miércoles, 14 de julio de 2021

EL SABOTAJE DEL TREN DE LA ROBLA (1936)

Locomotora “El Ebro” nº 28, arrastrando un carbonero en Mataporquera. Fotografía Elabuelodormido.(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
EL SABOTAJE DEL TREN
DE LA ROBLA (1936)
Por Florentino Areneros.

En 1890 un grupo de industriales e inversores, casi todos del País Vasco, crean una empresa para construir un ferrocarril que una las cuencas mineras de la montaña de León, ricas en carbón de calidad, con Vizcaya, donde se ubicaba una potente industria siderúrgica en crecimiento, era el nacimiento del “Ferrocarril hullero de la Robla a Valmaseda”. El incesante aumento del precio del carbón británico, principal abastecedor hasta la fecha de carbón a la siderurgia vizcaína (los barcos salían cargado de mineral de hierro de las minas vascas hacia el Reino Unido, y regresaban cargados de carbón de las islas), obligó a buscar nuevos proveedores, que encontraron en el “traspaís”, concretamente en los valles cantábricos del Macizo Central la provincia de León. El principal inconveniente evidentemente era como hacer llegar el preciado mineral hasta las industrias, lo que requería la construcción de una gran infraestructura, que evidentemente tendría un elevado coste. Tras estudiar la viabilidad del proyecto finalmente este grupo de empresarios se lanzó a la aventura, hay que señalar que con sus 284 kilómetros en el momento de su inauguración, que cubría entre La Robla (León) y Valmaseda (Vizcaya), era la línea de ancho métrico, o vía estrecha, más larga de toda Europa Occidental, y aún más cuando extendió sus líneas desde Valmaseda a Luchana y de Matallana a León, alcanzando una longitud total de 344 kilómetros. Para rentabilizar aún más la inversión en el ferrocarril, la mayoría de grandes accionistas de la sociedad también se harían con las concesiones de un buen número de minas de carbón a lo largo del recorrido de la nueva línea.

La Sociedad Carbonifera de Matallana constituida en 1889 se haría con las concesiones de las minas de la explotación minera en la zona de Matallana y La Valcueva se desarrolla en varias concesiones, algunas de estas eran: "Casualidad", "Pepita", "Tomasito", "Presentación", "Chomin", "La Bilbaína" y "Capriles". No deja de llamar la atención la gran cantidad de explotaciones mineras que se podían encontrar en la mayoría de los pueblos de la comarca, un pasado minero del que hoy apenas se guarda recuerdo en muchos de ellos.

Imagen de una locomotora del tren hullero de La Robla en sus primeros años de funcionamiento. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El ferrocarril comenzaría a funcionar en1894, uniendo los valles leoneses, y el también minero norte palentino con las industrias de la ría de Bilbao, y así continuaría sin mayores novedades hasta el verano de 1936 cuando se produjo el golpe militar de julio que desencadenaría la Guerra Civil. La región quedaría dividida entre ambos contendientes y en algunos punto la línea que describía el tren hullero se convertiría en un referente medianamente definido entre ellos, ocupando las localidades de la línea y al sur de la misma los sublevados, y al norte, en el comienzo de las estribaciones montañosas los leales republicanos, como ocurrió durante algún tiempo en la zona de la Vecilla y el valle del Curueño.

En el extraordinario libro “La Maginot Cantábrica”, un minucioso y detallado trabajo firmado por Luis Aurelio González Prieto, Loli Palomares y José Luis Argüelles, que nos permite realizar más de 50 rutas visitando los frentes y vestigios arqueológicos que se conservan de la guerra en Asturias y León, también encontramos unas precisas reseñas históricas que nos permiten conocer los principales acontecimientos y hechos de armas que se produjeron en la zona, algunos de los cuales reproducimos a continuación.

