Fotografía de Albert Louis Deschamps tomada a las pocas horas de la entrada de las tropes de Franco en Madrid a finales de Marzo de 1939. En la imagen vemos el viaducto de cantarranas o de los Quince Ojos, una de las estructuras que Eduardo Torroja construyó en la Ciudad Universitaria antes de la guerra. En primer plano observamos dos cadáveres que debieron quedar en tierra de nadie durante los combates y que serían recogidos al finalizar la guerra. (Clic en cualquiera de las imágenes de esta crónica para verla ampliada).
LOS VIADUCTOS DE LA UNIVERSITARIA Y EDUARDO TORROJA
Tras el clamoroso éxito de crítica y público de nuestra anterior crónica centrada en la Plaza de la Moncloa y la Cárcel Modelo allí ubicada, vamos a continuar por la misma linea y en esta ocasión realizaremos una crónica sobre los viaductos que podíamos encontrar en la Ciudad Universitaria de Madrid cuando toda la zona se convirtió en un terrible campo de batalla.
La idea surgió a partir de un hilo de ese inigualable Sanedrín sobre la historia de Madrid que es el Foro del Viejo Madrid, que dirigen con inigualable maestría e inconmensurable temple dirigen esas dos auténticas primeras damas de la historiografía matritense que son María Isabel Gea “Mayrit” y Anne Barcat “Maya”, a las que desde aquí, al igual que al resto de participantes en ese incomparable foro (Mary Fely, Rafa, Arancetano, Pepcor, y otros muchos más), queremos hacerles llegar nuestro sincero agradecimiento por compartir generosamente sus conocimientos con el resto de personas que nos asomamos a esa singular corrala.
En un hilo de aquel Foro se mencionaba el viaducto del tranvía sobre la Avenida de los Reyes Católicos, construido posteriormente a la guerra, y por extensión se habló también de los otros viaductos que se pueden encontrar en la Ciudad Universitaria. Todos ellos aparecen en diferentes fotografías que de aquel conflicto se conservan, por lo que nos hemos decidido a mostrárselas en formato de una crónica que esperamos sea de su agrado.
El ingeniero español Eduardo Torroja Miret (1899-1961).
Todas estas construcciones son obra de una misma persona, el ingeniero de caminos Eduardo Torroja Miret, toda una autoridad a nivel mundial en las construcciones y estructuras con hormigón armado, cuya figura y obra todavía se estudian en la gran mayoría de las universidades de todo el mundo. Fue creador de un buen número de obras de ingeniería, algunas muy adelantadas a su tiempo, acumulando méritos suficientes a lo largo de su fructífera carrera para que una vez fallecido le fuera concedido el título de Marqués de Torroja. En Madrid, además de las estructuras que conoceremos hoy, tal vez su obra más destacada que se conserva sea la cubierta del Hipódromo de la Zarzuela, una estructura innovadora para su época que resistió milagrosamente a la Guerra Civil, algo que no ocurrió con otra de sus obras punteras en la capital: el desaparecido Frontón Recoletos. Aunque por azares del destino tal vez sea más conocido del gran público por ser el abuelo de la cantante de Mecano, Ana Torroja, que por su labor como ingeniero. Esto último que les comento es algo empírico, si tras leer esta crónica alguno de ustedes decide ir a visitar alguno de estos viaductos y van en compañía de otra persona, cuando le digan que es una obra de Eduardo Torroja, un gran ingeniero del pasado siglo, asentirá como quien no quiere la cosa, pero si a continuación apostillan que se trata del abuelo de la cantante de Mecano, se le encenderá el rostro con expresión de asombro acompañado de un sonoro: ¿qué me dices?, y entonces su acompañante se interesará mucho más por el puente. Como les digo está comprobado empíricamente.
Un joven miliciano posa para el fotógrafo en el Hipódromo de la Zarzuela. Tras él distinguimos la cubierta de las gradas diseñadas por Torroja con un novedoso e innovador tratamiento de las posibilidades del hormigón armado.
Empezamos nuestro recorrido justo donde se desarrollaba nuestra anterior crónica, y nos detenemos el la intersección de la Avenida de los Reyes Católicos (la que baja desde la Plaza de Cristo Rey hasta el Arco del Triunfo) con la Avenida del Arco de la Victoria (carretera de La Coruña), y contemplamos un elegante puente que salva la Avenida construido en su momento para facilitar el paso del tranvía que se dirigía hacia las facultades. En el Foro del Viejo Madrid hubo un pequeño debate sobre la autoría de esta estructura, ya que existen referencias que atribuyen la autoría tanto a Torroja como al también Ingeniero José Torán. Posiblemente se trate de una obra conjunta, aunque seguimos tratando de encontrar la respuesta. Así mismo les agradeceríamos cualquier dato que nos puedan facilitar sobre el origen de esta singular estructura.
El viaducto del tranvía sobre la Avda. de los Reyes Católicos, es una obra realizada posteriormente a la finalización de la guerra cuyo diseño se atribuye a Torroja.
Este viaducto no existía durante la guerra, pero por proximidad geográfica y por ser muy posiblemente obra también de Torroja, hemos considerado oportuno el mencionarlo en esta relación, y aunque evidentemente no podemos tener fotografías del mismo durante la guerra, si que tenemos alguna donde podemos apreciar como se encontraba el lugar durante la misma. Sin embargo si que es interesante mencionar este punto durante la guerra, ya que lo que ahora es la Avda. de los Reyes Católicos era la divisoria entre ambos bandos, separados escasamente por unas decenas de metros. A un lado las fuerzas franquistas situadas en el Instituto del Cáncer, el Instituto Rubio y el Clinico. Al otro, parapetados en el antiguo Rectorado y los edificios de Isaac Peral y la Plaza de la Moncloa, los republicanos. Una situación que se mantendría desde noviembre de 1936 hasta marzo de 1939.
Fotografía de Deschamps tomada al finalizar la guerra, donde se distingue el lugar por donde posteriormente se trazaría la Avda. de los Reyes Católicos.
