miércoles, 14 de julio de 2021

EL SABOTAJE DEL TREN DE LA ROBLA (1936)

Locomotora “El Ebro” nº 28, arrastrando un carbonero en Mataporquera. Fotografía Elabuelodormido.(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)
EL SABOTAJE DEL TREN
DE LA ROBLA (1936)
Por Florentino Areneros.

En 1890 un grupo de industriales e inversores, casi todos del País Vasco, crean una empresa para construir un ferrocarril que una las cuencas mineras de la montaña de León, ricas en carbón de calidad, con Vizcaya, donde se ubicaba una potente industria siderúrgica en crecimiento, era el nacimiento del “Ferrocarril hullero de la Robla a Valmaseda”. El incesante aumento del precio del carbón británico, principal abastecedor hasta la fecha de carbón a la siderurgia vizcaína (los barcos salían cargado de mineral de hierro de las minas vascas hacia el Reino Unido, y regresaban cargados de carbón de las islas), obligó a buscar nuevos proveedores, que encontraron en el “traspaís”, concretamente en los valles cantábricos del Macizo Central la provincia de León. El principal inconveniente evidentemente era como hacer llegar el preciado mineral hasta las industrias, lo que requería la construcción de una gran infraestructura, que evidentemente tendría un elevado coste. Tras estudiar la viabilidad del proyecto finalmente este grupo de empresarios se lanzó a la aventura, hay que señalar que con sus 284 kilómetros en el momento de su inauguración, que cubría entre La Robla (León) y Valmaseda (Vizcaya), era la línea de ancho métrico, o vía estrecha, más larga de toda Europa Occidental, y aún más cuando extendió sus líneas desde Valmaseda a Luchana y de Matallana a León, alcanzando una longitud total de 344 kilómetros. Para rentabilizar aún más la inversión en el ferrocarril, la mayoría de grandes accionistas de la sociedad también se harían con las concesiones de un buen número de minas de carbón a lo largo del recorrido de la nueva línea.

La Sociedad Carbonifera de Matallana constituida en 1889 se haría con las concesiones de las minas de la explotación minera en la zona de Matallana y La Valcueva se desarrolla en varias concesiones, algunas de estas eran: "Casualidad", "Pepita", "Tomasito", "Presentación", "Chomin", "La Bilbaína" y "Capriles". No deja de llamar la atención la gran cantidad de explotaciones mineras que se podían encontrar en la mayoría de los pueblos de la comarca, un pasado minero del que hoy apenas se guarda recuerdo en muchos de ellos.

Imagen de una locomotora del tren hullero de La Robla en sus primeros años de funcionamiento. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El ferrocarril comenzaría a funcionar en1894, uniendo los valles leoneses, y el también minero norte palentino con las industrias de la ría de Bilbao, y así continuaría sin mayores novedades hasta el verano de 1936 cuando se produjo el golpe militar de julio que desencadenaría la Guerra Civil. La región quedaría dividida entre ambos contendientes y en algunos punto la línea que describía el tren hullero se convertiría en un referente medianamente definido entre ellos, ocupando las localidades de la línea y al sur de la misma los sublevados, y al norte, en el comienzo de las estribaciones montañosas los leales republicanos, como ocurrió durante algún tiempo en la zona de la Vecilla y el valle del Curueño.

En el extraordinario libro “La Maginot Cantábrica”, un minucioso y detallado trabajo firmado por Luis Aurelio González Prieto, Loli Palomares y José Luis Argüelles, que nos permite realizar más de 50 rutas visitando los frentes y vestigios arqueológicos que se conservan de la guerra en Asturias y León, también encontramos unas precisas reseñas históricas que nos permiten conocer los principales acontecimientos y hechos de armas que se produjeron en la zona, algunos de los cuales reproducimos a continuación.

Portada del libro “La Maginot Cantábrica”publicado por editorial Desnivel, donde encontramos rutas temáticas y la historia de la Guerra Civil en la zona asturleonesa, parte de la cual extractamos en este artículo. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En julio de 1936 la guarnición de León al mando del general Bosch no se sublevó hasta que una nutrida columna minera procedente de Asturias no partió hacia Madrid desde León. A continuación tomarían la ciudad, intentando controlar el sector norte de la provincia, donde se encontraban los importantes núcleos mineros de Villablino, Santa Lucía y Sabero. El 26 de julio una columna sublevada compuesta por militares, Guardia Civil y de Asalto partió desde León hacia Cistierna, otra importante localidad minera, dirigiéndose también hacia Boñar, llegando su punto máximo de avance hasta Puente Almuhey. Tanto Cistierna, como Boñar o Puente Almuhey eran localidades por donde pasaba la línea del tren hullero de la Robla. Otra columna partiría también ese mismo día desde Palencia ocupando Guardo, una localidad minera del norte palentino y con una estación de importancia en el trazado hullero hacia Bilbao. Ya el 31 de julio, tres columnas al mando del coronel Vicente Lafuente saldrían de León para ocupar toda la zona que va de La Magdalena a La Vecilla, incluyendo La Robla y Matallana de Torío, como podemos comprobar nuevamente el trazado del ferrocarril sirve de referencia en el avance. A principios de agosto un contraataque republicano les permitiría recuperar Cistierna y La Vecilla, que serían recuperadas definitivamente por los sublevados el 3 y el 5 de agosto respectivamente. Las operaciones continuarían a lo largo de todo el mes en el norte de la provincia, consolidando los golpistas el control de grande áreas, principalmente en las poblaciones de los valles, quedando las zonas más escarpadas en poder de las fuerzas republicanas. El 26 de agosto los partidos políticos leales a la República crearon en Busdongo el Comité Provincial de Milicias Antifascistas, con el fin de coordinar a los grupos milicianos que luchaban en toda la comarca.

Puente de ferrocarril volado en las cercanías de la localidad leonesa de Pola de Gordon. (FOTO BNE).(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En octubre de 1936 y una vez alcanzada cierta estabilización en los frentes de la zona, el Estado Mayor republicano centra sus esfuerzos en la toma de Oviedo, una incómoda bolsa de resistencia en el corazón de Asturias al mando del general (entonces coronel) Aranda, que a su vez tiene un gran valor simbólico para ambos contendientes, con cierta similitud al Alcázar de Toledo, aunque Oviedo se encuentra conectado con la zona sublevada desde el 17 de octubre gracias al corredor de Grado, abierto por las columnas gallegas del ejército franquista. Para facilitar la ofensiva sobre Oviedo, y fijar fuerzas enemigas que pudieran acudir en ayuda de la capital, las fuerzas republicanas inician ofensivas en otras zonas de la cordillera a partir de esa fecha. Los enfrentamientos se sucederían en los meses siguientes, incluyendo una ataque fracasado sobre La Robla, destacando algunas acciones como la llevada a cabo en enero de 1937 por el Batallón Asturias 38 “Pontón”, al mando del mayor de milicias Sánchez Noriega, “El Coritu”, sobre el valle de Valdeón en pleno corazón de los Picos de Europa.

Entrada al café bar “El Elegante” en la zona de Aralla. (FOTO BNE). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Volviendo a la zona que nos ocupa, el 9 de enero de 1937 unidades del Batallón 50 “Iskra”, al mando de Julio Fernández Flores avanzaron por el valle del Curueño ocupando el balneario de Caldas de Nocedo y el mismo pueblo. A mediados de enero continuaba la presión sobre La Vecilla y Valdepiélago, llegando a cortar la línea ferroviaria de La Robla. También se iniciaría un ataque sobre el sector de Matallana del Torío y Vegacervera, ocupando la aldea de Orzanaga. El crudo invierno detendría las operaciones, fijando los republicanos sus líneas y principales defensas en los puertos que separan las dos vertientes. En la actualidad todavía se conservan dos posiciones para arma automática construidas por las fuerzas republicanas en lo alto de ambos lados del desfiladero en el que se encuentra el balneario, lamentablemente abandonado y en avanzado estado de ruina. El 9 de Abril fuerzas del republicano Batallón 6, antiguo CNT nº1 al mando de Laurentino Tejerina Marcos, iniciaron una ofensiva en el sector de Correcillas, y sus hombres tomaron el Cueto Salón y llegaron a establecer posiciones en Peña Morquera, a cuatro kilómetros de La Vecilla y justo encima de Valdepiélago. Estas posiciones han sido recuperadas y señalizadas y hoy se pueden visitar en una ruta que parte desde la entrada al pueblo de la Mata de la Bérbula, o La Matica, como se la conoce también en la comarca.

Ruta guiada por las posiciones republicanas de Peña Morquera, en la cercanías de las localidades de la Mata de la Bérbula y Valdepiélago. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Tras los sucesivos fracasos de las fuerzas franquistas por tomar Madrid, que culminarían con el desastre de sus aliados italianos en la Batalla de Guadalajara, el general Franco decide trasladar el principal esfuerzo bélico al norte, donde la zona cantábrica se encuentra aislada del resto de la zona republicana. A comienzos de abril se inicia la ofensiva sobre Vizcaya, lo que obliga al traslado de cuatro brigadas asturianas al frente vasco, impidiendo la prevista ofensiva que el general republicano Llano de la Encomienda tenía planificada para finales de abril sobre el frente leones.

