jueves, 16 de noviembre de 2017

VI JORNADAS GEFREMA

VI JORNADAS GEFREMA
Por Florentino Areneros

Como viene siendo tradición en los últimos años, con la llegada de noviembre (mes en el que se conmemora el aniversario de la Batalla de Madrid) llegan también las Jornadas de Gefrema, que este año alcanzan ya su sexta edición, reuniendo cada año a más personas interesadas en la Historia y el estudio de la Guerra Civil Española. Este ciclo de actividades se compone de ocho interesantísimas conferencias que se impartirán los días 23 y 24 de noviembre (cuatro cada día), y de dos rutas guiadas programadas para los días 25 y 26, en las que se recorrerán escenarios de la Guerra Civil en Madrid. A continuación podéis encontrar información detallada de todas estas actividades.

JUEVES 23 DE NOVIEMBRE DE 2017

Portada del semanario Crónica del 18 de abril de 1937, en el que se recoge la noticia de la muerte en combate del comandante Jesús Martínez de Aragón. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

JESÚS MARTINEZ DE ARAGÓN
MUERTE EN COMBATE

Por Luis de Vicente Montoya
Jueves 23 de noviembre a las 17:00 horas
Presenta Antonio Morcillo


Son muchos los protagonistas de la Guerra Civil, algunos de los cuales desarrollarían un papel muy destacado en los diferentes episodios del conflicto, cuyas biografías, muchas de ellas apasionantes, han quedado en el olvido o eclipsadas por la de otras personas que también participaron en aquellos episodios. Uno de estos protagonistas fue Jesús Martínez de Aragón, un abogado vitoriano muerto en combate en la Casa de Campo, mientras dirigía el avance de su unidad sobre las posiciones enemigas durante el desarrollo de la Operación Garabitas en Abril de 1937.

Jesús Martínez de Aragón y Carríon, nació en Vitoria en 1899 en el seno de una de las familias de más raigambre en la capital Alavesa. Su padre, Gabriel Martínez de Aragón Urbitzondo, sería nombrado Fiscal General de la República en 1931, pasando posteriormente a desempeñar el cargo de Presidente del Consejo de Estado. Al igual que su padre, Jesús Martínez de Aragón se dedicaría al mundo de la abogacía, ocupando diferentes puestos en diversos lugares de España. Posteriormente se desplazaría a Madrid tras proclamarse la República, donde desarrollaría una intensa actividad dentro del sindicato UGT y donde entraría en contacto con otros vascos residentes en Madrid como Indalecio Prieto o Julian Zugazagoitia, con los que entablaría una gran amistad.

Una vez producido el golpe militar de julio de 1936, que desencadenaría la Guerra Civil, Martínez de Aragón participaría en la toma del cuartel de la montaña el 20 de julio. Posteriormente se haría cargo de dos columnas de milicianos, una de ferroviarios y otra de las JSU, que se dirigieron a Guadalajara y posteriormente a Sigüenza, donde se le asignó el mando de la plaza. El papel que desempeñó en Sigüenza sigue hoy en día rodeado de polémica, especialmente en lo referente a la decisión de atrincherar a parte de sus hombres en la catedral de aquella localidad, ante la inminente toma de la misma por las fuerzas de los sublevados, esperando a que llegaran refuerzos desde Madrid. Una cuestionable decisión que acabaría con la rendición de las fuerzas asediadas, de la que algunos autores responsabilizan directamente a Martínez de Aragón, mientras otros cargan la responsabilidad en Feliciano Benito, el líder de las fuerzas anarquistas que se encontraban en Sigüenza.

El 13 de octubre de 1936 se le pondría al frente de la II Brigada Mixta, una de las nuevas unidades del Ejército Popular de la República que se estaba reorganizando. Su unidad participaría activamente en los combates que tuvieron lugar durante la Batalla de Madrid en noviembre de 1936. La II BM se integraría a finales de marzo de 1937 en el V Cuerpo de Ejército o Ejército de Maniobra, la mejor unidad del Ejército Popular de la República. La II Brigada Mixta tendría un papel fundamental durante la Operación Garabitas, llevando gran parte del peso de los combates. En una acción junto al Puente de los Franceses que lideraba el propio Martínez de Aragón, sería abatido de un disparo en la cabeza cuando avanzaba al frente de sus hombres. Su muerte también estaría rodeada de polémica, no era normal que un alto mando participara en los combates en primera línea. ¿Se trató de un suicidio?, ¿trababa de limpiar su conciencia por las críticas recibidas en días anteriores?.

Su muerte causaría gran conmoción en el Ejército Republicano, y a su entierro acudirían las máximas autoridades republicanas de Madrid, entre ellos el general Miaja o Vicente Rojo. Su amigo Julian Zugazagoitia le dedicaría una emotiva crónica que ya publicamos en otra entrada este blog.

De todo esto y mucho más nos hablará Luis de Vicente Montoya, Vicepresidente de Gefrema y autor del libro Operación Garabitas, donde dedica un capítulo a la biografía de Jesús Martínez de Aragón, escrito tras haber estudiado en profundidad la figura de este militar republicano. En este último año también ha contado con el testimonio de familiares directos, que también podremos conocer en esta conferencia.

Unos milicianos posan sobre los restos del dinamitado monumento al Sagrado Corazón en el Cerro de los Ángeles. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

LA BATALLA POR EL CERRO
DE LOS ÁNGELES

Por Fernando Vega Cruz
Jueves 23 de noviembre a las 18:00 horas
Presenta José María Sánchez


La imponente silueta del Cerro de los Ángeles, rebautizado durante la contienda por los republicanos como Cerro Rojo, domina la llanura del sur de Madrid. Y dominando su cima el no menos espectacular monumento al Sagrado Corazón que se puede contemplar desde muchos kilómetros a la redonda.

No hace falta tener muchos conocimientos militares para reconocer el indudable valor estratégico de este punto de la geografía madrileña, y más si tenemos en cuenta que el avance de las fuerzas franquistas hacia la capital se realizó de sur a norte, teniendo que pasar ineludiblemente por este lugar. Conscientes de ello las autoridades republicanas elegirían este punto como uno de los baluartes desde donde intentar poner freno al imparable avance del Ejército de África. Se inició un ambicioso plan de fortificación, cuyas obras no se llegarían a finalizar debido a la rapidez del avance enemigo, que ocuparían el estratégico lugar sin encontrar una gran resistencia. Parte de estas estructuras defensivas todavía se pueden contemplar hoy.

Dada la importancia estratégica del lugar, y para atacar el flanco derecho del bando franquista dejando en una situación comprometida a las fuerzas que intentaban cruzar el Manzanares desde la casa de Campo, el 13 de noviembre de 1936 se planea un ataque sobre el cerro que será el bautismo de fuego de XII Brigada Internacional recién llegada de Albacete. La operación resulta un fracaso, nuevamente la inexperiencia y los fallos de coordinación y organizativos lastran los intentos de contrataque republicano, que encuentran una fuerte resistencia en los defensores del lugar, que causan grandes daños a los atacantes.

Portada del nº32 de la revista Frente de Madrid que se presenta en primicia en estas jornadas y que incluye un extenso artículo central dedicado al Cerro de los Ángeles. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En enero de 1937 nuevamente el mando republicano repetiría el intento de tomar el cerro. Las fuerzas republicanas, comandadas por Enrique Lister, realizan una aproximación nocturna, lanzándose al ataque en plena madrugada y tomando el cerro rápidamente ante el desconcierto de los defensores que apenas tienen tiempo de reaccionar. El factor sorpresa y la perfecta preparación y coordinación de la operación han sido determinantes en el éxito de la misma; el cerro ha sido recuperado y se han hecho más de 400 prisioneros. Sin embargo, la posición no se consolida convenientemente y a las pocas horas el cerro es recuperado por las fuerzas nacionalistas. Desde ese momento permanecería en poder del ejército franquista hasta la finalización de la guerra.

De todo ello nos hablará en su conferencia Fernando Vega Cruz, una de las mayores autoridades en todo lo relacionado con las historia de este emblemático lugar, y muy especialmente al periodo de la Guerra Civil, un episodio al que lleva dedicados años de investigación y estudio. Fruto de todo ello es el artículo central que ha escrito para la prestigiosa revista Frente de Madrid que se presenta en estas VI Jornadas de Gefrema.

Portada del libro “Desertores” de Pedro Corral, que será presentado en estas jornadas por su autor. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

DESERTORES, LOS ESPAÑOLES
QUE NO QUISIERON LA GUERRA CIVIL

Por Pedro Corral
Jueves 23 de noviembre a las 19:00 horas
Presenta Raúl César Cancio


En 2006 aparecía un libro que iba a proporcionar una visión novedosa y hasta entonces poco tratada por la historiografía de la Guerra Civil. Se trataba del libro “Desertores” de Pedro Corral, donde recogía la historia de tantos y tantos soldados, a los que la geografía situó en el bando contrario, o bien que no tenían ningún interés en participar en una guerra que para ellos les era ajena. En aquel excepcional trabajo, fruto de años de investigación, recogía los testimonios de muchos de ellos y recuperaba sus vivencias y experiencias, de las que muchas de ellas podrían constituir por si solas el argumento para más de una novela. Muchos conseguirían su objetivo y lograrían pasarse al otro lado, o escapar de la guerra, pero también a muchos de ellos, cuyos nombres en su mayoría no se conocerán nunca, el intento les costaría la vida.

Pese al éxito del libro y las buenas críticas recibidas, no se hicieron más ediciones del mismo, convirtiéndose en un libro muy cotizado entre los coleccionistas y estudiosos de la Guerra Civil en general. Afortunadamente este año podemos disfrutar nuevamente de este extraordinario trabajo de Pedro Corral, gracias a la excelente labor que viene realizando la editorial Almuzara que dirige Manuel Pimentel, recuperando textos de indudable valor bibliográfico que otras editoriales, más orientadas al éxito comercial, son reacias a publicarlos.

El año pasado ya tuvimos el privilegio de poder contar con Pedro Corral en nuestras Jornadas. En aquella ocasión, nos presentó su novela “La ciudad de arena”, más en concreto nos habló desde un punto de vista histórico sobre el episodio central en el que se desarrolla su novela: la última batalla de la Guerra Civil, que tuvo lugar en los primeros días de marzo de 1939, que paradójicamente sería ganada por las fuerzas republicanas. En aquella ocasión, ante el interés de muchos de los asistentes a su conferencia por el libro “Desertores”, Pedro Corral se comprometió a regresar a presentarlo en las jornadas de Gefrema si el libro era reeditado, y este año, haciendo honor a su palabra podremos disfrutar de su presencia en estas jornadas, donde nos hablará del apasionante tema de los desertores en la Guerra Civil.

En 'Desertores' Pedro Corral nos acerca una crónica humana de la Guerra Civil, lejos de tópicos en torno al conflicto y que pretende dar voz a lo que ha bautizado como el "ejército invisible": miles de españoles que desertaron para no participar en una guerra que ni entendían ni querían. "Españoles llamados a filas que escaparon por centenares a los montes, que buscaron en la retaguardia recomendación para no ser movilizados, combatientes asesinados en sus propias trincheras por querer evadirse, soldados que se dispararon a las extremidades para ser evacuados…". Relatos estremecedores enterrados en el Archivo General Militar de Ávila que nunca se habían contado.