Otra toma de la zona de la carretera de La Coruña, con la futura Avda. de los Reyes Católicos perpendicular a esta por su derecha. La fotografía fue tomada posiblemente desde el colegio Galdós (ver crónica anterior) en zona republicana, entre los edificios del fondo distinguimos (de Izda. a Dcha.) el Instituto de Higiene, Escuela de Arquitectura, Casa Velázquez, Instituto del Cáncer, todo ellos en zona franquista. (clic en la imagen para verla ampliada).
Descendemos posteriormente hasta el complejo deportivo que encontramos entre las calles de Obispo Trejo, Martín Fierro y Juan de Herrera. Entre el campo de Rugby y el de Fútbol encontramos una ancha vía peatonal, bajo la cual se localizan en la actualidad los vestuarios y otras dependencias de estas instalaciones deportivas. En realidad se trata de un antiguo viaducto diseñado por Torroja, que el mismo describe de esta manera: “Aparte de estas obras que por su tamaño pueden considerarse como las principales (se refiere el autor a los viaductos de Cantarranas y del Aire que veremos más adelante), ha sido necesario construir también un viaducto de menor importancia sobre la vaguada actualmente destinada a campo de deportes, para unir la zona residencial con la zona docente; este viaducto está formado por tramos aislados de hormigón armado, formados por cuatro nervios longitudinales, unidos por le tablero que forma su cabeza de compresión en la forma corriente de viga “pi” múltiple.”...” Como es corriente en este tipo de viaducto, el andén forma un amplio voladizo por fuera de los nervios exteriores, y la obra toda acusa la rigidez sencilla de su estructura, armonizando sus líneas rectas y horizontales con las de los campos de juego, entre los que las pilastras exentas permiten la máxima visibilidad”.
Los campos de deportes de la calle Doctor Trejo, en primer término el actual campo de fútbol y a la izquierda el viaducto de los Deportes. Al fondo se distingue un conjunto de residencias estudiantiles y la Fundación del Amo, primera línea franquista sobre la Avda. Séneca. (Fotogafía Deschamps)
Este viaducto quedaría tras las líneas franquistas, entre la escuela de Arquitectura y la Avenida de Séneca, lugar donde se encontraban el Instituto de Higiene, la Fundación del Amo y los algunos edificios de residencias de estudiantes, primera línea solo superada por los avanzados fortines del Parque del Oeste situados sobre las pendientes del arroyo de San Bernardino, a escasos metros de las líneas republicanas.
Otra imagen de los campos de deporte del año 1945 donde observamos que se ha edificado bajo el viaducto para aprovechar el espacio.
Junto a estos campos de deportes, bajo la confluencia de las calles Juan de Herrera y Martín Fierro se encuentra otra estructura diseñada por Torroja, que ya existía durante la contienda, se trata de la Estación del Estadio, construida para dar servicio a las personas que se desplazaran hasta el gran estadio que estaba previsto construir aproximadamente donde ahora se encuentra el estadio del INEF. Volvamos a las palabras de Torroja: “…encontramos también en forma de paso inferior de mayor importancia, la estación del Estadio, que ha de dar acceso a todo el publico que vaya en tranvía. En esta estación y teniendo en cuenta las grandes aglomeraciones que se han de producir, el proyecto ha venido obligado por la necesidad de evitar en absoluto los encuentros mutuos entre el tranvía, los peatones y el tráfico automóvil.
Una fotografía de la estación subterranea de tranvías del Estadio, que en la actualidad es utilizada como almacén.
Como el Estadio tiene otras vías de circunvalación de coches, el servicio más cómodo y seguro, tanto a las horas de entrada a los espectáculos como a las de salida, ha de consistir en polarizar la circulación de automóviles en la vía principal, alcanzando de este modo con facilidad los coches a una gran parte del perímetro del Estadio, y para evitar que los peatones que bajan por la vía principal tengan que cruzar la calzada para llegar a la puerta del estadio o al andén de contorno del mismo, al que dan acceso las puertas secundarias, ha sido necesario establecer una circulación interior, bajando los peatones por escalera a la estación y saliendo de esta directamente al andén de la puerta central por medio de una amplia rampa situada entra las dos ramas de bifurcación de la calzada; de este modo, los peatones se juntan en la estación con los que bajan del tranvía siguiendo todos la misma dirección.
La amplitud del andén permite el movimiento y la espera cómoda de los coches. La circulación de tranvías se cambiará de mano, yendo por la derecha a la salida y por la izquierda a la entrada, con objeto de que los peatones bajen siempre por el andén del lado del Estadio, que es, como decimos, el que tiene gran amplitud.
Para hacer más rápido el embarco del público a la salida, se ha dejado extensión de terreno a propósito para un abanico de dos o tres vías a la vista de la estación, con objeto de tener coches preparados”. Como vemos no se le escapaba detalle a Torroja, aparte de las características constructivas, a la hora de diseñar para alcanzar la mayor funcionalidad de la estación.
Otra toma de la estación del Estadio tomada antes de la guerra.
La estación por sus características (subterránea con cubierta de hormigón) tuvo que tener también utilidad durante la guerra, y todo apunta a que era en este lugar donde se ubicaba el hospital de primeros auxilios para las fuerzas de la cuña de la Universitaria. Sería en este hospital donde se realizarían las curas de urgencia a los heridos y proceder a su estabilización, antes de ser trasladados a la zona de retaguardia cruzando el río por la Pasarela de la Muerte, algo que dada su peligrosidad tenía que ser realizado de noche.
Plano de trincheras en la zona de la Universitaria de los fondos de Archivo General Militar de Avila, recogido en el excelente trabajo que Juan Antonio González Cárceles realizó sobre la “RECUPERACION DEL PALACETE DE LA MONCLOA”.(HAGA CLIC AQUÍ PARA IR AL TRABAJO).
Las diferentes estructuras que podemos encontrar en el plano: 1.- Deportes, 2.- Estadio, 3.- Cantarranas, 4.- Palacete, 5.- Puente del Aire.