El 13 de mayo de 1937 las fuerzas republicanas inician una gran operación en esta zona del frente leones, el objetivo era aliviar la presión de las fuerzas de Mola en su ofensiva sobre Vizcaya. Los batallones republicanos 267, 241, 211 y el 227 conocido como “Mártires de Carbayín” lanzan una gran ofensiva en la zona de Lillo, en el valle del Porma, tomando el pueblo de Cofiñal, llegando a las afueras de Puebla de Lillo, ocupando también el estratégico Pico del Águila. También partiendo de las zona de Sierro negro y el collado de Arintero en el vecino valle del Curueño, se atacan las localidades de Oville y Vegamian, esta última hoy bajo las aguas del pantano del Porma, cortando la carretera que unía Boñar con Lillo. La ofensiva también tendrá éxito en otras zonas cercanas.

Aspecto de la localidad minera de Santa Lucia tras los combates. (FOTO BNE). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La reacción franquista no se hizo esperar, la situación era crítica para las tropas del comandante Jesús Freijó del Tiego que habían quedado aisladas en Lillo. En su ayuda se envió una potente columna al mando del teniente coronel Carlos Gómez de Avellaneda, formada por el 7º Tabor de Regulares de Larache y la Mehala de Gomara, tropas mercenarias marroquíes del Ejército de África, que restablecerían las comunicaciones y recuperarían el Pico del Águila. Posteriormente se unirían a esta fuerzas las banderas de Falange de León y Lugo, apoyadas por la aviación, que atacarían por Peña Ubina, defendida por los republicanos del batallón 220 (Gordon Ordax) que tuvo que realizar una precipitada retirada, por lo que sería conocido por el resto de batallones a partir de ese momento, y no sin cierta sorna, como “Recula”. La entrada en combate de los batallones republicanos 224 y 206 conseguiría detener el contraataque de los sublevados. Posteriormente se producirían nuevos ataques republicanos en este frente, a destacar los realizados por la 17 Brigada de El Coritu, que no sufriría grandes variaciones hasta la ofensiva final de septiembre y octubre. Pese al tremendo esfuerzo y sacrificio de las fuerzas asturleonesas no se conseguiría evitar la caída de Vizcaya en manos de los franquistas.

Tropas franquistas avanzan por la montaña leonesa en su avance hacia Asturias. (FOTO BNE). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Lamentablemente para la suerte de los defensores de Asturias y León, este esfuerzo no tendría reciprocidad, y tendrían que contemplar meses después, en agosto de 1937, como las brigadas del Ejército Vasco (Eusko Gudarostea) controlado por el PNV dejaban de combatir a su lado y se rendían ante las tropas italianas aliadas del general Franco, abandonando a sus hasta entonces compañeros de armas del Frente Norte a su suerte. Para todos los interesados en conocer más en profundidad los hechos bélicos que tuvieron lugar en este frente, recomendamos nuevamente la lectura del extraordinario libro “La Maginot Cantábrica”, de donde hemos extraído el pequeño resumen anterior sobre la zona que nos ocupa.

Pero volvamos ahora al ferrocarril de La Robla. En el fondo fotográfico de la Biblioteca Nacional de España hemos encontrado dos fotografías fechadas el 20 de diciembre de 1936 donde vemos dos locomotoras descarriladas del Tren Hullero, la imagen estaría tomada en el tramo entre Matallana y La Vecilla.

Anverso y reverso de la fotografía en la que podemos comprobar el sabotaje sufrido por el tren Hullerro de La Robla el 20 de diciembre de 1936 que hizo descarrilar un convoy. (FOTOS BNE). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Como hemos visto en el resumen anterior, hasta enero de 1937 las fuerzas republicanas no se establecerían en las proximidades de Valdepiélago y La Vecilla, fijando posiciones en Peña Morquera, que hoy son visitables y están señalizadas, en abril del 37. Las fotos del sabotaje del ferrocarril nos dan fe de la existencia de la anterior actividad guerrillera en este frente, seguramente un tema por estudiar y documentar, una actividad que continuaría tras la caída definitiva del Frente Norte, y también una vez finalizada la guerra con la aparición del maquis, que en esta comarca tuvo una fuerte implantación.

Detalle de los desperfectos provocados en las vías que provocaron el descarrilamiento. (FOTOS BNE). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Y hasta aquí este pequeño recorrido por lo que fue la guerra en esta comarca, queda mucho por conocer y estudiar todavía, pero seguro que poco a poco se irán conociendo nuevas aportaciones y documentación, así como la divulgación del importante patrimonio arqueológico que se conserva en la zona. Este año no tengo fácil moverme, pero espero que pronto y con el libro de “La Maginot Cantábrica” pueda conocer muchos más lugares de esta zona privilegiada y la historia que encierran.

Florentino Areneros.
MÁS INFORMACIÓN

CRÓNICAS ANTERIORES EN SOL Y MOSCAS SOBRE LA COMARCA:

EL RÍO DEL OLVIDO I (clic aquí)

EL RÍO DEL OLVIDO II (clic aquí)

INFORMACIÓN E INTERESANTES FOTOGRAFÍAS SOBRE EL TREN DE LA ROBLA:

TRENES Y TIEMPOS (clic aquí)

miércoles, 17 de marzo de 2021

HEROES O ASESINOS

Imagen del cementerio de fuencarral durante la Guerra Civil con la placa original en la que puede leerse: "VOLUNTARIOS DE LAS BRIGADAS INTERNACIONALES / TUMBAS DE HÉROES POR LA LIBERTAD DEL PUEBLO ESPAÑOL EL BIENESTAR Y EL PROGRESO DE LA HUMANIDAD". Esta placa junto los cuerpos de los brigadistas serían removidos del cementerio por las autoridades franquistas.(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

BRIGADISTAS INTERNACIONALES
¿HÉROES O ASESINOS?
SOBRE LA RETIRADA DE LAS PLACAS DE HOMENAJE A LOS BRIGADISTAS INTERNACIONALES EN EL CEMENTERIO DE FUENCARRAL.


AVISO AL LECTOR:
Conozca el lector que lo que encontrará escrito a continuación se corresponde exclusivamente con mis opiniones personales, y no guarda relación alguna con ninguna asociación o colectivo a los que pertenezco, ni con las opiniones de otras personas que forman parte de ellas.

Florentino Areneros.

ÚLTIMA HORA:

EN EL ÚLTIMO MOMENTO, Y SEGURAMENTE MOTIVADO POR LA CONVOCATORIA DE ELECCIONES AUTONÓMICAS, VOX HA RETIRADO SU PROPOSICIÓN DE RETIRAR LAS PLACAS DEL CEMENTERIO DE FUENCARRAL. CONSIDERAMOS EN CUALQUIER CASO QUE LA PUBLICACIÓN DEL ARTÍCULO ES DE INTERÉS PARA OCASIONES FUTURAS, O POR SI UNA VEZ CELEBRADAS LAS ELECCIONES SE RETOMA EL TEMA

Cartel informativo de la AABI (Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales) donde se explica la historia del cementerio de los brigadistas. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El 12 de septiembre de 2002, en el incomparable marco de Los Inválidos de París, lugar donde reposan los restos del emperador Napoleón, se daban cita las más importantes autoridades civiles y militares de la República Francesa, acompañados de una numerosa representación del cuerpo diplomático y otras personalidades extranjeras. Se celebraba un funeral de estado, un honor reservado exclusivamente a contados ciudadanos de esta gran e histórica nación que han destacado por sus servicios a la patria. El solemne acto, celebrado con todo el ceremonial y boato que la extraordinaria ocasión merece, estaba presidido por el Presidente de la República, el conservador Jacques Chirac, al que acompañaban la viuda y los hijos del homenajeado: el coronel Henri Rol-Tanguy. ¿Quién era Henri Rol-Tanguy, y que le hacía merecedor de tan extraordinario honor y del reconocimiento unánime de toda la nación?.

París, 12 de septiembre de 2002. Funeral de estado en honor del coronel Henri Rol-Tanguy presidido por el Presidente de la república Francesa, el conservador Jacques Chirac (derecha), celebrado en Los Inválidos de Paris. Rol-Tanguy luchó en España encuadrado en las Brigadas Internacionales. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Henri Tanguy nació el 12 de junio de 1908 en la localidad de Morlaix, en la Bretaña francesa, su madre era lavandera y su padre marino. En 1923 se traslada con la familia a París, donde comienza a trabajar como obrero metalúrgico en diferentes empresas. Durante su etapa de trabajador en la fábrica de Renault se une a las juventudes comunistas y al sindicato CGT. Comienza a desarrollar a partir de ese momento una intensa actividad tanto en el sindicato como en el Partido Comunista al que también se había afiliado. Su intensa actividad sindical y reivindicativa le supondrían numerosos despidos y otros disgustos, pero aun así continuaría defendiendo activamente los derechos y reivindicaciones de los trabajadores. Tras completar su servicio militar en Orán, regresa al continente y pasa por diversos trabajos como calderero de cobre y soldador, continuando durante ese periodo con su compromiso sindical y político. Tras ser despedido por enésima vez en 1935, pasa a convertirse en miembro liberado del poderoso sindicato del metal. Desde su puesto de dirigente sindical será uno de los principales impulsores de la campaña de apoyo a la República Española tras el golpe militar de julio de 1936 que desencadenaría la Guerra Civil en España.

