miércoles, 5 de noviembre de 2025

EL CASTILLO DE CUEVAS

Una de las paredes de decoradas con grafitos del Castillo de las Cuevas del Almanzora. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

LOS GRAFITOS DEL CASTILLO
DE CUEVAS DEL ALMANZORA
(GALERÍA FOTOGRAFICA AL FINAL DEL ARTÍCULO)

Por Florentino Areneros.
Fotografías del autor.

Normalmente el viajero que elige el litoral para pasar sus vacaciones suele concentrar su tiempo en el destino elegido, y quizá realice alguna escapada a lugares de contrastado interés y notable popularidad. Sin embargo es muy habitual que a pocos kilómetros de estos enclaves turísticos se puedan encontrar poblaciones, monumentos y paisajes de extraordinaria importancia y belleza, y en la mayoría de los casos apenas conocidos. La lista sería interminable. Por ejemplo, en el Levante almeriense a poco más de 10 kilómetros de la costa encontramos el pueblo de Cuevas del Almanzora, en cuyo término municipal, que incluye también unos cuantos kilómetros litoral con algunas calas de extraordinaria belleza, podemos encontrar un buen número de agradables sorpresas.

Vista del castillo del Marqués de los Vélez, a la derecha la torre del homenaje donde se encuentran los grafitos. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El territorio en el que se encuentra el municipio ha estado habitado de manera continua desde hace miles de años, gracias a la bonanza del clima y la feracidad de sus tierras, y por él han pasado diversos pueblos con su correspondiente riqueza cultural. Podríamos empezar con la cultura de El Argar que tuvo en esta zona su epicentro, como demostraron los importantes hallazgos arqueológicos de los hermanos belgas Luis y Enrique Siret, ingenieros que desarrollaron su labor en las explotaciones mineras de la provincia, a la vez que desarrollaban su pasión por la arqueología. Por aquí también pasarían los fenicios, que establecieron en el SVII a.c. en Villaricos , una pedanía costera de Cuevas situada junto a la desembocadura del río Almanzora, la ciudad fue conocida como Baria, y de aquella época se conservan algunos interesantes vestigios arqueológicos, destacando el espectacular conjunto de cenotafios de la necrópolis. Tras los fenicios llegarían los romanos, que permanecerían allí durante varios siglos. En el SVIII la zona pasaría bajo control musulmán al igual que la casi totalidad de la península. Así continuaría hasta el fin del reino nazarí en los últimos años del SXV, pasando a formar parte de los dominios de los Reyes Católicos.

El significado de la escena es imposible de descifrar, pero seguro que esconde alguna historia interesante, quizá relacionada con la causa que llevó a la cárcel a su autor. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

A comienzos del SVXI tanto Cuevas como numerosas e importantes localidades vecinas, quedaría en manos de Pedro Fajardo y Chacón, I marqués de los Vélez, quien ordenaría la construcción del castillo, muy posiblemente levantado sobre los restos de una anterior fortaleza musulmana. Con el paso de los años se irían añadiendo nuevas dependencias, entre ellas el edificio conocido como Casa de la Tercia. El castillo alcanzaría un destacado protagonismo durante las revueltas moriscas de finales del SXVI, y se convirtió en un estratégico bastión frente a las incursiones de los piratas berberiscos en los siglos posteriores. Desde su construcción hasta nuestros días la fortaleza ha tenido diversos usos, tanto militares, como hemos visto, como también civiles. En la actualidad el castillo alberga diversas dependencias municipales, a destacar el Museo Arqueológico y la extraordinaria colección de arte que el crítico y coleccionista cuevano Antonio Manuel Campoy donó al municipio, y que incluye entre sus numerosas obras pinturas y esculturas de los más destacados artistas plásticos españoles contemporáneos, como Picasso, Miró, Maruja Mallo, Solana, Vázquez Díaz, César Manrique, Barceló… la lista sería interminable, así como dos series de los grabados de Goya: La Tauromaquia y Los proverbios y disparates. Pero entre los usos civiles del recinto queremos destacar su utilización como cárcel, desde sus primeros días hasta el pasado siglo, destacando durante el SXX su utilización como prisión tanto durante la Guerra Civil como en la inmediata posguerra. Según recoge Ángel Gómez en su imprescindible libro “Los castillos en la Guerra Civil Española” (clic aquí para información del libro) , finalizada la guerra la provincia sufriría una notable represión por su fidelidad a la República (recordemos que fue de las últimas en pasar a manos franquistas), y existen alguno datos sobre el paso por la cárcel del castillo de presos republicanos, así en abril de 1939 se contabilizaban 147 presos, que pasarían a 348 en junio de 1940, 93 en diciembre de 1940, y solo 11 en septiembre de 1942.

El libro de Ángel Gómez Los castillos en la Guerra Civil Española, en el que se recoge el protagonismo de estas fortalezas durante la GCE, incluido el de Cuevas del Almanzora y su utilización como presidio.(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Del paso de tantos presos por el castillo a lo largo de todos estos siglos se conserva un excepcional conjunto de grafitos que milagrosamente han sobrevivido en las paredes de algunas de las dependencias de la torre del homenaje que fueron utilizadas como celdas. Los dibujos, grabados y marcas se han ido superponiendo unos sobre otros, siendo los más numerosos los datados por los estudiosos en el SXVIII, y el resultado no deja de impresionar y sorprender. Existe una gran variedad, desde las sencillas incisiones marcando los días, hasta elaborados conjuntos de figuras, así como inscripciones de singular caligrafía. Los autores se sirvieron principalmente de punzones y seguramente de trozos de carbón, utilizados como peculiar lapicero o pincel, aunque hay numerosos grafitos coloreados.