Portada del libro “La Maginot Cantábrica”publicado por editorial Desnivel, donde encontramos rutas temáticas y la historia de la Guerra Civil en la zona asturleonesa, parte de la cual extractamos en este artículo. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En julio de 1936 la guarnición de León al mando del general Bosch no se sublevó hasta que una nutrida columna minera procedente de Asturias no partió hacia Madrid desde León. A continuación tomarían la ciudad, intentando controlar el sector norte de la provincia, donde se encontraban los importantes núcleos mineros de Villablino, Santa Lucía y Sabero. El 26 de julio una columna sublevada compuesta por militares, Guardia Civil y de Asalto partió desde León hacia Cistierna, otra importante localidad minera, dirigiéndose también hacia Boñar, llegando su punto máximo de avance hasta Puente Almuhey. Tanto Cistierna, como Boñar o Puente Almuhey eran localidades por donde pasaba la línea del tren hullero de la Robla. Otra columna partiría también ese mismo día desde Palencia ocupando Guardo, una localidad minera del norte palentino y con una estación de importancia en el trazado hullero hacia Bilbao. Ya el 31 de julio, tres columnas al mando del coronel Vicente Lafuente saldrían de León para ocupar toda la zona que va de La Magdalena a La Vecilla, incluyendo La Robla y Matallana de Torío, como podemos comprobar nuevamente el trazado del ferrocarril sirve de referencia en el avance. A principios de agosto un contraataque republicano les permitiría recuperar Cistierna y La Vecilla, que serían recuperadas definitivamente por los sublevados el 3 y el 5 de agosto respectivamente. Las operaciones continuarían a lo largo de todo el mes en el norte de la provincia, consolidando los golpistas el control de grande áreas, principalmente en las poblaciones de los valles, quedando las zonas más escarpadas en poder de las fuerzas republicanas. El 26 de agosto los partidos políticos leales a la República crearon en Busdongo el Comité Provincial de Milicias Antifascistas, con el fin de coordinar a los grupos milicianos que luchaban en toda la comarca.

Puente de ferrocarril volado en las cercanías de la localidad leonesa de Pola de Gordon. (FOTO BNE).(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En octubre de 1936 y una vez alcanzada cierta estabilización en los frentes de la zona, el Estado Mayor republicano centra sus esfuerzos en la toma de Oviedo, una incómoda bolsa de resistencia en el corazón de Asturias al mando del general (entonces coronel) Aranda, que a su vez tiene un gran valor simbólico para ambos contendientes, con cierta similitud al Alcázar de Toledo, aunque Oviedo se encuentra conectado con la zona sublevada desde el 17 de octubre gracias al corredor de Grado, abierto por las columnas gallegas del ejército franquista. Para facilitar la ofensiva sobre Oviedo, y fijar fuerzas enemigas que pudieran acudir en ayuda de la capital, las fuerzas republicanas inician ofensivas en otras zonas de la cordillera a partir de esa fecha. Los enfrentamientos se sucederían en los meses siguientes, incluyendo una ataque fracasado sobre La Robla, destacando algunas acciones como la llevada a cabo en enero de 1937 por el Batallón Asturias 38 “Pontón”, al mando del mayor de milicias Sánchez Noriega, “El Coritu”, sobre el valle de Valdeón en pleno corazón de los Picos de Europa.

Entrada al café bar “El Elegante” en la zona de Aralla. (FOTO BNE). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Volviendo a la zona que nos ocupa, el 9 de enero de 1937 unidades del Batallón 50 “Iskra”, al mando de Julio Fernández Flores avanzaron por el valle del Curueño ocupando el balneario de Caldas de Nocedo y el mismo pueblo. A mediados de enero continuaba la presión sobre La Vecilla y Valdepiélago, llegando a cortar la línea ferroviaria de La Robla. También se iniciaría un ataque sobre el sector de Matallana del Torío y Vegacervera, ocupando la aldea de Orzanaga. El crudo invierno detendría las operaciones, fijando los republicanos sus líneas y principales defensas en los puertos que separan las dos vertientes. En la actualidad todavía se conservan dos posiciones para arma automática construidas por las fuerzas republicanas en lo alto de ambos lados del desfiladero en el que se encuentra el balneario, lamentablemente abandonado y en avanzado estado de ruina. El 9 de Abril fuerzas del republicano Batallón 6, antiguo CNT nº1 al mando de Laurentino Tejerina Marcos, iniciaron una ofensiva en el sector de Correcillas, y sus hombres tomaron el Cueto Salón y llegaron a establecer posiciones en Peña Morquera, a cuatro kilómetros de La Vecilla y justo encima de Valdepiélago. Estas posiciones han sido recuperadas y señalizadas y hoy se pueden visitar en una ruta que parte desde la entrada al pueblo de la Mata de la Bérbula, o La Matica, como se la conoce también en la comarca.

Ruta guiada por las posiciones republicanas de Peña Morquera, en la cercanías de las localidades de la Mata de la Bérbula y Valdepiélago. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Tras los sucesivos fracasos de las fuerzas franquistas por tomar Madrid, que culminarían con el desastre de sus aliados italianos en la Batalla de Guadalajara, el general Franco decide trasladar el principal esfuerzo bélico al norte, donde la zona cantábrica se encuentra aislada del resto de la zona republicana. A comienzos de abril se inicia la ofensiva sobre Vizcaya, lo que obliga al traslado de cuatro brigadas asturianas al frente vasco, impidiendo la prevista ofensiva que el general republicano Llano de la Encomienda tenía planificada para finales de abril sobre el frente leones.