En febrero de 1937, al igual que varios miles de sus compatriotas, viaja a España para unirse a las Brigadas Internacionales y combatir al fascismo en la guerra que se estaba librando en territorio español. Tras cruzar la frontera llegará a Albacete, donde es nombrado comisario político del arsenal, ocupando más adelante otros puestos como comisario político del Batallón “André Marty”, y comandante del Batallón “Comuna de Paris”. Posteriormente pasaría ejercer de comisario político en la XIV Brigada Internacional, conocida también como “La Marsellaise”, unidad con la que participaría en la Batalla del Ebro. El 25 de julio de 1938 el Ejercito del Ebro cruzaba el río por diferentes puntos, el esfuerzo principal se realizaría en la zona central de todo el despliegue, mientras que a ambos extremos de este sector se desarrollarían acciones secundarias o distractivas, los tres batallones de la XIV Brigada Internacional (André Marty, Vaillant-Couturier y Commune de Paris) debería cruzar el río hacia Amposta. La operación, desarrollada en terreno llano donde los hombres que intentaban avanzar eran un objetivo fácil, fracasó, con un altísimo coste en vidas humanas, por citar un ejemplo, de los 800 hombres del Commune de Paris que consiguieron cruzar el río en su avance hacia Campedró, solamente regresaron 100, la mayoría de ellos heridos. En esta operación resultaría herido de un balazo en el pecho Henri Tanguy, y allí encontraría la muerte su camarada y amigo Theo Rol, comandante del batallón Commune de Paris, hecho prisionero por las fuerzas franquistas y asesinado posteriormente. Tanguy se reincorporaría a su unidad a finales de agosto del 38, y abandonaría España junto al resto de sus compañeros brigadistas en octubre de ese mismo año.

Brigadistas internacionales durante la Batalla del Ebro, donde Rol-Tanguy resultaría herido. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

De regreso a Francia continuará activamente con su compromiso político y su lucha antifascista. En 1939 contrae matrimonio con Cecile le Bihan, inseparable compañera a lo largo de toda su vida. Al comenzar la II Guerra Mundial Henri Tanguy es movilizado en la infantería del ejército francés, siendo destinado a diferentes frentes (Brest, Lorena, Rivesaltes, Cher…). Finalmente en agosto de 1940 es desmovilizado y regresa a París, donde junto a Cecile consigue reorganizar a algunos de sus compañeros del partido Comunista que había sido disuelto en septiembre de 1939, creando núcleos activos de resistencia en diferentes fábricas. La presión de los servicios nazis sobre los rebeldes es cada vez mayor, lo que le obliga a pasar a la clandestinidad. En abril de 1941 pasa a ser uno de los dirigentes del Partido Comunista Francés en la región de Paris, y ese mismo año, en julio, gracias a su experiencia como ex brigadista, pasará a formar parte de la resistencia armada contra la ocupación nazi. La resistencia comienza a organizarse, pasando a denominarse en febrero de 1942 “Francs-tireurs et partisans” (FTP). Junto a su inseparable Cecile, quien además de esposa es su secretaria y su principal oficial de enlace, desarrolla una extraordinaria labor en la dirección y organización de la resistencia, donde también participan muchos españoles, antiguos miembros del ejército republicano (a día de hoy todavía hay un gran vacío a la hora de reconocer, y dar a conocer, el importantísimo papel de los miles de españoles que formaron parte en primera línea de la resistencia francesa). Con el paso del tiempo la FTP se integrará en las Fuerzas del Interior Francesas (FFI), haciéndose nuestro protagonista cargo con el rango de coronel de la resistencia en una amplia región, que incluía la ciudad de Paris y su periferia. Durante todo este tiempo de clandestinidad Henri Tanguy adoptaría una nueva identidad, tomando como propio el apellido Rol, en recuerdo de su camarada Theo Rol muerto en la Batalla del Ebro, un apellido que desde aquellos momentos acompañaría al suyo el resto de su vida.

El 6 de junio de 1944 los aliados desembarcan en Normandía y la guerra convencional regresa al territorio francés. La resistencia comienza a multiplicar sus acciones en la retaguardia del ejército alemán, una tarea de gran importancia que obliga a distraer tropas y recursos del frente al enemigo, a la vez que perjudica a sus líneas de suministro y comunicación. Hay que prestar especial atención a lo que sucede en la zona de Paris, donde las fuerzas de la resistencia agrupadas en el FFI bajo el mando de Rol-Tanguy despliegan una intensa y efectiva actividad. Henri Rol-Tanguy dirige y coordina junto a su esposa Cecile todas estas operaciones desde su cuartel general instalado en un refugio subterráneo de la plaza de Denfert-Rocherau. Desde 2019, coincidiendo con el 75 aniversario de la liberación de París, este refugio es la sede del Museo de la Liberación.

Un grupo de miembros de la Resistencia Francesa. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

A finales de agosto las fuerzas aliadas están a punto de entrar en Paris, será el 25 de agosto cuando la mítica compañía La Nueve, formada por españoles veteranos de la Guerra Civil al mando de Amado Granell, es la primera fuerza armada que entra con sus vehículos rotulados con nombres de batallas de la guerra de España por las calles de París. Este fue un privilegio concedido a los españoles por el general Leclerc, quien mandaba la 2ª División Blindada Francia Libre, también conocida como División Lecrec, en la que se integraba el Regimiento de Marcha del Chad del que formaba parte La Nueve. Cuando los españoles entran en Paris la resistencia no es muy intensa, desde hacía unos días las fuerzas partisanas dirigidas por Rol-Tanguy han ido haciéndose con el control de la ciudad, el Partido Comunista Francés había convocado una huelga general días antes, y los miembros de la resistencia y gran parte de la población se dedicaron a hostigar a los alemanes, a levantar barricadas y cavar pozos antitanque. El general nazi Dietrich von Choltitz, quien se negó a cumplir las órdenes de Hitler de destruir París antes de entregarlo, sería apresado por los españoles. El alemán se negaba a rendirse ante militares que no tenían graduación de oficial, a lo que uno de sus captores le respondió: “yo soy español”, mientras el extremeño Antonio Gutierrez se quedaría con el reloj del general "como recuerdo". Finalmente von Choltitz sería escoltado y protegido por los españoles de las iras del pueblo parisino, y conducido al Ayuntamiento y posteriormente a la estación de Montparnasse donde se firmaría la capitulación, la firma de Henri Rol-Tanguy junto a la de Leclerc figuran en ese histórico documento.

Soldados españoles de La Nueve desfilan por los campos elíseos de Paris tras la liberación de la ciudad a bordo del semioruga "Guernica".(Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Al día siguiente un gran desfile recorrería los Campos Elíseos de Paris, con cientos de miles de ciudadanos aclamando a las fuerzas aliadas, a los héroes que habían liberado la ciudad. Al frente del desfile en primer lugar los miembros de La Nueve a bordo de sus vehículos, luciendo banderas y brazaletes de la República Española, rotulados con nombres que hacían referencia a España y a batallas de la GCE: Guernica, Madrid, Guadalajara, Ebro… un honor reservado a estos soldados que habían destacado en los combates por su valor y sacrificio. Cuando tiempo después el general Leclerc impuso a Amado Granell la Legión de Honor, la más importen distinción del país, le dijo: "Si es cierto que Napoleón creó esta distinción para recompensar a los valientes, nadie la merece más que usted". Los miembros de la Nueve continuarían luchando hasta el final de la guerra, entre sus hazañas la toma del Nido del Águila, el refugio final de Adolf Hitler en Berchtesgaden. A día de hoy diferentes placas, espacios y calles recuerdan en París a aquellos voluntarios españoles, entre ellos el Jardin des Combattants de la Nueve, junto al Ayuntamiento de París, que sería inaugurado con la presencia de los Reyes de España Felipe VI y Letizia, junto a la alcaldesa de la ciudad Anne Hidalgo, en junio de 2015.

Los Reyes Felipe VI y Letizia junto a la alcaldesa de Paris (derecha) y dos miembros de La Nueve en junio de 2015, durante la inauguración del jardín en honor de los combatientes españoles de esta unidad. Una imagen difícil de ver en España. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Tras la liberación de Paris Henry Rol-Tanguy se incorporó al ejército francés continuando la lucha hasta el final de la guerra. Formaría parte del ejército francés hasta su retiro en 1962 con el grado de coronel, convertido en una leyenda viva para los franceses. Durante toda su vida, desde su juventud hasta su muerte el 8 de septiembre de 2002, nunca abandonaría sus ideales comunistas y su compromiso social, formando parte del Comité Central del PCF desde 1964 hasta 1987. En 1994, al cumplirse el 50 aniversario de la liberación de París sería condecorado con la Gran Cruz de la Legión de Honor, la máxima distinción francesa, un honor reservado a unos pocos elegidos. Sus ideas, a las que nunca renunció, no supusieron ningún obstáculo para que todas las fuerzas democráticas francesas le tributaran su merecido reconocimiento y agradecimiento, como quedaría patente durante la celebración de su solemne funeral de estado presidido por el Presidente de la República Francesa.

