viernes, 8 de noviembre de 2019

LAS MILICIAS VASCAS ANTIFASCISTAS

Miliciano vasco recargando su fusil polaco en uno de los parapetos de Moncloa, febrero de 1937. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Entre los próximos 21 y 24 de noviembre se van a celebrar las VIII Jornadas de Gefrema en el salón de actos del centro Cultural de los Ejércitos de Gran Vía 13. Serán dos días de conferencias (21 y 22) y dos días de rutas guiadas (23 y 24). Comienzan las conferencias el jueves 21 de noviembre con la presentación del número 36 de la revista Frente de Madrid, y la intervención de Carlos Iriarte Aguirrezabala, quien nos hablará de Las Milicias Vascas Antifascistas en Madrid, una unidad singular compuesta por vascos residentes en Madrid al iniciarse el conflicto, o que llegaron desde otros lugares de España, y que permanecerían en primera línea del frente madrileño prácticamente durante toda la contienda.

Carlos Iriarte ha escrito un extenso y documentado artículo, el central del nuevo número de la revista que se presentará en estas VIII Jornadas, donde los interesados podrán conseguir su ejemplar. Como aperitivo a este artículo Carlos Iriarte nos envía una pequeña colaboración para publicar en Sol y Moscas, con algunas anécdotas y curiosidades de esta unidad y de alguno de sus componentes, que estamos seguros serán del interés de nuestros lectores. Al final del artículo podrán encontrar información de las VIII Jornadas y sobre la revista que se presentará en las mismas.


ANECDOTAS Y VIVENCIAS DE LAS
MILICIAS VASCAS ANTIFASCISTAS


Por Carlos Iriarte Aguirrezabala.

La extensa cobertura mediática que recibieron las Milicias Vascas ha sido una fuente imprescindible para el estudio de su trayectoria, pero también nos ha dejado un extenso anecdotario del que rescatamos aquí algunos ejemplos.

El tono ameno de estos episodios, sin embargo, no disminuye su valor histórico. No tanto por su contenido, sino por la imagen que contribuyeron a crear: un vasco romantizado de intenciones puras, “corazón de niño”, que hacía gala de un valor ingenuo, perfecto para la guerra. Un prototipo de héroe necesario en los tiempos que corrían.

Uno de los casos más conocidos es el del llamado “Rey Mago anarquista”. El 10 de febrero de 1937 la revista Mundo Gráfico publicaba una entrevista a Clemente Famaraza Sandegui, miliciano de las MVA de filiación anarquista, que luchó en el desembarco de Mallorca y llegó a Madrid con la Columna Casanellas, acabando por integrarse en las Milicias Vascas: “¿Qué iba a hacer sino pelear con mis paisanos, corriendo su misma suerte?”

El miliciano donostiarra Clemente Famaraza, que se haría famoso por donar sus ahorros para comprar juguetes para los hijos de los milicianos. (Fotografía Mundo Gráfico 10-2-1937). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Unos días antes de la entrevista, se había presentado ante el comandante Lizárraga, ofreciendo una donación de cuarenta duros con los que comprar juguetes para los hijos de los milicianos. Sus motivaciones se remontaban a su infancia como huérfano: “Muchas veces, en la calle, recuerdo que me quedaba embobado ante los escaparates de juguetería y caminaba detrás de un niño cualquiera que tuviese en sus manos lo que a mí nunca me dieron… Cerca de casa vivían dos chiquillos. El día de Reyes les regalaron un tren maravilloso, que andaba solo por sus raíles, y lo ponían todas las tardes junto a mi puerta, para darme envidia… Aquello, tan trivial, al parecer, me hizo sentir y pensar.”

“Una sonrisa infantil vale medio mundo… Deja que los niños rían. Ellos son los hombres del mañana, y deben crecer lejos de toda amargura, para que tengan un porvenir dichoso, sin recuerdos obscuros, como los míos… ¿Doscientos pesetas? Bien. ¿No vale muchísimo más cualquiera de sus sonrisas? Una fortuna que yo tuviera sería para ellos.”