El 13 de mayo de 1937 las fuerzas republicanas inician una gran operación en esta zona del frente leones, el objetivo era aliviar la presión de las fuerzas de Mola en su ofensiva sobre Vizcaya. Los batallones republicanos 267, 241, 211 y el 227 conocido como “Mártires de Carbayín” lanzan una gran ofensiva en la zona de Lillo, en el valle del Porma, tomando el pueblo de Cofiñal, llegando a las afueras de Puebla de Lillo, ocupando también el estratégico Pico del Águila. También partiendo de las zona de Sierro negro y el collado de Arintero en el vecino valle del Curueño, se atacan las localidades de Oville y Vegamian, esta última hoy bajo las aguas del pantano del Porma, cortando la carretera que unía Boñar con Lillo. La ofensiva también tendrá éxito en otras zonas cercanas.

Aspecto de la localidad minera de Santa Lucia tras los combates. (FOTO BNE). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La reacción franquista no se hizo esperar, la situación era crítica para las tropas del comandante Jesús Freijó del Tiego que habían quedado aisladas en Lillo. En su ayuda se envió una potente columna al mando del teniente coronel Carlos Gómez de Avellaneda, formada por el 7º Tabor de Regulares de Larache y la Mehala de Gomara, tropas mercenarias marroquíes del Ejército de África, que restablecerían las comunicaciones y recuperarían el Pico del Águila. Posteriormente se unirían a esta fuerzas las banderas de Falange de León y Lugo, apoyadas por la aviación, que atacarían por Peña Ubina, defendida por los republicanos del batallón 220 (Gordon Ordax) que tuvo que realizar una precipitada retirada, por lo que sería conocido por el resto de batallones a partir de ese momento, y no sin cierta sorna, como “Recula”. La entrada en combate de los batallones republicanos 224 y 206 conseguiría detener el contraataque de los sublevados. Posteriormente se producirían nuevos ataques republicanos en este frente, a destacar los realizados por la 17 Brigada de El Coritu, que no sufriría grandes variaciones hasta la ofensiva final de septiembre y octubre. Pese al tremendo esfuerzo y sacrificio de las fuerzas asturleonesas no se conseguiría evitar la caída de Vizcaya en manos de los franquistas.

Tropas franquistas avanzan por la montaña leonesa en su avance hacia Asturias. (FOTO BNE). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Lamentablemente para la suerte de los defensores de Asturias y León, este esfuerzo no tendría reciprocidad, y tendrían que contemplar meses después, en agosto de 1937, como las brigadas del Ejército Vasco (Eusko Gudarostea) controlado por el PNV dejaban de combatir a su lado y se rendían ante las tropas italianas aliadas del general Franco, abandonando a sus hasta entonces compañeros de armas del Frente Norte a su suerte. Para todos los interesados en conocer más en profundidad los hechos bélicos que tuvieron lugar en este frente, recomendamos nuevamente la lectura del extraordinario libro “La Maginot Cantábrica”, de donde hemos extraído el pequeño resumen anterior sobre la zona que nos ocupa.

Pero volvamos ahora al ferrocarril de La Robla. En el fondo fotográfico de la Biblioteca Nacional de España hemos encontrado dos fotografías fechadas el 20 de diciembre de 1936 donde vemos dos locomotoras descarriladas del Tren Hullero, la imagen estaría tomada en el tramo entre Matallana y La Vecilla.

Anverso y reverso de la fotografía en la que podemos comprobar el sabotaje sufrido por el tren Hullerro de La Robla el 20 de diciembre de 1936 que hizo descarrilar un convoy. (FOTOS BNE). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Como hemos visto en el resumen anterior, hasta enero de 1937 las fuerzas republicanas no se establecerían en las proximidades de Valdepiélago y La Vecilla, fijando posiciones en Peña Morquera, que hoy son visitables y están señalizadas, en abril del 37. Las fotos del sabotaje del ferrocarril nos dan fe de la existencia de la anterior actividad guerrillera en este frente, seguramente un tema por estudiar y documentar, una actividad que continuaría tras la caída definitiva del Frente Norte, y también una vez finalizada la guerra con la aparición del maquis, que en esta comarca tuvo una fuerte implantación.

Detalle de los desperfectos provocados en las vías que provocaron el descarrilamiento. (FOTOS BNE). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Y hasta aquí este pequeño recorrido por lo que fue la guerra en esta comarca, queda mucho por conocer y estudiar todavía, pero seguro que poco a poco se irán conociendo nuevas aportaciones y documentación, así como la divulgación del importante patrimonio arqueológico que se conserva en la zona. Este año no tengo fácil moverme, pero espero que pronto y con el libro de “La Maginot Cantábrica” pueda conocer muchos más lugares de esta zona privilegiada y la historia que encierran.

Florentino Areneros.
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