Continuando por la calle Modesto López Otero llegamos hasta lo que queda del Viaducto de Cantarranas o de los Quince Ojos, construido para salvar el paso de la actual carretera de La Coruña sobre el arroyo de Cantarranas. Esta carretera estaba pensada para soportar el tránsito de un elevado número de vehículos: “por ser una de las principales salidas de Madrid y por el enorme tráfico que ha de soportar, se proyecta con anchura suficiente para dos calzadas de tráfico lento en cada sentido y dos de tráfico rápido, cuyo establecimiento exige naturalmente, la supresión de todo cruzamiento o paso a nivel”. El viaducto de Cantarranas, sería uno de los tres pasos inferiores sobre la carretera de La Coruña o Avda. Puerta de Hierro que construyó Torroja, este es el de mayor tamaño, ya que tenía que sortear toda la anchura y altura de la vaguada del arroyo, que como podemos apreciar en la fotografías eran de una dimensión considerable.
El viaducto de Cantarranas fotografiado posiblemente desde la Facultad de Filosofía. Al fondo la Escuela de Agrónomos (i) y la Casa Velázquez (d), ambas, al igual que el viaducto, en zona nacionalista.
Durante la guerra el viaducto servía de límite entre las fuerzas franquistas, que utilizaban el terraplen como parapeto, y las republicanas, que hostigaban esta zona desde sus posiciones en las facultades médicas y en el muro de contención a los pies de estas, diseñado también por Torroja. Entre esos dos puntos, bastantes cercanos desde el punto de vista militar, quedó una tierra de nadie donde tuvieron que quedar los cuerpos de combatientes que no pudieron ser rescatados, como podemos ver en la fotografías de la colección Deschamps. Incluso hace unos pocos años aparecieron restos humanos al realizar unas obras en las instalaciones deportivas de Cantarranas.
Otra fotografía del viaducto de Cantarranas, bajo cuyos arcos tres autobuses de servicio urbano de dos plantas permanecerían durante toda la guerra.
Trincheras que conectaban la Casa Velázquez con el viaducto.(Foto Deschamps).
Lamentablemente la belleza y elegancia de esta estructura se ha perdido en la actualidad, ya que por un lado la vaguada ha sido rellenada y por otro lado de los “quince ojos” ya solo se conservan dos, al haber sido tapiados el resto para convertirlos en almacenes. Si observamos la estructura del viaducto podemos apreciar infinidad de impactos en toda su superficie, lo que nos da una muestra de la intensidad de los combates que tuvieron lugar en este punto. En algunos puntos el estado de conservación es lamentable, en algunos puntos se comienza a ver la ferralla del hormigón que comienza a deteriorarse, en gran medida provocado por las abundantes filtraciones. Esperemos que cuando se repare toda la estructura se respeten las “cicatrices” en forma de impactos, excepcional documento de nuestra historia reciente. Yo me pregunto ¿a quién hoy en día se le ocurriría arreglar los impactos de la Puerta de Alcalá, testimonio mudo de los enfrentamientos con las tropas de Napoleón?, la respuesta seguramente sería: “a nadie”.
Imagen actual del viaducto donde 13 de sus 15 arcos han sido convertidos en almacenes. En la estructura se aprecian numerosos impactos, testigos de los intensos combates en la zona.
Si continuamos alejandonos de Madrid por la misma vía, nos encontramos con otro viaducto de Torroja, este construido para permitir el paso al Palacete de la Moncloa. Este es el más modesto de los tres, ya que solo permite la circulación de un vehículo en cada sentido. Durante la guerra, al igual que el anterior, el terraplen servía de parapeto a las avanzadillas del Ejercito de Franco, que tenían aproximadamente en este punto de la carretera el límite de sus posiciones, pasando a partir de aquí a una zona controlada por los republicanos que mantenía el control de la carretera hasta coronar la Cuesta de las Perdices, en la ya archiconocida Casa Camorra (gracias al Foro de Gefrema) en lo alto de la Cuesta de las Perdices.
El viaducto que originariamente daba acceso al Palacete de la Moncloa fotografiado en la actualidad.
Fotografía donde se distingue a un tanque T26 republicano sobre la carretera de La Coruña, en el mismo lugar que aparece en la foto anterior.
Seguimos alejándonos de Madrid hasta llegar al viaducto de la Fuente de las Damas, diseñado también como estación de tranvías, lugar donde se encontraba esta famosa y popular fuente, desgraciadamente desaparecida en la actualidad. Es bastante más ancho que el anterior (30 metros) para una longitud de 50, por ello presenta una serie de columnas en el medio. Durante la guerra este puente fue utilizado también como hospital por las fuerzas republicanas durante la que fue conocida como Operación Garabitas en abril de 1937. Javier M. Calvo Martínez recogió en su insuperable blog “Frente de Batalla” el testimonio de Ramón Parra Quevedo, un combatiente republicano de la 69 Brigada Mixta que me tomo la libertad de reproducir aquí, aunque les recomiendo si son ustedes aficionados a la guerracivilmaquia con mayúsculas la lectura completa de esta entrada, así como todas las de este blog, un auténtico Cossio digitalizado, escrito por uno de los grandes maestros consagrados, de lo que fue la guerra en la zona de la carretera de La Coruña.
La estación de tranvías de Fuente de las Damas bajo la carretera de La Coruña. Fotografía de antes de la guerra.
Instantanea de la estación de Fuente de las Damas antes de ser restaurada hace breves fechas, donde se apreciaban múltiples impactos testigos de los combates, los cuales han desaparecido tras remozar toda la estructura.
“Antes de llegar a Puerta de Hierro había un puente en construcción, que por encima pasaba una amplia avenida y por debajo tenía una anchura de 20 metros por más del doble de largo, ya que allí había en las camillas más de cien heridos y otros tantos semisentados. Supongo que entre los que estaban en camillas habría muertos y los camiones y ambulancias con muertos y heridos no dejaban de cargar.
Aquel espectáculo nos dejó la moral por los suelos, pues además estábamos oyendo el estruendo del combate muy cerca de allí.
Vista interior de la estación de Fuente de las Damas en la actualidad, completamente remozada. ( Foto frentedebatalla)
Fuimos cruzando el puente en fila india y a unos 500 metros pasamos por Puerta de Hierro, para desde allí mismo, avanzar por una zanja de evacuación de más de un metro de ancho y más de dos metros de profundidad, por donde el trasiego de soldados en ambos sentidos no cesaba.”
Felizmente este viaducto si que ha sido restaurado, pero lamentablemente las huellas de los combates han sido tapadas, perdiendo de alguna forma su papel de testigo mudo de la historia.