Paris, Abril de 1984. El coronel Henri Rol-Tanguy recibe del Presidente de la República Francesa, el socialista Francois Mitterrand, la distinción de Gran Oficial de la Legión de Honor, un honor reservado a muy pocos ciudadanos. En aquel momento Rol-Tanguy formaba parte del Comité Central del Partido Comunista Francés. En 1994, coincidiendo con el 50 aniversario de la liberación de Paris, recibiría la Gran Cruz de la Legión de Honor, máxima distinción de la nación francesa. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Al igual que en Francia, en la gran mayoría de democracias europeas equiparables a la española, como Reino Unido, Alemania, Italia, etc… o en Estados Unidos o Canadá, el reconocimiento a todos estos hombres que lucharon contra el fascismo es unánime, independientemente de su ideología. Podemos encontrar monumentos en recuerdo a los brigadistas que combatieron en España en las principales capitales europeas (Paris, Londres, Berlín, Copenhague, Estocolmo, Amsterdam,…) así como en muchas otras ciudades de estos países. Sin embargo esto no ocurre en España, donde no solo no existe ese reconocimiento unánime entre los partidos de la derecha, sino que es habitual encontrar vandalizado el monumento a los brigadistas internacionales de la Ciudad Universitaria de Madrid.

En las principales capitales europeas se erigen monumentos en recuerdo de los brigadistas internacionales que combatieron en la Guerra de España. El de Madrid dedicado a estos combatientes, es vandalizado reiteradamente. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El martes 16 de marzo de 2021 se debate en el Ayuntamiento de Madrid una proposición de VOX en la que se pide que se retiren del cementerio de Fuencarral las placas conmemorativas que recuerdan a los brigadistas internacionales, alegando entre otras razones que “Es de destacar que en el lugar donde se encuentran dicho monumento y placas, no se encuentran inhumados los restos de los mencionados voluntarios soviéticos y brigadistas internacionales, por lo que en modo alguno está justificado ni siquiera como lugar de recuerdo ni mención alguna”. Seguramente en el Grupo Municipal de VOX desconozcan que el cementerio de Fuencarral fue el lugar elegido para inhumar durante la guerra a los brigadistas internacionales, en especial a los fallecidos durante la Batalla de Madrid, aunque sus restos una vez finalizada la contienda fueron sacados de sus tumbas y arrojados a algún lugar que a día de hoy todavía desconocemos, aunque podemos temernos lo peor, esa es la razón por la que esas placas están en ese lugar desde hace muchos años. Mucho me temo que en vista de la actitud genuflexa que han presentado el Partido Popular y el Alcalde Almeida, con otras proposiciones similares de VOX como la retirada de la placa de Largo Caballero o el mural feminista de Ciudad Lineal, en esta ocasión ocurra lo mismo y las placas y el monumento sean finalmente retirados del cementerio, y quien sabe si destrozadas a martillazos como ya ocurrió con la placa de Largo Caballero. Ni en Francia ni en la Unión Soviética se profanaron las tumbas de los soldados del ejército nazi o de la División Azul una vez terminada la guerra, algo que no ocurrió en la España de los vencedores de la Guerra Civil que no respetaron ni estas ni otras muchas tumbas.

Solicitud de VOX para que las placas sean retiradas del cementerio de Fuencarral. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Lo que en otras democracias equiparables a la nuestra sería considerado como una aberración, aquí no solamente se acepta, sino que incluso se celebra sin ocultar cierta alegría y satisfacción por ello por muchas personas que podríamos encuadrar en el espectro político de la derecha española, ¿qué es lo que hace diferente a parte de la derecha española del resto de partidos de derechas europeos? Tal vez la respuesta haya que buscarla nuevamente en la Historia, mientras que la derecha europea combatió al fascismo, la derecha democrática española todavía conserva hilos conductores con el franquismo que se remontan hasta su fundación, y tal vez mucho más allá, a lo que habría que añadir un importante poso franquista en parte de la sociedad española que sale a relucir a la menor oportunidad. Winston Churchill, el hombre que lideró a su país durante la II Guerra Mundial era conservador, muy conservador, pero sin embargo era un antifascista, al igual que Charles de Gaulle, el mítico general que liberó Francia y que luego sería Presidente de la República, o que Konrad Adenauer, el artífice de la reconstrucción alemana tras la guerra y que vivió en sus carnes las cárceles nazis, y podríamos seguir con otros muchos líderes de derechas europeos que combatieron y sufrieron el fascismo. Con esto no quiero afirmar que no haya en España personas de derechas sensatas y con un fuerte compromiso democrático como en el resto de Europa, por supuesto que esas personas existen en la derecha española, doy fe de ello y conozco a muchos personalmente, pero muchas veces no hacen oír su voz ante el temor de ser señalados por el ala más montaraz y menos civilizada de sus partidos.

Fotografía de las tumbas del cementerio de Fuencarral de los brigadistas internacionales, donde podemos comprobar algunas de las diferentes nacionalidades de estos combatientes. Finalizada las guerra civil, los cuerpos de estos brigadistas serían exhumados y sus restos tirados en algún lugar todavía no conocido del monte de El Pardo. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El lunes 15, el presidente francés Emmanuel Macrón y el español Pedro Sánchez celebraban una cumbre en la ciudad francesa de Mountaban, un lugar cargado de simbología para el exilio español porque allí está enterrado Manuel Azaña, el último Presidente de la República Española muerto en el exilio en aquella localidad, un destino que compartirían miles de compatriotas españoles. La cumbre se cerraba con un homenaje en la tumba de Azaña, y anteriormente el presidente francés, al que no se puede considerar un político de izquierdas, ha declarado en rueda de prensa: "no olvidaremos nunca a los numerosos republicanos españoles que se unieron a la Resistencia francesa y nos permitieron mantenernos libres". Por su parte Pedro Sánchez afirmó: "El ejemplo de estos compatriotas demuestra que es posible amar a dos naciones y combatir por dos países siempre que la causa sea la libertad". Lo que en Francia es memoria, lucha por la libertad y agradecimiento, muchos aquí lo denominan “abrir heridas”.

15 de junio de 2021. El Presidente francés Emmanuel Macron y el español Pedro Sánchez realizan una ofrenda floral ante la tumba de Manuel Azaña en la localidad francesa de Mountaban, donde falleció el presidente de la II República Española hace 80 años tras partir al exilio como centenares de miles de compatriotas españoles. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Durante su mandato el presidente francés, Nicolás Sarkozy, un político conservador de derechas sin ningún lugar a dudas, ordenó que en todos los colegios franceses se leyera la carta que Guy Môquet, un joven de solo 17 años, escribió a su familia antes de ser fusilado por los nazis junto a 26 compañeros. La paradoja era que el joven Môquet era un militante comunista, lo que no fue impedimento para que un conservador como Sarkozy hiciera que se leyera en todos los colegios franceses, para el presidente francés era importante "porque un joven de 17 años que da su vida por Francia, no es un ejemplo solo del pasado sino también del futuro". Seguramente algo similar en España sería impensable, si Sánchez hiciera algo así, saltarían todas las alarmas y todos los pines parentales posibles, sería considerado como una provocación y se le acusaría de “abrir heridas”.