Otra de las paredes de la estancia. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Las temáticas son muy variadas. Hay motivos geométricos, algunos muy elaborados. También zoomorfos, representando diferentes animales, como conejos, burros o leones. Encontramos un buen número de dibujos de barcos, tanto militares como posibles galeras, como barcos civiles para el transporte, lo que podría poner de manifiesto la relación de muchos de estos presos con el mar y la marinería. Ora temática muy abundante son los motivos religiosos como cruces, imágenes de la Virgen o incluso un paso procesional. Otro conjunto de grafitos lo constituyen las armas, puñales, espadas o cuchillos, incluyendo algunas escenas que representan combates o duelos a espada, que tal vez fueran la causa de su encierro. Y hay que destacar también unos cuantos textos de difícil lectura a primera vista.

Una de las numerosas inscripciones que encontramos en las paredes de la celda. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Pero quizá lo que más llama la atención son los conjuntos de figuras, que sin duda quieren representar alguna escena o momento de la vida del presidiario, así como la de figuras individuales pintadas con gran detalle, por ejemplo en su vestimenta o armamento. Descifrar el significado de muchas de estas escenas es una tarea que se antoja muy dificil por no decir imposible, solo su autor sería consciente de lo que quería representar, pero se abren innumerables puertas a la imaginación.

Diferentes grabados realizados con un punzón, entre ellos un águila bicéfala, un motivo que aparece en el escudo de las localidades vecinas de Mojácar y Vera (Foto inferior). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Las celdas con los grafitos de la torre del homenaje constituyen un auténtico tesoro, y el hecho de que se hayan conservado después de tanto tiempo y en tan buen estado es casi milagroso. Esperemos que con el tiempo se reconozca su verdadero valor e importancia y sean conocidos por el gran público. También confiamos en que nuevos estudios e investigaciones puedan aportar más información de este extraordinario conjunto.

Escena que representa un duelo a espada, quizá el motivo del encarcelamiento del autor. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El castillo de Cuevas del Almanzora y su colección de grafitos, y por supuesto los otros centros de interés que incluye como son el Museo Arqueológico y la colección de arte Antonio Manuel Campoy, bien merecen una visita sosegada. Sin olvidar el casco urbano de Cuevas donde encontramos algunos notables palacios construidos durante el auge minero de la comarca en el SXIX con el descubrimiento de los filones de galena argentífera de Sierra Almagrera, o las casas cueva que dan nombre a la localidad. También sería buena idea acercarse a Villaricos para conocer su extraordinario patrimonio arqueológico y monumental, en el que se incluyen, además de los yacimientos fenicios y romanos, la torre de Cristal (también conocida como castillo de Villaricos) y dos búnkeres de la Guerra Civil situados al norte y al sur del puerto de la localidad. Hay que destacar la intensa y continuada labor que se está realizando por parte del Ayuntamiento en la difusión y puesta en valor de todo este patrimonio, con la organización de numerosas actividades e iniciativas, a destacar en las últimas semanas la apertura del Sendero El Calguerín, o el recientemente aprobado Plan Director de Sierra Almagrera que pondrá en valor el importantísimo patrimonio minero e industrial que tras décadas de abandono todavía se conserva. Invitamos a todos nuestros lectores que se acerquen por el Levante Almeriense a que visiten este municipio, no se arrepentirán. Se puede encontrar puntual información de las numrosas ctividades que organiza el Ayuntamiento, como rutas guiadas gratuitas, entre ellas la visita a la torre y los grafitos, conferencias y presentaciones, exposiciones, etc... en su perfil de Facebook y otras redes sociales (clic aquí para ir a la página de Facebook del Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora).

Nido de ametralladora republicano junto al castillo de Villaricos en la costa almeriense, tras el la Torre de Cristal, fortificación del SXVIII. Fotografía cortesía de Ángel Gómez. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Portada del libro El castillo de Cuevas del Almanzora: cinco siglos de historia e identidad, edición coordinada por Enrique Fernández Bolea con ilustraciones del artista local Francisco Javier González Gallego. Un interesante trabajo sobre la historia de este monumento, incluyendo una amplia información sobre los grafitos. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

GALERÍA FOTOGRÁFICA
(FOTOGRAFÍAS DEL AUTOR)
Diversos grabados realizados a punzón, destacando un retrato, o quizá autorretrato, con el nombre de Gonzalo Perec. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Detalle de diversas escenas policromadas. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Figuras y motivos geométricos. Se observan las sucesiones de marcas, seguramente una cuenta de los días en prisión. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Una cruz de Caravaca. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Un hombre y una mujer seguramente bailando. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Dos rostros de perfil entre otros motivos. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Texto caligrafiado en una de las paredes. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Algunos detalles geométricos, en la parte superior distinguimos un velero. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Motivos geométricos y nuevamente un barco. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Un personaje que parece llevar e las riendas a un burro. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Un ave. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Lo barcos y motivos marinos son numerosos, en toda la estancia. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Extrañas figuras zoomorfas y una calavera con dos huesos cruzados, el símbolo de los piratas. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Dos inscripciones de singular caligrafía. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Diferentes motivos navales. La proximidad de la costa pudo estar relacionada con que muchos de los presos fueran marineros o tuvieran alguna relación con la actividad naval. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Un jinete espada en mano. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Un personaje con una extraña cabellera. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)