La popular Fuente de las Damas en el pinar de la Puerta de Hierro en una fotografía recuperada gracias a la sagacidad de Inés Tremis.
Terminamos la crónica con la más espectacular de todas estas estructuras, que aunque no ha desaparecido, tampoco se puede contemplar en la actualidad ya que se encuentra enterrada bajo toneladas de tierra y escombros. Hablamos del viaducto del Aire, una espectacular construcción que salvaba el curso del Cantarranas a una excepcional altura. Leamos nuevamente las palabras del propio Torroja: “Se levanta el viaducto llamado del Aire, ubicado en uno de los valles más hermosos de la Ciudad, valle muy encajado y sobre el cual la rasante del tranvía pasa alta, dando lugar a un perfil muy apropiado para una solución clásica de viaducto a toda luz.
Imagen del espectacular viaducto del Aire donde se aprecia la elegancia de esta construcción ahora desaparecida bajo tierra. Se distinguen impactos en algunos de los pilares, lo que nos indica que la fotografía fue tomada en época posterior e la guerra.
Con objeto de no perturbar la armonía del paisaje, se han construido dos arcos gemelos de 36 metros de luz y 18 de altura, muy esbeltos, y sobre los que se apoya la palizada, también ligera, que sostiene el tablero”. El viaducto como pueden contemplar en las fotografías era de una gran belleza. Desgraciadamente la obras realizadas para colmatar el curso del Cantarranas, han acabado con el, y ahora descansa bajo algún punto del complejo del Palacio de la Moncloa a la espera de que quizá dentro de muchos años algún arqueologo realice un grandioso hallazgo.
Durante la guerra todo esta zona estaba bajo el control de las fuerzas nacionalistas, siendo un lugar de relativa calma al estar, por su profundidad y situación, desenfilado de los disparos efectuados desde la zona bajo control republicano, lo que la convertía en un lugar tranquilo para descansar como podemos contemplar en alguna de las imágenes que hasta nosotros han llegado.
Dos fotografías en las que podemos observar como la vaguada bajo el viaducto del Aire era utilizada como lugar de descanso por los soldados del general Franco, al estar la zona desenfilada del fuego directo.
Hasta aquí esta crónica sobre los viaductos de Eduardo Torroja en la Ciudad Universitaria que confiamos haya sido de su agrado. Queremos dar las gracias desde aquí a nuestro buen amigo e inigualable maestro Juan Antonio González Cárceles “Universitario”, por toda la información que nos ha facilitado para la elaboración de este trabajo y que ustedes pueden encontrar y ampliar visitando su inigualable página “La defensa de Madrid”. Aprovecho para informar a todos los buenos aficionados a la guerracivilmaquia, que por medio de diferentes filtraciones, muy fidedignas todas ellas, llegadas hasta nuestra redacción, podemos adelantarles que la tan esperada reaparición de este inconmensurable diestro se espera para fechas próximas en un monumental coso de categoría equiparable al prestigio de este sin par maestro. Como siempre, les mantendremos informados.
Florentino Areneros.
Una panorámica confeccionada a partir de las dos fotos anteriores.
INDICES ANTERIORES
Pueden encontrar los índices de años anteriores haciendo clic en:
INDICE 2012
INDICE 2011
INDICE 2010
La idea surgió a partir de un hilo de ese inigualable Sanedrín sobre la historia de Madrid que es el Foro del Viejo Madrid, que dirigen con inigualable maestría e inconmensurable temple dirigen esas dos auténticas primeras damas de la historiografía matritense que son María Isabel Gea “Mayrit” y Anne Barcat “Maya”, a las que desde aquí, al igual que al resto de participantes en ese incomparable foro (Mary Fely, Rafa, Arancetano, Pepcor, y otros muchos más), queremos hacerles llegar nuestro sincero agradecimiento por compartir generosamente sus conocimientos con el resto de personas que nos asomamos a esa singular corrala.
En un hilo de aquel Foro se mencionaba el viaducto del tranvía sobre la Avenida de los Reyes Católicos, construido posteriormente a la guerra, y por extensión se habló también de los otros viaductos que se pueden encontrar en la Ciudad Universitaria. Todos ellos aparecen en diferentes fotografías que de aquel conflicto se conservan, por lo que nos hemos decidido a mostrárselas en formato de una crónica que esperamos sea de su agrado.
El ingeniero español Eduardo Torroja Miret (1899-1961).
Todas estas construcciones son obra de una misma persona, el ingeniero de caminos Eduardo Torroja Miret, toda una autoridad a nivel mundial en las construcciones y estructuras con hormigón armado, cuya figura y obra todavía se estudian en la gran mayoría de las universidades de todo el mundo. Fue creador de un buen número de obras de ingeniería, algunas muy adelantadas a su tiempo, acumulando méritos suficientes a lo largo de su fructífera carrera para que una vez fallecido le fuera concedido el título de Marqués de Torroja. En Madrid, además de las estructuras que conoceremos hoy, tal vez su obra más destacada que se conserva sea la cubierta del Hipódromo de la Zarzuela, una estructura innovadora para su época que resistió milagrosamente a la Guerra Civil, algo que no ocurrió con otra de sus obras punteras en la capital: el desaparecido Frontón Recoletos. Aunque por azares del destino tal vez sea más conocido del gran público por ser el abuelo de la cantante de Mecano, Ana Torroja, que por su labor como ingeniero. Esto último que les comento es algo empírico, si tras leer esta crónica alguno de ustedes decide ir a visitar alguno de estos viaductos y van en compañía de otra persona, cuando le digan que es una obra de Eduardo Torroja, un gran ingeniero del pasado siglo, asentirá como quien no quiere la cosa, pero si a continuación apostillan que se trata del abuelo de la cantante de Mecano, se le encenderá el rostro con expresión de asombro acompañado de un sonoro: ¿qué me dices?, y entonces su acompañante se interesará mucho más por el puente. Como les digo está comprobado empíricamente.
Un joven miliciano posa para el fotógrafo en el Hipódromo de la Zarzuela. Tras él distinguimos la cubierta de las gradas diseñadas por Torroja con un novedoso e innovador tratamiento de las posibilidades del hormigón armado.