La plana mayor del Partido Comunista de España fotografiada en Francia tras la guerra. En la imagen entre otros podemos distinguir a Pasionaria, carrillo o Enrique Lister (Fotografía Fondo Guillermo Zúñiga). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

1947: EL AÑO EN QUE FRANCO
GANÓ DEFINITIVAMENTE LA GUERRA

Por Fernando Hernández Sánchez
Jueves 23 de noviembre a las 20:00 horas
Presenta Juan Manuel Riesgo


Fernando Hernández Sánchez es un historiador al que tenemos que agradecer algunos de los trabajos más interesantes sobre la Historia de España en el pasado siglo, destacando los del periodo de la Guerra Civil y la posguerra. Por citar alguna de ellas destacaríamos: “El desplome de la república (junto a Ángel Viñas)”, “Guerra o Revolución (20010)”, “Comunistas sin partido (2007)”, “Los años de plomo (2015)”, o su último trabajo, “El bulldozer negro del general Franco (2016)”. A Fernando Hernández se le podría calificar sin lugar a dudas como el mayor experto de la actualidad en el estudio de la historia del Partido Comunista de España, una temática a la que ha dedicado muchos años de estudio e investigación.

Por escaso margen de tiempo no va ser posible presentar en estas VI Jornadas su próximo libro que llevará por título "La frontera salvaje: los comunistas españoles en Francia (1944-1950)". Para este trabajo Fernando Hernández Sánchez ha estudiado en profundidad la actividad de los servicios de inteligencia franceses y españoles en la frontera pirenaica en este periodo, que junto con los documentos desclasificados de la CIA, forman la base del libro. Nadie mejor que el propio autor para hacernos un resumen de lo que será su conferencia en las próximas Jornadas:

«Cualquier persona que haya vivido o sido educada en la época de la dictadura será seguramente capaz de recitar de memoria el texto del último parte de guerra evocando, incluso, la voz engolada del inefable Fernando Fernández de Córdoba y las fanfarrias de Radio Nacional: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo...” Pero, a pesar de lo aseverado con brutal y castrense solemnidad al final del comunicado que anunciaba la Victoria –no la paz, como señaló Fernando Fernán Gómez en Las bicicletas son para el verano-, Franco no pudo dar verdaderamente por terminada la guerra hasta finales de 1947. No fueron años seguros los que precedieron a este, especialmente desde 1944. Desde que Stalingrado, en el este, la operación Torch en el norte de África y el desembarco en Sicilia anunciaran el comienzo del fin para sus viejos mentores del Eje, Franco no pudo dar por estabilizada su situación, mucho menos tras los funestos augurios que emanaban de las cenizas humeantes del bunker de la cancillería de Berlín o del siniestro bamboleo de la corte mussoliniana bajo la marquesina de la gasolinera de la piazzale Loreto de Milán. La historia conocida sobre ese periodo habla de los años de la autarquía, del cordón sanitario internacional respondido con el inefable e ibérico desprecio del “Si ellos tienen ONU…”, de las maniobras monárquicas en la oscuridad… La documentación primaria, sin embargo, va demostrando que el franquismo contaba con más bazas de las que se conocían, con más confidencias en las cancillerías que le otorgaban, si no tranquilidad, si una expectante confianza en su futuro: el indirecto y determinante apoyo británico; el soterrado trabajo de zapa de los funcionarios del Quay d´Orsay y de los escalones departamentales de la administración francesa; las filtraciones interesadas de los servicios de inteligencia occidentales (la OSS americana y los Renseignements Généraux galos); la perfecta conciencia de que la URSS no tenía interés prioritario en la Península, una vez repartidas las áreas de influencia en Postdam y que, para pasmo, sus satélites buscaban el contacto comercial con España por agentes interpuestos… Todo ello proporcionó a la dictadura la seguridad necesaria para, superados los primeros temores de la postguerra mundial, embestir con toda su potencia represora contra los rudimentariamente reconstituidos núcleos de oposición interna. La caída general de 1947, en la que el PCE quedó absolutamente desarticulado para más de una década, fue el epítome que, esta vez, daría sentido definitivo a la vieja aspiración del 1 de abril de 1939. Ahora sí, la guerra había terminado.

Fernando Hernández Sánchez»



VIERNES 24 DE NOVIEMBRE DE 2017

El ministro de Justicia, de la F. A. I., con nuestro redactor Fernández Aldana. Autor desconocido. Valencia, Palacio de Malferit, 10 de enero de 1937. Fotografía publicada en “Mi Revista” (Barcelona 1/2/1937). Publicada por cortesía de Leonardo Mulinas. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

ANARQUISMO Y JUSTICIA.
JUAN GARCIA OLIVER
MINISTRO DE LA FAI

Por Leonardo Mulinas Pastor
Viernes 24 de noviembre a las 17:00 horas
Presenta Carlos García-Alix


La presencia de ministro anarquistas en el gobierno de la republica durante unos meses entre 1936 y los sucesos de mayo de 1937 en Barcelona sigue a día de hoy envuelta en la controversia. Para muchos se trató de una maniobra política destinada a mostrar una imagen de unidad y fortaleza, de las fuerzas políticas que defendían a la República. Sin embargo, ministros como Juan García Oliver al frente del Ministerio de Justicia, desarrollaría una intensa labor en el corto periodo de tiempo que permaneció en el cargo, promulgando algunas importantes leyes, que de alguna manera trasladaban el ideario anarquista a la legislación.

De todas aquellas leyes y normativas promulgadas durante su periodo al frente del ministerio, podemos destacar las siguientes:

- Decreto del día 10 de noviembre, de Justicia, “reforma la cancelación de las inscripciones de condena en los Registros de antecedentes penales” (“Gaceta”, nº 315), al que acompaña el Decreto de 19 de diciembre de 1936, (“Gaceta” del 22), la reconstrucción de los archivos de Penados y Rebeldes, por la que se eliminan todos los antecedentes penales que existían en los fondos del Ministerio.
- El día 9 de noviembre, mediante Orden ministerial publicada el quince, se aprueban los nombramientos, entre otros, de Melchor Rodríguez García como Inspector General del Cuerpo de Prisiones.
- Según Decreto de 10 de diciembre, relativo al control de los precios y alimentos, se “amplía la jurisdicción de los Juzgados de Urgencia” a los “actos de hostilidad y desafección al régimen” enumerados, con especial hincapié en aquellos tendentes a desestabilizar la economía, abastecimientos o fraude en artículos de primera necesidad.
- Según Decreto de 26 de diciembre de 1936 se agilizan y facilitan los trámites que perjudican los intereses y derechos de los trabajadores en lo que se refiere a la ejecución de sentencias.
- El Decreto de 22 de enero de 1937 reduce el formalismo procesal estableciendo unos plazos máximos de duración de los procesos, incluyendo los términos del recurso de casación interpuesto ante el Tribunal Supremo. Recibidos los autos del recurso éste fallará en el inexorable plazo de 15 días. Se crean los Tribunales Especiales Populares nombrados especialmente para conocer los delitos de rebelión, sedición y contra la seguridad del Estado.
- Según Decreto de 4 de febrero se concede a la mujer la plenitud de los derechos civiles, equiparándola en todo a los hombres, ya que desde la aprobación de la Constitución este asunto quedaba pendiente. La norma tiene carácter retroactivo. En ese sentido se dará también el Decreto de 10 de abril de 1937, publicado el 13, por el que se daba efectos legales a las uniones matrimoniales celebradas, a partir del 18 de julio, ante cualquier autoridad, Comité, funcionario, jefes militares, etc.
- El 13 de febrero se dicta un novedoso Decreto regulando las actividades delictivas de aquellos que, “prevaliéndose de posiciones privilegiadas” incurran en los delitos de espionaje. Es evidente la intención de regular un delito que ha surgido “ex novo”: el delito de espionaje.
- El Decreto de 7 de mayo de 1937, sobre compilación penal. Uno de los pasos más importantes para la definitiva organización de la justicia “popular”. Hay en él, de inicio, una estricta regulación de los Jurados, así como del resto de los miembros del Tribunal. Estipula igualmente la competencia de cada uno de los Tribunales Populares.


Reproducció d'un retrat de Joan Garcia i Oliver, dirigent anarcosindicalista. 28/05/1938. foto:Arxiu Nacional de Catalunya FONS ANC1-585 / JOSEP MARIA SAGARRA i PLANA Codi de referencia ANC1-585-N-5030. Publicada por cortesía de Leonardo Mulinas. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
Leonardo Mulinas Pastor lleva un largo periodo investigando documentación y bibliografía, y recopilando cualquier información disponible o testimonio, sobre Juan García Oliver, en un seguimiento detectivesco. Convirtiendo esta búsqueda en una tarea casi obsesiva. Toda esta abundante información sobre Juan García Oliver, gran parte de ella inédita y desconocida hasta la fecha, proporciona una nueva perspectiva de estudio sobre este líder del anarquismo ibérico, que tiene a sus espaldas una intensa e interesante biografía, que en muchas ocasiones ha sido retocada o desvirtuada, dependiendo del autor, incluyendo “El eco de los Pasos”, la autobiografía que escribiría Juan García Oliver.

En esta conferencia que se promete de gran interés, Leonardo Mulinas nos hablará de la trayectoria de este singular personaje, figura clave para entender el anarquismo ibérico, desde sus primeros contactos con el anarquismo, hasta su exilio. Haciendo especial hincapié en su etapa madrileña: como redactor del diario CNT, su participación en el atentado de Eduardo Dato, su relación con Melchor Rodríguez en los turbulentos meses de noviembre y diciembre de 1936, sus mítines, y otros aspectos de indudable interés. Sin olvidar por supuesto sus avances legislativos al frente del Ministerio de Justicia.

Asamblea de la CNT en el solar del Colegio de Maravillas (en Bravo Murillo esquina a Palencia) durante la huelga de construcción, 7 julio 1936. ( Fotografía AGA, Fondo Alfonso). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

HUELGAS Y GOBIERNO EN
LA PRIMAVERA DE 1936

Por Francisco Sánchez Pérez
Viernes 24 de noviembre a las 18:00 horas s
Presenta Ana Martínez Ruz


Francisco Sánchez Pérez es otro de los grandes historiadores españoles que vamos a tener el privilegio de poder contar con su presencia en estas Jornadas. Poseedor de una impecable trayectoria profesional y academica, ha trabajado intensamente en en la historia de los movimientos políticos y sociales, así como en la historia de Madrid en el Siglo XX. Entre las obras recientes de las que es autor o en las que ha colaborado se pueden reseñar Anatomía de una crisis. 1917 y los españoles (Madrid, 2017), Luces y sombras del 14 de abril. La historiografía sobre la Segunda República española (Madrid, 2017), La Segunda República española (Barcelona, 2015) o Los mitos del 18 de julio (como coautor y coordinador, Barcelona, 2013).