La ciudad de París tiene dedicada una céntrica avenida a nuestro protagonista, la avenue du Colonel Henri Rol-Tanguy, donde podemos encontrar esta placa conmemorativa en el edificio en cuyo sótano se encontraba el puesto de mando desde donde dirigió las acciones de la Resistencia durante la ocupación nazi. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Nuevamente comprobamos la importancia para las sociedades y naciones de conocer la Historia, como dejaba escrito Cervantes en El Quijote “..La verdad cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir”, la Historia no solo nos permite conocer el pasado, también nos ayuda a conocer el posible futuro. Para muchos partidos de derecha europeos es inconcebible el pactar con partidos de extrema derecha, en países como Francia o Alemania es algo inconcebible. Hace unos meses se celebraban comicios en el estado alemán de Turingia, el candidato del partido conservador CDU de la canciller Angela Merkel, era elegido presidente por el parlamento, pero con los votos del partido de extrema derecha Alternativa por Alemania, el equivalente de VOX en aquel país. Rápidamente saltaron las alarmas, el ministro alemán de asuntos exteriores Heiko Maas declaraba: «Hacerse elegir primer ministro por ultraderechistas es completamente irresponsable. Todos los demócratas debemos estar juntos contra AfD. Quien no lo entienda, no ha aprendido nada de nuestra historia». El líder del partido socialdemócrata alemán, la segunda fuerza política del país afirmaba que aquella elección suponía: «la hora más baja de la historia alemana desde la posguerra». En el momento de la elección Ángela Merkel se encontraba de visita oficial en Sudáfrica, a muchos miles de kilómetros de Alemania, pero su reacción fue inmediata y calificó la elección como «un acto imperdonable» pidiendo que el resultado de la votación «debe ser anulado» mediante unos nuevos comicios. De manera casi inmediata el presidente electo presentó su dimisión y se convocaron nuevas elecciones. Nuevamente Cervantes tenía razón y la Historia nos prevenía del presente, en 1930 se celebraron elecciones en Turingia, y en febrero de ese año Adolf Hitler escribió: «Logramos el mayor éxito en Turingia. [...] Los partidos en Turingia, que anteriormente formaban el gobierno, no pueden obtener una mayoría sin nuestra participación. Adolf Hitler, 02.02.1930». Lamentablemente esto no ocurre en España, donde la ultraderecha controla los hilos del poder en diversas comunidades y numerosos ayuntamientos, o donde se convocan elecciones con el cálculo de que se conseguirá llegar al poder con el apoyo y la entrada de la ultraderecha en el futuro gobierno. Lo más paradójico o sorprendente, por no utilizar otra expresión, es que ese previsible futuro gobierno se nos presente como el gobierno “de la libertad”. Me gustaría conocer la opinión de Merkel, Macron o Sarkozy sobre el hecho de gobernar con la extrema derecha, y sobre que se defienda que se hace en nombre de la “libertad”. ¿Qué le ocurre a la derecha democrática española?.

Imagen actual del cementerio de Fuencarral con una réplica de la placa original destruida tras la guerra, junto a otras de diversas entidades. Estas placas son las que se solicita por VOX que sean retiradas. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Esperemos que impere la sensatez en las filas del Partido Popular y de Ciudadanos, que se comporten como el resto de partidos conservadores europeos, y esta vez no apoyen la propuesta de VOX para retirar las placas de recuerdo a los que allí estuvieron enterrados, y que homenajean a los que en el resto de Europa son considerados "héroes de la libertad", como el brigadista francés Henri Rol-Tanguy.

Por último recordar al Ayuntamiento que tampoco estaría de más que se aumentase la vigilancia de la Policía Municipal en el recinto, sobre todo por las noches. Ya tenemos experiencia de cómo funcionan algunos en estos casos: unos señalan el objetivo y otros ejecutan la acción, algo similar al atizar el árbol para recoger las nueces de tan triste recuerdo, ya lo hemos comprobado con la destrucción del mural feminista de Ciudad Lineal, esperemos que en este caso no se repita el triste espectáculo.

Florentino Areneros

BIBLIOGRAFÍA Y DOCUMENTACIÓN
GILES TREMLETT. LAS BRIGADAS INTERNACIONALES. FASCISMO, LIBERTAD Y LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA.
https://www.ordredelaliberation.fr/fr/compagnons/henri-rol-tanguy
https://www.theguardian.com/news/2002/sep/12/guardianobituaries
https://www.theguardian.com/world/2020/may/11/cecile-rol-tanguy-obituary
https://francearchives.fr/findingaid/cd55afc2d508aa601117538cc69df21debcf3d28
https://www.lefigaro.fr/histoire/archives/2017/09/07/26010-20170907ARTFIG00245-henri-rol-tanguy-une-vie-d-engagements-contre-les-fascismes.php
https://dedona.wordpress.com/2020/07/31/la-accion-secundaria-de-amposta-en-la-batalla-del-ebro/
https://www.mve2gm.es/la-nueve/
https://www.abc.es/internacional/abci-diputados-locales-respaldan-extrema-derecha-para-elegir-presidente-turingia-202002060940_noticia.html

lunes, 25 de enero de 2021

EL BANCO DE ESPAÑA DURANTE LA GUERRA CIVIL.

El edificio del Banco de España en la madrileña plaza de la Cibeles, lugar donde se almacenaban las reservas de oro. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

EL BANCO DE ESPAÑA DURANTE LA GUERRA CIVIL.
EL ORO DE PARÍS Y EL ORO DE MOSCÚ.

Por Javier Egido

En 1880 se estructura el Banco Nacional para la emisión única de billetes en España y se decide construir una sede más acorde con sus necesidades que la que hasta entonces ocupaba en la antigua Casa de los Cinco Gremios (hoy Dirección General de la Deuda Pública) en la calle Atocha 13 y 15. Para ello se inicia una serie de adquisiciones de edificios y solares en la manzana que actualmente ocupa: el palacio de Alcañices, la iglesia de San Fermín de los Navarros, parte de los jardines de la Escuela de Ingenieros de Caminos y unos solares en la esquina del paseo del Prado con la calle de los Madrazo, pertenecientes al marqués de Larios. En 1882 comienzan las obras del edificio, según proyecto de Severiano Sainz de la Lastra y Eduardo Adaro, proyecto que obtiene la medalla de oro en la Exposición de Bellas Artes, sección de Arquitectura, en 1884. Las obras finalizan en 1891. La primera ampliación es de José Yarnoz en 1927 y se aprovechó para instalar la impresionante cámara acorazada. Finaliza en 1934, y se prolonga a lo largo de la calle de Alcalá, sobre los solares de tres casas de vecindad, propiedad de la duquesa de Nájera, que habían sido adquiridas unos años antes. Sigue las líneas del edificio inicial, de forma que su composición está perfectamente integrada sin notarse la zona de ensamble, que se realiza a través del núcleo central de la puerta de la calle de Alcalá. La siguiente ampliación se realiza entre 1969 y 1975 a lo largo de las calles de los Madrazos y Marqués de Cubas por el arquitecto Javier Yarnoz, hijo del anterior, que se desvincula por completo de las trazas iniciales. La última ampliación, que finalizó en 2006, está firmada por Rafael Moneo sobre el solar de manzana situado en la calle de Alcalá con Marqués de Cubas, en el que se levantaba el palacio de Lorite o la Banca Calamarte, que con proyecto de José Lorite se había construido en 1924. (1)

Colocación de la primera piedra de la nueva sede del banco de España en 1884. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Pero, ¿qué papel tuvo el Banco de España durante la Guerra? El Banco de España tenía la responsabilidad de vigilar el sistema financiero. Era la gran referencia para la política en materia de finanzas y moneda. Siguiendo a José Ángel Sánchez Asiaín, las actas del Consejo ofrecen poca información pues la mayoría de temas tratados fueron meramente administrativos o burocráticos. Ponen de manifiesto un Consejo con mucho miedo, y al que, a juzgar al menos por las actas levantadas, no se le tuvo enterado de lo que estaba ocurriendo en aquellos momentos en el país, ni incluso en algunos momentos sobre lo que estaba pasando en el propio Banco de España. Tampoco se le reconoció por las autoridades políticas ningún papel en las decisiones económicas y financieras que se iban tomando, con la única excepción, necesaria, de las que se adoptaron sobre el proceso del traslado del oro. A los pocos días del comienzo de la guerra una parte sustancial del sistema financiero había quedado fuera del control del Consejo General del Banco de España en Madrid. Porque, a partir del 18 de julio, aproximadamente un 35% de las sucursales del Banco de España estaba ya residenciada en territorio bajo jurisdicción de los sublevados quienes, por otra parte, ya estaban creando una estructura financiera paralela, y que se había independizado del Consejo de Madrid al que las actas se referían. Esos primeros días las autoridades republicanas ya estaban tomando medidas de urgencia para enfrentarse con los problemas monetarios que la separación territorial estaba planteando.

En el Acta del 15 de julio se da cuenta de la muerte de Calvo Sotelo, que era funcionario del Banco. El conde de Limpias pidió una ayuda para la familia. Se tomó el acuerdo de que la viuda y los hijos siguieran percibiendo una cantidad igual a la que éste tenía asignada por razón del cargo que desempeñaba en el Banco. El 19 de julio se había suspendido la actividad de las bolsas de valores durante 48 horas. El gobierno de la República ya había tomado medidas urgentes sobre las transacciones comerciales, suspendiendo las operaciones de carácter mercantil que implicaran movimientos de fondos en los establecimientos de crédito.

Juan Negrín, ministro de Hacienda desde septiembre de 1936. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Desde el punto de vista financiero, la República, a través de autoridades ajenas al Banco de España, empezaba a tomar decisiones para enfrentarse a la crisis que se le venía encima. El 19 de julio, se había limitado a 2000 pesetas la cantidad máxima que los clientes de bancos y cajas de ahorro podían retirar durante el plazo de 48 horas de cuentas corrientes y depósitos. Se trataba de impedir un episodio de desajustes financieros y la alarma social que ello podía producir. Es decir, se intentaba frenar el acaparamiento de dinero que podía desestabilizar aún más la sociedad.

