jueves, 4 de noviembre de 2010

MIGUEL HERNANDEZ Y EL TORO

Retrato de Miguel Hernández realizado en la cárcel por su amigo el escritor Antonio Buero Vallejo preso también al finalizar la guerra.(Click en cualquier imagen para ampliar).



MIGUEL HERNANDEZ Y EL TORO

Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle como un fruto


El pasado 30 de Octubre se cumplieron cien años del nacimiento de Miguel Hernández. Por este motivo han sido muy numerosos durante este año los actos y eventos celebrados para homenajear y recordar al poeta oriolano, exposiciones, congresos, conferencias, reediciones de libros, discos y giras, y un largo etcétera que nos dan idea de la dimensión que la vida y obra de Miguel Hernández ha alcanzado cien años después de su nacimiento. Centenario en el que se han volcado un buen número de administraciones independientemente de la ideología de cada una de ellas, desde el Gobierno de España al de la Generalitat Valenciana, tan dispares políticamente. Aunque quizá lo más llamativo sea el hecho de que la Comisión del Centenario de Miguel Hernández dependiente de Presidencia de Gobierno y que tiene como principal misión la de coordinar e impulsar las diversas actividades entre administraciones, así como entre las diferentes entidades publicas y privadas, este presidida por Sus Majestades los Reyes de España. Ya lo ven ustedes amigos lectores, si el otro día destacábamos la paradoja de que el Palco Real de la plaza de Las Ventas fue inaugurado por el Presidente de la República, hoy vemos como los Reyes presiden una comisión encargada de homenajear a un republicano convencido como fue Miguel Hernández. Como no podía ser de otra forma en este país de sol y sombra, de barrera y andanada, la polémica estaba servida, y no han faltado las acusaciones de oportunismo o de hipocresía entre entidades y personas. A lo que hay que añadir las jugosas subvenciones y donaciones que hacen olvidar a muchos sus ideales, o quizá para ser más exactos, que hacen que algunos muestren sus auténticos ideales cuando se presenta la ocasión y la tajada. Pero desde esta páginas apartadas de cualquier polémica, vamos a pensar que como el título de una antigua película “to er mundo e güeno” y vamos a centrarnos en lo nuestro que es la crónica taurino-guerracivilera.
El poeta en su pueblo natal en el homenaje a Ramón Sijé.
No queremos desde estas páginas hacer un repaso de la trayectoria literaria de Miguel Hernández, ni queremos ni podemos que para que nos vamos a engañar, pero si nos gustaría destacar la presencia del toro en su obra. Como todos ustedes saben Miguel Hernández fue pastor en su juventud y parece ser que tanto su abuelo como su padre eran tratantes de caballos, muchos de los cuales eran utilizados en la suerte de varas de los espectáculos taurinos de la comarca, por lo que la relación del poeta con el campo, el ganado y el mundo taurino estarían presentes en su vida desde temprana edad, y tal vez influido por ello la presencia del toro esta presente desde sus primeras obras. A su vez el toro es el animal totémico por excelencia, el toro es la fertilidad, la fuerza, la muerte y la vida, la lucha y el espíritu indomable, e incluso algunos identifican al toro con España , sin lugar a dudas el toro es un recurso poético que no podía faltar en la obra de un poeta como Miguel Hernández.


En la fotografía superior vemos a Miguel Henández con sus tres hermanos y en la inferior una foto de su casa en el alicantino pueblo de Orihuela.
Desde sus primeras obras el toro esta presente en su poesía, así en 1933 se desplaza a la Universidad Popular de Cartagena para dar su conferencia sobre su “Elegía media del Toro” en la que tendría que utilizar un cartelón pintado por Francisco de Díe, que el poeta acabaría extraviándolo en el tren. También por esas fechas escribiría un poema titulado “Corrida Real” dividido en siete partes: Cartel, Plaza, Toro, Toro y Caballos, Toro y Banderillero, Toro y peón y por último Toro y Torero.
Miguel Hernández fotografiado en Cartagena.