Nadie mejor que él mismo para hacernos un resumen sobre loque tratará en su conferencia:
«El período republicano conocido como el del Frente Popular (febrero-julio de 1936) se caracterizó en España no sólo por un cambio de gobierno, con un marcado giro de contenido social con respecto a lo que se había hecho en los más de dos años anteriores. También fue clave para entenderlo la extraordinaria movilización política, social y laboral promovida desde fuera de los ministerios, que resulta muy llamativa, por exótica, para la época republicana. Pues actuó en paralelo, presionando claramente al gobierno para que cumpliese su programa con la mayor celeridad posible, en lugar de enfrentarse abiertamente a él, cambio sutil de táctica de las organizaciones obreras y del propio gobierno, que recurrió menos de lo habitual a la fuerza bruta y la represión. Esto ofrecía la impresión de que ambas iniciativas parecían complementarse entre sí, aunque pese a eso los choques y tensiones se prodigaron en una complicada estrategia de retroalimentación entre la legitimidad que suministraba el parlamento y el gobierno y las movilizaciones de la calle. Aunque sostenida desde febrero y multiforme, tuvo una faceta huelguística, desarrollada en particular entre mayo y julio de 1936, es decir en la víspera inmediata de la guerra. La publicística y la historiografía más conservadora desde la misma primavera de 1936 ha oscilado en caracterizar dicha movilización como una revolución en marcha comunista o simplemente obrera, un desbordamiento del gobierno, incapaz de contenerla y hacerla frente, o una persecución sistemática y violenta de las pacíficas derechas, alentada o tolerada por el gobierno y sus aliados. O bien las tres cosas juntas y combinadas. Lo que nunca se ha dicho, ni siquiera entre esta historiografía, es que esta movilización fuese dirigida contra el gobierno mismo, al que suelen caracterizar como impotente, incapaz y rehén de las fuerzas revolucionarias, cuando no promotor mismo de la violencia y las persecuciones, pero nunca como enemigo de la izquierda obrera.

Existe por tanto un amplio consenso historiográfico en torno a la idea que el gobierno y la izquierda obrera, su aliada, funcionaban en paralelo, no enfrentados, aunque en ocasiones pudieran chocar, y que esta situación poco o nada tiene que ver con la del primer bienio republicano, en particular con la abierta hostilidad entre el Gobierno Azaña y la CNT-FAI, por no hablar del período radicalcedista. Esta relación peculiar y simbiótica la veremos con algunos ejemplos. Esta situación sin embargo no fue exclusiva de España y los problemas españoles, sino que se repitió en uno de los pocos países europeos donde operó con éxito un Frente Popular propio: se trata de Francia y su Rassemblement Populaire (“Coalición Popular”). También ganó las elecciones, ocupó el gobierno y fue curiosamente respaldado a su manera y desde fuera por una movilización social y laboral, sin comparación posible tampoco en la propia historia de la Tercera República. Todo esto ocurrió entre abril y junio de 1936, es decir casi al mismo tiempo que la experiencia española. Sin embargo la forma en que se constituyeron ambas coaliciones, los distintos equilibrios políticos, el tipo de movilizaciones, su ritmo y la tradición histórica de ambos países también ofrecen notables diferencias, que también comentaremos.

Francisco Sánchez Pérez»


Portada del libro “Un espía en la trinchera. Kim Philby en la Guerra Civil Española” de Enrique Bocanegra, que será presentado en estas jornadas por su autor. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

UN ESPIA EN LA TRINCHERA:
KIM PHILBY EN LA GUERRA CIVIL

Por Enrique Bocanegra
Viernes 24 de noviembre a las 19:00 horas.
Presenta Martin Minchom


A comienzo de los años 50 del pasado siglo, una noticia conmocionaba a la opinión pública británica: varios espías al servicio de la Unión Soviética habrían estado trabajando durante años en el MI6, el servicio británico de inteligencia, y pasando información muy sensible al otro lado del Telón de Acero. La historia y peripecias de estos agentes resultaban tan increíbles que parecía sacada de una novela de ficción, sin embargo sería al contrario, y este episodio sirvió de inspiración para diferentes novelas, destacando entre ellas “el tercer hombre”, escrita por Graham Greene (quien también trabajo en el MI6 a las órdenes de Kim Philby), o “el topo” de John le Carre. Ambas serían posteriormente llevadas al cine.

Este grupo de espinas británicos al servicio de los soviéticos, serían conocidos como los “Cinco de Cambrigde”, aunque a día de hoy el misterio continúa y se sospecha que pudieran ser más. Se trataba de un selecto grupo de jóvenes de familias de la clase alta británica, alguno de ellos incluso emparentado con la propia Reina de Inglaterra, que serían reclutados por los servicios de inteligencia soviéticos a comienzo de los años 30, cuyo estatus y elitista formación, les permitiría adentrarse en los más altos puestos de la administración británica sin despertar sospechas durante un buen número de años.

Al frente de este grupo se situaría Kim Philby, considerado el espía más importante del pasado siglo. Miembro de una acomodada familia (su padre, diplomático de carrera, había desarrollado durante muchos años una excelente labor para los intereses del Imperio en la India, y el reino del sultán Al Saud, origen de la actual Arabia Saudita), Kim Philby estudiaría en la elitista unidad de Cambrigde, donde se sentiría atraído por los ideales comunistas, y donde conocería a los que posteriormente serían sus compañeros de viaje. Tras un periodo “revolucionario” por centro Europa, donde llamaría la atención de los servicios secretos soviéticos, regresaría a Gran Bretaña donde tras una renuncia aparente a sus ideales juveniles, pasó a desempeñar diferentes cargos en la inteligencia británica, llegando a ocupar importantes puestos de gran responsabilidad al frente del MI6. Su actividad abarca desde principios de los años 30, hasta el año 1963, cuando huye a la Unión Soviética antes de ser descubierto. La noticia causaría una gran conmoción en el reino Unido, nadie lograba explicarse como había sido posible que un alto cargo de la élite británica, hubiera podido estar traicionando a su país durante décadas. Por el contrario, en la Unión Soviética sería considerado como un auténtico héroe.

Fotografía en la que podemos ver a Kim Philby (con la cabeza vendada) tras ser herido durante la Batalla de Teruel, una acción que le supondría ser condecorado por el propio general Franco que nunca sospechó pudiera tratarse de un espía soviético. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Sin embargo pocos conocen que el primer trabajo desarrollado por Philby bajo órdenes soviéticas lo desarrollaría en España durante la Guerra Civil. En febrero de 1937 Kim Philby llegaría a España haciéndose pasar por un reportero “free lance”. Durante el periodo que estuvo en España se codearía con algunos de los más importantes cargos de la estructura franquista, sin que nadie llegara a sospechar de sus verdaderas intenciones. Philby llegaría a recibir la orden de matar a Franco, orden que nunca llegaría a cumplir. Por el contrario, sería el propio general Franco quien condecorara a Philby, tras resultar este herido durante la batalla de Teruel.

Esto es solo un aperitivo de todo lo que ha recopilado Enrique Bocanegra en su libro “Un espía en la trinchera”, resultado de una minuciosa labor de investigación, gracias a la cual hoy podemos conocer en detalle las vivencias y aventuras de este espía durante la Guerra Civil, y su paso por España, con datos e información hasta ahora desconocidos. De todo ello y mucho más nos hablará Enrique Bocanegra durante su conferencia.

José Antonio Primo de Rivera flanqueado por Julio Ruiz de Alda, Raimundo Fernández Cuesta y otros falangistas, fotografiados en febrero de 1936 a la salida de un mitin en el cine Europa de la calle Bravo Murillo. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

FASCISMO Y VIOLENCIA
POLÍTICA EN LA II REPÚBLICA

Por Eduardo González Calleja
Viernes 24 de noviembre a las 20:00 horas.
Presenta Ana Martínez Ruz


Y para cerrar las conferencias de estas VI Jornadas por todo lo alto, tenemos el privilegio de contar con uno de los más importantes historiadores españoles contemporáneos como es Eduardo González Calleja, quien nos hablará sobre un tema apasionante desde el punto de vista historiográfico, como es la violencia política durante la Segunda República, una faceta de este periodo histórico en la que González Calleja está considerado como uno de los mayores expertos en la materia. Sus investigaciones han versado sobre la teoría de la violencia política y su desarrollo histórico en la España contemporánea, en especial la evolución de los grupos de extrema derecha y fascistas en la Europa de entreguerras.

En su conferencia señalará las bases doctrinales de la violencia fascista durante la Segunda República y su organización en grupos paramilitares, y tras recordar algunos hechos violentos, hacer cuantificación de víctimas y valorar si la violencia falangista resultó un hecho relevante en el proceso de deterioro político que desembocó en el golpe de julio de 1936.

A continuación recogemos algunos párrafos del artículo de título Aproximación a las subculturas violentas de las derechas antirrepublicanas españolas (1931-1936), que González calleja publicó en “Pasado y memoria: revista de historia contemporánea” en 2003 (haga clic aquí para descargar el artículo completo):

«No cabe duda de que los años treinta fueron la época dorada de la extrema derecha española. Nunca hasta ese momento ese segmento tan volátil del espectro político había tenido una caracterización contrarrevolucionaria tan plena, y unas lecturas políticas tan ricas y contrastadas, debido al absoluto desmoronamiento de la derecha liberal parlamentaria, a la debilidad extrema de la derecha democrática (en su versión liberal-conservadora o social cristiana) y al eclipse temporal como actores político-institucionales de las grandes fuerzas conservadoras de fines del siglo XIX: Iglesia, Monarquía y Ejército. Se ha dicho que, en períodos tranquilos, la extrema derecha se identifica con la nostalgia o con la protesta contra el sistema, pero que en coyunturas de crisis e incertidumbre se extiende como el miedo a amplios sectores sociales.
(…)
Es evidente que en los años treinta se produjo una transformación radical del lenguaje y de la simbología políticos. La polarización de los significados derivó en un progresivo rechazo de la identidad entre España y República por parte de las derechas accidentalistas, monárquicas y fascistas. Esta tensión lingüística, resultado de la ausencia de consensos políticos básicos, se manifestó claramente en el repudio dirigido al término «república», y a otros conceptos políticos fundamentales como «libertad», «democracia» o «revolución social».

Esta creciente belicosidad se manifestó claramente en el léxico de la acción partidaria. Desde los comienzos del régimen republicano, los seguidores de la derecha católica podían ser desacreditados con los epítetos más mordaces. El término «fascista», utilizado de forma peyorativa para designar al albiñanismo y al falangismo, comenzó a extender su campo semántico hacia toda la derecha entre la toma del poder por Hitler en enero de 1933 y el triunfo electoral cedista de noviembre. Pero a la altura de 1936, este epíteto denigratorio ya era asumido sin mayores problemas por un sector creciente de la extrema derecha, ya que Calvo Sotelo se declaró solemnemente fascista ante el Parlamento.
(…)
Durante la República, la violencia política trató de ser «gestionada» a través de grupos paramilitares estrechamente vinculados a la organización y a la estrategia de los partidos. La milicia política fue el gran hallazgo subversivo de la época en toda Europa, y la culminación de un proceso de creciente organización y privatización de la violencia que ya se rastreaba en las décadas anteriores.

Aunque fue un fenómeno que afectó a casi todas las tendencias partidistas, las derechas extremas utilizarían preferentemente la paramilitarización como penúltimo recurso de acción política, antes de optar por la baza suprema del golpe militar. El modelo paramilitar preferido por las organizaciones de la derecha española fue el fascista, que había ofrecido cumplidas muestras de su eficacia en los años anteriores. Atraídos por el éxito de los squadristi en los años veinte y de las SA en los treinta, los grupos derechistas españoles adoptaron en mayor o menor medida y fortuna su tipo de encuadramiento en partidos «movimentistas » (según la terminología de De Felice), sus rasgos externos e incluso sus métodos de lucha y movilización políticas, pero mantuvieron casi invariables las pautas ideológicas conservadoras.»


Haga clic en la imagen para ir a la página de Madrid en Guerra.

