FELIZ AÑO NUEVO
Desde las páginas de Sol y Moscas queremos felicitar el Nuevo Año a todos nuestros lectores y seguidores. Esperamos que este año que comienza traiga prosperidad y salud a todo el mundo, aunque realmente la situación actual y el futuro que se adivina no nos permita ser muy optimistas, por mucho que los ecos electorales de este nuevo año obliguen a algunos a hacer repicar las campanas.
En Sol y Moscas comenzamos este año presentando dos curiosas fotos y proponiéndonos el firme propósito de publicar nuestras crónicas con mayor frecuencia, aunque los artículos tengan menos tamaño y profundidad, lo que por otra parte será recibido con alegría por alguno de nuestros lectores que no les gusta leer tanto en pantalla. En este año que empieza alcanzaremos las 500.000 visitas y lo celebraremos por todo lo alto.
Hoy les traemos dos fotos de los frentes durante la Guerra Civil en estas festivas fechas. Pese a la dureza de los momentos que se vivían, siempre se encontraba tiempo para tratar de recuperar la normalidad dentro de las limitaciones que imponía la vida en las trincheras, sobre todo en dias tan señalados y tradicionalmente festivos como son la Nochevieja y Año Nuevo.
En la primera foto que abre nuestra crónica, vemos a un grupo de milicianos y milicianas en el Frente de Madrid en la Nochevieja de 1936. Reunidos alrededor de un reloj artesanal sustituto del de la Puerta del Sol que indica las doce, se disponen a tomar las uvas al compás de las campanadas que el niño va marcando al golpear con una botella en una bandeja metálica. Eran tiempos relativamente felices para los defensores de la ciudad y ello se refleja en sus caras. El intento de asalto de las fuerzas franquistas a la ciudad había fracasado, por primera vez desde que se inició la guerra las tropas mercenarias del Ejército de África se veían forzadas a detener su avance y situarse a la defensiva. El Ejercito Popular de la República constituido pocas semanas antes de fin de año, comenzaba a organizarse y poco a poco se iba pareciendo a un ejercito verdadero capaz de plantar cara a la hasta entonces todopoderosa máquina de guerra franquista.
Estos por su parte no quisieron permanecer ajenos a la fiesta de fin de año en la capital de España, y a las doce en punto de la noche de aquel 31 de diciembre de 1936 felicitarían a su manera, el nuevo año a los madrileños. A esa hora desde las baterías ubicadas en la Casa de Campo se efectuarían doce disparos con la cadencia de las campanadas de un reloj sobre Madrid. Desconocemos si alguno de aquellos doce proyectiles que cayeron en la ciudad convirtieron aquella noche en la última Nochevieja para algún madrileño. Aquellos doce disparos eran un macabro aviso de lo que esperaba a los madrileños en los dos dos años y tres meses que duraría el asedio a la ciudad, un tiempo en el que los habitantes de la capital tendrían que aprender a vivir, y a morir, bajo los disparos indiscriminados de la artillería y de los bombardeos de la aviación franquista sobre Madrid.
Cerramos esta breve crónica con otra fotografía de corte similar, en la que vemos a unos alegres milicianos componiendo con unos improvisados números la cifra de 1937, un año cargado de esperanzas para los republicanos que confiaban en que la balanza se inclinara de su lado. La Batalla de Madrid supuso un punto de inflexión en el desarrollo de la guerra, la ya mencionada creación del EPR, un verdadero ejército, así como la llegada de material proveniente de la Unión Soviética ofrecían nuevas esperanzas a los defensores de la República, como reflejan los rostros de los milicianos que sujetan los números en la fotografía. El año de 1937 comenzaría de manera favorable a los intereses republicanos, la Batalla del Jarama en febreroy la victoria de Guadalajara en Marzo ofrecían nuevas expectativas de futuro a los republicanos, pero la alegría duraría poco. En Abril fracasaría de manera estrepitosa la Operación Garabitas, al igual que la Ofensiva de La Granja a finales de mayo y comienzos de junio. Posteriormente con la Batalla de Brunete en julio no se conseguirían los objetivos previstos, suponiendo un duro quebranto para el Ejercito Popular. Tras esta batalla caería todo el norte republicano, Pais Vasco, Cantabria y Asturias, y se cerraría el año con la efímera y engañosa conquista de Teruel, prólogo del desastre republicano de 1938.
Pero ya tendremos tiempo de hablar de todo ello y muchas cosas más en este año que empieza. Un año que para los chinos será el "año de la oveja" que esperemos no se transforme en el "año de los borregos".
¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!