martes, 3 de diciembre de 2024

ESCUDO REPUBLICANO EN MURCIA

Escudo con simbología republicana en la ciudad de Murcia. (FOTO JAZ). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

UN ESCUDO REPUBLICANO
EN MURCIA

Por Florentino Areneros.

De paso por la ciudad de Murcia me detuve a tomar un café en una terraza de la Plaza Romea, uno de los muchos rincones con encanto de esta ciudad, donde podemos encontrar un buen número de lugares de notable belleza y singularidad. No es ciudad de apabullante monumentalidad, pero bien merece que el viajero recorra con sosiego sus calles en busca de esos rincones.

En una esquina de la plaza, cuya denominación completa es Julián Romea, se encuentra, casi clandestino por su ubicación, un estilizado monumento con una base de piedra, sobre la que se encuentra un prisma también de piedra con la figura del personaje al que está dedicado, y todo ello coronado por una escultura en bronce de una mujer desnuda. El transeúnte distraído es fácil que no se percate de la presencia de ese monumento, escondido en un rincón, tapado por árboles y una terraza vecina, así como por la monumentalidad del gran teatro que ocupa uno de los laterales de la plaza y comparte nombre con ella, y de la iglesia de Santo Domingo cuya fachada principal también se asoma a la plaza.

Monumento al Maestro Fernández Caballero en la Plaza romea de la ciudad de Murcia. (FOTO JAZ). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Contemplándolo en la distancia me pareció observar que la corona que se encontraba sobre el escudo que adornaba el lateral principal de la base, era una corona mural, también denominada en ocasiones almenada, del mismo tipo que la que coronaba el escudo de la II República Española. Atraído por la curiosidad me acerqué hasta el monumento comprobando que mis suposiciones eran ciertas. Se trataba del escudo de la ciudad de Murcia con una corona mural con cuatro torres almenadas en lo alto, en la actualidad el escudo ostenta una corona real. Sobre el escudo figura el año de 1935, lo que muy probablemente vendría a confirmar que se trataba de un escudo de origen republicano.

Comparativa entre los escudos de la ciudad de Murcia, a la izquierda el del monumento con la corona mural y a la izquierda el escudo actual. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El monumento está dedicado al Maestro Fernández Caballero, es decir a Manuel Fernández Caballero, un prolífico músico y compositor nacido en Murcia en 1835, razón por la que se erigiría el monumento en el año de 1935 para conmemorar su centenario. Era el decimoctavo hijo (se dice pronto) de una modesta familia, su relación con la música comenzó muy pronto, estaba dotado de un excepcional talento para la música. Aunque se podría afirmar que gran parte de su formación la realiza de forma autodidacta, aprendiendo a tocar varios instrumentos. A los 10 años se traslada a Madrid a recibir clases y en 1850 comienza sus estudios en el Conservatorio de la capital. Desarrollará su labor en diferentes orquestas como músico y director, llegando a primer violín del Teatro Real en 1853 con apenas 18 años, y comienza a compaginar estas labores con la composición de zarzuelas.

A lo largo de su prolífica y larga carrera se convertirá en uno de los mayores referentes del género, llegando a componer más de doscientas zarzuelas, muchas de ellas se convertirían en grandes éxitos. Colaborarían con él en sus obras grandes libretistas y escritores, los más destacados músicos, las grandes estrellas del canto y los mejores actores del momento, entre ellos el también murciano Julián Romea que da nombre a la plaza donde se ubica el monumento. Los mejores teatros de Madrid pugnaban por estrenar sus obras. En la parte posterior del monumento podemos encontrar algunas de las más famosas: La Marsellesa, El salto del pasiego, El dúo de la africana, La viejecita, Gigantes y cabezudos, Los sobrinos del capitán Grant, La niña bonita, Los Huertanos, El cabo primero, Tres madres para una hija y La jardinera. El maestro Fernández Caballero fallecería en Madrid el 26 de febrero de 1906, a su entierro asistirían miles de madrileños que abarrotaban las calles y lugares por donde pasó la comitiva fúnebre, entre ellos las puertas del mítico teatro Apolo en la calle de Alcalá, muy relacionado con la carrera de este genial compositor .