Varios milicianos se agolpan en torno a este artillero de Lekeitio, famoso por su puntería. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La misma “esencia infantil” salía a relucir unos meses después en un reportaje de Ahora:

“Una chabola, en la que viven marineros vascos, que parece con sus literas de madera un pesquero de Bermeo o Portugalete, y que tiene dentro unos hombres sanos y fuertes que hablan siempre del mar lejano y que cuando señalan a la Casa de Velázquez, dicen “Ya quisiéramos ir navegando hasia adelante”… Un soldado de Ortega que ha inventado la perfecta teoría de los tiros: “El bala no es de temer. Lo que es peligroso es la velosidad del bala”…[sic]”

Más allá de la propaganda, los vascos hicieron honor a su fama de deportistas, enfrentándose durante un festival deportivo a los carabancheleros del batallón Primero de Mayo:

“Al aparecer en la tribuna nuestro querido compañero Ortega, en compañía de los demás jefes: Cardenal, Prada, Barceló, Rodrigo, Rillo, Sansinenea, López-Tovar, Rosales, etc., se le tributó una entusiasta ovación al tiempo que la Banda de la Brigada interpretaba el “Himno de Riego y el “Guernikako Arbola”; dándose a continuación vivas al Teniente Coronel Ortega, a la República, al Ejército Popular y a Euzkadi Azkatuta.
[…]

Se corrieron varias pruebas pedestres. Hubo lanzamiento de disco y distintos juegos olímpicos, bajo la dirección del capitán profesor de gimnasia, Heliodoro Ruiz. Y por último, se jugó un animado partido de fútbol entre los equipos de la Brigada, tercer Batallón (Primero de Mayo) contra el segundo (Milicias Vascas Antifascistas), obteniendo la victoria los muchachos vascos por una mínima diferencia: tres goles contra dos.”

El teniente coronel Ortega (con un ramo de flores) junto al general Miaja (centro con gafas) presidiendo un festival deportivo en el estadio de Chamartin. A la izquierda de la imagen, de espalds a Otega, distinguimos a Santiago Carrillo. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Sin embargo, los miembros del batallón iban mucho más allá de este estereotipo. Militares, artistas plásticos y músicos engrosaron sus filas, y dejaron su impronta. La música destacó especialmente, debido al capitán Sansinenea, barítono de profesión.

Su voz resonaba allá donde iban los vascos, entonando zortzikos como el clásico bilbaíno de “Aquí venimos los barbis”, y protagonizando alguna anécdota:

“Cuando menos se esperaba, un aire vasco cantado con buena voz despertaba a los durmientes haciéndoles reclinarse y llenaba de emoción a centinelas e imaginarias; los mismos enemigos dejaban de disparar, indicando que en las trincheras de enfrente se ponían a la escucha de los muchachos del hoy batallón vasco. Cuentan que en Navalcarnero un andaluz de Riotinto que se acercó a oír zortzicos exclamó: “Ezo eztá mu bien, pero en ahora debía cantá flamenco.” Naturalmente, Sansi no pudo complacerle porque el flamenco no le va ahora.”

Ortega y Sansi junto a otros miembros de las MVA, con las oficinas de la GAL de fondo. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La carrera de nuestro barítono tendría influencia hasta nuestros días, aunque de manera indirecta: fue sin duda quien tuvo la idea de crear un himno de las Milicias Vascas; una composición que tendría una curiosa evolución hasta llegar a nuestros días.

La partitura la llevó a cabo el compositor donostiarra Pablo Sorozábal, con quien Sansi mantenía una estrecha relación: fue Sorozábal quien le lanzó al estrellato al darle el papel del comisario del Soviet Pedro Stakof en su famosa opereta “Katiuska, la mujer rusa” para su estreno en Madrid. En esta obra compartía escenario con Conchita Panadés, con la que se casaría en abril de 1937.

El himno que creó para las Milicias Vascas era una melodía para txistu a la que bautizó “Euzko Indarra” (“Fuerza Vasca”), que al poco tiempo recibió una letra del puño de Sansi.

El compositor Pablo Sorozabal, autor del Himno de las Milicias Vascas, en una foto de 1942. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Por desgracia, la delicada posición política del batallón vasco en la primavera de 1937 tuvo que ver con que el himno no fuese muy utilizado, y Sorozábal continuó su desarrollo por cuenta propia, instrumentándolo y rebautizándolo como “Euzkadi libre”, composición que solo se interpretó en una sola ocasión.

El fin de la guerra y la llegada del franquismo la relegó a un cajón, del que no saldría hasta 1956. Por aquel entonces, la sociedad Ozio-Bide de Deba buscaba una pieza original para la tamborrada de las fiestas locales y Sorozábal, habitual veraneante de la villa, parecía el candidato perfecto para componerla. Así narraba la petición el socio Txema Vitoria: “Un buen día se organizó un marmitako en la Sociedad al que se invitó al Maestro. Nadie se atrevía a proponerle la composición de una pieza para la Tamborrada y, según cuenta José Ignacio Urbieta, a él se le ocurrió preparar para postre, un brazo de gitano, en el que dibujó un pentagrama con unos compases de la zarzuela Katiuska. Sorozábal preguntó por el autor del postre y al ir a cortarlo reconoció las notas y dijo: "iPero esto es mío!". A lo que José Ignacio Urbieta contestó: "Sí, pero a nosotros nos hacen falta unos compases para la Tamborrada". De inmediato contestó el maestro: "yo te los hago". Y así fue como, al año siguiente, 1956, recibimos la "Marcha de Deba" o "Hirugarren Kalez-kale".”