Según avanzaba el mes de julio estaba claro que el Banco de España había dimitido de su función de vigilar la circulación fiduciaria, que para entonces ya era caótica. Era irregular también que el Consejo no conociera el alcance de la segregación de los activos y del personal que había supuesto la sublevación. Y lo que es peor, a través de las actas queda claro que el Banco de España en Madrid estuvo desinformado a lo largo de la guerra de la estrategia que quería seguir el Gobierno y de lo que pasaba en el país en temas que le afectaban directamente y, encima, que en determinados momentos tuvo dificultades para conocer su propia realidad interna.

Hasta el 6 de noviembre los Consejos se celebraron en Madrid. Desde el 9 lo hicieron en Valencia. Sabemos que aproximadamente un 65% de los efectivos bancarios habían quedado en el lado republicano, frente a un 35% del lado franquista. Quiere decir que la tercera parte de las oficinas bancarias se salieron automáticamente de la disciplina de éste, quedando al margen del balance del Banco de España. Esto implicó dos extrañas consecuencias: Una, el Banco de España no reconoció hasta muy entrada la guerra, que una parte realmente sustancial del número de oficinas no dependía ya de su organización, y que por lo tanto su capacidad operativa estaba muy mermada. Otra, aún más sorprendente, los Presupuestos de la República para 1937, 1938 y 1939, se referían formalmente a la totalidad del territorio, tanto a efectos recaudatorios como a efectos de gastos, es decir, que se definían para todo el territorio nacional. Era una situación totalmente anómala, al margen de la realidad.

La Cortes de la República reunidas en Valencia en una imagen de enero de 1937. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El control financiero de las autoridades monetarias de la República fue decreciendo progresivamente durante la guerra. El despilfarro financiero fue descrito por Julián Zugazagoitia en el capítulo 30 de su obra “Guerra y vicisitudes de los españoles”, cuando trata el tema del oro del Banco de España y las dificultades de Negrín en el Ministerio de Hacienda, denunciando lo que la República toleraba en este campo. En concreto comenta de Negrín:…”le he oído lamentarse de haber tenido necesidad de tratar con demasiado granuja. Su tarea como ministro de Hacienda no podía ser más ingrata”. Y la narración que hace de la situación es patética:” Los españoles, por fin, gracias a la guerra, habían conseguido su sueño dorado: tener un sueldo fijo del Estado. Los presupuestos ministeriales crecían de forma increíble. Los créditos extraordinarios sobrepasaban, en diez veces o más, las consignaciones normales. Nuestro territorio menguaba, pero la burocracia crecía. Todas estas alegrías obligaban a Hacienda a mover con mayor celeridad el rodillo de las emisiones de papel moneda. Trabajo en el que tenía competidores aventajados: Gobiernos autónomos y municipios, con un trozo de papel y un sello de goma, hacían emisiones propias. Vencer de estas libertades no fue trabajo sencillo. Tampoco lo fue limitar las exportaciones fraudulentas de metales y productos agrarios, ni reducir, a proporciones razonables, el consumo de gasolina. La retaguardia republicana no era, en ningún aspecto, un modelo de colectividad ordenada. El esfuerzo por traerla a mandamiento fue durísimo. Los partidos y las organizaciones sindicales se limitaban a llenar de buenos consejos las fachadas de sus casas, pero nadie admitía que el consejo le afectase personalmente en lo más mínimo; lo suponía referido al vecino. Los trabajos se llevaban con cadencia habanera (…) En Hacienda se traducía en un dispendio innecesario de divisas o en un aumento de la inflación.” (2) La realidad, por tanto, fue el escaso control del Banco de España de las operaciones financieras (control de gastos, control financiero, precios e inflación).

La cámara de seguridad del Banco de España, donde se almacenaban el oro y la plata. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El gobernador del Banco el 18 de julio era Luis Nicolau d´Olwer, nombrado en el mes de marzo anterior, en cuyo puesto continuó hasta terminada la guerra. El subgobernador primero era Pedro Pan que huyó a Burgos nada más terminar el Consejo del día 15 de julio. Fue cesado el 4 de agosto de 1936 y sustituido por Julio Carabias. El 14 de agosto fueron suspendidos de sus funciones todos los consejeros que se habían adherido a la sublevación. Ceses y dimisiones provocaron que, con frecuencia no se conseguía reunir el quorum suficiente para alcanzar las mayorías que los estatutos establecían. A pesar de que en diciembre de 1937 se intentó paliar esta situación, el Banco de España casi siempre tuvo problemas para tomar decisiones.

La Junta General de Accionistas celebrada en Barcelona por la República, ya casi perdida la guerra (8 de enero de 1939) tenía como objetivo presentar la actuación del Banco de España ante sus accionistas para que reforzasen con su voto las acciones del Gobernador ante los tribunales extranjeros para reivindicar el patrimonio del Banco. Así pues la principal preocupación era el “oro”, que constituía el mayor problema en aquellos momentos, en función de las reclamaciones planteadas ante los tribunales de justicia de distintos países para reivindicar aquella parte de los activos del banco situados desde antes de la guerra en poder de los corresponsales. En ella se presentó para su aprobación el balance a 30 de abril de 1938. Pero, en realidad, a tres meses de finalizar la guerra y cuando ya se podía prever que era la última intervención ante los accionistas, el objetivo principal del gobernador no era otro que dar su versión sobre el proceso de salida del oro y justificar su gestión.

Para el gobernador lo primero era determinar dónde debía radicarse la responsabilidad de haber tomado la decisión de trasladar el oro. Y dejó claro que esa responsabilidad era del Consejo de Ministros (Decreto de 14 de septiembre de 1936). Habló de las ventajas del traslado para que no cayera en manos franquistas, y así salieron de Madrid 700 toneladas de oro y 3000 toneladas de plata. Desde ese momento, la custodia corresponde al gobierno y no al Banco. En realidad la Junta se había convocado exclusivamente para presentar esta propuesta y lograr su aprobación (el reconocimiento del gobernador Luis Nicolau d´Olwer como legítimo representante del Banco ante los Tribunales franceses y todos los Organismos con los que mantiene relación en el exterior el Banco de España). Porque la casi suspensión de pagos de la República en aquellos momentos, la necesidad imperiosa de pagar un material bélico que se creía vital para no perder inmediatamente la guerra, y cuya recepción en España solo dependía de que se dispusiera de los recursos para ello, exigía la urgente recuperación del oro de Mont de Marsan, sucursal del Banco de Francia. El hecho de que la recuperación estuviera pendiente de que un tribunal francés diera por bueno que d´Olwer era el legítimo gobernador, justificaba la existencia de la Junta y la presión que se estaba haciendo sobre los accionistas. (3)

Luis Nicolau D’Olwer (izda) Gobernador del Banco de España en julio de 1936, junto a Carles Pi Sunyer, quien durante el periodo republicano ocuparía, entre otros cargos, la alcaldía de Barcelona en dos ocasiones. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La venta de las existencias de oro y plata se inició por la República inmediatamente después del golpe, siendo presidente del Gobierno José Giral (19 de julio de 1936). Proceso que, siguiendo al profesor Ángel Viñas, podemos diferenciar en tres etapas: Una primera, de ventas a Francia. Otra posterior, de ventas de las reservas trasladadas a Moscú. Y una última, de ventas de plata. Sin el oro la resistencia republicana hubiese sido imposible y la guerra quizás hubiera terminado en unos meses. (4)

Este gobierno va a poner en marcha un mínimo y rápido mecanismo de defensa: la distribución de armas a las organizaciones sindicales y la ulterior creación de milicias que complementaran los cuadros regulares de las fuerzas armadas que siguieron siendo fieles a la República, y el recurso, el mismo 19 de julio, a la ayuda francesa solicitando material de guerra al gobierno frentepopulista presidido por Léon Blum. Pero se dio un tercer plano de actuación del gobierno Giral que es el financiero y que tiene como característica más espectacular la decisión de movilizar para la guerra el oro del Banco de España. Ponía en movimiento el mecanismo más notable con que contaron los republicanos para hacer frente, en la esfera de los pagos internacionales, a los problemas que suscitaba la financiación exterior de la guerra civil (5)

León Blum líder del Frente Popular francés, presidía el Consejo de Ministros de Francia al producirse en España el golpe de julio de 1936. La actuación de Francia en los primeros meses del conflicto perjudicaría seriamente a los intereses de la República Española. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La primera decisión republicana está fechada el 21 de julio, un escrito del ministro de Hacienda Enrique Ramos al gobernador Luis Nicolau d´Olwer, previa autorización del Consejo de Ministros, para vender oro por valor de 25.220.000 pesetas, para la compra de material bélico francés. El día 24 de julio se avisaba telegráficamente al Banco de Francia que la Central madrileña procedería a remesar oro a París por vía aérea, como se había hecho otras veces en época de paz, si bien esta vez con destino a su venta para adquirir francos papel. El gobierno republicano necesitaba urgentemente en el exterior divisas para la compra de armas y material y para el pago de servicios. Madrid vivía días febriles. La primera parte de la remesa de oro, consistente en 18 cajas que contenían las 144.000 libras esterlinas oro que obraban en poder del Banco de Francia. Se hicieron otros dos envíos que en total, las tres remesas iniciales, importaban 432.000 libras esterlinas oro que se vendieron al Banco de Francia el mismo día 30 de julio obteniéndose a cambio poco más de 53 millones de francos papel. (6)

Los días 3, 5 y 6 de agosto se enviaron nuevas remesas de oro a París por un importe de 136.000 libras esterlinas oro en cada caso que se vendieron inmediatamente al Banco de Francia. A mediados de agosto Francia y Gran Bretaña establecen la “No intervención” sobre la Guerra de España, medida que perjudicará ostensiblemente al Gobierno legítimo de la República.