Reproducción de un retrato de estudio de Fernández Caballero, con texto de imprenta conmemorativo y dedicatoria manuscrita dirigida por Luis Fernández, hijo de Fernández Caballero, a Ángel Jover, miembro del Orfeón. (FOTO ARCHIVO GENERAL DE LA REGIÓN DE MURCIA). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Conocidos estos apuntes sobre la vida y obra de Fernández Caballero, vayamos ahora a conocer la historia del monumento. En el año 1935, centenario del nacimiento del autor, se suceden diferentes actos e iniciativas de homenaje al músico en su ciudad natal, entre estas últimas la de erigir, por suscripción popular, un monumento en su honor. Se crea una comisión para llevar adelante el proyecto, cuyo diseño y creación se encarga al escultor, también murciano, José Planes Peñalver.

José Planes Peñalver, el artista murciano autor del monumento. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La trayectoria de José Planes (Espinardo, Murcia, 23 de diciembre de 1891-Mazarrón, Murcia, 15 de julio de 1974) presenta diversas coincidencias con la del músico Fernández Caballero, especialmente en sus primeras etapas. Murcianos y de familia humilde ambos, a muy temprana edad comienza a dar muestras de un talento innato para la escultura y gran parte de su formación, aunque asistió a diversos centros especializados, la realizó de manera autodidacta. Comienza a desarrollar su actividad profesional en Murcia donde pronto alcanza éxito y prestigio. En 1918 da el salto a Madrid, con la ayuda y protección del ministro murciano Juan de la Cierva Peñafiel, exponiendo en el Ateneo, también viajará a Portugal e Italia. Tras residir una temporada en Madrid, regresa a Murcia en 1933 para fundar la Escuela de Artes y Oficios de la que sería director.

Escultura de Planes en el interior del casino de Murcia, otro de los edificios indispensables en una visita a la ciudad de Murcia. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Finalizada la guerra Planés continuará con su actividad centrada a partir de entonces principalmente en la imaginería religiosa, dada la gran demanda que había de estas esculturas tras las numerosas pérdidas de figuras religiosas durante la contienda, tampoco eran tiempos para cultivar el desnudo femenino, una temática a la que el escultor murciano dedicó algunas de sus mejores obras antes de la guerra.

Pero volvamos al monumento. No está muy claro si fue porque el encargo se realizó tarde, o bien que el escultor tenía mucho trabajo, pero llegado el 21 de abril de 1935, día previsto para la inauguración del monumento, este no estaba finalizado y hubo que improvisar un simulacro del mismo sustituyendo lo que faltaba por un andamiaje de madera con figuras de escayola, lo que llevó a la prensa satírica del momento a calificar el acto como la inauguración de una falla. Finalmente el monumento una vez finalizado se situaría en el centro de la plaza con la fachada principal del monumental teatro Romea a su espalda.

Portada del semanario satírico Don Crispín de abril de 1935 caricaturizando la improvisada y provisional inauguración del monumento, comparándolo con una falla. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El monumento está dividido en tres alturas o niveles en volumen descendente, lo que le proporciona una estructura piramidal. La parte inferior está conformada por un gran bloque de piedra de estructura de prisma cúbico, y en la parte frontal del mismo se encuentra el escudo de la ciudad con la corona mural y la inscripción «Al maestro Fernández Caballero. 1935». En los laterales a derecha e izquierda, cuatro figuras femeninas con alegorías de la música, y en la parte posterior encontramos las inscripciones con algunas de las obras del Maestro como ya hemos comentado anteriormente. En el nivel central encontramos otro prisma cúbico, y en la parte delantera del mismo la escultura también en piedra de Fernández Caballero. Y en el último nivel, coronando el conjunto, la escultura de una mujer desnuda en bronce, una alegoría de la diosa Fama.