VISITAS GUIADAS

Al igual que en convocatorias anteriores, este año están programadas dos interesantísimas rutas, por medio de las cuales podremos conocer sobre el terreno parte de la Historia de la GCE en Madrid. En una de ellas visitaremos el Cerro de los Ángeles y en la otra seguiremos los últimos momentos de Jesús Martínez de Aragón por el barrio de Argüelles y la casa de Campo.

La asistencia a cada una de estas rutas tiene un precio de 10 euros y es necesario inscribirse a las mismas durante el desarrollo de las VI Jornadas (jueves y viernes). En el momento de la inscripción se entregará un bono regalo por el mismo importe (10 euros) para canjear por publicaciones de Gefrema. En otras palabras, al inscribirse en la ruta regalan dos revistas cuyo importe es de 10 euros.

SÁBADO 25 DE NOVIEMBRE DE 2016

Fotografía aérea del cerro de los Ángeles tomada antes de la guerra. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
CERRO DE LOS ÁNGELES

Un recorrido guiado por este emblemático lugar madrileño visitando los escenarios donde tuvieron lugar algunos de los episodios que pudieron dar un vuelco a la disputa por conquistar Madrid. Durante la ruta conoceremos la historia del lugar, la de los monumentos que allí se conservan, así como los numerosos restos arqueológicos y huellas que de aquel periodo todavía hoy se conservan.

Unos milicianos simulan el fusilamiento del monumento del Sagrado Corazón a los pocos días de producirse el golpe militar de julio de 1936. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La ruta estará guiada por Fernando Vega Cruz autor del artículo central de la revista Frente de Madrid que se presenta en estas Jornadas.

Todos los detalles sobre la ruta, como lugar de inicio, finalización y horarios, se facilitaran durante las Jornadas en el momento de la inscripción.

DOMINGO 26 DE NOVIEMBRE DE 2016

El comandante Jesús Martínez de Aragón conversa con sus hombres en Cuatro caminos. Fotografía Archivo Rojo, Ministerio de Cultura. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

RUTA MARTÍNEZ DE ARAGÓN

En esta ruta seguiremos parte del posible itinerario que realizara el comandante Jesús Martínez de Aragón el día que caería abatido en combate en las proximidades del Puente de los Franceses, durante el desarrollo de la que sería conocida como Operación Garabitas. Durante el recorrido visitaremos algunos lugares emblemáticos de la batalla de Madrid como el Hospital Clínico, el Asilo de Santa Cristina, facultades médicas, Parque del Oeste, Puente de los Franceses o la Casa de Campo, entre otros, incluido el lugar donde sería herido mortalmente el comandante Martínez de Aragón. Durante este recorrido podremos contemplar diferentes vestigios arqueológicos de extraordinaria importancia que todavía se conservan.

La ruta estará guiada por Luis de Vicente Montoya, Vicepresidente de Gefrema y autor del libro Operación Garabitas.

Todos los detalles sobre la ruta, como lugar de inicio, finalización y horarios, se facilitaran durante las Jornadas en el momento de la inscripción.

¿CÓMO LLEGAR?:

A LAS CONFERENCIAS

Escuela Superior de Hostelería y Turismo.
Paseo Puerta del Ángel, 5
28011 Madrid



Clic aquí para ver mapa más grande

METRO:
Estación del Lago, Línea 10
Estación Puerta del Ángel, Línea 6

AUTOBUSES:
Parada en Puerta del Ángel
Líneas 31,36,39 y 65


domingo, 13 de agosto de 2017

LA PLAYA DE MADRID

Una pareja de sonrientes jóvenes posa puño en alto para el fotógrafo en la Playa de Madrid. Fotografía: Archivo Santos Yubero Comunidad de Madrid. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

”AQUÍ SI HAY PLAYA”
EL CÁLIDO VERANO DEL 36

Por Florentino Areneros.

Como todos los años, este verano muchos madrileños emprenderemos viaje hacia la playa, algo impensable para nuestros abuelos y bisabuelos que debían permanecer en la capital sufriendo estoicamente la canícula estival, a poder ser lo más cerca posible de un botijo y esperando a la caída de la tarde para sacar sus sillas a la calle para departir con los vecinos aprovechando la fresca. Pero no siempre fue así, hubo un tiempo que en Madrid también tuvimos nuestra playa, y a unos pocos minutos de la Puerta del Sol, eran los tiempos del “vaya, vaya, aquí si hay playa”, una playa modesta, eso si, pero muy coqueta y “apañá”, sin que la faltara detalle.

Fotografía aérea del complejo lúdico deportivo de la Playa de Madrid. Fotografía: Ejército del Aire. Colección Anmogon. . (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

A principios de los años 30 del pasado siglo, las corrientes como las higienistas o naturistas, que reclamaban un mayor contacto de la población con la naturaleza, y el disfrute de más tiempo al aire libre, y que contaban con el apoyo de entidades como la Institución Libre de Enseñanza, habían encontrado un gran eco entre las clases populares, e incluso formaban parte de las reivindicaciones y en las recomendaciones a sus seguidores, de sindicatos y asociaciones políticas o sociales. Los fines de semana, especialmente del verano, era habitual ver grupos de jóvenes y de familias enteras dirigirse a pasar el día a las afueras de la ciudad, especialmente a las orillas de la ribera del modesto Manzanares, principalmente entre la zona comprendida entre el Puente de los Franceses y El Pardo, donde el río todavía no había recibido los “aportes” que la ciudad vertía en el mismo, y las aguas tenían una calidad aceptable.

Fotografía tomada durante la construcción de la Playa de Madrid a comienzos de los años 30. Como se puede apreciar algunos no pudieron esperar a que se terminara la obra y decidieron bañarse antes. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

También se pondría de moda la costumbre del baño al aire libre, bien en las propias aguas del río, donde sería más correcto hablar de chapuzón, o en las diferentes piscinas que se habían construido en la ciudad en los últimos años, como la cercana piscina de El Lago junto al referido Puente de los Franceses, o la cercana también piscina de La Isla, en el mismo cauce del río junto al Puente del Rey, así como otras más alejadas como la piscina Estela en la Ciudad Lineal, o la del estadio de Chamartín.

Una animada escena tomada en la Playa de Madrid al poco de su inauguración. Revista Arquitectura 1934. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

Para aprovechar esta creciente demanda de ocio y naturaleza, a principio de la década de los 30 se crea la sociedad Playa de Madrid S.A., cuyo objetivo es la creación y explotación de una playa artificial en Madrid, similar a las de otras ciudades europeas como las de Berlín, París, Budapest o Viena, entre otras. El lugar elegido será a las orillas del Manzanares, en un lugar conocido como Fuentelareina, justo en la desembocadura del Arroyo del Fresno (en aquel momento los terrenos pertenecían al término municipal de El Pardo), donde se represará el río creando una laguna artificial. El proyecto se le encarga al arquitecto Manuel Muñoz Monasterio (quien también será el encargado de proyectar otros “templos” del ocio madrileño, como la plaza de toros Monumental de Las Ventas, o el estadio Santiago Bernabeu, y también el popular Parque Sindical, conocido popularmente como “el charco del obrero”, vecino a la Playa de Madrid). Además de la “playa” propiamente dicha, el conjunto incluía una serie de edificios para albergar las instalaciones necesarias en este tipo de complejos lúdicos y deportivos.

Alzado del arquitecto Manuel Muñoz Monasterio en el que podemos ver el conjunto tal y como fue diseñado. Revista Arquitectura 1934. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

Nadie mejor que el propio arquitecto para presentarnos su proyecto. Reproducimos a continuación el texto del artículo de Manuel Muñoz Monasterio publicado en la revista “Arquitectura” en uno de sus número de 1934, donde podemos comprobar que se cuidó hasta el último detalle: «En el término municipal de El Pardo, a seis kilómetros de la Puerta del Sol, en una extensión de 500.000 pies cuadrados al lado del Manzanares, se ha construido la primera playa artificial de España.

Planta del proyecto. Revista Arquitectura 1934. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

Madrid, por su extremado clima y el escaso caudal de agua de su río, necesitaba imperiosamente una obra de esta importancia. La dificultad mayor en ella ha sido el extraordinario movimiento de tierras llevado a cabo y la cimentación de las construcciones sobre el lecho arenoso del río, donde ha habido necesidad de agotar de un modo permanente.

Vista de la pista de patinaje y otras instalaciones. Revista Arquitectura 1934. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

Aprovechando la privilegiada naturaleza del lugar, lindante con el Monte de El Pardo y a la vista de la Sierra del Guadarrama, la idea predominante en el planteamiento de la obra, ha sido el aprovechamiento de todo lo natural, no solo con la idea de la economía, sino con la de no dar sensación de una construcción sumamente artificiosa. Por este motivo han sido muy pocos los árboles talados y en medio del agua surgen de ella a modo de islotes.

Fotografía de época con una imagen exterior de los vestuarios y la planta del diseño de los mismos. Revista Arquitectura 1934. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

Una presa de hormigón armado con compuertas metálicas, prolongada en uno de sus lados por un muro de contención de 190 metros de longitud, detiene las aguas del río que invaden la zona de tierra proyectada en una extensión superficial de 21.000 metros cuadrados. La línea de agua tiene un desarrollo de 350 metros, y dese ella, el nivel asciende desde la cota 0 hasta la máxima de 2,80 metros, con un promedio de pendiente de un 5 por 100. Bajo el muro de contención y a lo largo de él, se han construido seis rebosaderos con la idea de que el desagüe se reparte en toda su extensión y quede el agua totalmente removida. Estos rebosaderos vierten en un tubo de 1,20 metros de diámetro que devuelve las aguas nuevamente al curso natural del río. La línea de agua forma un ángulo recto, en cuya bisectriz se ha situado el pabellón restaurante con pistas de baile, y simétricamente a un lado y a otro, los pabellones de vestuarios de mujeres y de hombres, a base de casetas que se ocupan solo en el momento de vestirse; la ropa se entrega en los guardarropas. De esta manera se tiene el mayor aprovechamiento e independencia a su vez. Completan el proyecto el pabellón de servicios (W.C. y botiquín), una pista para patinar, de cemento, paseos, jardines y los pabellones de administración, con una torre de 15 metros de altura, donde van situados los reguladores de la presión del agua. Posteriormente se han realizado obras complementarias de campos de tennis(sic), frontón, club náutico. Una potente iluminación a base de proyectores permite la apertura por la noche.

El Stand-Bar y Club, en una fotografía anterior a la Guerra Civil y en su estado actual en una foto de 2014. Revista Arquitectura 1934 y FOTO JAZ. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

AGUA.- El agua del Manzanares, procede del embalse de Santillana, es un agua pura, cuyo único punto de infección existe en el pueblo de El Pardo, que a él vierte sus aguas residuales. El análisis del agua a pesar de ello y por haber un recorrido desde dicho punto hasta la playa de cinco kilómetros de batido, ha sido satisfactorio; pero, sin embargo, y previendo un aumento de la población de dicho lugar, se ha instalado en el mismo una estación depuradorade aguas residuales a base de un tanque Imhoff, en el que tiene lugar la separación de las materias sólidas y la digestión de las mismas, y un tratamiento por hipoclorito suficiente para efectuar una completa desodorización y una reducción mínima del 90 por 100 en el contenido de bacterias. El aparato que suministra la solución de hipoclorito cálcico tiene una capacidad suficiente para suministrar 30 miligramos de cloro activo por cada litro de agua residual».