Empezamos nuestro recorrido justo donde se desarrollaba nuestra anterior crónica, y nos detenemos el la intersección de la Avenida de los Reyes Católicos (la que baja desde la Plaza de Cristo Rey hasta el Arco del Triunfo) con la Avenida del Arco de la Victoria (carretera de La Coruña), y contemplamos un elegante puente que salva la Avenida construido en su momento para facilitar el paso del tranvía que se dirigía hacia las facultades. En el Foro del Viejo Madrid hubo un pequeño debate sobre la autoría de esta estructura, ya que existen referencias que atribuyen la autoría tanto a Torroja como al también Ingeniero José Torán. Posiblemente se trate de una obra conjunta, aunque seguimos tratando de encontrar la respuesta. Así mismo les agradeceríamos cualquier dato que nos puedan facilitar sobre el origen de esta singular estructura.
El viaducto del tranvía sobre la Avda. de los Reyes Católicos, es una obra realizada posteriormente a la finalización de la guerra cuyo diseño se atribuye a Torroja.
Este viaducto no existía durante la guerra, pero por proximidad geográfica y por ser muy posiblemente obra también de Torroja, hemos considerado oportuno el mencionarlo en esta relación, y aunque evidentemente no podemos tener fotografías del mismo durante la guerra, si que tenemos alguna donde podemos apreciar como se encontraba el lugar durante la misma. Sin embargo si que es interesante mencionar este punto durante la guerra, ya que lo que ahora es la Avda. de los Reyes Católicos era la divisoria entre ambos bandos, separados escasamente por unas decenas de metros. A un lado las fuerzas franquistas situadas en el Instituto del Cáncer, el Instituto Rubio y el Clinico. Al otro, parapetados en el antiguo Rectorado y los edificios de Isaac Peral y la Plaza de la Moncloa, los republicanos. Una situación que se mantendría desde noviembre de 1936 hasta marzo de 1939.
Fotografía de Deschamps tomada al finalizar la guerra, donde se distingue el lugar por donde posteriormente se trazaría la Avda. de los Reyes Católicos.
Otra toma de la zona de la carretera de La Coruña, con la futura Avda. de los Reyes Católicos perpendicular a esta por su derecha. La fotografía fue tomada posiblemente desde el colegio Galdós (ver crónica anterior) en zona republicana, entre los edificios del fondo distinguimos (de Izda. a Dcha.) el Instituto de Higiene, Escuela de Arquitectura, Casa Velázquez, Instituto del Cáncer, todo ellos en zona franquista. (clic en la imagen para verla ampliada).
Descendemos posteriormente hasta el complejo deportivo que encontramos entre las calles de Obispo Trejo, Martín Fierro y Juan de Herrera. Entre el campo de Rugby y el de Fútbol encontramos una ancha vía peatonal, bajo la cual se localizan en la actualidad los vestuarios y otras dependencias de estas instalaciones deportivas. En realidad se trata de un antiguo viaducto diseñado por Torroja, que el mismo describe de esta manera: “Aparte de estas obras que por su tamaño pueden considerarse como las principales (se refiere el autor a los viaductos de Cantarranas y del Aire que veremos más adelante), ha sido necesario construir también un viaducto de menor importancia sobre la vaguada actualmente destinada a campo de deportes, para unir la zona residencial con la zona docente; este viaducto está formado por tramos aislados de hormigón armado, formados por cuatro nervios longitudinales, unidos por le tablero que forma su cabeza de compresión en la forma corriente de viga “pi” múltiple.”...” Como es corriente en este tipo de viaducto, el andén forma un amplio voladizo por fuera de los nervios exteriores, y la obra toda acusa la rigidez sencilla de su estructura, armonizando sus líneas rectas y horizontales con las de los campos de juego, entre los que las pilastras exentas permiten la máxima visibilidad”.
Los campos de deportes de la calle Doctor Trejo, en primer término el actual campo de fútbol y a la izquierda el viaducto de los Deportes. Al fondo se distingue un conjunto de residencias estudiantiles y la Fundación del Amo, primera línea franquista sobre la Avda. Séneca. (Fotogafía Deschamps)
Este viaducto quedaría tras las líneas franquistas, entre la escuela de Arquitectura y la Avenida de Séneca, lugar donde se encontraban el Instituto de Higiene, la Fundación del Amo y los algunos edificios de residencias de estudiantes, primera línea solo superada por los avanzados fortines del Parque del Oeste situados sobre las pendientes del arroyo de San Bernardino, a escasos metros de las líneas republicanas.
Otra imagen de los campos de deporte del año 1945 donde observamos que se ha edificado bajo el viaducto para aprovechar el espacio.
Junto a estos campos de deportes, bajo la confluencia de las calles Juan de Herrera y Martín Fierro se encuentra otra estructura diseñada por Torroja, que ya existía durante la contienda, se trata de la Estación del Estadio, construida para dar servicio a las personas que se desplazaran hasta el gran estadio que estaba previsto construir aproximadamente donde ahora se encuentra el estadio del INEF. Volvamos a las palabras de Torroja: “…encontramos también en forma de paso inferior de mayor importancia, la estación del Estadio, que ha de dar acceso a todo el publico que vaya en tranvía. En esta estación y teniendo en cuenta las grandes aglomeraciones que se han de producir, el proyecto ha venido obligado por la necesidad de evitar en absoluto los encuentros mutuos entre el tranvía, los peatones y el tráfico automóvil.
Una fotografía de la estación subterranea de tranvías del Estadio, que en la actualidad es utilizada como almacén.
Como el Estadio tiene otras vías de circunvalación de coches, el servicio más cómodo y seguro, tanto a las horas de entrada a los espectáculos como a las de salida, ha de consistir en polarizar la circulación de automóviles en la vía principal, alcanzando de este modo con facilidad los coches a una gran parte del perímetro del Estadio, y para evitar que los peatones que bajan por la vía principal tengan que cruzar la calzada para llegar a la puerta del estadio o al andén de contorno del mismo, al que dan acceso las puertas secundarias, ha sido necesario establecer una circulación interior, bajando los peatones por escalera a la estación y saliendo de esta directamente al andén de la puerta central por medio de una amplia rampa situada entra las dos ramas de bifurcación de la calzada; de este modo, los peatones se juntan en la estación con los que bajan del tranvía siguiendo todos la misma dirección.
