domingo, 5 de diciembre de 2010

LOS ESCUDOS DE LA REPUBLICA (II)

LOS ESCUDOS DE LA REPUBLICA (II)



Espectacular escudo republicano de la Diputación de Madrid que podemos contemplar en la calle O'Donnell 50 en la fachada principal del Antiguo Hospital Provincial de Puericultura, heredero de La Inclusa. (Haga Click en cualquiera de las imánes para ampliarlas).
LA INCLUSA
Retrato en color del malogrado diestro Florentino Bellesteros.
En la tarde del 22 de Abril de 1917, el torero aragonés Florentino Ballesteros (ya es puntería con el nombre) hacía el paseíllo en la antigua Plaza de Madrid acompañado por Bienvenida y Jose Gómez "Gallito". Era su primera aparición en Madrid tras la tremenda cornada que había sufrido hacia unos meses en Morón de la Frontera, que apunto estuvo de terminar en tragedia. Se lidiaban toros de la ganadería de Gamero Cívico, antigua Parladé, de los que tres serían rechazados en el reconocimiento veterinario, por lo que se completó el encierro con astados del hierro de Benjumea. Florentino por ser el torero con menor antigüedad lidiaría tras sus dos compañeros de cartel. Vestía Florentino Ballesteros de corinto y oro.


La prensa del momento se hizo eco de la alternativa de Florentino Ballesteros, tarde en la que sufriría una aparatosa cogida.En su primer toro, el tercero de la corrida, Florentino realizaría una faena sin mucho brillo, en consonancia con los dos toros anteriores lidiados por sus compañeros de cartel. En sexto lugar saltó a la arena Cocinero marcado con el número 87, de la ganadería de Benjumea, un ejemplar berrendo en castaño de muchas libras, cornalón y bien puesto. En el tercio de varas lanceaba Florentino a la verónica cuando resbaló con la mala fortuna de que el astado le prendió en el pecho, haciendo girar al torero varias veces sobre el pitón hasta que lo lanzó contra el suelo. Se incorporó Florentino echándose mano a la herida y consiguió llegar por su propio pie hasta las tablas, de donde fue llevado a la enfermería.




Tres momentos de la dramática y fatal cogida del diestro Florentino Ballesteros por el toro Cocinero el la antigua Plaza de Toros de Madrid que acabaría costandole la vida.
En los tendidos se tuvo constancia desde el primer momento de la gravedad de la cornada, lo que se confirmaría tras realizar al diestro un primer examen médico. Incomprensiblemente y pese a la gravedad de la cornada, desde la enfermería de la plaza sería trasladado a la fonda Los Leones de Oro ubicada en la calle del Carmen, esquina al Postigo de San Martín, en la actualidad Plaza del Callao. El traslado se realizó en camilla, con dos guardias delante de la misma abriendo paso y cuatro a cada costado, detrás de la camilla desfilaba un cortejo de más de 500 personas que acompañaron al diestro hasta la pensión, tres veces se detuvo el cortejo en el camino y los practicantes que le acompañaban tomaron el pulso al torero, comprobando que se encontraba estable. Cuando llegaron a la fonda un nutrido grupo de curiosos se había dado ya cita a las puertas del establecimiento. Era este el lugar que siempre elegía el diestro cuando visitaba Madrid, alojándose habitualmente en el cuarto entresuelo número 7, aunque en esta ocasión se alojaba en el 47 del piso principal, y seria en esa habitación donde fallecería esa misma noche, estando presentes su esposa y algún que otro allegado. De esta triste manera terminaban los días de este modesto diestro.