Vista del monumento en la Plaza romea con el teatro de igual nombre a su espalda. (FOTO ARCHIVO MUNICIPAL DE MURCIA). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Poco tiempo podrían disfrutar los murcianos del conjunto escultórico completo, terminada la Guerra Civil (hay que recordar que Murcia fue el último territorio republicano que sería ocupado por las fuerzas franquistas) los nuevos tiempos no traerían nada bueno para el monumento. Los problemas no vendrían motivados por haber sido erigido durante el periodo republicano, hay que tener en cuenta que en marzo de 1935 el gobierno de la República estaba en manos de un gobierno conservador, periodo conocido como el Bienio Negro. Tampoco sería obstáculo la figura y biografía del homenajeado, fallecido 25 años antes de la proclamación de la II República y a quien no se podía achacar ninguna afinidad revolucionaria. Tampoco el escudo de simbología republicana que da origen a este artículo sería el causante de sus males. El principal problema vendría motivado por la desnudez de la figura femenina que coronaba el conjunto.

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En 1941 la guerra de España había terminado, los ecos que llegaban de Europa auguraban buenos tiempos para el nazismo y el fascismo que tanto habían contribuido a la victoria. Aquí imperaba el recién alumbrado “nacional-catolicismo” entre cuyos objetivos se encontraba el de redimir a la nación del terrible daño causado por las corrientes liberalizadoras del periodo republicano, y devolver al país a la senda de las buenas costumbres y la moral que emanaban de los principios y dogmas de la iglesia católica. En este contexto el Ayuntamiento de Murcia aprobó en el año de 1941 una moción para retirar la figura de la mujer desnuda por “inmoral”. Desconocemos si en esta decisión influiría la opinión de alguna de las esposas de los ediles, influidas a su vez por la opinión de algún confesor celoso de las buenas costumbres, pero tampoco nos extrañaría. Los tiempos de peineta y mantilla habían regresado, ya no había lugar para las sin sombrero, y mucho menos para la pecaminosa exhibición carnal.

El conjunto monumental fue mutilado desapareciendo la figura desnuda de la diosa Fama que lo coronaba. Obsérvese el deterioro del pedestal. (FOTO ARCHIVO MUNICIPAL DE MURCIA). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La mutilación de este conjunto escultórico nos recuerda mucho la historia de otro monumento en la vecina Almería y al que ya hemos dedicado un artículo en Sol y Moscas. En el centro de la Plaza Vieja de esta ciudad andaluza se levantaba un monumento a un grupo de héroes decimonónicos que en el lejano año de 1824 trataron de recuperar la Constitución y las libertades que el felón de Fernando VII había suprimido un año antes con la ayuda de los conocidos como Cien Mil Hijos de San Luis. Este monumento es conocido popularmente en Almería como el “Pingurucho” o el de “Los Coloraos”. En 1943 ante una visita de Su Excelencia el Generalísimo a la ciudad, el alcalde posiblemente alarmado por si lo de “coloraos” tenía algo que ver con “rojos”, y viendo además que tenía inscripciones subversivas con palabros como libertad, democracia o constitución, decidió tirar por la calle de en medio y derruir el monumento, cualquier cosa antes que enojar al victorioso Caudillo. Finalmente con el regreso de la democracia a España, el Ayuntamiento encargo una réplica exacta del monumento en mármol de Macael que todavía hoy se puede contemplar en la Plaza del Ayuntamiento o Plaza Vieja. En una reciente remodelación de la Plaza, tras pasar el Ayuntamiento a manos del Partido Popular, se intentó trasladar el monumento al paseo marítimo, una ubicación más discreta, pero por ahora el monumento a los “Coloraos”, o para ser más exactos la réplica de original, continúa en su ubicación inicial. El lector puede conocer más sobre este monumento y sobre otras curiosidades de Almería en nuestra crónica ya publicada haciendo clic aquí.