Uno de los bombarderos Potez 540, conocidos popularmente como “ataúdes volantes” adquiridos a Francia, sin armamento, al comenzar el conflicto y que se pagaron con el oro que se llevó a París desde los depósitos del Banco de España. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Las relaciones entre el Banco de España y el Gobierno las fijaba la Ley de Ordenación Bancaria LOB. Al filo de la guerra civil, el Banco de España seguía siendo una sociedad anónima con un capital de 177 millones de pesetas (354.000 acciones nominativas de 500 pesetas cada una). Como el Estado le había concedido el privilegio de emisión, estaba sujeto a cierto control por parte del gobierno (nombramientos de gobernador y dos subgobernadores). El Consejo del Banco, baluarte de la oligarquía, estaba constituido por 21 miembros (15 elegidos por los accionistas, uno por los bancos/banqueros, otro por el consejo Superior de Cámaras Comercio, Industria y Navegación, otro por las confederaciones agrícolas y los 3 restantes por el Gobierno).

El Banco estaba obligado por la LOB a la compra de oro cuantas veces fuera conveniente, salvo acuerdo en contra del Consejo de Ministros. Además no podía reducir sus stocks de metal sin autorización del gobierno y se fijaban las garantías mínimas de la circulación monetaria.

La LOB exigía disponer de una determinada garantía metálica en oro y en plata que respaldara la circulación monetaria. Por tanto, la exportación del oro se permitía en la medida en que las reservas metálicas superasen el límite que correspondiera a la garantía necesaria para una circulación monetaria (desde 4.000 millones de pesetas en circulación, la garantía debería ser del 45% (40 en oro y 5 en plata), hasta 6.000 millones con garantía del 60% (50 y 10 respectivamente). O cuando el Banco interviniese en operaciones monetarias decididas por el gobierno para estabilizar el tipo de cambio de la peseta. En las condiciones financieras de los años 30, con la desintegración ya avanzada del sistema monetario internacional, las remesas de oro al exterior eran frecuentes.

Con la llegada al Gobierno de Largo Caballero, con Negrín como ministro de Hacienda el 4 de septiembre de 1936, es evidente, con relación al oro, que las reservas del Banco de España eran fundamentales para la resistencia republicana. Gracias a ellas podían adquirirse divisas, mediante la venta del metal al Banco de Francia, con las cuales comprar armas. Además los sublevados avanzaban rápidamente hacia Madrid y no era descartable que pronto pudieran interferir en las habituales actividades de comunicación y abastecimientos.

Consejo de Ministros presidido por Largo Caballero en septiembre de 1936. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Desde el 24 de julio al 4 de septiembre de 1936 se había enviado oro al Banco de Francia en 19 ocasiones (una cuarta parte de las reservas). Envíos que no habían pasado desapercibidos y fueron recogidos por la prensa internacional. Los sublevados habían iniciado una serie de quejas ante gobiernos extranjeros, sobre todo el inglés y el francés, que luego irían repartiendo hacia Bancos, tanto comerciales como oficiales. A Negrín y Largo Caballero se les planteaba, pues, como problema inmediato, fundamental, asegurar la continuidad de la operación, amparada en préstamos obligatorios del Banco de España al Tesoro. Hoy sabemos, que para dar cobertura legal, el Gobierno Giral se había dotado del Decreto reservado de 30 de agosto de 1936, en el que se autorizaba al ministro de Hacienda para disponer que por el Centro Oficial de Contratación de Moneda (COCM) se situara en el extranjero en una o varias remesas y por cuenta del Tesoro, la cantidad de francos franceses que se estimase adecuada para atender los gastos que las necesidades de la campaña impongan, como el decreto, también reservado, que de manera particular, autorizó el traslado del metal, de 13 de septiembre de 1936. Éste último, firmado por el Presidente de la República, autorizaba al Ministro de Hacienda poder transportar el oro, plata y billetes, con las máximas garantías, al sitio adecuado. (7)

Poco después de asumir la cartera de Hacienda, Negrín se reunió con Amaro del Rosal, dirigente de la Federación de Banca de UGT, en presencia de Francisco Méndez Aspe, director General del Tesoro, a los que pidió su colaboración. Establecieron un plan para preparar el embalaje que facilitase y garantizase su transporte. El día 14 de septiembre, lunes, se reunió el Consejo para tomar conocimiento de lo decretado por el gobierno. Muchos consejeros se opusieron terminando por pasarse a los franquistas. El subgobernador primero Julio Carabias desarrolló la argumentación más elaborada en favor de la tesis del Gobierno: si no se producía el traslado podía caer en manos de los rebeldes.

Amaro del Rosal, de la Federación de Banca de la UGT, que colaboraría junto a Negrín en la planificación del traslado del oro. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La evacuación del oro se inició el mismo día 14, por tren, con destino a los polvorines de la Algameca, en la base naval de Cartagena. El lugar era idóneo pues el Gobierno de Madrid controlaba absolutamente todo ese territorio. Era una base naval que estaba alejada del teatro de operaciones y desde ella existía la posibilidad de, llegado el caso, evacuar por vía marítima las reservas a cualquier otro lugar o transportarlas por vía terrestre dentro de la zona republicana. El control de la carga lo llevaron por turnos Méndez Aspe y José María Rancaño. El traslado desde la Plaza de la Cibeles hasta la estación del Mediodía (Atocha) estuvo controlado por fuerzas de carabineros, milicias y miembros de la Motorizada.

Como representante del Banco en la expedición se designó al clavero Esteban Pérez Joanico. El primer convoy llegó a Cartagena el 16 de septiembre a las 16:30. Las 800 cajas que componían la expedición inicial se guardaron en los polvorines, terminando los trabajos el día 17 a las 2:30 de la madrugada. Dada la variedad de gente que participó en la operación era difícil mantener el secreto de la llegada. Continuamente se informaba a Madrid por telegrama de la marcha de las operaciones. Mientras, los equipos que trabajaban en la Central continuaban preparando nuevos envíos. El 17 se expidieron 1.860 cajas; el 18, 1.780; el 19, 2.357; el 20, 1.930 y el 21 de septiembre al menos 1.237. En total fueron 10.000 las cajas enviadas a la Algameca.

A Cartagena se trasladó no solo el oro sino también valores y billetes en cantidades difíciles de precisar y, por supuesto, la plata depositada en Madrid. Si las remesas de oro terminaron hacia el 21 de septiembre, las de plata comenzaron 48 horas más tarde, remitiéndose este metal en varias expediciones desde el 23 de septiembre hasta el 10 de octubre y, posteriormente, el 6 de noviembre de 1936.

Las baterías de costa que protegían la base naval de Cartagena, y su lejanía de las líneas del frente, garantizaban la seguridad del almacenamiento del oro en la Algameca. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El valor del oro evacuado puede cifrarse en un máximo de 1.734.166.767 pesetas-oro, importe que también fue comunicado por el Banco de España reunificado al fiscal instructor del oportuno sumario en el Juzgado militar especial de Banca y Bolsa Oficial tras la Guerra Civil. El peso del metal evacuado estaría próximo a 559 toneladas, como mínimo.

El 27 de septiembre, mientras rodaban los trenes con la plata, Toledo caía ante las tropas franquistas.

La decisión de evacuar las reservas fue una medida prudente, plenamente justificada. Aun cuando existiera la posibilidad de resistir en Madrid, eliminar la posibilidad de que el oro y la plata cayeran en manos del enemigo era un objetivo lo suficientemente importante para otorgarle una prioridad absoluta.

Con las reservas metálicas en Cartagena, el Gobierno se aseguraba totalmente el control de los recursos que le permitían continuar la guerra y adquirir armas y material en el extranjero. Es más, mostraba ante el único Gobierno que conocía la magnitud de la movilización del oro que la operación podría proseguir: Francia no ignoraría que la evacuación de las reservas desde Madrid mantenía la posición financiera exterior de la República. De hecho las remesas al país vecino no se detuvieron: desde el 14 de septiembre los envíos por avión se hacía ya a Toulouse, en vez de a Le Bourget, cerca de París. Casi diariamente (excepto en el periodo del 18 al 20 y del 26 al 28 de septiembre) se trasladó oro a Francia. (8)

Desde Cartagena existía la posibilidad de aumentar considerablemente las remesas. Si hasta entonces se habían hecho por avión, el 26 de septiembre se recurrió por fin a la vía marítima. En tal fecha se cargaron 250 cajas con destino a Marsella y en los primeros días de octubre se remitieron otras tantas a la misma ciudad por igual procedimiento. En ambos casos se envió oro por valor nominal de unos 50 millones de pesetas-oro, equivalentes casi a 15 toneladas de oro fino y a unas 17 toneladas de oro aleado en cada expedición. Tales envíos se conocieron enseguida por la prensa francesa. Así pues, la evacuación de las reservas facilitó su venta a Francia. En la segunda quincena de septiembre habían salido cerca de 10 toneladas de fino. En octubre, fueron ya 52 toneladas las trasladadas.