Haga clic en la imagen para ir a la página de Madrid en Guerra.
La amplitud del andén permite el movimiento y la espera cómoda de los coches. La circulación de tranvías se cambiará de mano, yendo por la derecha a la salida y por la izquierda a la entrada, con objeto de que los peatones bajen siempre por el andén del lado del Estadio, que es, como decimos, el que tiene gran amplitud.
Para hacer más rápido el embarco del público a la salida, se ha dejado extensión de terreno a propósito para un abanico de dos o tres vías a la vista de la estación, con objeto de tener coches preparados”. Como vemos no se le escapaba detalle a Torroja, aparte de las características constructivas, a la hora de diseñar para alcanzar la mayor funcionalidad de la estación.
Otra toma de la estación del Estadio tomada antes de la guerra.
La estación por sus características (subterránea con cubierta de hormigón) tuvo que tener también utilidad durante la guerra, y todo apunta a que era en este lugar donde se ubicaba el hospital de primeros auxilios para las fuerzas de la cuña de la Universitaria. Sería en este hospital donde se realizarían las curas de urgencia a los heridos y proceder a su estabilización, antes de ser trasladados a la zona de retaguardia cruzando el río por la Pasarela de la Muerte, algo que dada su peligrosidad tenía que ser realizado de noche.
Plano de trincheras en la zona de la Universitaria de los fondos de Archivo General Militar de Avila, recogido en el excelente trabajo que Juan Antonio González Cárceles realizó sobre la “RECUPERACION DEL PALACETE DE LA MONCLOA”.(HAGA CLIC AQUÍ PARA IR AL TRABAJO).
Las diferentes estructuras que podemos encontrar en el plano: 1.- Deportes, 2.- Estadio, 3.- Cantarranas, 4.- Palacete, 5.- Puente del Aire.
Continuando por la calle Modesto López Otero llegamos hasta lo que queda del Viaducto de Cantarranas o de los Quince Ojos, construido para salvar el paso de la actual carretera de La Coruña sobre el arroyo de Cantarranas. Esta carretera estaba pensada para soportar el tránsito de un elevado número de vehículos: “por ser una de las principales salidas de Madrid y por el enorme tráfico que ha de soportar, se proyecta con anchura suficiente para dos calzadas de tráfico lento en cada sentido y dos de tráfico rápido, cuyo establecimiento exige naturalmente, la supresión de todo cruzamiento o paso a nivel”. El viaducto de Cantarranas, sería uno de los tres pasos inferiores sobre la carretera de La Coruña o Avda. Puerta de Hierro que construyó Torroja, este es el de mayor tamaño, ya que tenía que sortear toda la anchura y altura de la vaguada del arroyo, que como podemos apreciar en la fotografías eran de una dimensión considerable.
El viaducto de Cantarranas fotografiado posiblemente desde la Facultad de Filosofía. Al fondo la Escuela de Agrónomos (i) y la Casa Velázquez (d), ambas, al igual que el viaducto, en zona nacionalista.
Durante la guerra el viaducto servía de límite entre las fuerzas franquistas, que utilizaban el terraplen como parapeto, y las republicanas, que hostigaban esta zona desde sus posiciones en las facultades médicas y en el muro de contención a los pies de estas, diseñado también por Torroja. Entre esos dos puntos, bastantes cercanos desde el punto de vista militar, quedó una tierra de nadie donde tuvieron que quedar los cuerpos de combatientes que no pudieron ser rescatados, como podemos ver en la fotografías de la colección Deschamps. Incluso hace unos pocos años aparecieron restos humanos al realizar unas obras en las instalaciones deportivas de Cantarranas.
Otra fotografía del viaducto de Cantarranas, bajo cuyos arcos tres autobuses de servicio urbano de dos plantas permanecerían durante toda la guerra.
Trincheras que conectaban la Casa Velázquez con el viaducto.(Foto Deschamps).
Lamentablemente la belleza y elegancia de esta estructura se ha perdido en la actualidad, ya que por un lado la vaguada ha sido rellenada y por otro lado de los “quince ojos” ya solo se conservan dos, al haber sido tapiados el resto para convertirlos en almacenes. Si observamos la estructura del viaducto podemos apreciar infinidad de impactos en toda su superficie, lo que nos da una muestra de la intensidad de los combates que tuvieron lugar en este punto. En algunos puntos el estado de conservación es lamentable, en algunos puntos se comienza a ver la ferralla del hormigón que comienza a deteriorarse, en gran medida provocado por las abundantes filtraciones. Esperemos que cuando se repare toda la estructura se respeten las “cicatrices” en forma de impactos, excepcional documento de nuestra historia reciente. Yo me pregunto ¿a quién hoy en día se le ocurriría arreglar los impactos de la Puerta de Alcalá, testimonio mudo de los enfrentamientos con las tropas de Napoleón?, la respuesta seguramente sería: “a nadie”.
Imagen actual del viaducto donde 13 de sus 15 arcos han sido convertidos en almacenes. En la estructura se aprecian numerosos impactos, testigos de los intensos combates en la zona.
Si continuamos alejandonos de Madrid por la misma vía, nos encontramos con otro viaducto de Torroja, este construido para permitir el paso al Palacete de la Moncloa. Este es el más modesto de los tres, ya que solo permite la circulación de un vehículo en cada sentido. Durante la guerra, al igual que el anterior, el terraplen servía de parapeto a las avanzadillas del Ejercito de Franco, que tenían aproximadamente en este punto de la carretera el límite de sus posiciones, pasando a partir de aquí a una zona controlada por los republicanos que mantenía el control de la carretera hasta coronar la Cuesta de las Perdices, en la ya archiconocida Casa Camorra (gracias al Foro de Gefrema) en lo alto de la Cuesta de las Perdices.
El viaducto que originariamente daba acceso al Palacete de la Moncloa fotografiado en la actualidad.
Fotografía donde se distingue a un tanque T26 republicano sobre la carretera de La Coruña, en el mismo lugar que aparece en la foto anterior.