Monumento en la Plaza Vieja de Almería, junto al Ayuntamiento, conocido como de los “Coloraos” o el “Pingurucho”. (FOTO JAZ). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La figura desnuda de la diosa Fama que coronaba el monumento a Fernández Caballero corrió mejor suerte que el monumento de los Coloraos y no fue destruida, y sería trasladada a un depósito municipal, suponemos que debidamente cubierta para evitar pecaminosas tentaciones. Allí permanecería durante algunos años hasta que alguien decidió sacarla de su ostracismo para que adornara uno de los viales de la flamante “Feria de la Conserva” de Murcia, no hemos encontrado referencia al año concreto pero sin lugar a dudas este renacer de la diosa Fama se produjo en época todavía franquista, concretamente entre 1962 y 1970, años en los que se celebró la Feria de la Conserva, una celebración de renombre internacional.

Programa de la 1ªFeria de la Conserva de Murcia en 1962. En el recinto ferial se exhibiría la estatua en bronce de la diosa Fama que había sido amputada del monumento. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El año de 1941 estaba ya muy lejano, los tiempos habían cambiado, España se abría al mundo, nuestras playas se llenaban de turistas, eran los años de las “suecas” y sus provocadores bikinis enseñando lo hasta entonces inimaginable, prendas que tanto revuelo causaron en las sacristías y que tanto juego dieron a los ibéricos “Alfredos Landas” de turno. ¿Quién se iba a escandalizar entonces por una figura en bronce de una mujer desnuda?.

Con el retorno de la democracia tras la muerte de Franco, la prensa de Murcia se hizo eco de las peticiones para reponer la estatua de la diosa. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Tras su paso por la Feria de la Conserva suponemos que a figura regresaría a algún almacén municipal donde permanecería hasta 1977. El general Franco había muerto en 1975, la democracia regresaba a España y también la diosa Fama volvería al lugar de donde nunca hubo de salir. Así en 1977 la diosa volvía a ocupar su trono en lo alto del monumento al Maestro Fernández Caballero. El número 106 del Boletín de Información del Excelentísimo Ayuntamiento de Murcia se hacía eco de esta feliz noticia en su portada, con una fotografía a toda página acompañada del siguiente texto:

«En la Plaza de Romea, Fernández Caballero ha vuelto a ser protagonista de su monumento. Ha sido reconstruido por el Ayuntamiento con areglo a a su primitivo trazado, y su artífica ha sido José Luis Planes, hijo del insigne escultor murciano, creador de la obra, José Planes.

Sobe todo, y sobre el monumento, es importante el regreso a su pequeña terraza de la figura dela Fama, singular viajera forzada a abandonar en su día el limitado balcón, donde ahora ha vuelto con su piel de bronce.

Frente a la calle-salón de Alfaro –a la izquierda la casa natal de D. José Selgas y Carrasco- la figura del Maestro Fernández Caballero parece que trata de ver en la distancia la gente que pasa por la calle de Platería»


Boletín de Información del Ayuntamiento de Murcia en el que se da cuenta de la reposición de la estatua nuevamente en el monumento. (ARCHIVO MUNICIPAL DE MURCIA). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El monumento recuperó su esplendor y belleza al reponerse todos sus elementos, aunque el paso del tiempo había dejado su marca, como podemos comprobar en algunas fotografías donde el deterioro de la piedra es evidente. Sin embargo con la reposición de la diosa Fama no terminarían sus vicisitudes. En 1993 se realizan unos importantes trabajos arqueológicos en la plaza para estudiar los restos de la muralla que se conservan bajo la misma y en 2009 el Ayuntamiento procede a la remodelación de la plaza para convertirla en peatonal. Desconocemos en cuál de las dos actuaciones se produjo el traslado, pero lo cierto s que la monumental conjunto fue desplazado del centro dela plaza a un rincón de la misma, como cumpliendo una especie de castigo, y ahora lo podemos contemplar escondido entre los árboles y los toldos de las terrazas, en una esquina donde comienzan las calles de Serrano Alcázar y Albudeiteros, afortunadamente han puesto al maestro mirando hacia la plaza y no contra la pared, como eran los castigos escolares antiguamente cuando te mandaban al rincón. Dudo que mi amigo Juan Ramón ahora lo pueda contemplar cuando se asome a su balcón.