El restaurante de lujo, en una fotografía anterior a la Guerra Civil y en su estado actual, incluyendo su interior, en fotos de 2014. Revista Arquitectura 1934 y FOTO JAZ. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

La Playa de Madrid abriría sus puertas el 15 de mayo de 1932, con gran acogida por parte los madrileños, los que se podían permitir pagar la entrada por supuesto. Un servicio de autobuses exclusivo conectaba la estación de Príncipe Pío, a donde se podía llegar cómodamente en el Metro, con la nueva playa madrileña en menos de 15 minutos. El éxito fue inmediato, la novedosa instalación atraería a muchísimos madrileños, y entre tanta afluencia de público no podían faltar los tradicionales pícaros, y así el 17 de agosto de 1932 se publicaba en el diario Ahora un anuncio con el siguiente texto: «PLAYA DE MADRID, S.A. La afluencia de público a la Playa Artificial viene siendo tan extraordinaria que, acaso debido a esto, y sin duda por equivocación, algunos señores bañistas no han devuelto trajes, sábanas y toallas en las casillas correspondientes.


Playa de Madrid advierte que los trajes de baño han sido fabricados con punto y confección especiales, así como las sábanas y toallas, que ello va debidamente contraseñado. Así, pues, si se encontrase alguno de los efectos no presentados en poder de cualquier otra persona ajena al servicio del establecimiento, se reclamaría la entrega por la vía judicial»
. Como se puede comprobar siempre ha habido “despistados”.

Uno de los autobuses que trasladaba a los bañistas desde la Estación del Norte a la Playa de Madrid. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

El éxito continuaría en los años sucesivos, a la oferta del baño y actividades deportivas, había que sumar diversas actividades como fiestas exclusivas por la noche y otros eventos sociales, que convertían a la Playa de Madrid en uno de los principales atractivos de las noches madrileñas. Según se recogía en un artículo publicado en el semanario Mundo gráfico del 3 de julio de 1935, en Madrid en un día de diario acudían a nadar entre 5.500 y 7.500 personas, contando además de la Playa el resto de piscinas de la capital, y en los días de los fines de semana más de 23.500. De todas estas personas, a la Playa de Madrid acudían entre 3.000 y 5.000 personas, subiendo a más de 18.000 los días festivos, contando a las personas que pasaban por taquilla, no al número total de bañistas. Unas cifras que nos permiten hacernos una idea del impresionante éxito social, y suponemos que también económico, que tuvo esta iniciativa.

En el verano de 1936 la situación pasaría a ser muy distinta, tras el golpe militar de julio que desencadenaría la Guerra Civil, la vida en la ciudad de Madrid experimentaría un giro radical. Un cambio que se haría sentir también en la Playa de Madrid, que muy posiblemente sería “colectivizada”, “socializada” o bien pasaría el control a los trabajadores, aunque no hemos podido comprobar documentalmente ninguno de estos escenarios. Hemos encontrado unas excepcionales fotos de Santos Yubero, donde podemos comprobar cómo era un día de baño tras el golpe, en ellas se aprecia que ahora la mayoría de los bañistas son jóvenes, con mucho niños entre ellos, y muy pocas mujeres, así como algún miliciano uniformado. Nada que ver con el público de apariencia más elitista y de mayor edad que podíamos contemplar en las fotografías de veranos anteriores.

Un grupo de entusiastas jóvenes, la mayoría niños, saludan brazo en alto al fotógrafo. Fotografía: Archivo Santos Yubero Comunidad de Madrid. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)
Un grupo de bañistas posan para el fotógrafo saludando con el puño en alto. Observen los esfuerzos de algunos para realizar el saludo y mantenerse a flote. Fotografía: Archivo Santos Yubero Comunidad de Madrid. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)
Una pareja de jóvenes toman el sol en la fina arena de la Playa de Madrid en el verano de 1936. Fotografía: Archivo Santos Yubero Comunidad de Madrid.(Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)
Podemos ver nuevamente a un numeroso grupo de jóvenes, en su mayoría niños, haciendo el saludo “oficial” del momento sobre una pasarela que unía ambas orillas del río. Fotografía: Archivo Santos Yubero Comunidad de Madrid. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)
Otra vista de la pasarela. Fotografía: Archivo Santos Yubero Comunidad de Madrid. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)
Un intrépido saltador se lanza al agua desde lo alto de las compuertas que retenían el agua del río. Valor no le faltaba al joven. Fotografía: Archivo Santos Yubero Comunidad de Madrid. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)
Una pareja pasea por la Playa de Madrid. Fotografía: Archivo Santos Yubero Comunidad de Madrid. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

El verano de 1936 sería el último en muchos años, en el que la Playa de Madrid estaría abierta al público. En noviembre de ese mismo año la guerra iba a llegar a las puertas de la capital, desarrollándose las principales acciones militares en las inmediaciones de la Playa que quedaría en zona republicana y prácticamente en primera línea de frente. Como resultado de los combates durante cerca de dos años y medio, las instalaciones quedarían gravemente dañadas.

Una imagen de 2014 de las compuertas, de las que solo se conservan los pilares de hormigón. FOTO JAZ. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

Existen diversos testimonios y bibliografía sobre la Playa de Madrid durante la Guerra Civil, de todos ello quizá el más descriptivo sea el del brigadista Esmond Romilly que dejaría plasmado en su libro “Boadilla” (Editorial Amaru), un libro imprescindible para los interesados en la historia de la Guerra Civil en Madrid. Romilly era un joven idealista británico de familia acomodada (sobrino de Winston Churchill). Su compromiso antifascista le lleva a unirse a las Brigadas Internacionales y viene a combatir a España con apenas 18 años recién cumplidos. Fallecería en 1941 con 23 años al ser derribado su avión sobre el Mar del Norte después de haber participado en un bombardeo sobre Alemania. Transcribimos parte del Capítulo 12 de su libro “Boadilla” donde describe su paso por la Playa de Madrid en diciembre de 1936: «”La Playa de Madrid”, donde fuimos a descansar unos días, había albergado entiempos un elegante club nocturno con habitaciones que los madrileñosricos utilizaban durante los fines de semana. Tenía cuatro bares, un restaurante, un aparcamiento, una pista de tenis, mini golf, un río con canoas y botes a vapor con paletas. Al llegar allí, el lugar estaba tal y como lo habían dejado los dueños en octubre, cuando se unieron a las interminables colas de gente que se iba a la capital. Había tazas de té, platos y cuchillos sucios, pequeñas mesas cuadradas y sillas al sol, botellas medio vacías de ginebra y anís. Nos alojamos en una habitación que en su día había sido un pequeño comedor. Yo compartía cama con Joe detrás del bar, una cama hecha con dos tablas de una canoa. Al día siguiente nos trajeron unos colchones.

Desayunábamos en mesas con manteles, con asientos exquisitos, servilletas de papel, platos y tazas. Tich lo organizó todo. Después de barrer y limpiar durante seis largas horas, la sala de estar y el comedor quedaron muy acogedores. Quizás, antes de la guerra, los hombres de negocios exhaustos por el trabajo llevaban allí a sus amantes para olvidarse de sus preocupaciones en un ambiente de lujo y bienestar. Aunque ahora ya no quedaba nada de aquello, La Playa también supuso un refugio para nosotros. Podíamos sentarnos en una terraza, mientras nos fumábamos un puro, o sacábamos la barca al río, o nos sentábamos alrededor de la mesa con unas tazas de café caliente para jugar al póquer. La experiencia de aquellos días fue lo más cerca que estuvimos de la comodidad y la civilización».


Una de las fotografías que el legendario fotógrafo Robert Capa tomó en Madrid durante la Guerra Civil, en la que podemos ver a dos milicianos, probablemente brigadistas internacionales al igual que Esmond Romilly, con la torre de la Playa de Madrid como fondo. Fotografía: Magnum Photos. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)
La torre en una imagen de 2014. Observen el horrible capirote de pizarra que se le colocó en su reconstrucción tras la guerra. FOTO JAZ. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)
En la fotografía podemos ver al investigador norteamericano Ken O’Keefe, quien ha publicado varios trabajos sobre la GCE en Madrid, y a un reportero de esta redacción, tratando de reconstruir la escena de la fotografía de Capa. Hay que dejar constancia de que la fotografía fue tomada por los protagonistas, tras abandonar estos dos personajes el bar de la Playa de Madrid. FOTO JAZ. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

Como comentamos anteriormente La Playa de Madrid sufriría graves daños hasta finalizar la guerra. Sería abierta de nuevo en 1947, pero con importantes cambios en su diseño. Los edificios originales diseñados por Muñoz Monasterio en un estilo racionalista tipo barco, un estilo muy común en muchas edificaciones madrileñas del periodo republicano que todavía podemos encontrar en nuestras calles, serían modificados adquiriendo una fisonomía más acorde con el sentimiento imperial del nuevo régimen, para ello se dotaría a los edificios de unos tejados de pizarra, más en la línea de la estética de la arquitectura escurialense del momento, que alcanzaría su cenit con la construcción del Ministerio del Aire en la Plaza de la Moncloa, actual Cuartel General del Aire, obra de Luis Gutiérrez Soto, que sería conocido popularmente como el “Ministerio de El Escorial”.

Desde entonces hasta el día de hoy el complejo lúdico-deportivo pasaría por diversas manos, hasta hacerse con el mismo el Grupo Cantoblanco, del polémico empresario Arturo Fernández, al que hemos visto involucrado en diversos escándalos políticos financieros, como el de las Tarjetas Black, por el cual sería condenado, o los casos de la financiación ilegal del Partido Popular, entre otros. En la actualidad La Playa se encuentra cerrada y en estado prácticamente de abandono, suponemos que mientras se esclarecen todos los escándalos en los que está inmerso este empresario. Confiamos en que algún día La Playa vuelva a abrir sus puertas a los madrileños, y aunque ya sea difícil recuperar los baños, por lo menos que se puedan organizar actividades en las cálidas noches del verano madrileño, o se pueda pasear por sus aguas en barca y podamos decir que “aquí si hay playa”.

La redacción de Sol y Moscas, en una de las numerosas paradas que se ven obligados a realizar por el calentamiento del vehículo, camino de la playa. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada)

Pero mientras vuelven a abrir La Playa, los madrileños nos tendremos que seguir yendo a las de otros puntos de España, y en la redacción de Sol y Moscas emprendemos camino y cerramos el chiringuito hasta el mes de septiembre, en que esperamos retomar la actividad, a ser posible con menos relajación que esta temporada, y prometemos intentar publicar más a menudo. No quisiera terminar sin expresar mi inmenso agradecimiento a esa musa, fuente de sabiduría e inspiración inagotable para los que nos interesamos en la historia de Madrid, que es María Isabel Gea “Mayrit”, sin cuya ayuda no hubiera sido posible la elaboración de este artículo.

Desear unas buenas vacaciones a todos nuestros lectores, y a los que ya han disfrutado de sus vacaciones recordar el dicho de “Madrid, en verano y con dinero Baden-Baden”. Feliz verano.

Florentino Areneros.

domingo, 11 de junio de 2017

REFUGIADOS EMBAJADA ALEMANA II PARTE


Un grupo de refugiados alemanes en la cubierta del barco en que fueron evacuados a Alemania. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

NOTA DE LA REDACCIÓN: Este artículo complementa a los publicados en este mismo blog sobre el fótógrafo alemán (clic aquí para ir a los artículos anteriores). Todas las fotos que aparecen en este artículo, salvo indicación en contra, pertenecen al Fondo Otto Wunderlich del Ministerio de Cultura.