 
En 1934 el poeta se traslada a Madrid, y nuevamente el mundo del toro se va a cruzar en su vida, ya que gracias a la mediación de alguno de sus amigos, en especial la del porta Murciano Raimundo reyes, comienza a colaborar en la redacción de un gran enciclopedia taurina: “Los Toros. Tratado técnico e Histórico”, mas conocida como “El Cossio”. Una titánica tarea que nace de una idea de José Ortega y Gasset y que se encargará de desarrollar José María de Cossio, un escritor y bibliófilo, cuya extensa obra tal vez haya quedado eclipsada por esta monumental enciclopedia. Además José María de Cossio participó activamente en la génesis de lo que sería la Generación del 27, sin olvidar que José María de Cossio sería académico de La Lengua, Presidente del Ateneo de Madrid, y también Presidente del Racing de Santander.

Este trabajo le va a permitir a Miguel poder sobrevivir sin apreturas en la capital, gracias a los “cuarenta duros” que recibe mensualmente como sueldo y que le permitirá continuar escribiendo. Su principal labor será la de recopilar información lo que le obligaría a pasar largas horas en la Biblioteca Nacional, así como la de organizar fichas y también la de redactar alguna biografías de toreros, según palabras del propio Miguel Hernández de todos los toreros “habidos y por haber”, entre ellos Espartero, Antonio Reverte, Lagartijo y Tragabuches cuyas biografías serían redactadas por el genial poeta. Destacar la biografía de Tragabuches, un curioso personaje. De nombre José Ulloa nacería en Ronda en la segunda mitad del SXVII, en el seno de una familia gitana. Estudiaría en la escuela que Pedro Romero tenía en la localidad serrana, y alcanzaría gran fama. Casaría con una también popular bailaora, conocida como La Nena, de la que estaba profundamente enamorado. Una noche parte el torero para torear en Málaga, con la mala fortuna de que sufre una caída del caballo al salir del pueblo y tiene que regresar a Ronda con un brazo dañado, sorprendiendo a su mujer con un joven amante. Tras apuñalar al joven, arrojó a su esposa por el balcón, huyendo al monte a continuación. Sería condenado a la horca, no sin antes tener que ser arrastrado y posteriormente encubado tras su muerte, pena que no llegó a cumplirse al no poder ser localizado. Tras finalizar la guerra de Independencia en 1815 se formaron muchas partidas de bandoleros, destacando entre todas ellas a los que serían conocidos como los Siete Niños de Écija, de la que formaba parte uno conocido como El Gitano, el más brutal y sanguinario de todos ellos, que resultó no ser otro que Tragabuches. Gran parte de los componentes de la cuadrilla fueron capturados y ejecutados, pero no correría la misma suerte Tragabuches, del que todavía hoy no se sabe como finalizaron sus días.
El poeta en el cementerio de Orihuela en el año 1936.
Volviendo de nuevo a Miguel Hernández, destacar también la figura de Ignacio Sánchez Mejías, un torero ilustrado que al igual que Cossio estaría presente en el nacimiento de la Generación del 27. Este literato y torero, cuñado de el gran Joselito, moriría tras ser cogido por un toro en la plaza de Manzanares, su muerte causaría una gran conmoción. Lorca le dedicaría una tremenda elegía “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, y por su parte Miguel Hernández se inspiraría en su vida y muerte para crear su obra de teatro “El torero más valiente”. Como anécdota, para todos aquellos hablan de fútbol y toros como el nuevo opio del pueblo y cantera de incultura, señalar que si José María de Cossio fue presidente del Racing, Sánchez Mejías lo sería del Betis, sin lugar a dudas “dos incultos”.
Pero amigos lectores si de verdad quieren conocer con más detalle como el toro esta presente en la obra de Miguel Hernández no se limiten a leer la crónica de este modesto plumilla, aprendiz de mucho y maestro de nada, y visiten las diversas páginas que sobre este tema y sobre el poeta pueden encontrar en Internet. Si me permiten un consejo quisiera recomendarles solamente dos entre otras muchas para que se puedan hacer una idea de la magnitud de la presencia taurina en la obra de Miguel Hernández:

EL SIMBOLISMOS DEL TORO EN LA OBRA POÉTICA DE MIGUEL HERNÁNDEZ. Por Mariate Cobaleda.

http://www.miguelhernandezvirtual.es/new/files/Actas_II_Presentacion/17mariat.pdf

EL TORO EN LA OBRA DE MIGUEL HERNÁNDEZ. Ramón Fernández Palmeral.
http://www.revistaperito.com/Eltoroenlaobrademiguel.htm

Como vemos el poeta alicantino se va asentando en Madrid, con una relación muy directa con el mundo taurino. Al mismo tiempo Hernández también comienza a establecer contacto con la política, acercándose a los ideales comunistas, sin duda influenciado por Alberti y Neruda entre otros. El poeta desarrolla una intensa actividad, tanto literaria como social y política, publicando en 1936 “El rayo que no cesa”. Pero en el verano de ese mismo año todo daría un giro radical con la sublevación de Julio. Desde el primer momento Miguel se involucra intensamente en la defensa de la República desarrollando una frenética actividad, ingresando el 23 de septiembre en el Quinto Regimiento, formado por voluntarios de ideología comunista al producirse el golpe del 18 de Julio.