Excavaciones arqueológicas realizadas en la Plaza Romea en 1993 para estudiar los restos de la muralla que se encontraban enterrados. Se observa que el monumento al Maestro Fernández Cabalero ha sido retirado. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Y hasta aquí la historia y peripecias de este monumento de la ciudad de Murcia que todavía conserva simbología republicana, tal vez sea el único en su especie. Esperemos que no tenga el mismo triste destino de otros monumentos y elementos con esta simbología como las farolas madrileñas, que fueron desapareciendo a medida que se conocía su ubicación, como ya dejamos constancia en un artículo publicado en este mismo blog y que pueden leer haciendo clic aquí . Y que tampoco sufra el ensañamiento que llevó a desaparecer a la histórica pintada antifranquista de la Ciudad Universitaria de Madrid, una historia llevada al cine por Fernando Colomo en su película “Los años bárbaros”, pero pese a ello alguien decidió eliminar este vestigio histórico que sobrevivió al franquismo pero no a la democracia, también nos hicimos eco de aquella historia en las páginas de este modesto blog, pueden leer aquella crónica haciendo clic aquí.

Para nuestros lectores madrileños, que son muchos, informar que las calles madrileñas también tienen un rincón para el recuerdo y el homenaje a este músico murciano que residió durante muchos años en la ciudad. Concretamente en el número 34 de la calle Cervantes del madrileño barrio de las Letras podemos contemplar una placa dedicada a su figura en la fachada de la casa donde vivió.

Placa homenaje a Manuel Fernández Caballero en el nº34 de la madrileña calle de Cervantes donde residió. (Foto Patrimonio Cultural y Paisaje Urbano, Ayuntamiento de Madrid). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Solamente me queda el recomendar a nuestros lectores que no dejen de visitar esta ciudad ni esta provincia donde seguro que encontrarán muchísimos motivos para alegrarse de haberlo hecho. Y quiero terminar enviando un afectuoso saludo a los responsables de la Comunidad Autónoma de Murcia, del Ayuntamiento o de la Diputación Provincial, ya saben donde estamos por si tienen a bien enviarnos a la redacción de Sol y Moscas un jamón y unas botellitas de Jumilla por Navidad, que están las economías “muy achuchás”.

Y para el paciente lector que ha llegado hasta aquí, enviarle mi agradecimiento y un afectuoso saludo.

Florentino Areneros.

FUENTES Y HEMEROTECA:
https://dbe.rah.es/biografias/9347/manuel-fernandez-caballero
https://dbe.rah.es/biografias/9877/jose-planes-penalver
La Opinión de Murcia. Loreto López. La cápsula del tiempo: monumento a Fernández Caballero, de José Planes. Publicado el 9-3-2022:
https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2022/03/09/capsula-tiempo-monumento-fernandez-caballero-63601647.html
La Verdad. Antonio Botías. A la Fama desnuda del Romea le colocaron un discreto bañador. Publicado el 26-2-2023:
https://www.laverdad.es/murcia/ciudad-murcia/lamurciaquenovemos/fama-desnuda-romea-20230226001715-ntvo.html
ARCHIVO MUNICIPAL DE MURCIA
ARCHIVO GENERAL DE LA REGION DE MURCIA
PATRIMONIO CULTURAL Y PAISAJE URBANO, AYUNTAMIENTO DE MADRID.