OTTO WUNDERLICH
LOS REFUGIADOS DE LA
EMBAJADA ALEMANA
SEGUNDA PARTE

Por Florentino Areneros.

En nuestra última crónica de título “Los refugiados de la Embajada Alemana” (Clic aquí para ir a la crónica si no la leyó), gracias a las excepcionales fotos de Otto Wunderlich comprobábamos como un buen número de ciudadanos alemanes residentes en Madrid se habían refugiado en la embajada de Alemania de Madrid tras el golpe militar de julio de 1936. También conocíamos en aquella crónica como en noviembre de 1936 la Alemania de Hitler reconocía al gobierno del general Franco y rompía relaciones diplomáticas con la Republica Española, lo que acabaría provocando el asalto y ocupación de la embajada, en la que ya no se encontraban la mayoría de los ciudadanos alemanes que se refugiaron allí en el verano de 1936, lo que indica que tuvieron que ser evacuados en algún momento de ese intervalo de tiempo. En esta crónica, nuevamente de la mano de las fotografías que tomo Otto Wunderlich, refugiado también en la embajada, podremos reconstruir parte de la odisea y vicisitudes que debieron pasar estas personas hasta llegar finalmente a Alemania.

Una de las pasajeras del barco almuerza en cubierta. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Pese a que Hitler había mostrado su simpatía y dado generoso apoyo material a los sublevados, prácticamente desde el momento de producirse el golpe militar de julio de 1936 que desencadenaría la guerra civil, las relaciones diplomáticas entre la República y Alemania se mantuvieron con normalidad por ambas partes, hasta el punto de que incluso la República llegaría a adquirir armas y otros pertrechos durante ese periodo a la Alemania nazi. Aunque no hemos encontrado ninguna documentación ni referencia por ahora, no nos cabe ninguna duda de que tuvieron que existir contactos a alto nivel para garantizar la seguridad de los ciudadanos alemanes refugiados en la embajada, como prueban las fotografías que confirman la presencia de guardias de asalto en el interior del recinto de la misma, así como para permitir su evacuación a Alemania, también con las máximas garantías de seguridad posibles. Parece evidente que pese a las manifiestas muestras de apoyo del régimen nazi a los golpistas, el gobierno de la República no quería manifestar hostilidad hacia los alemanes, cerrándose posibles vías diplomáticas en el futuro. La presencia de buques de guerra alemanes en los puertos españoles durante la evacuación de los refugiados, como veremos más adelante, demuestra que los contactos tuvieron que existir para coordinar la operación.

Cartel publicitario de la Hamburg Amerika Line. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Wunderlich tomaría fotografías en el recinto de la embajada, y posteriormente en el puerto del Mediterráneo al que fueron trasladados, pero no hemos localizado fotografías del trayecto entre Madrid y la costa, ni tampoco documentación, aunque queremos suponer que serían trasladados todos juntos en un convoy de autobuses, o posiblemente en ferrocarril, hasta tierras levantinas. Podríamos decir que Otto Wunderlich era un fotógrafo de “dedo fácil”, por la gran cantidad de fotos que disparaba, muchas de ellas prácticamente idénticas y sacadas con escasos segundos de diferencia, pero el hecho de que no tomara ninguna foto hasta que ya se encontraban en puerto, nos inclina a pensar que por motivos de seguridad, para que no fotografiaran tropas, instalaciones militares, carreteras, etc… se le prohibiría utilizar sus cámaras durante el recorrido, y la primera foto que tenemos de Wunderlich es una en la que vemos a algunos de los evacuados mostrando sus equipajes en la aduana, posiblemente Otto Wunderlich aprovechara que había abierto la maleta para recuperar su cámara. Las fotografías que tomo Wunderlich nos permiten obtener una serie de pistas y evidencias con las que podemos reconstruir con bastante exactitud las principales claves de cómo fue la evacuación.

Un grupo de refugiados en la cubierta del barco esperando a que este zarpe. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La primera pregunta que surge es conocer el lugar al que fueron trasladados para su evacuación, y gracias a algunas de las fotografías de esta serie podemos comprobar que se trata del puerto de Alicante. En varias instantáneas, tomadas cuando el barco de alejaba del puerto, se distingue con total claridad el cerro Benacantil con el castillo de Santa Bárbara y las murallas que lo rodean.

Dos imágenes del puerto de Alicante donde distinguimos el cerro de Benacantil y el castillo de Santa Barbara. La foto superior es de Wunderlich. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En otra de las fotos podemos observar a parte de la tripulación y del pasaje posando para el fotógrafo alrededor de uno de los salvavidas del barco donde podemos leer BADEN-HAMBURGO, un dato que nos permite conocer el navío en el que fueron evacuados. El Baden fue botado el 25 de febrero de 1922 como barco de pasajeros, desplazaba 8.803 toneladas, de de 148 metros de eslora y 17,7 de manga alcanzaba una velocidad de 13 nudos. Tenía capacidad de 17 pasajeros en primera clase y 744 en tercera. Construido para la HAPAG (HAMBURG-AMERIKANISCHE PACKETFAHRT AKTIEN GESELLSCHAFT), cubría los recorridos entre Alemania y los puertos de América, realizando su primer viaje el 16 de septiembre de 1922 zarpando de Hamburgo con destino a Buenos Aires. Este barco se haría tristemente famoso en 1930 a causa de un trágico incidente ocurrido frente a las costas de Brasil.

Un grupo de refugiados posan junto al capitán del Baden. Para que no quede dudas del lugar donde se ha tomado la foto han colocado un salvavidas con el nombre del barco. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El cuatro de octubre de 1930 el Baden zarpó de Hamburgo con destino Buenos Aires, efectuaría paradas en Gijón, Leixoes en Portugal y en Río de Janeiro antes de llegar a su destino. En Gijón embarcarían 277 personas, la mayoría asturianos que emigraban a la Argentina en busca de una vida mejor. El 24 de octubre llegaría a Rio de Janeiro, con la mala fortuna de que coincidió con el golpe militar que llevaría al poder a Getulio Vargas, la incertidumbre reinante y el clima de inseguridad que se vivía en la ciudad, impulsaron al capitán del Baden a abandonar el puerto. Soltó amarras a las 17 horas y a los pocos minutos recibiría un cañonazo de advertencia de la batería de la fortaleza de Santa Cruz, y sin apenas tiempo de reaccionar recibió una segunda andanada desde el Fuerte Vigía, que alcanzó de lleno la cubierta donde se encontraban muchos pasajeros contemplando la maniobra para abandonar el puerto. El balance fue trágico, perecieron 31 personas, tres miembros de la tripulación y 28 pasajeros, todos ellos españoles, la mayoría de ellos asturianos. Este no sería el último episodio trágico del navío, en 1940 durante la II Guerra Mundial, sería interceptado en aguas cercanas a Santa Cruz de Tenerife por el crucero británico 'HMS Berwick'. El capitán del Baden decidió hundirlo, antes de que fuera capturado por el enemigo.

Haga clic en la imagen para ir a la página de Madrid en Guerra.

Antes de su dramático final, el Baden dejaría en 1935 de ser un barco de pasajeros para convertirse en carguero para el transporte de carbón, pasaría a pertenecer a la HAPAG para integrarse en la DLL (Deutsche Levante Linie) compañía subsidiaria a su vez de la HAPAG. En una de las fotos de Wunderlich se observa la chimenea del buque, donde distinguimos las siglas de la compañía y el símbolo de la misma, lo que confirma este punto, las fotos son en blanco y negro, pero podemos hacernos una idea clara viendo el logotipo de la compañía de los colores que podríamos ver en la foto.

Imagen de la chimenea del vapor alemán, en donde distinguimos el logotipo de la Deutsche Levante Line (DLL). En la imagen inferior podemos ver los colores originales de esta compañía. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Pero las fotos de Wunderlich nos siguen “hablando”, continúan facilitándonos pistas para poder construir el relato de lo que pasó con los refugiados de la embajada alemana. En una de las fotos vemos una lancha con la bandera de la marina de guerra de la Alemania nazi, la Kriegsmarine, que se acerca al muelle del puerto donde esperan los refugiados. En otras fotografías podemos comprobar como grupos de refugiados suben a la embarcación para ser trasladados al Baden. En una de esas fotos distinguimos un salvavidas, donde con letras góticas aparece escrito el nombre de Admiral Scheer, es decir la lancha en la que estaban siendo trasbordados los refugiados pertenecía al Admiral Scheer, un crucero pesado de la clase Deustchland terminado de construir en 1934.

En la foto superior distinguimos una lancha con la bandera de la marina de guerra alemana. En la imagen del centro vemos en detalle esta bandera. En la fotografía inferior vemos que un grupo de refugiados han subido a la lancha para ser trasladados a otro barco, podemos distinguir un salvavidas en el que leemos Admiral Scheer, un crucero de la marina alemana. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En otras fotografías vemos al Admiral Scheer en aguas del puerto de Alicante, lo que confirma como ya comentamos anteriormente, que tuvo que haber algún tipo de negociación a alto nivel para la evacuación de los refugiados alemanes. El Admiral Scheer formaría parte posteriormente de las fuerzas navales encargadas de hacer cumplir el “Pacto de No Intervención” por el que la mayoría de países europeos, incluyendo las grandes potencias, se comprometían a no intervenir en el conflicto español, una neutralidad que nunca llegó a producirse como bien sabemos, concretamente en el caso de Alemanía. Este barco participaría directamente en uno de los incidentes más escandalosos desde el punto de vista de la intervención internacional durante la Guerra de España como fue el bombardeo de Almería por la escuadra alemana el 31 de mayo de 1937. En aquel episodio cinco buques de la marina de guerra alemana bombardearían con total impunidad la ciudad de Almería, lanzando más de doscientos proyectiles de gran calibre sobre la ciudad, que carecía de baterías de costa para repeler una agresión de ese tipo. Hace unos años publicamos en este blog una crónica sobre aquel dramático episodio (click aquí para leer el artículo sobre el bombardeo de Almería).

Un grupo de refugiados aguarda en cubierta a que zarpe el buque. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Las imágenes que tomó Otto Wunderlich en Alicante siguen deparando sorpresas, en una de ellas podemos ver como otro barco de guerra matriculado como H37 enfila su proa hacia el Admiral Scheer. Esa matrícula se corresponde con un buque de la marina británica, concretamente el HMS Garland, Un destructor clase G construido para la Marina Real a mediados de la década de 1930, al igual que el Admiral Scheer el HMS Garland participaría durante la Guerra Civil en el control de las costas y puertos españoles. Durante la II Guerra Mundial sería cedido a la Marina Polaca. La presencia del Garland nos hace plantearnos nuevas preguntas, en la fecha en que se tomaron estas fotografías (que veremos más adelante) todavía no había entrado en vigor el Tratado de No Intervención, por lo que suponemos que la presencia de este buque británico, así como la del alemán, formaría parte del acuerdo al que se llegó para la evacuación, es decir se trataría de un acuerdo a tres partes en el que el reino Unido actuaría de garante o mediador entre Alemania y España. Aunque todo ello es solamente una hipótesis que no hemos podido contrastar.