Una imagen de Miguel Henández fotografiado junto a otros milicianos en el patio de los Salesianos de Francos Rodríguez, sede del 5º Regimiento.
Miguel Hernández, al contrario que otros poetas e intelectuales, no quiere permanecer en la retaguardia y le podemos encontrar en primera línea del frente, donde entablaría una gran amistad con el escritor cubano Pablo de la Torriente, el cual fallecería en combate en Majadahonda el 19 de diciembre. El cubano sería enterrado en Barcelona vistiendo una zamarra de piel de cordero que el poeta alicantino le había regalado, al sepelio asistiría Miguel Hernández que leería su “Elegía segunda” compuesta en recuerdo de su amigo:
«Me quedaré en España compañero»
me dijiste con gesto enamorado.
Y al fin sin tu edificio tronante de guerrero
en la hierba de España te has quedado.


Portada de Al Ataque en la que se recoge la noticia del cubano Pablo de la Torriente, amigo de Miguel Hernández que fallecería en Majadahonda durante los combates de Diciembre de 1936.
Miguel desarrolla una intensa actividad como comisario cultural, siempre en primera línea, así como dentro de la Alianza de Escritores Antifascistas que tenía su sede en un palacete cercano a la Puerta de Alcalá, anterior residencia de un noble, un edificio provisto de todas las comodidades incluida una bien surtida bodega, que se convertiría también en residencia de Rafael Alberti y Teresa León. Según testimonio de Benjamín Prado a quien se lo contó en persona el propio Alberti, una noche llegó al palacio Miguel Hernández que venía desde los duros y sangrientos combates que se desarrollaban en los alrededores de Madrid , encontrándose con que todos los presentes se encontraban disfrazados con ropas de los marqueses celebrando una gran y animada fiesta. Sorprendido e indignado el poeta grito: “Aquí lo que hay es mucho señorito y mucha puta”, recibiendo por respuesta una sonora bofetada que le propició la propia María Teresa León. Ya ven amigos como se escribe la historia.
El poeta leyendo sus poemas a los soldados en el Frente de Extremadura.
Durante la guerra Hernández publicaría “Viento del Pueblo”, obra emblemática del poeta, una recopilación de poemas sobre la guerra y la lucha del pueblo. También contraería matrimonio civil con Josefina Manresa durante la contienda, y poco antes de finalizar la guerra terminaría “El hombre acecha”, libro que se salvaría milagrosamente, ya que se encontraba preparado en Valencia para ser distribuido justo al finalizar la guerra, ordenando las nuevas autoridades que fuera destruido, pero milagrosamente se conservaron dos ejemplares uno de ellos guardado por José María de Cossio. Además de estos dos títulos escribiría un buen número de artículos periodísticos y varias piezas teatrales, viajaría a Moscú y participaría en el Congreso Internacional de Intelectuales en Defensa de la Cultura. Pero bien podemos decir que su obra esta escrita en las mismas trincheras, ya que el poeta esta presente en los frentes de Madrid, Extremadura y Andalucía entre otros.
Miguel Hernández junto a su esposa Josefina en el frente de Jaen en la primavera de 1937.
Al finalizar la guerra rechaza exiliarse en la Embajada de Chile, como le recomienda Neruda (aunque creo recordar haber leído alguna matización a este dato) y tampoco decide marcharse fuera de España. Regresa a su pueblo y desde allí intenta pasar a Portugal, donde la policía portuguesa lo entrega a las autoridades españolas (al parecer un reloj de oro, regalo de bodas de Vicente Alexandre, fue lo que levanto las sospechas del agente luso de la frontera) y el poeta pasa por diferentes cárceles hasta que es puesto en libertad. Vuelve a Orihuela, donde nuevamente es detenido y tras ser juzgado en 1940 es condenado a muerte, pero la intervención de varios amigos, entre ellos nuevamente José María de Cossio, consiguen que se le conmute la pena por la de cadena perpetua. Comienza desde ese momento un peregrinar por diversas cárceles, donde compondría “Cancionero y Romancero de Ausencias”. Fallecería el poeta el poeta el 28 de Marzo de 1942 en la prisión de Alicante a causa de la tuberculosis. Por los testimonios de diferentes personas, Miguel Hernández fallecería con sus grandes ojos abiertos y no sería posible cerrárselos.