Seguimos alejándonos de Madrid hasta llegar al viaducto de la Fuente de las Damas, diseñado también como estación de tranvías, lugar donde se encontraba esta famosa y popular fuente, desgraciadamente desaparecida en la actualidad. Es bastante más ancho que el anterior (30 metros) para una longitud de 50, por ello presenta una serie de columnas en el medio. Durante la guerra este puente fue utilizado también como hospital por las fuerzas republicanas durante la que fue conocida como Operación Garabitas en abril de 1937. Javier M. Calvo Martínez recogió en su insuperable blog “Frente de Batalla” el testimonio de Ramón Parra Quevedo, un combatiente republicano de la 69 Brigada Mixta que me tomo la libertad de reproducir aquí, aunque les recomiendo si son ustedes aficionados a la guerracivilmaquia con mayúsculas la lectura completa de esta entrada, así como todas las de este blog, un auténtico Cossio digitalizado, escrito por uno de los grandes maestros consagrados, de lo que fue la guerra en la zona de la carretera de La Coruña.
La estación de tranvías de Fuente de las Damas bajo la carretera de La Coruña. Fotografía de antes de la guerra.
Instantanea de la estación de Fuente de las Damas antes de ser restaurada hace breves fechas, donde se apreciaban múltiples impactos testigos de los combates, los cuales han desaparecido tras remozar toda la estructura.
“Antes de llegar a Puerta de Hierro había un puente en construcción, que por encima pasaba una amplia avenida y por debajo tenía una anchura de 20 metros por más del doble de largo, ya que allí había en las camillas más de cien heridos y otros tantos semisentados. Supongo que entre los que estaban en camillas habría muertos y los camiones y ambulancias con muertos y heridos no dejaban de cargar.
Aquel espectáculo nos dejó la moral por los suelos, pues además estábamos oyendo el estruendo del combate muy cerca de allí.
Vista interior de la estación de Fuente de las Damas en la actualidad, completamente remozada. ( Foto frentedebatalla)
Fuimos cruzando el puente en fila india y a unos 500 metros pasamos por Puerta de Hierro, para desde allí mismo, avanzar por una zanja de evacuación de más de un metro de ancho y más de dos metros de profundidad, por donde el trasiego de soldados en ambos sentidos no cesaba.”
Felizmente este viaducto si que ha sido restaurado, pero lamentablemente las huellas de los combates han sido tapadas, perdiendo de alguna forma su papel de testigo mudo de la historia.
La popular Fuente de las Damas en el pinar de la Puerta de Hierro en una fotografía recuperada gracias a la sagacidad de Inés Tremis.
Terminamos la crónica con la más espectacular de todas estas estructuras, que aunque no ha desaparecido, tampoco se puede contemplar en la actualidad ya que se encuentra enterrada bajo toneladas de tierra y escombros. Hablamos del viaducto del Aire, una espectacular construcción que salvaba el curso del Cantarranas a una excepcional altura. Leamos nuevamente las palabras del propio Torroja: “Se levanta el viaducto llamado del Aire, ubicado en uno de los valles más hermosos de la Ciudad, valle muy encajado y sobre el cual la rasante del tranvía pasa alta, dando lugar a un perfil muy apropiado para una solución clásica de viaducto a toda luz.
Imagen del espectacular viaducto del Aire donde se aprecia la elegancia de esta construcción ahora desaparecida bajo tierra. Se distinguen impactos en algunos de los pilares, lo que nos indica que la fotografía fue tomada en época posterior e la guerra.
Con objeto de no perturbar la armonía del paisaje, se han construido dos arcos gemelos de 36 metros de luz y 18 de altura, muy esbeltos, y sobre los que se apoya la palizada, también ligera, que sostiene el tablero”. El viaducto como pueden contemplar en las fotografías era de una gran belleza. Desgraciadamente la obras realizadas para colmatar el curso del Cantarranas, han acabado con el, y ahora descansa bajo algún punto del complejo del Palacio de la Moncloa a la espera de que quizá dentro de muchos años algún arqueologo realice un grandioso hallazgo.
Durante la guerra todo esta zona estaba bajo el control de las fuerzas nacionalistas, siendo un lugar de relativa calma al estar, por su profundidad y situación, desenfilado de los disparos efectuados desde la zona bajo control republicano, lo que la convertía en un lugar tranquilo para descansar como podemos contemplar en alguna de las imágenes que hasta nosotros han llegado.
Dos fotografías en las que podemos observar como la vaguada bajo el viaducto del Aire era utilizada como lugar de descanso por los soldados del general Franco, al estar la zona desenfilada del fuego directo.
Hasta aquí esta crónica sobre los viaductos de Eduardo Torroja en la Ciudad Universitaria que confiamos haya sido de su agrado. Queremos dar las gracias desde aquí a nuestro buen amigo e inigualable maestro Juan Antonio González Cárceles “Universitario”, por toda la información que nos ha facilitado para la elaboración de este trabajo y que ustedes pueden encontrar y ampliar visitando su inigualable página “La defensa de Madrid”. Aprovecho para informar a todos los buenos aficionados a la guerracivilmaquia, que por medio de diferentes filtraciones, muy fidedignas todas ellas, llegadas hasta nuestra redacción, podemos adelantarles que la tan esperada reaparición de este inconmensurable diestro se espera para fechas próximas en un monumental coso de categoría equiparable al prestigio de este sin par maestro. Como siempre, les mantendremos informados.
Florentino Areneros.
Una panorámica confeccionada a partir de las dos fotos anteriores.
INDICES ANTERIORES
Pueden encontrar los índices de años anteriores haciendo clic en:
INDICE 2012
INDICE 2011
INDICE 2010
Una vez más, Maestro, enhorabuena por su crónica. Muchos de los que hemos pasado algunos años de nuestra vida por aquellos lares, conocíamos detalles de lo acontecido allí durante la GC. Pero los datos aportados hoy, la figura de E. Torroja y, como siempre, el "aparato fotográfico" convierten la lectura del artículo en una auténtica delicia. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias amigo Nacho, nos causa gran alegría en esta redacción el saber que lo expuesto en nuestro trabajo es de utilidad para las personas que se acercan a nuestras páginas. Esperamos seguir contando con con usted entre nuestros distinguidos lectores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Desde que leí su crónica, llevo dándole vueltas a la cabeza a la foto de Albert Louis Deschamps que encabeza el artículo. Con su permiso, citando siempre la fuente, pues ignoro si es o no muy conocida y difundida, me gustaría utilizarla para escribir algo en mi blog. Saludos
ResponderEliminarTiene usted mi permiso, por supuesto. Sobre todo tratándose de una foto de titularidad pública perteneciente a los fondos del Ministerio de Cultura donde usted la puede encontrar en su página web.