La melodía de la Tamborrada de San Sebastian es una drivación del Himno de las Milicias Vascas que compusiera el maestro Sorozabal para esta unidad durante la guerra. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Esta marcha, sin embargo, no era una composición del todo original, sino que se trataba de una variación de “Euzkadi Libre”. De este modo pasó a ser tocada anualmente en las fiestas de Deba. Pero no sería el último salto de la carrera del viejo himno de las Milicias Vascas: de Deba pasó a ser interpretada en la multitudinaria tamborrada de San Sebastián, que se celebra todos los años el 20 de enero.

Carlos Iriarte Agurrezabala.

REVISTA FRENTE DE MADRID
NÚMERO 36


El próximo jueves 21 de noviembre a las 17:00 horas se presentará en el Centro Cultural de los Ejércitos de Madrid (Gran Vía 13) el número 36 de la revista Frente de Madrid, con una conferencia sobre las Milicias Vascas Antifascistas a cargo de Carlos Iriarte Aguirrezabala, autor del artículo central de la misma. La entrada es libre hasta completar aforo.


VIII JORNADAS DE GEFREMA

Esta conferencia está incluida en las VIII Jornadas de Gefrema. Pueden encontrar información más completa sobre las mismas en las siguientes imágenes:




martes, 5 de noviembre de 2019

RUTA BARRIO SALAMANCA I


El maestro “Licenciado” es sacado a hombros por la cuadrilla de la Agrupación de Comandos Modesto tras su apoteósico triunfo. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

RUTA BARRIO DE SALAMANCA I

Por nuestro enviado especial Florentino Areneros

Clamor, esa es la palabra queridos lectores. Clamor es la palabra que resume la extraordinaria faena que protagonizó el pasado domingo el maestro Javier Egido “Licenciado” lidiando por el barrio de Salamanca, en una soleada mañana que suponía su debut con picadores en el siempre exigente coso madrileño, un territorio vedado en el que solo los más grandes, los únicos, los elegidos, pueden alcanzar la gloria del Olimpo. Y a fe que “Licenciado” lo consiguió con creces.

Poco antes de iniciarse el paseíllo ya se escuchaba en la plaza ese inquietante run-run que precede a las mañanas de gloria. En los tendidos, que presentaban un lleno de no hay billetes, se encontraba la flor y nata del Gefrema, los auténticos guardianes del tarro de las esencias del noble arte de la guerracivilmaquia. Y allí también, emboscado bajo un sombrero innombrable, en barrera del tendido del 7, se encontraba un conocido crítico taurino de voz de trueno del que prefiero no mencionar su nombre, quien por fortuna, seguramente debido a la cercanía de los alguacilillos y el servicio de orden, guardó la compostura a lo largo del festejo.

Una imagen del paseíllo, en la que vemos a “Licenciado” (en el centro de la imagen) desmonterado al ser la primera vez que lidiaba en este coso. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Sonaron timbales y clarines, se abrieron las puertas del patio de caballos, y allí apareció “Licenciado”, con un elegante terno oliva y oro que estrenaba para la ocasión, y desmonterado como mandan la tradición y el reglamento al ser la primera vez que lidiaba en esta plaza. Tras el maestro, su inigualable cuadrilla del Arte de la benemérita Agrupación de Comandos Modesto, encabezada por "Modesto" quien lucía un elegante traje de luces en tabaco y plata. A continuación el siempre eficiente en la lidia "Merengón", junto al varilarguero "Espoleta", con un revolucionario castoreño sobre su cabeza recién traído de La Habana. Cerraba el paseillo "Jáñez", el fiel mozo de espadas del maestro, al que asistió con gran acierto durante toda la lidia, realizando con presteza los necesarios cambios de trastos. He dejado para el final al inigualable "Moncloveño" y su ronaldea figura, coronada por una tupida y poblada cabellera rubia, dicen los entendidos que sus abdominales sirvieron de modelo al molde de las tabletas de la Campana de Elgorriaga, no nos extraña que la prensa del corazón no se canse de atribuirle romances con las más cotizadas actrices y modelos del momento. Pues bien amigos lectores, "Moncloveño", el indiscutible número uno del escalafón, el hombre que lo ha alcanzado todo en el mundo de la guerracivilmaquia, el diestro que cuenta sus faenas por puertas grandes, en un gesto de humildad que le honra, decidió actuar como subalterno de "Licenciado" y formar parte de su cuadrilla. Ahí es donde se ve a los grandes hombres: en los detalles.

