría competir con la de sus protagonistas. Tras la guerra la película pasaría al olvido, hasta que un cinéfilo localizaría unas bobinas en el Rastro madrileño. Tras un proceso de restauración y montaje se recuperaría este film inédito hasta ese momento. Han tenido que pasar muchos años, pero ahora gracias a la magia de Internet ustedes pueden disfrutar de esta singular película, sin duda una joya de la historia del cine español, no tanto por su valor cinematográfico, si no por ser un auténtico documento histórico. No se la pierdan.
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Florentino Areneros.
Extraordinario documento una vez más, D.Florentino. Queda acreditado que las francesas siempre han tenido mucho más peligro que los leones e incluso que los anarquistas...
ResponderEliminarMuchas gracias por sus palabras Orwell. Muy sabio lo que plantea, nunca sabremos que habría ocurrido si en vez del batallón "Comune de Paris" hubiera venido el batallón "Moulin Rouge". Oh la la...
ResponderEliminarUn saludo.
D. Florentino, muchas gracias por ilustrarnos con este interesante tema que, personalmente, desconocía por completo.Un placer.
ResponderEliminarSaludos
R. CAPA
Muchas gracias capa, me alegro de que le haya gustado la crónica.
ResponderEliminarUn saludo.
Bueno, la historia de Tina de Jarque (Constantina de Jarque Castro) y el misterio de su desaparición en la guerra civil son desveladas en la novela "El enigma de Tina" de Alfonso Domingo, publicada por Algaida. La novela fue premio Ateneo Ciudad de Valladolid. No estaría de más dedicarle una entrada en el blog, y así actualizar la información de algunas fechas sobre Tina. Además, en la novela salen Álvaro Retana y Armand Guerra, que fue uno de los primeros en investigar ese caso. Recomendable.
ResponderEliminarGracias por su comentario y por visitar el blog. El libro de Alfonso Domingo lo tengo en pendientes, el misterio de Tina de Jarque me tiene intrigado. Encontre otro testimonio donde coincidían nuevamente los protagonistas (el miliciano intachable con quistado por una artista que le impulsa al delito), aunque no da nombres, es posible que se trate de Tina.
EliminarSaludos.
Muy didáctico e interesante este artículo sobre una de las películas malditas del cine español. He llegado a su blog interesado en más información sobre dicho film tras aparecer un reportaje de "Carne de fieras" en Cuarto Milenio de Iker Jiménez ayer 19-10. El reportaje, apasionante, trataba sobre todo lo que rodeó la película en pleno comienzo de la guerra civil, la presencia de los milicianos rifle en mano en algunos planos (como en la plaza de Atocha) el infausto y no bien aclarado destino de la mayoría de los protagonistas... Uno de los misterios que planteaban era la identidad y destino del niño que interpretaba el personaje de perragorda. Usted lo identifica como José Diaz; ¿tiene lago más de información del niño?; ¿qué fué de él ? Un cordial saludo. Sergio Esteban López
ResponderEliminarMuchas gracias Sergio por su comentario y por visitar el blog. Le agradezco también la información, no sabía que se había emitido un programa sobre este tema, trataré de buscarlo en Internet para verlo.
EliminarDesgraciadamente no tengo más información sobre el niño y su posterior trayectoria. Escribí esta crónica hace ya tiempo y no tengo los recuerdos muy frescos, tal vez el libro de Ríos Carratala que menciono en la crónica, u otro posterior de título "El enigma de Tina" puedan ofrecer algo de luz, aunque me temo que es una búsqueda muy complicada.
Un cordial saludo.
Florentino Areneros.
Gracias Florentino, buscaré más información en los libros mencionados. Por cierto, te dejo el enlace del programa del domingo pasado de Cuarto Milenio donde aparece el reportaje: empieza cuando queden 33 minutos para el final del programa...
ResponderEliminarhttp://www.mitele.es/programas-tv/cuarto-milenio/temporada-10/programa-381/
Saludos. Sergio
Muchas gracias por el enlace Sergio, en cuanto tenga un rato me pongo a verlo, tengo mucha curiosidad.
EliminarLocalice un testimonio que puede cuadrar perfectamente con la muerte de Tina Jarque y su amante, contado por uno de sus verdugos. Impactante, a ver si saco una crónica con ello.
Que tengas suerte en tu búsqueda, y si encuentras alguna novedad por favor compártela.
Saludos.
Te animo a verlo y a todos los interesados en esta película tan descorcentante; cuenta con los testimonios de la restauradora de la filmoteca de Zaragoza, de Alfonso Domingo, el autor del "Enigma de Tina", de Teresa Viejo que promovió junto con Nacho Ares dicha investigación... muy interesante. Si encuentro alguna información nueva os cuento, pero lo veo francamente difícil, el propio Alfonso Domingo,Nacho Ares,etc comentan que han buceado e investigado en internet y hemerotecas y , básicamente, cuentan una información muy similar respecto a los protagonistas a la que aportas tú , Florentino.
EliminarPor cierto, el resto de entrada de tu blog sobre la guerra civil muy interesantes. Vivo en el Quiñón, Seseña y he escuchado que por aquí hay restos de bunkers y casamatas de la guerra civil , así como en la vecina Ciempozuelos ; ¿alguna recomendación?
Saludos . Sergio
Un saludo
Después de comer le echaré un vistazo al programa que parece muy interesante.
EliminarGracias por tus palabras sobre el blog. La zona sur de Madrid en cuanto a restos no la conozco muy bien, se que en Seseña se conserva alguna fortificación, una muy cerca de la nacional en un polígono industrial, y creo que también en la Cuesta de la Reina, pero te hablo de oidas. Estuve haciendo una ruta por Titulcia, paralela al Jarama, desde el Puente Largo hasta la propia Titulcia, y ahí si que hay materia, fortines, trincheras, refugios muy bien conservados, incluso en acantilados... Si estás interesado te recomiendo te compres el libro de mi amigo Jacinto Arévalo Molina "Rutas por el Frente Sur de Madrid" que tiene recorridos por toda esa zona muy bien señalizados. Y si tienes más interés te recomiendo asociarte a Gefrema, hacen una ruta guiada al mes por diferentes escenarios de la guerra en Madrid, entre otras actividades.
Un saludo.