ResponderEliminarHace tiempo publiqué un artículo en la revista Frente de Madrid (en un número especial dedicado a la fotografía durante la guerra) sobre las fotografías que tomó Deschamps en la Moncloa (junto a otros dos sobre la figura del fotografo y un itinerio por Madrid). Le recomiendo la lectura de la revista si está interesado en la figura y trabajo de este fotografo francés.
Le agradecería que me facilitara la dirección de su blog, que estoy seguro valdrá la pena visitarlo.
Un saludo.
Gracias, Florentino. En cuanto pueda, me pongo a ello. Sobre mi blog, no espere encontrar gran cosa, pues tiene una temática dispersa y un tratamiento bastante superficial y personal. De todas formas, le agradezco el interés:
ResponderEliminarhttp://blogdenachodiazdelgado.blogspot.com
Esta página tiene información sobre la localización exacta del viaducto del Aire. http://kakopa.com/viaducto_del_aire/index.html
ResponderEliminarMuchas gracias Alfonso, conocía la página del Foro del Viejo Madrid, donde se trató el tema.
EliminarDice el pie de una foto que es "El viaducto que originariamente daba acceso al Palacete de la Moncloa" lo cual no es realmente así. El viaducto o puente salvaba una calle que no era específica ni siquiera muy cercana al palacio de la Moncloa (que, en aquélla época era más bien un caserón viejo y alejado de la carretera). Solamente en época mucho más reciente, con la creación del Complejo de la Moncloa, ese túnel se puede asociar con la entrada al complejo. Cuando se hizo el puente-túnel era una calle más de la zona que no guardaba relación alguna con el palacete. Más cercano al túnel estaba el edificio de investigaciones agrarias INIA que hoy es parte del complejo y, aparte de varias calles, entre el palacete y la carretera de la Coruña pasaba el tranvía que pasaba sobre el viaducto del Aire y que iba a la Fuente de las Damas. (Aunque creo que el tranvía circuló muy poco tiempo por ahí.)
ResponderEliminarEs interesante recapitular sobre las muchas obras públicas iniciadas a principios de los años 30s y los ingenieros y arquitectos que las hicieron. Hubo un programa ingente de modernización de obras públicas. En la zona que tratamos tenemos:
- El viaducto del tranvía sobre la Av. de los Reyes Católicos que ya hemos aclarado es de la posguerra.
- El viaducto de los 15 ojos de Torroja.
- El viaducto del aire, también de Torroja.
- El viaducto-puente mencionado, que salva la calle Eduardo Saavedra, también de Torroja por lo que veo. (Torroja hizo también muchas instalaciones de la Ciudad Universitaria.)
- El Puente-Estación de la Fuente de las Damas. Creo que también de Torroja?
- Justo pasado Puerta de Hierro el puente en curva que iba de Puerta de Hierro a la Cuesta de las Perdices salvando el río Manzanares y que evitaba tener que ir hasta el Puente de San Fernando para girar hacia la Cuesta de las Perdices. Creo que también este puente es de Torroja. No sé si queda algo del original o si con tanta ampliación y remodelación de la A-6 ha sido enteramente sustituido. En la foto de los brigadistas se ve el viejo puente de San Fernando al fondo y el nuevo puente (de Torroja?) a la izquierda. Es una foto curiosa y que me gustaría analizar más a fondo en otro momento.
Además, con el nuevo puente curvo se hizo la gran gasolinera con torre que duró hasta finales de los 80s
Todas esta obras de mejora acometidas a la vez supusieron un cambio drástico en muy breve espacio de tiempo en esa carretera de acceso a Madrid.
Además en los mismos años se hizo la Playa de Madrid, cerca de El Pardo. http://pasionpormadrid.blogspot.com.es/2010/02/la-playa-de-madrid.html No sé de qué arquitecto o ingeniero será el puente-presa y demás edificios del complejo.
También de esa época es la Isla del Manzanares y una serie de puentes como el puente de El Pardo http://pasionpormadrid.blogspot.com.es/2010/12/el-desaparecido-puente-de-el-pardo.html y otros similares diseñados por Carlos Fernández Casado.
Parece increíble que unos años tan convulsos social y políticamente fueran tan productivos en materia de obras públicas. Probablemente el gobierno, como se hizo en Estados Unidos, siguió una política de inversión en obras públicas para aliviar los efectos de la crisis económica.
En cualquier caso me gustaría confirmar la autoría de los distintos puentes, sobre todo el curvo de la carretera de La Coruña sobre el Manzanares.
Nota aparte: Siento haberme perdido la reciente presentación del libro en el colegio Lourdes. Ando liado... y no sé con qué.
Alfonso (el mismo de antes)
Muy buenas Alfonso, encantado de volver a saludarte.
EliminarEfectivamente el acceso al Palacio debía estar situado en la zona cercana al río, antiguo Camino de El Pardo, alejado de la actual carretera que es muy posterior al Palacio. Está claro que no me he expresado muy bien. Por cierto el Palacio por la época de la guerra creo que acaba de ser restaurado por el paisajista Wynthusen (o algo así) y se encontraba prácticamente nuevo y en todo su esplendor. Buscaré un trabajo de un amigo y te lo enviaré.
Las obras públicas de los años 30 son herederas del gran desarrollo que también se le dio en tiempos de Primo de Rivera, sin duda para modernizar el país y también para paliar el alto paro.
El puente curvo que mencionas junto al de San Fernando sigue en pie, es el sentido salida de la Nacional VI, el de entrada es nuevo. Desconozco el autor, creo que en la revista de Obras Públicas (disponible en Internet) aparecen datos de su construcción y por supuesto el autor.
Ahora estoy un poco liado preparando la ruta del domingo a Buitrago, cuando tenga tiempo trato de recopilarte la información de que te hablo. Por cierto si quieres apuntarte a la ruta como hiciste en Titulcia puedes hacerlo con total confianza.
Saludos.