El destructor británico HMS Garland enfila su proa hacia el lugar donde se encuentra el Admiral Scheer. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Una vez que sabemos que se trata del puerto de Alicante, que los refugiados fueron embarcados en el carguero Baden, bajo la supervisión de un buque de guerra alemán y otro británico, nos quedaría por conocer la fecha en la que se produjeron estos hechos. Hemos encontrado en el periódico de Alicante “El Día”, en cuya cabecera aparece como “Diario portavoz de los pueblos de Alicante”, en su edición del lunes 17 de agosto de 1936 información sobre los barcos que se encontraban en el puerto el día anterior, y en el listado aparecen el “vapor alemán «Baden»”, el “acorazado alemán «Admiral Scheer»”, pero no así el H37 Garland, en su lugar figura el “destroyer inglés H-30 «Beagle»”. También se indica en la noticia que se hayan en el puerto el destroyer francés Cassard, el Destroyer portugués Douro, el crucero italiano Fiune y el acorazado norteamericano Quincy, lo que nos lleva a pensar que había más países implicados en la operación. Es posible, como veremos más adelante, que además de los alemanes abandonaran el país ciudadanos de otras nacionalidades ese mismo día, y que las negociaciones para la evacuación implicaran a otras naciones, de ahí la presencia de esos buques de guerra en Alicante. Pero pese a estas incógnitas y la diferencia de matrículas del buque británico, probablemente producida por un cambio de última hora o un error en la información facilitada al puerto, nos atrevemos a adelantar que las fotografías del puerto de Alicante se tomaron el domingo 16 de agosto de 1936. Posteriores evidencias confirmarían este dato.

Recorte del diario El Dia de Alicante del 17 de agosto de 1936, donde se informa de la presencia en el puerto del Baden y el Admiral Scheer. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En posteriores fotografías vemos como el Baden sale del puerto con la mayoría de refugiados en la cubierta, en algunas de estas imágenes vemos como los pasajeros saludan brazo en alto a la tripulación del Admiral Scheer que responde de igual modo. La calidad de las imágenes no es muy buena, pero parece que en el buque de guerra alemán también hay civiles, por lo que es posible que algunas de las personas evacuadas de la embajada fueran trasladadas a ese barco, de ser cierto la razón se nos escapa, tal vez se trate de personal de la embajada o bien agregados militares.

Los refugiados se despiden de la tripulación del Admiral Scheer con el brazo en alto, estos contestan de igual manera desde su buque. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Las fotos de Wunderlich nos muestran a continuación distintos momentos de los pasajeros en el barco durante la travesía, de sus tareas diarias y sus momentos de ocio. Pero de nuevo nos encontramos con fotografías de un puerto que ya no es Alicante, donde si nos fijamos detenidamente podemos distinguir la silueta de la fortaleza de Montjuic en lo alto, y las características torres metálicas del puerto de Barcelona. Los refugiados habrían llegado a la Ciudad Condal, donde efectuarían otra escala.

En la fotografía superior vemos al crucero alemán Deustchland con el puerto de Barcelona al fondo. En la inferior, vemos al fondo el monte y fortaleza de Montjuic. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En las fotos se aprecia nuevamente otro barco de guerra alemán, muy similar al Admiral Scheer que ya identificamos en Alicante. En esta ocasión se trataría del crucero alemán Deustchland. Este navío participaría también durante la Guerra Civil en las labores encomendadas por el Comité de No Intervención. Estando atracado en el puerto de Palma de Mallorca sería alcanzado por un bombardeo de la aviación republicana en mayo de 1937, pereciendo 31 miembros de la tripulación. Como represalia al ataque al Deustchland, Hitler ordenaría atacar la ciudad de Almería como ya hemos comentado anteriormente . Durante la Segunda Guerra Mundial participaría en numerosas acciones, y en 1940 cambiaría de nombre pasando a denominarse Lützow, entre otras razones para evitar que un barco con el nombre de la nación pudiera ser hundido con sus consecuencias propagandísticas. En abril de 1945 sería alvanzado por la aviación británica, terminando así sus días.

Nuevamente la prensa nos confirma los movimientos de los refugiados alemanes. Según el diario barcelonés La Vanguardia del miércoles 19 de agosto de 1936, en la sección “Marítimas” en los movimientos del puerto del día 18, indica que ha entrado “de Génova y Alicante el vapor alemán «Baden», así como el “transporte de guerra inglés «Cherryleaf»”. También encontramos referencias a estos movimientos en el diario La Prensa, de Santa Cruz de Tenerife, un diario que dedicaba parte de sus páginas a recoger la información que facilitaban las emisoras internacionales, seguramente la situación geográfica de la isla y la falta de una comunicación fluida con la península, y más en aquellos días, sería sustituida con un receptor de onda corta que captara las emisiones de las principales emisoras europeas. Así en este diario, el día 21 de agosto de 1936, en un apartado titulado “Noticias de Radio Lisboa” podemos leer: «EMBARQUE DE EXTRANJEROS. Lisboa. Diez noche.- Los vapores “Monte Sarmiento” y “Baden” han salido de los puertos españoles del Mediterramneo con dirección a Génova. Conducen gran número de extranjeros que han evacuado España». Ese mismo día, y en ese mismo apartado de Radio Lisboa podemos leer: «EL “DEUTSCHLAND”: Lisboa. Diez noche.- El gobierno alemán ha dispuesto que el acorazado “Deustchland” se dirija al puerto de Palma de Mallorca». Todos estos datos corroboran de alguna manera la información gráfica que nos proporcionan las fotografías de Otto Wunderlich.

Recorte del diario tinerfeño La Prensa donde se informa de los movimientos de buques en el puerto de Barcelona. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Pero hemos encontrado también el testimonio de primera mano de un testigo que fue protagonista de aquellos acontecimientos del puerto de Barcelona. Se trata de Manuel Maristany, quien narra en su novela “La enfermera de Brunete” aquel episodio. Aunque la novela en palabras de su autor es “pura fantasía. Imaginación”, su narración de los sucesos del Baden es auténtica, una experiencia biográfica que él recuerda nítidamente pese a contar solamente con seis años en aquel momento. En palabras del propio Manuel Maristany « Por aquel entonces yo tenía seis años. Y, a tan tierna edad, uno no puede lanzarse al asalto de parapetos enemigos ni dejarse seducir por duquesas de bandera. El único pasaje verídico de mi novela es la fuga de Barcelona de Margarita Cabestany (mi madre, en realidad) a bordo del carbonero "Baden", con tres niños pequeños, uno de ellos un bebé de quince días. También es cierto que el mismo capitán le cedió caballerosamente su propio camarote para evitarle tener que dormir en un jergón de paja tendido en el suelo de las bodegas infestadas de ratas. Desde aquí le envío un mensaje de agradecimiento a su particular Walhalla germánico. El incidente del juego de las banderas intercambiado entre el "Baden" y el "Deutschland" también es rigurosamente histórico. Si no llega a ser por la intervención de ese providencial acorazado alemán, no lo contamos, y "La enfermera de Brunete" nunca se habría escrito».

Un grupo de refugiados en la cubierta del Baden, donde también distinguimos al capitán del navio.(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Vamos a recuperar algunos fragmentos de esta novela de Manuel Maristany, para hacernos una idea de la situación. El relato de este episodio comienza con la llegada al puerto de un grupo de aristócratas, personas de clase alta o de orientación política sospechosa cuya seguridad estaba en peligro, que por diferentes mediaciones habrían conseguido salvoconductos para abandonar el país. Según Maristany «Un sol de justicia caía sobre el aterrorizado rebaño de fugitivos que aguardaban pacientemente en el polvoriento muelle del Carbón, al pie de los escarpados contrafuertes de Montjuich. A menos de diez metros se alzaban los negros y herrumbrosos costados del Baden, un anticuado carguero de la Hamburg-Amerika Line, superviviente de la Gran Guerra. Más allá destacaba la elegante silueta del transatlántico Uruguay, la prisión flotante donde estaban encerrados los militares sublevados el pasado 18 de julio y otros presos derechistas».Continúa el relato con las peripecias que los fugitivos, todos ellos vestidos con estética “proletaria”, han de pasar en los controles de los milicianos antes de embarcar. Más adelante: «Los fugitivos fueron alojados en sendas bodegas impregnadas de polvillo de carbón, una para los hombres y otra para las mujeres, en donde la marinería había dispuesto unos toscos jergones de paja para pasar las dos noches que iba a durar la travesía. Una travesía que un buen “liner” cubría en menos de veinticuatro horas. Pero el viejo Baden no era precisamente un galgo de los mares.

Portada de la novela “la enfermera de Brunete” de Manuel Maristany. El autor fue una de las personas que se embarcaría en el Baden en su escala en Barcelona, y así lo narra en su novela. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

No obstante, a Margarita Cabestany (nombre en la novela de la madre del autor) el capitán le cedió su propio camarote para que pudiera sentirse más cómoda con su bebé y recuperarse de las emociones y fatigas sufridas. Los dos niños mayores los confió a la marquesa de Vallvidrera, que les arregló un petate junto al suyo en un rincón de la bodega de mujeres. En un momento la imaginación desbordante de los niños lo convirtieron en un campamento de colonos sitiados por los pieles rojas

A eso de las dos de la tarde, la hora de la siesta, el Baden largó amarras sin hacer sonar la sirena ni solicitar los servicios del remolcador, aprovechando una providencial brisa de tierra que lo separó lentamente del muelle. El piloto maniobró con mucha habilidad. A marcha lenta, se deslizó furtivamente al lado del Uruguay».

Un marinero del Baden haciendo señales con banderolas. Al soltar amarras el Baden en Barcelona a punto estuvo de producirse un intercambio de disparos entre las baterías de Montjuic y el Deustchland. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Prosigue la narración de Manolo Maristany, describiendo como el barco se aleja del puerto y se dirije al encuentro de un barco de guerra, que no es otro que el Deustchland. Pero de repente el barco cambia su rumbo y enfila la proa nuevamente hacia el puerto, parece que han recibido una comunicación de las autoridades portuarias para que regresen, sospechan que llevan embarcados un grupo de fascistas muy peligroso. Desde el Baden un marinero comienza a hacer señales con banderolas al Deustchland, uno de los pasajeros se encarga de traducir los mensajes que se intercambian ambos navios: «El Deustchland acaba de informar de que ha radiado un mensaje a las autoridades del puerto diciendo que el Baden es un mercante alemán que está bajo su protección y que proseguirá su ruta». Las informaciones que transmiten las banderolas son cada vez más inquietantes, desde el puerto amenazan que si el carguero no regresa a puerto, las baterías de Montjuich abrirán fuego sobre el barco. El pánico se apodera de los pasajeros, sin embargo el acorazado alemán no cede: «-¡Atención! – exclamó muy excitado- Ahora el Deustchland informa de que abrirá fuego de inmediato contra las baterías de Montjuich si se atreven a efectuar un solo disparo contra el Baden. Aunque solo sea de aviso. ¡Miren ustedes! ¡Miren!

Los fugitivos pudieron ver, a simple vista, como las torres de proa y popa del acorazado giraban silenciosamente y sus cañones apuntaban amenazadoramente al castillo de Montjuich». Finalmente, no sabemos si por las amenazas del Deustchland, o por no provocar un incidente diplomático de dimensiones imprevisibles, las baterías de Montjuich no abrieron fuego y el Baden pudo continuar su singladura. En “la enfermera de Brunete” Manuel Maristany dedica algunas páginas más al resto de la travesía, hasta su llegada a Génova, si alguno de nuestros lectores están interesados en conocerlo, no tienen más que leer la novela.