Otro retrato del poeta alicantino realizado por otro compañero de prisión.
Sirva esta modesta crónica, en la que nuevamente aparece el mundo del toro hilvanado con la Historia de España, como recuerdo y homenaje al poeta en su centenario. Posiblemente Miguel Hernández sea el símbolo más destacado de la tragedia y la sin razón de la guerra civil española, en la que hubo otros muchos Miguel Hernández anónimos. Si comenzamos este relato con una poesía en la que el poeta se identifica con el toro, terminamos con otra en la que el poeta identifica a España nuevamente con un toro, y aprovechando las ventajas que la técnica nos ofrece les ofrecemos un documento de indudable valor histórico, un video donde pueden ustedes escuchar al propio poeta recitando sus poesías que encontrarán al final de esta crónica.

Florentino Areneros.
LLAMO AL TORO DE ESPAÑA
Alza, toro de España: levántate, despierta.
Despiértate del todo, toro de negra espuma,
que respiras la luz y rezumas la sombra,
y concentras los mares bajo tu piel cerrada.

Despiértate.

Despiértate del todo, que te veo dormido,
un pedazo del pecho y otro de la cabeza:
que aún no te has despertado como despierta un toro
cuando se le acomete con traiciones lobunas.

Levántate.

Resopla tu poder, despliega tu esqueleto,
enarbola tu frente con las rotundas hachas,
con las dos herramientas de asustar a los astros,
de amenazar al cielo con astas de tragedia.

Esgrímete.

Toro en la primavera más toro que otras veces,
en España más toro, toro, que en otras partes.
Más cálido que nunca, más volcánico, toro,
que irradias, que iluminas al fuego, yérguete.

Desencadénate.

Desencadena el raudo corazón que te orienta
por las plazas de España, sobre su astral arena.
A desollarte vivo vienen lobos y águilas
que han envidiado siempre tu hermosura de pueblo.

Yérguete.

No te van a castrar: no dejarás que llegue
hasta tus atributos de varón abundante
esa mano felina que pretende arrancártelos
de cuajo, impunemente: pataléalos, toro.

Víbrate.

No te van a absorber la sangre de riqueza,
no te arrebatarán los ojos minerales.
La piel donde recoge resplandor el lucero
no arrancarán del toro de torrencial mercurio.

Revuélvete.

Es como si quisieran arrancar la piel al sol,
al torrente la espuma con uña y picotazo.
No te van a castrar, poder tan masculino
que fecundas la piedra; no te van a castrar.

Truénate.

No retrocede el toro: no da un paso hacia atrás
si no es para escarbar sangre y furia en la arena,
unir todas sus fuerzas, y desde las pezuñas
abalanzarse luego con decisión de rayo.

Abalánzate.

Gran toro que en el bronce y en la piedra has mamado,
y en el granito fiero paciste la fiereza:
revuélvete en el alma de todos los que han visto
la luz primera en esta península ultrajada.

Revuélvete.

Partido en dos pedazos, este toro de siglos,
este toro que dentro de nosotros habita:
partido en dos mitades, con una mataría
y con la otra mitad moriría luchando.

Atorbellínate.

De la airada cabeza que fortalece el mundo,
del cuello como un bloque de titanes en marcha,
brotará la victoria como un ancho bramido
que hará sangrar al mármol y sonar a la arena.

Sálvate.

Despierta, toro: esgrime, desencadena, víbrate.
Levanta, toro: truena, toro, abalánzate.
Atorbellínate, toro: revuélvete.
Sálvate, denso toro de emoción y de España.

Sálvate.


LOS VIDEOS DE SOL Y MOSCAS:

Miguel Hernández leyendo sus poemas en una locución radiofónica.

Excepcional y sobrecogedor documento sonoro en el que podemos escuchar a Miguel Hernández recitando uno de sus poemas. No dejen de abrirlo.


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