La flota republicana, una de las mayores y más potentes bazas del ejército republicano, aseguraba en parte el traslado por vía marítima de las remesas de oro con destino a la URSS. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El 14 de agosto los sublevados, en un Decreto de la Junta de Defensa Nacional, habían caracterizado las exportaciones de oro como delito de traición y anunciaron que los autores serían juzgados por procedimientos sumarísimos como reos de un grave delito inferido a la nación española. Diez días más tarde se dirigía a los principales Bancos internacionales para denunciar el despojo. El 25 otro decreto declaraba nulas todas estas operaciones republicanas. El 14 de octubre Franco lo hizo por radio dirigiéndose a los gobiernos de todas las naciones denunciado el expolio, curiosamente alegando la Constitución de 1931, art. 8º. Además pronostica la toma inmediata de Madrid. (9). Esta línea de argumentación: la expoliación, ya no será abandonada por el franquismo y su mitología más recalcitrante.

Todas estas declaraciones y acusaciones seguramente afectaron a los dirigentes republicanos que forzaban precisamente en aquellos momentos la movilización del oro y no es difícil pensar que ello influiría, junto con la inminencia de la ayuda rusa, en un nuevo giro de la operación: el traslado de una parte de las reservas a la Unión Soviética, en un contexto lleno de rumores y exageraciones que afectaban a la credibilidad de la República en los círculos financieros y políticos internacionales. Por ello, el 15 de octubre Largo Caballero envió una carta a Marcel Rosemberg, embajador soviético, en la cual proponía trasladar a Moscú, en calidad de depósito, unas 500 toneladas de oro. Poco después, el agente de la NKVD en España conocido como Alexander Orlov recibía órdenes del propio Stalin para que actuase en consonancia con el gobierno republicano para el traslado de las reservas de oro españolas a la Unión Soviética. (10) ¿Qué había ocurrido en la 1ª quincena de octubre de 1936 para que Largo Caballero adoptara esta medida? Para entonces, en efecto, había empezado a materializarse la primera ayuda soviética, tanto directa como indirecta. El 15 de octubre llegaba a Cartagena el primer gran envío de material bélico soviético a bordo del Komsomol. El Kremlin se había puesto decididamente del lado republicano en el Comité de No intervención y la República había empezado a experimentar los efectos de boicoteo de varios bancos extranjeros que diferían urgentes transferencias de fondos para adquisiciones en el exterior. El 17 de octubre Largo Caballero comunicaba a Rosenberg la intención de efectuar, con cargo al depósito, pagos de ciertos pedidos al extranjero y transferencias en divisas. Se utilizarían para ello los corresponsales del Banco de Estado soviético. El 22 de octubre Orlov se entrevistó con Negrín para iniciar los preparativos. Orlov se desplazó a Cartagena donde se encontró con el agregado naval de la embajada, Nikolai Kuznetsov. El plan consistía en utilizar los mercantes soviéticos que fuesen necesarios aprovechando que en aquellos días llegaban precisamente los suministros bélicos. Ese mismo día 22 Orlov y Méndez Aspe (director general de Tesoro) montaron el dispositivo iniciándose el 23 las actividades relacionadas con el envío a Moscú de una parte muy importante de las reservas almacenadas hasta entonces en los polvorines de La Algameca. El 25 puso rumbo a la Unión soviética el primero de los mercantes que transportaría el oro: el Jruso, con 2.000 cajas. Le seguirían el Neva, con 2.697, el Kim con 2.100 y el Volgores, con 983. A bordo de cada uno de ellos iba un clavero del Banco de España.

Francisco Largo Caballero (izda) saluda al embajador soviético Marcel Rosenberg (en el centro con bigote) en un descanso de una sesión de Las Cortes el 2 de octubre de 1936. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Los tres últimos barcos llegaron a Odessa el 2 de noviembre por la noche siendo descargados inmediatamente. Al día siguiente salieron en tren con destino a Moscú. El Jruso llegó más tarde por avería. El día 5 era entregado en el Depósito de Metales Preciosos de Moscú en presencia del embajador Marcelino Pascua y del Comisario de Negocios Extranjeros Krestinski que firmaron el correspondiente protocolo. Se hizo una comprobación aleatoria que finalizó el 20 de noviembre de 1936 extendiéndose el acta de recepción preliminar en el que constaba que de las 7.800 cajas recibidas se habían abierto y revisado el 2 % (156 cajas) y, además, todas las cajas dañadas (216 cajas). (11)

La Unión Soviética denunció ante el Comité de No Intervención la injusticia que se estaba realizando con el gobierno legítimo de España al impedir que se armase, permitiendo al mismo tiempo la llegada de armamento a los fascistas a través de Portugal, por tanto, su política a partir de ahora sería de apoyo a la República, constatable con los primeros envíos a Cartagena y tras haber accedido a responsabilizarse del oro y de las transferencias en divisas de la República. Mientras el oro español se aproximaba a Moscú, el almirante Canaris, jefe de los servicios de inteligencia militar del Tercer Reich se desplazaba a España con el siguiente plan para Franco: la ocupación de Madrid es de la máxima importancia para el reconocimiento del gobierno nacional por parte de Italia y Alemania, base para otorgarle amplias medidas de apoyo. Su propuesta concreta era la Legión Cóndor. Cuando el oro español llegaba a Moscú comenzaron a llegar los primeros contingentes de la Legión Cóndor. (12)

El puerto soviético de Odessa en el Mar Negro, sería el destino final de los envíos procedentes de Cartagena. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En el Mapa de Depósitos e Industrias de Guerra fechado a mediados 1938, elaborado por la Comandancia General de Artillería – SIA del Cuartel General del Generalísimo, aparece el Banco de España como objetivo número 18, señalado con una cruz y un punto inferior en rojo. El punto rojo identifica el objetivo en el plano. A estos símbolos se le añaden los códigos Mn (Municiones) y D (depósito de armas). (13)

El proyecto de voladura de Madrid fue ideado para destruir la ciudad y sus principales edificios en el caso de que fuera ocupada por los franquistas. Pudo ser en noviembre de 1936.

Este proyecto de minado y voladura de Madrid formó parte del plan de defensa de Madrid y fue desarrollado por el Batallón del Subsuelo de la Comandancia de Obras y Fortificaciones. Los cuadros de mando eléctrico para las voladuras se instalaron en el ministerio de Hacienda de la calle de Alcalá y en el Palacio Nacional.

En varios documentos del SIFNE franquista, uno de ellos específico de fecha 4 de junio de 1937, aparece el Banco de España como edificio minado y dice textualmente “En los sótanos del Banco de España están hechas las cargas para volarlo en el momento oportuno”. (14)

La última referencia que encontramos del Banco de España es en las Fuentes Primarias, recopiladas por Manuel de Vicente González. El día 24 de enero de 1937, domingo, en que un proyectil de artillería explotó en la cola del cine Gong, situado en la calle Marqués de Cubas nº 11, junto al Banco de España matando a 10 personas. (15)

Javier Egido

NOTAS:
1. Guía de Madrid, COAM, tomo I, 4ª edición, 1987 (pág. 179). Actualizada en https://guia-arquitectura-madrid.coam.org/#inm.F1.168
2. Zugazagoitia, Julián: Guerra y vicisitudes de los españoles. Tusquets, Barcelona 2007, 2ª ed. (pág. 318-319)
3. Sánchez Asiaín, José Ángel. La financiación de la guerra civil española. Crítica 2014. (pág.302-327)
4. VIÑAS, Ángel: El oro de Moscú. Alfa y omega de un mito franquista. Grijalbo, Barcelona, 1979. (pág. 12)
5. VIÑAS, 1979, (pág. 22)
6. VIÑAS, 1979, (pág. 37)
7. El oro de Moscú. Una perspectiva legal. Por Raúl C. Cancio. Frente de Madrid nº 33, junio 2018. (pág. 7)
8. VIÑAS, 1979, (pág. 132)
9. VIÑAS, 1979, (pág. 158)
10. VIÑAS, 1979, (pág. 166)
11. VIÑAS, 1979, (pág. 261)
12. VIÑAS, 1979, (pág. 267)
13. Fuentes Primarias AGMAV, Caja 2816, Cp 27 (plano). Pág. 319.
14. Fuentes Primarias AGMAV, CGG, R35, A5, L289, Cp18, F57-58 Pág. 3.203.
15. Fuentes Primarias, pág. 2.744, El Martirio de Madrid. E. Muñoz Barrón (“Ernesto Casanova”). Madrid, 1979. Texto mecanografiado. (Pág. 100).