El crucero Deustchland en aguas del puerto de Barcelona. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Regresemos nuevamente a las fotos de Wunderlich. Tras las imágenes que tomó en el puerto de Barcelona, aparecen algunas de los pasajeros en distintas dependencias del Baden durante la travesía por el Mediterráneo. A continuación en otras imágenes distinguimos la inconfundible silueta de la ciudad de Génova y su puerto, la travesía había terminado.

Vista del puerto y la ciudad de Génova. En la fotografía inferior vemos a los refugiados junto a las maletas a punto de desembarcar. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Nuevamente encontramos la validación documental de estas fotografías en los medios gráficos. De nuevo en el diario tinerfeño La Prensa, en su edición del domingo 23 de agosto, y en la sección de NOTICIAS VARIAS, encontramos esta noticia fechada en Génova: «LLEGAN A GÉNOVA 1700 REFUGIADOS EXTRANJEROS. Génova.- A bordo de los barcos alemanes “Baden” y “Monte Sarmiento” han llegado 1.700 refugiados de diversas naciones, procedentes de Barcelona, entre los cuales se encuentran varios americanos. Los ciento setenta refugiados argentinos saldrán seguidamente para Buenos Aires a bordo del “Augustus”». En el mismo diario, y en la misma sección encontramos otra noticia relacionada: «BARCOS DE GUERRA ALEMANES. Berlin.- Con rumbo a España zarparon de Kiel y Wilhoshaven, el acorazado “Graf Spee” y los cruceros “Nuerbeng” y “Leizpig”, así como los torpederos “Greif”, “Falke”, “Jaguar” y “Wolf”. Dichas unidades, que hallabanse al mando del contralmirante Boehm, relevarán a las fuerzas navales alemanas actualmente encargadas de la protección de los súbditos alemanes residentes en España».

Recorte del diario La Prensa en el que se informa de la llegada al puerto de Génova de los refugiados. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En las fotos de Wunderlich podemos ver como las maletas han sido llevadas a la cubierta, y a una persona repartiendo los pasaportes en el barco. Posteriormente los refugiados paparecen en el vestíbulo de una estación, pensamos que la de Piazza Principe por su proximidad al puerto aunque no nos atrevemos a asegurarlo. Tras varias fotos tomadas en los andenes, no sabemos si de una única o de diferentes estaciones, los refugiados aparecen almorzando en un gran salón, donde podemos distinguir un letrero en italiano, lo que indicaría que todavía permanecían en Italia.

Los refugiados esperan en un vestíbulo, posiblemente de una estación de ferrocarril de Génova. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Siguiendo el orden de las fotografías, aparece otra estación de ferrocarril, que por su tamaño y estructura pensamos que se trata de la la estación de Milano Centrale, en Milán. También aparece una locomotora que hemos podido identificar, al igual que las estaciones, gracias a la ayuda del experto en ferrocarriles Antonio Bravo como una “685 de Ferrovie dello stato”. Lo que apoyaría más todavía la teoría de que los refugiados continuaban en Italia.

Dos fotografías de lo que posiblemente sea la estación Central de Milán. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

A continuación el grupo de refugiados alemanes tuvo que proseguir su viaje hacia el norte. Wunderlich sacó varias fotografías durante este periodo, que sin embargo no hemos podido ubicar. En las últimas tomas si que podemos encontrar alguna pista más, en dos de ellas podemos ver a un grupo de personas con banderas nazis, quienes sin duda habían ido a recibir a los refugiados, por los carteles que se encuentran en las paredes nos inclinamos a pensar que se trataría de algún lugar en Austria, que en aquel momento todavía no formaba parte de Alemania, posiblemente de la frontera. Finalmente tenemos varias fotografías en las que podemos contemplar la estación de Frasdorf, ya en Alemania pero junto a la frontera austriaca, donde los refugiados son recibidos por un comité de bienvenida, con banda de música incluida. Y es en este lugar donde terminan las fotos de Otto Wunderlich que reflejan la odisea de los refugiados de la embajada alemana de Madrid, quienes tras un ajetreado itinerario llegarían finalmente a su destino.

Un comité de bienvenida espera a los refugiados alemanes en la estación alemana de Frasdorf. Tras una serie de increíbles vicisitudes los refugiados por fin llegaban a su destino. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Y hasta aquí los dos artículos en los que hemos tratado recuperar a partir de las fotos de Otto Wunderlich las vicisitudes de un grupo de ciudadanos alemanes, desde que se refugiaron en la embajada alemana de Madrid tras producirse el golpe militar de julio de 1936, hasta su llegada a Alemania a finales de agosto de ese mismo año. Aunque hemos tratado de resolver el mayor número de incógnitas posibles, no queda duda de que todavía queda mucho por conocer y por descubrir de este interesante y singular episodio histórico, esperamos que algún día se puedan llenar todas esas lagunas. Mi más sincero agradecimiento a Inés Tremis y Antonio Bravo, sin cuya ayuda no hubiera podido completar gran parte de este puzzle.

Florentino Areneros.



GALERÍA FOTOGRÁFICA


A continuación reproducimos, siguiendo el orden de las signaturas, todas y cada una de las fotografías de Otto Wunderlich a las que hacemos referencia en este artículo. Se agradecerá cualquier información, indicación, aclaración o corrección sobre las mismas, o cualquier dato sobre las personas y lugares que aparecen en ellas.

FOTO 1: Un grupo de refugiados en el control de aduanas del puerto de Alicante. Enternecedora la imagen del niño con el botijo. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 2: Una imagen de la esposa y el hijo de Otto Wunderlich mientras esperan ser embarcados en el puerto de Alicante. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 3: La esposa e hijo de Otto Wunderlich en el puerto de Alicante. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 4: Una lancha con la bandera de la marina de guerra alemana se aproxima al puerto.(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 5: Rudoph, el hijo de Otto Wunderlich embarcado en la lancha. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 6: Fotografía sacada por Wunderlich desde la cubierta de la lancha, lo que indicaría que los pasajeros fueron transbordados al Baden en esta lancha del Admiral Speer. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 7: Un grupo de refugiados en la cubierta del Baden. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 8:Equipajes en las bodegas del Baden. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 9: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 10: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 11: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 12: Un grupo de jóvenes juegan y se refrescan en la cubierta del Baden. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO13: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 14: El puerto de Alicante visto desde el mar. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 15: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 16 Para los más pequeños la evacuación fue toda una diversión.: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 17: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 18: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 19:Un marino hace señales con las banderolas. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 20: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 21: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 22: Un marinero contempla al fotógrafo. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 23: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 24: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 25: Pasajeros en la cubierta del baden siguendo la maniobra de la salida del puerto do. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 26: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 27: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 28: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 29: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 30: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 31: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 32: El Baden fondeado en el puerto de Alicante (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 33: Alicante visto desde el Baden. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 34: La lancha del Admiral Scheer. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 35: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 36: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 37: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 38: Una de las pasajeras del baden, con lo que podríamos considerar un prototipo de bikini. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 39: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 40:En navío británico HMS Garland junto al crucero alemán Admiral Scheer.(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 41: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 42: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 43: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 44: El Admiral Scheer con la bandera de la Kriegsmarine. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 45: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 46: Los pasajeros del Baden saludan brazo en alto a la tripulación del Admiral Scheer (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 47: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 48: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 49: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 50: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 51: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 52: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 53: Los refugiados hacen cola a la hora de la comida. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 54: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 55: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 56: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 57: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 58: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 59: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 60: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 61: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 62: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 63: La bodegas del carbonero Baden se acondicionaron conesterillas de paja para ser utilizadas como dormitorios por los pasajeros. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 64: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 65: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 66: El Deustchland con el puerto de Barcelona al fondo. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 67: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 68: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 69: La tripulación del Deustchland en cubierta recibe al Baden en aguas del puerto de Barcelona. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 70: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 71: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 72: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 73: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 74: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 75: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 76: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 77: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 78: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 79: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 80: La bandera nazi ondea en la popa del Deutchland, al fondo la montaña y castillo de Montjuic. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 81: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 82: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 83: El hijo de Otto Wunderlich junto a otros jóvenes pasajeros. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 84: El capitán del Baden posa en cubierta con los pasajeros, puede que alguno de los niños sea el propio Manuel Maristany. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 85: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 86: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 87: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 88: Otra foto de la serie que tomo Wunderlich del capitan con los pasajeros, en la que ahora aparecen algunos miembros de la tripulación que han colocado un salvavidas del Baden.(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 89: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 90: Rudolph Wunderlich descansando tras una agotadora jornada. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 91: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 92: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 93: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 94: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 95: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 96:Los pasajero se protegían como podían de un sol que esas fechas debía de ser de justicia. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 97: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 98: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 99: Tras la comida toca lavar los platos. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 100: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 101: Una de las pasajeras fotografiada en bañador por Wunderlich. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 102: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 103: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 104:Los pasajeros improvisan un salon de baile en la cubierta del Beden. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 105: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 106: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 107: Como podemos observar la exuberante señorita del bañador no duda en mostrar sus encantos al fotógrafo. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 108: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 109:Rudolph Wunderlich sentado en los eslabones de la cadena del ancla. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 110: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 111: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 112: (y siguientes) el puerto y la ciudad de Génova vistos desde el Baden antes de atracar. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 113: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 114: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 115: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 116: Las maletas son trasladadas a cubierta para ser desembarcadas. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 117: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 118: Una foto seguramente de recuerdo de los compañeros de viaje. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 119:Reparto de pasaportes entre los pasajeros antes de pisar puerto. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 120: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 121: Los pasajeros aguardan en el vestíbulo de una estación, posiblementetodavía en Génova. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 122: Unos operarios cargan la maletas en el tern. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 123: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 124: Los refugiados se disponen a subir al tren. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 125: Tal vez se trate del capitan del Baden que ha acudido a la estación de Génova a despedirse de los componentes de su singular "cargamento". (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 126: Los refugiados almuerzan en un comedor, por el letro sobre la puerta comprobamos que continúan en tierras italianas. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 127: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 128:Una nueva estación de ferrocarril, pensamos que se trata de la estación Central de Milán. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 129: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 130: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 131: Imagen de una locomotora que hemos podido identificar como una "685 de Ferrovie dello Stato" gracias al experto en ferrocarriles Antonio Bravo(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 132: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 133: Un grupo de personas con banderas nazis muestran su alegría.No sabemos si se trata de los propios refugiados o de personas que han ido a recibirlos.(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 134: Aunque no sabemos alemán, y tampoco se nos da muy bien leer letras góticas, parece que en el letrero del fondo pone algo que comenzaría con "OSTERREICH..." lo que podría inidcar que se encontarían en Austria. Se agradecería cualquier aclaración sobre este letrero. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 135: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 136: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 137: (y siguientes) Los refugiados aguardan junto a sus equipajes en unas dependencias y edificio que no hemos podido identificar. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 138: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 139: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 140: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 141: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 142: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 143: El público en la estación de Frasdorf durante la llegada del tren de los refugiados. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 144: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 145: Una banda de música y las autoridades del partido nazi de la localidad reciben a los refugiados en la estación de Frasdorf. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 146: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 147: (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
FOTO 148: Los refugiados, por fin, habían llegado a su destino. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)


ARTICULOS ANTERIORES WUNDERLICH

A continuación mostramos el listado de artículos publicados sobre Otto Wunderlich en Sol y Moscas, haga clic sobre cualquiera de los títulos para ir al artículo.