“Moncloveño” durante un momento de la faena. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Pero volvamos a la monumental mañana que protagonizó Javier Egido "Licenciado", con toros del hierro del Marqués de Salamanca. Comenzó su faena fijando los terrenos, como mandan los cánones, mostrando a los asistentes la historia del barrio, su origen y evolución hasta nuestros días. Seguidamente situó al morlaco en suerte en la misma plaza de la Cibeles, antes de Plaza de Castelar, protagonizando “Licenciado” un temerario desplante rodilla en tierra mirando al tendido y citando de espaldas, con total desprecio de su integridad física. El valor de este joven diestro no tiene parangón, es algo inigualable.

A estas alturas del festejo los asistentes ya asistían extasiados a las evoluciones del maestro, que seguía parando, templando y mandando. Los olés de los aficionados retumbaban por el paseo del Prado, mientras algunos de los presentes pedían a su vecino de asiento que le pellizcara para asegurarse que no estaba soñando, y que era real y no fruto de un encantamiento, los singulares portentos que estaban viendo sus ojos.

Haga clic en la imagen para ir a la página de Madrid en Guerra.


Uno de los momentos más intensos de la mañana se produjo en la calle Montalban. Un viento huracanado se levantó en medio de la arriesgada faena que el maestro estaba realizando a un astifino burel de nombre SIM, negro bragao meano y con 640 kilos en romana. Los buenos aficionados ya conocen el peligro de estas ráfagas imprevistas que dejan descubierto al diestro al desarbolarle el engaño, cuantas terribles cogidas han nacido a raíz de una ventolera. Pero “Licenciado” de nuevo dio muestras de un extraordinario temple domeñando a los elementos, para lo que contó con la inestimable ayuda de “Modesto” con el capote. Superado el peligro, prosiguió su faena el maestro conduciendo la lidia por diferentes lugares cargados de historia relacionada con la Guerra Civil.

El toro SIM, de la ganadería del Marqués de Salamanca, 640 kilos, negro bragao meano, marcado con el número 666, que fue lidiado en segundo lugar y que a punto estuvo de dar un susto al maestro. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Hizo una larga parada junto a la Puerta de Alcalá, donde recordó a los asistentes que allí se alzaba la primigenia plaza de toros de Madrid que pintara Goya. A continuación entramos en terrenos del barrio de Salamanca propiamente dicho, donde el maestro fue desgranando magistrales pases por la cantidad de rincones del barrio que esconden entre sus paredes secretos, historias y anécdotas, e historia, mucha historia. Visitamos la Alianza de Intelectuales Antifascistas, que dirigiera ese gran taurino que fue José Bergamín, la sede del PCE en Serrano, la “vaquería” de los Garrigues-Walker, la casa de Azaña, y un largo etcétera. Destacar que la mayoría de la faena de “Licenciado” la hizo con la mano izquierda, al natural, con la “mano de los billetes” que diría el añorado Joaquín Vidal, algo poco habitual en estos tiempos que corren en que los diestros abusan del derechazo y utilizan ciclópeas muletas.

El maestro hizo una parada técnica en la Plaza de Colón, junto a lo que fue la Casa de la Moneda, mientras se regaba la plaza. Prosiguiendo a continuación por otros edificios emblemáticos, como la embajada Alemana o el ABC. Finalizando su lidia con un extraordinario volapié en todo lo alto en el Museo de Escultura al Aire Libre, un lugar cargado de historia al encontrarse sobre lo que antes era conocido como la calle de la Ese, y que alberga una extraordinaria colección de piezas de algunos de los mejores artistas españoles del pasado siglo, muchos de ellos relacionados con la Republica y la Guerra Civil, con biografías en algunos casos más que interesantes, como se encargó de desgranar el maestro.

La petición de trofeos fue unánime y clamorosa en toda la plaza al finalizar el festejo. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

No había terminado todavía su faena “Licenciado” cuando ya los tendidos estaban poblados de pañuelos pidiendo los máximos trofeos para el maestro, que blandían un público, algunos con lágrimas en los ojos, completamente entregado y enfervorecido tras haber contemplado una de las más memorables faenas que se recuerdan en los últimos años. Dos fornidos mozos, saltaron al albero y alzaron en hombros al maestro y seguidamente lo sacaron entre una clamorosa ovación por la Puerta Grande de la plaza. Los buenos aficionados cuentan ya las horas que faltan para la nueva aparición del maestro en este coso salmantino, con la segunda parte del recorrido por este emblemático barrio madrileño, en la que “Licenciado” ha prometido encerrase nuevamente en solitario con los morlacos que le echen, para regalarnos otra inolvidable mañana de gloria.

QUE SUENE EL PASODOBLE: