domingo, 26 de junio de 2011

SAN FERMIN 1936


Cartel De las fiestas de San Fermin de 1936, que comenzarían el 6 de Julio y finalizarían el 18 de ese mismo mes coincidiendo con el inicio de la sublevación. (Haga clic en cualquiera de las imágenes de esta crónica para verlas ampliadas en otra pestaña).

SAN FERMIN 1936

Las Fiestas y Ferias de San Fermín de 1936 comenzarían el 6 de Julio y finalizarían el 18 de ese mismo mes, cuando ya se había producido la sublevación que desembocaría en la guerra civil, hace ahora 75 años de aquello. Como todos los años se respiraba un ambiente festivo que no hacía presagiar lo que habría de ocurrir días más tarde.

“El trayecto que tienen que recorrer los cornúpetos, desde el corralillo del Portal de Rochapea hasta la Plaza de Toros, es de un kilómetro aproximadamente. Salen, pues, del corralillo, suben por la empinada calle de Carnicerías y desembocan en la Plaza del Ayuntamiento; entran seguidamente en la calle de Mercaderes, y ya casi al final de esta, toman la recta de la Estafeta (donde esperan a los toros la mayor parte de los corredores), y a continuación cruzan el trozo desde Espoz y Mina a la plaza” . Este párrafo de Juan de Echavacoiz publicado en Mundo Gráfico el 8 de Julio de 1936 describe el recorrido que año tras año se sigue en cada uno de los encierros de estas populares fiestas. Trayecto que fue recorrido por los toros de Clemente Tasara en la primera corrida de la feria de ese año, toreada por Domingo Ortega, Niño de la Palma y Rafael Vega. En el último encierro se correrían ocho toros de Antonio Pérez Tabernero, que lidiarían esa tarde El Estudiante, Curro Caro, Rafaelillo y Pericás.

Entrada de los toros en la plaza en el primer encierro de las fiestas de 1936. (fotografía de Mundo Gráfico publicada el 8 de Julio de 1936).

Aunque todo parecía discurrir con normalidad en la capital en los primeros días de celebración de los sanfermines, la realidad era muy otra. Desde hacia unos meses la capital navarra se había convertido en el centro de la conspiración que se estaba tramando para acabar con el Gobierno de la República, dado que uno de sus principales impulsores, el general Emilio Mola Vidal, el cual se hacía llamar a si mismo con el seudónimo de “El Director”, era el Gobernador Militar de la provincia, y desde su puesto llevaba tiempo moviendo los hilos necesarios para conseguir sus objetivos.

Desde su nacimiento, la República había contado con enemigos dispuestos a acabar con el nuevo régimen por cualquier medio. La llegada al poder tras las elecciones de Febrero 1936 de los partidos del Frente Popular supuso un cambio en la situación política que no sería aceptada por diferentes estamentos, lo que haría que la intensidad de los esfuerzos conspiratorios aumentara por parte de los mismos. Por su parte, el nuevo Gobierno no era ajeno a la posibilidad de una insurrección y una de sus primeras medidas tras constituirse fue la de apartar de los cargos de mayor responsabilidad a los militares de actitud más dudosa, entre ellos el General Mola que mandaba el Ejército de África, que sería retirado de su puesto el 28 de Febrero, a los pocos día de celebrarse las elecciones.

El general Emilio Mola Vidal, conocido con el seudónimo de “El Director”, coordinaría desde su puesto de Gobernador Militar de Navarra todos los preparativos que desembocarían en el golpe del 18 de julio de 1936.

Mola regresaría a Madrid, donde celebraría varias reuniones con diferentes personas favorables a una acción de fuerza, entre ellas destaca la celebrada el día 8 de marzo en casa del diputado de la CEDA José Delgado Hernández de Tejada, en la que participarían junto a Mola los también militares Franco, Villegas, Orgaz, Fanjul, Saliquet y Kindelán entre otros, según recoge Ricardo de la Cierva en su obra “Franco”. En la reunión se acordó realizar un levantamiento militar en el caso de que la unidad nacional se viera amenazada o el orden público sufriera gran deterioro.


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Por su parte Franco había sido cesado de su puesto de jefe del Estado Mayor Central y se le había destinado a la Comandancia General de Canarias, en un intento de alejarlo de zonas de influencia. Pocos días después de celebrase la reunión, Mola llegaría a su nuevo destino en Pamplona desde donde comenzaría a poner en marcha la conspiración. Desde su puesto de gobernador militar Mola establecería contactos con las fuerzas políticas contrarias a la Republica de la provincia, donde destacaban los carlistas liderados por Fal Conde, también recibiría la visita de alguno de los personajes que serían claves en la sublevación, como Queipo de Llano que visitaría Pamplona en Abril, y establecería una fluida relación en la distancia con otros conspiradores, entre ellos el general Sanjurjo que residía en Lisboa tras el golpe que promovió en 1932. Sanjurjo desarrollaba así mismo una intensa actividad, colocándose a la cabeza del movimiento conspirativo, aunque delegó las tareas de organización dentro de España en el propio Mola, el cual desde su llegada había comenzado a redactar una serie de instrucciones reservadas de cómo se debería actuar una vez iniciada la sublevación, lo que se conocerían como “directrices”. En la instrucción reservada Nº1 en uno de sus párrafos se especifica: “Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado”.

Fotografía tomada en una terraza de Pamplona en la primavera de 1936 en la que podemos contemplar a diversos ,militares que participarían tanto en la preparación como en la ejecución del golpe. De izquierda a derecha: comandante Fernández Cordón (con sombrero), general Mola, Ramón Mola y los capitanes María y Vizcaíno.

Ya en el mes de junio se intensifican la actividad, y así Mola se entrevista en varias ocasiones con los carlistas, un importante apoyo para sus fines sobre todo en Navarra, con los que surgen serias discrepancias ya que Mola propugna una dictadura republicana presidida por un directorio militar que daría paso a un parlamento constituyente elegido por sufragio universal, así como la separación de la Iglesia y el Estado, y mantener la bandera tricolor. Mientras que por su parte los carlistas abogaban por un estado confesional, sin partidos políticos y exigían recuperar la bandera bicolor. Ya ven amigos lectores, partiendo de estas premisas de Mola y viendo como acabó la guerra, comprueben las vueltas que habría de dar la historia.

En la imagen podemos ver a Manuel Fal Conde arengando a las tropas. Este líder carlista sería el interlocutor principal de los tradicionalistas en las negociaciones que mantuvieron con el general Mola para sumarse a la sublevación dirigida por este último.

A finales de Junio llegarían a la capital Navarra dos enviado de Gil Robles, uno de ellos era Francisco Herrera Oria y el otro Carlos Salamanca, que le hicieron entrega al secretario de Mola de un maletín con medio millón de pesetas que debería de ser utilizado para los gastos de la conspiración. Mola decidió ingresar este dinero en un banco. El propio Gil Robles, acompañado también por Herrera Oria y Luca de Tena, cruzarían la frontera francesa el 5 de julio (un día antes del comienzo de los Sanfermines) para entrevistarse con los lideres carlistas, aunque sin conseguir llegar a un acuerdo entre ambas partes. El 10 de Julio Calvo Sotelo hacia llegar a Mola por un emisario, Raimundo García, su adhesión personal y la de su partido, Renovación Española, a la sublevación que se estaba preparando.

Los generales Franco y Mola en una foto de los primeros meses de la guerra. La muerte accidental del general Sanjurjo nada más iniciarse la guerra, y los éxitos militares de Franco al frente del Ejercito de África, relegarían a Mola a un segundo plano.

Los contactos y las discrepancias con los tradicionalistas continuarían en los días sucesivos, mientras se celebraban las fiestas, en un tenso tira y afloja a tres bandas en donde también intervenía el general Sanjurjo desde Lisboa, y no se desbloquearían hasta que Calvo Sotelo fue asesinado en Madrid. Finalmente se alcanzaría un compromiso entre las partes, la solución implicaba que Mola transmitiera una carta a Sanjurjo donde se reflejarían las exigencias de los carlistas, sin que Mola hiciera ninguna concesión concreta, pero dejando al criterio de Sanjurjo su posterior aceptación. De esta forma Mola salía de su delicada posición y los carlistas a su vez maquillaban un poco las negociaciones, de forma que no habían renunciado a sus peticiones, pero tampoco habían conseguido ninguna concesión concreta por parte de Mola a cambio de sumarse a la sublevación.

El general Domingo Batet, militar de gran prestigio en el estamento, se entrevistaría pocos días antes del golpe con Mola en Estella, dándole este último su palabra de honor de que “no estaba comprometido en ninguna aventura” . Batet sería fusilado en Burgos al año siguiente.

El 16 de Julio Emilio Mola se entrevistará en el Monasterio de Irache, Estella, con el general Domingo Batet, jefe de la VI División Orgánica de Burgos, un general contrario al golpe y defensor de la legalidad republicana, que había conseguido la Laureada de San Fernando por sofocar la sublevación de 1934 en Cataluña. Batet le hizo saber a Mola de que el Gobierno estaba al tanto de que se estaba preparando una sublevación y que Mola se encontraba a la cabeza de la misma. Este le negó la existencia de ningún tipo de movimiento conspirativo, así como el hecho de que se encontrara al frente del mismo. Batet solamente consiguió que Emilio Mola le diera su palabra de honor de que no estaba “comprometido en ninguna aventura”. (Domingo Batet, un general de sólida reputación en el estamento militar, sería fusilado en Burgos en 1937 por orden del general Franco, pese a las peticiones de clemencia de destacados militares del bando franquista como Queipo de Llano o Cabanellas). Un día antes de esta entrevista, Mola había enviado a su familia Biarritz.

Fotografía de soldados formados en la Plaza del Castillo de Pamplona. Un elevado número de jóvenes navarros se alistarían voluntarios en el Ejército de Franco, formando algunas de las mejores unidades del mismo.

Todo estaba ya preparado, aunque existían muchas dudas sobre el éxito de la operación, principalmente en algunas plazas tan importantes como Madrid o Barcelona. Mola contaba con el apoyo de una gran parte del Ejército, así como de las principales fuerzas políticas conservadoras como la CEDA o Renovación Española, además de los carlistas y de Falange Española, partidos estos dos últimos que a la larga alcanzarían un gran protagonismo en el bando sublevado. La sublevación tendría éxito en numerosas localidades peninsulares, así como en todo el Marruecos Español y en el archipiélago canario, pero no conseguiría sus objetivos en otras muchas plazas. En cuanto a las fuerzas armadas, aunque consiguió el apoyo mayoritario del Ejército de África, sin duda las unidades más preparadas de todas, no conseguiría hacerse con el apoyo mayoritario ni de la marina ni de la aviación, armas que resultarían decisivas para equilibrar la balanza en los primeros momentos evitando el éxito de la operación, tampoco conseguiría el apoyo unánime de las fuerzas de orden público, entre ellas gran parte de la Guardia Civil. El fracaso global de la sublevación dirigida por Mola dejaría a la nación dividida en dos y abocada a un irremediable enfrentamiento que desembocaría en una trágica confrontación que asolaría el país durante los próximos tres años. El 18 de julio de 1936 finalizaron las fiestas de San Fermín en Pamplona y a su vez comenzó la guerra civil, seguramente muchos de los mozos no eran conscientes de la carga profética de sus canciones cuando aquella noche entonaron el “Pobre de mi”.

Florentino Areneros.

BIBLIOGRAFÍA: Gran parte de los datos ofrecidos en esta crónica han sido resumidos del excepcional trabajo “NAVARRA Y PAIS VASCO, 1936: CONSPIRACIÓN CONTRA LA REPÚBLICA” de Manuel Ferrer Muñoz publicado en 1994, que ustedes pueden encontrar haciendo clic sobre el título o visitando el siguiente enlace:

http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/vasconia/vas22/22239264.pdf

En este detallado estudio pueden encontrar abundante información y bibliografía asociada (así como interesantes anexos) relativa a este episodio de gran importancia en la historiografía de la guerra civil. Desde esta redacción recomendamos a todas aquellas personas interesadas en el mundo de la guerracivilmaquia la lectura de este trabajo, escrito de forma amena y muy agradable de leer en comparación con otros estudios más farragosos y técnicos a los que algunas autodenominadas figuras nos tienen acostumbrados.

lunes, 13 de junio de 2011

CERRO DE LOS ANGELES

Ejemplar fotográfico que debió de ser lidiado por Carlos García Alix “El Rufian”, en su última aparición en Madrid, aunque este morlaco finalmente no salió de los corrales. Partiendo de esta foto y su posible origen en una grabación cinematográfica arranca esta crónica. (Haga clic en cualquiera de las imágenes para abrirlas ampliadas en una nueva pestaña).

CERRO DE LOS ANGELES

El pasado día 1 de Junio estaba anunciada una prometedora corrida en el monumental coso del Cine Doré donde entre otros intervendría el consagrado maestro Carlos García Alix “ El Rufián”. Comentamos este festejo en una anterior crónica de SOL Y MOSCAS (pulse aquí para leerla) en la que detallábamos lo acontecido en aquella faena, marcada por las actuaciones de los ya habituales “pegapases”, a los que tan acostumbrados empezamos a estar los aficionados a la guerracivilmaquia, así como por una nefasta dirección de la lidia ejercida desde el palco presidencial. Aunque de este festejo cabe destacar la muy meritoria actuación de “El Rufian” con su primer astado, al que cuajo una monumental faena que hizo levantar a los aficionados de sus localidades en varias fases de la lidia. También narrábamos el momento en que García Alix se dirigió a la puerta de toriles, y clavándose de rodillas frente a ella, se dispuso a recibir a porta gayola al siguiente morlaco, un ejemplar de impresionante trapío, de la ganadería de “Las Hordas”, famosa en el mundo entero por la dureza de sus toros, muy encastados y de difícil lidia, reservones y con mucho peligro, que necesitan de lidiadores con mucha muñeca y mucho temple para poder sacarles todo lo que llevan dentro. Estos toros le han costado alguna que otra cogida y más de un revolcón a alguno de los lidiadores que se han atrevido con ellos.

Pero volvamos al intenso momento en el que “Rufian”, en un alarde de temerario valor, arrodillado frente a toriles y con el capote desplegado en el suelo, citaba al toro que había de salir de la oscuridad del toril: “iji…, iji,…”. Un tremendo silencio se adueñó de los tendidos, pero incomprensiblemente desde la presidencia se ordenó el cambio de diestro ante la incredulidad e indignación de los aficionados que abarrotaban las localidades de la plaza. Como ya comentamos en nuestra crónica anterior el ejemplar a lidiar era la foto de unos milicianos “fusilando” el monumento al Sagrado Corazón en el madrileño Cerro de los Ángeles, una de las fotografías más conocidas y divulgadas de la guerra civil española. Intercambiando opiniones con otros aficionados tras el festejo, comenté la existencia de una filmación donde se recogía este momento y que posiblemente esta fotografía fuera en realidad un fotograma de la película. La existencia de esta película era desconocida por mis compañeros de tertulia, por lo que pensé que podría ser una buena idea realizar una crónica para darla a conocer junto la historia de este lugar de la geografía madrileña.

UN POCO DE HISTORIA

A pocos kilómetros al sur de Madrid saliendo por la carretera de Andalucía nos encontramos con uno de los cerros testigos tan característicos del paisaje de la meseta: el Cerro de los Ángeles. En la distancia se distingue en lo alto del mismo el Monumento al Sagrado Corazón de Jesús.

Hace mucho, mucho tiempo, una pareja de pastorcillos buscaban refugio de una tormenta que les había sorprendido en o alto del cerro con sus rebaños, y vieron como un rayo cayó cerca y provocó un pequeño incendio. Cuando las llamas se hubieron apagado los pastorcillos observaron que un fuerte resplandor emergía de aquel lugar y al acercarse descubrieron una imagen de la Virgen. La bajaron hasta el vecino pueblo de Pinto y la dejaron en la iglesia, pero a la mañana siguiente la imagen había desaparecido misteriosamente. Tras unos días los pastorcillos volvieron a encontrar nuevamente la imagen en el cerro en el mismo lugar anterior, la recogieron de nuevo y esta vez la llevaron a Getafe, de donde volvería a desaparecer esa misma noche. En vista de los antecedentes, en esta ocasión se fueron a buscar la imagen directamente al cerro, y allí estaba la Virgen. Entendido el mensaje, se decidió construir una ermita en ese lugar, donde se depositaría la imagen. (He de reconocer que esta historia me suena de haberla oído antes referida a otros lugares y otros pastorcillos, pero seguramente me confunda, a ciertas edades la memoria te juega malas pasadas).

Unos pastorcillos encontraron una imagen de La Virgen en el Cerro de los Ángeles, y tras diversas idas y venidas, se decidió dejar la imagen en este lugar y construir una ermita para su custodia, origen del actual santuario.

Por su parte la devoción al Sagrado Corazón de Jesús tiene gran tradición en España desde que en 1733 el día de la Ascensión, el padre Bernardo de Hoyos, tras haber comulgado, recibió en el presbiterio lo que se conoce como “La Revelación de la Gran Promesa” : “Dióseme a entender que no se me daban a gustar las riquezas de este Corazón para mi sólo, sino para que por mi las gustasen otros. Pedí a toda la Santísima Trinidad la consecución de nuestros deseos, y pidiendo esta fiesta en especialidad para España, en que ni aun memoria parece hay de ella, me dijo Jesús: ‘Reinaré en España, y con más veneración que en otras muchas partes’.” Posteriormente el Padre Hoyos manifestaría: “Si se echa tarde la semilla de esta devoción, no importa. Aunque España comience la última en su carrera, podrá su alentado fervor alcanzar y, por ventura, pasar con el favor divino a los primeros”.

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No andaba muy desencaminado el Padre Hoyos en su profecía, y aunque tarde, casi dos siglos después, por fin se entronizaría la sagrada imagen en España. Y que mejor lugar para hacerlo que el considerado desde antiguo como centro geográfico peninsular, es decir el cerro de los Ángeles. La idea de emplazar un Monumento Nacional al Sagrado Corazón de Jesús sería promovida desde principios del SXX, despertando gran entusiasmo desde los primeros momentos, y contando con el apoyo de la Familia Real. El 30 de Junio de 1916 se colocaría la primera piedra. El coste de la construcción se amortizó gracias a las donaciones de los fieles y para premiar esta generosidad, en agosto de ese mismo año, el papa Benedicto XV concedía indulgencias a todos aquellos que ayudasen en la construcción. Miles de personas colaborarían con sus donativos en el proyecto, y los nombres de muchos de ellos serían grabados en el perímetro del monumento.

Los nombres de las personas que contribuyeron económicamente a la creación del monumento (a los que el Papa Benedicto XV concedió indulgencia) fueron grabados en la base de este, como todavía podemos comprobar en los restos que se conservan, así como algún que otro impacto de fusilería.

El monumento era obra del arquitecto Carlos Maura y Nadal y el grupo escultórico fue realizado por Aniceto Marinas. En el centro se erigía la imagen de Jesús, sobre un pedestal, teniendo una altura todo el conjunto de 28 metros, siendo la imagen de 9 metros de alto. A ambos lados se encontraban dos grupos escultóricos, a la derecha “la Humanidad santificada”, con imágenes de Santa Teresa, Santa Margarita, San Francisco o San Agustín entre otros, y a la izquierda el grupo de “la Humanidad que tiende a santificarse”, donde se podía contemplar a diferentes hombres, mujeres y niños que representan valores como la caridad, el amor, la virtud o el arrepentimiento, entre otras. El monumento sería solemnemente inaugurado el 30 de mayo de 1919 por el rey Alfonso XIII y ese mismo día sería consagrado, cumpliéndose la profecía del Padre Hoyos y pasando los españoles con la ayuda del fervor divino a ser los primeros en devoción: “Corazón de Jesús Sacramentado, Rey de Reyes y Señor de los que dominan: ante vuestro augusto trono de gracia y de misericordia se postra España entera, hija muy amada de vuestro Corazón. Somos vuestro pueblo que de nuevo se consagra hoy a Vos. Reinad sobre nosotros. Que vuestro imperio se dilate por los siglos de los siglos. Amén.”

El rey Alfonso XIII leyó el texto de la consagración de España al Sagrado Corazón en la inauguración del monumento en 1919.

Pasarían los años y en 1936 el cerro no solamente tenía un valor religioso, dada la situación de guerra y en vista del avance imparable desde el sur en Octubre de 1936, del Ejercito Africano del general Franco, el cerro, dadas sus características, se convertía en un importantísimo punto estratégico.

El cerro sería ocupado por las tropas del general Varela en los primeros días de Noviembre. Tal era la velocidad del avance de los rebeldes, que a los defensores republicanos nos le dio ni tiempo de finalizar las obras de fortificación que estaban realizando en las laderas del cerro y aun hoy podemos contemplar los fortines que se construyeron aunque a alguno de ellos le falta todavía por construir el techo.

Vista aérea del cerro antes de la guerra. Observen que el monumento se encontraba en el lugar donde en la actualidad se alza el nuevo. Desde este punto los restos del antiguo serían trasladados a su ubicación actual.

Tras lograr frenar el avance franquista a las puertas de Madrid, las fuerzas republicanas pasan a la contraofensiva tratando de rebajar la presión sobre la ciudad, realizando algunos ataques sobre los flancos de las fuerzas enemigas. Uno de estos ataques se realizaría sobre el cerro de los Ángeles, y sería llevado a cabo por la tropas de las Brigadas Internacionales que habían sido traídas urgentemente desde Albacete donde estaban siendo formadas e instruidas militarmente, para ayudar en la defensa de la ciudad. La unidad elegida para el asalto será la XII BI que llegará al día 9 a Chinchón, esta unidad está formada por los siguientes batallones: “Garibaldi”, compuesto mayoritariamente por italianos, “Edgar André” compuesto por franceses y belgas, y el batallón “Thaelmann” integrado por soldados que proceden en su mayoría de Alemania, Polonia, aunque también se podían encontrar integrantes de diferentes países eslavos. Si juntamos la precipitación e incluso improvisación de la formación de la unidad, su carácter heterogéneo (imagínense la de idiomas que se mezclaban), la falta de experiencia en combate de los soldados o la de los mandos de estas unidades, y todo ello lo unimos a la desorganización de las fuerzas republicanas que se estaban estructurando mientras combatían, el resultado ya se lo pueden imaginar. Junto a esta unidad de internacionales, intervendrían tambien la 2ª y 5ª Brigada Mixta del Ejercito Republicano.

Un grupo de soldados contempla un avión derribado con el Cerro de los Ángeles al fondo.

Los efectivos parten la noche del 13 de noviembre en camiones desde Chinchón, El ataque se debería realizar al amanecer tras realizar una maniobra de aproximación nocturna, pero son varios los camiones que se pierden por los caminos en la noche, la desorganización y falta de coordinación son manifiestas, y al final la operación comienza con la perdida del factor sorpresa y a plena luz del día. Los defensores del cerro desde su privilegiada posición ven las evoluciones de los inexpertos atacantes y se defienden a placer. Al caer la noche se suspende la fallida operación que ha costado un importante número de bajas a las unidades republicanas.

Iglesia de la cercana localidad de Perales del Río desde donde partieron las tropas de Lister que tomarían el Cerro en Enero de 1937.

Pero las fuerzas gubernamentales no darían por perdido este estratégico enclave y lo volverían a intentar en enero de 1937. En esta ocasión sería la Iª Brigada Mixta al mando de Enrique Lister la encargada del asalto. Lister plantea un ataque nocturno que sorprenda a los defensores, y desde la cercana iglesia de Perales del Río parten las unidades en la noche del día 20. El cerro estaba protegido por tropas de reemplazo poco fogueadas, y esta ocasión el éxito de la operación fue total, conquistando la posición rápidamente. Se capturarían a más de cuatrocientos prisioneros, incluido el comandante de las fuerzas. Sin embargo e incompresiblemente el éxito de la operación no fue militarmente aprovechado, nuevamente las dudas y errores en el alto mando republicano impiden culminar la brillante operación, al perder un tiempo precioso en enviar refuerzos para consolidar la posición. Antes de que las fuerzas que han tomado la posición puedan organizar su defensa se produce el contraataque de los franquistas. Unidades de soldados marroquíes y de la legión se lanzan al contraataque, y consiguen recuperar la posición causando grandes pérdidas a unos desbordados defensores. Cuando aparecen por fin los tanques y la aviación republicana ya es demasiado tarde, el cerro se había perdido de nuevo y continuaría en poder de los sublevados hasta el final de la guerra.

Tras la captura de más de 400 prisioneros, la gran mayoría soldados de reemplazo, las autoridades republicanas explotarían la situación con fines propagandísticos. Se celebró un juicio en el que los soldados fueron absueltos finalmente. En la imagen podemos apreciar su alegría tras conocer el veredicto.

Pero antes de que se produjeran todos estos combates, fue tomada la fotografía que abre esta crónica, en la que unos milicianos simulan fusilar al Cristo del monumento. Todo parece apuntar a que se trata de algo preparado, es decir uno de estos posados a los que tan acostumbrados estamos en los reportajes fotográficos de los conflictos armados incluso en la actualidad. Sin embargo el valor iconográfico de la imagen es indudable, y sería ampliamente utilizado con fines propagandísticos por los que se oponían a La República y que mantenían que la guerra era una lucha en defensa de la fe cristiana, que realmente se trataba de una cruzada.

Desde el principio de la guerra se asoció a la Iglesia con los golpistas, acusándola de prestarles apoyo y haciéndola cómplice a la vez de las acciones de estos, como podemos apreciar en este cartel publicado por las Juventudes Libertarias de Madrid que recoge la frase asociada al Sagrado Corazón de “Reinaré en España”.

De todas formas dejaremos aquí la lidia de esta fotografía para una, esperemos que próxima, actuación del maestro García Alix. Pero queremos mencionarles la existencia del un reportaje cinematográfico alemán, aunque al principio del mismo podemos comprobar que esta realizado por la Paramount Sound News. Este video lo pueden encontrar al final de esta crónica en la sección de Los Videos de Sol y Moscas. Y también quisiera comentarles las palabras que escribiera el reportero norteamericano Edward Knoblaugh, el cual trabajaba para Asociated Press como corresponsal en España al comienzo de la guerra: “Uno de los fotografos de la Paramount tomó una fotografía de un grupo de milicianos "ejecutando" la inmensa mole de piedra de la estatua de Jesucristo que domina el Cerro de los Ángeles, centro geográfico de España, a pocos kilómetros al sur del país. Obtuvimos copias de ella que , al ser publicadas en el extranjero, enfurecieron al gobierno“(Edward Knoblaugh, ¡Última hora: guerra en España!, pág 171. Ediciones Altera). Ahora les invitaría a contemplar el video y compararlo con la fotografía, para que ustedes puedan decidir si la imagen es un fotograma de esta cinta. Les agradeceríamos que nos hicieran llegar sus comentarios y opiniones.

La productora alemana UFA, autora del reportaje con el fusilamiento del monumento del Cerro que pueden ver un poco más abajo, sería un importante arma de propaganda para la Alemanía de Hitler, al que vemos realizando una visita a las instalaciones junto a Goebbels.

El monumento sería dinamitado pocos días después de tomar la fotografía del fusilamiento, concretamente el 7 de agosto de 1936. Años más tarde los restos del monumento serían desmontados y trasladados a su emplazamiento actual, y en su lugar se construiría el nuevo monumento que podemos contemplar en la actualidad. En la parte central, y esculpida por Aniceto Marinas nuevamente, encontramos la imagen de Cristo sobre un pedestal, esta parte es prácticamente idéntica a la original. A los pies de la misma encontramos cuatro grupos escultóricos con diferente simbología. El primero de ellos representa a la “España Misionera” y en el mismo encontramos a Isabel la Católica, Cristóbal Colón, Hernán Cortés y Fray Junipero Serra acompañado de tres indios. El segundo conjunto nos muestra a “España defensora de la Fe” y en el encontramos las figuras de Osio (Obispo de Córdoba), Don Pelayo, el Padre Laínez, Don Juan de Austria, el Padre Polanco (obispo y martir del asedio de Teruel) y el joven Antonio Rivera, llamado “el ángel del Alcazar”. El tercer grupo escultórico representa a la “Iglesia Militante” donde vemos a una monja rodeada de niños a los que guía al Corazón de Jesús, la virtud personificada en una joven con un ramo de flores y una niña con el vestido de primera comunión, también una familia cristiana, y al final un hombre arrodillado abrazado a un yugo, medio desnudo y descalzo, que simboliza la penitencia y el arrepentimiento. Por último, el cuarto grupo escultórico representa a la “Iglesia Triunfante”, con San Agustín, San Francisco de Asís, Santa Margarita, Santa Teresa de Jesús, Santa Gertrudis, y por supuesto el Padre Bernardo de Hoyos, que ya citáramos al principio de esta crónica, y que fue la persona que recibió la promesa de reinar en España hecha por Jesús.
El general Franco saluda al Nuncio del Papa, monseñor Cicognani en la inauguración del nuevo monumento.

Al final de esta crónica pueden encontrar una amplia galería fotográfica donde se muestran diferentes detalles tanto del nuevo como del antiguo monumento en la actualidad, así como imágenes de prensa recogiendo diferentes momentos de su solemne inauguración.

Hasta aquí esta larga crónica que espero haya sido de su agrado. Recomendarles vivamente la visita a este singular lugar de la geografía madrileña, cargado de historia, donde además de los monumentos, podrán contemplar los restos de las fortificaciones realizadas durante la contienda y disfrutar de unas espectaculares vistas. Además si tienen la suerte de contar como en mi caso con un guía de lujo como es ese reportero de fama internacional, maestro de la guerracivilmaquia y otras artes, el cual responde al nombre de Capa, que además invita generosamente a desayunar con productos de la tierra, pues ya ni les cuento.

Florentino Areneros.

LOS VÍDEOS DE SOL Y MOSCAS

Les ofrecemos a continuación el prometido noticiario de la alemana UFA (Universum Film AG), el cual viene también viene firmado por Paramount Sound News. Este documento gráfico, narrado en alemán, nos muestra imágenes filmadas en diferentes zonas controladas por ambos bandos, durante las primeras semanas de la guerra civil española. En una de las tomas (comienza a partir del minuto 2 y 22 segundos) podemos ver la escena del fusilamiento de monumento del Sagrado Corazón del Cerro de los Ángeles, uno de cuyos fotogramas, según nuestra opinión, ha servido de base a la fotografía que abre esta crónica y que sin lugar a dudas es una de las imágenes más conocida y difundida de todas las que se tomaron en este periodo.




GALERÍA FOTOGRÁFICA

A continuación les mostramos una serie de imágenes relacionadas con la historia del Cerro de los Ángeles, desde la inauguración del monumento original y como se encuentra en la actualidad. Les recordamos que haciendo clic en cualquiera de las imágenes las podrán verlas ampliadas en otra pestaña.


INAUGURACIÓN

Diferentes fotografías de la inauguración del monumento al Sagrado Corazón en el madrileño Cerro de los Ángeles. Se celebró el 30 de Mayo de 1919 y en la misma ceremonia se consagró España al sagrado Corazón de Jesús. Al acto asistieron las principales autoridades civiles, militares y eclesiasticas, encabezados por le monarca Alfonso XIII y su esposa.


















EN LA ACTUALIDAD

Los restos del antiguo monumento dinamitado en 1936 siguen siendo objeto de devoción en la actualidad.



Placas conmemorativas colocadas tras la reconstrucción del santuario.


Dos imágenes del antiguo monumento.


Fachada lateral del aiglesia por la parte que da hacia Madrid donde podemos apreciar multitud de impactos.

El nuevo monumento al Sagrado Corazón con la explanada destinada a celebraciones multitudinarias.

Detalle del monumento. Se pueden hacer una idea del tamaño comparandolo con las personas que aparecen en la imagen.

Detalle de uno de los grupos escultóricos, concretamente la estatua que representa a Isabel la Católica.

Detalle de otra de las imágenes. Al fondo se distinguen las elevaciones de La Marañosa, lugar donde se produjeron intensos combates durante la Batalla del Jarama.

El grupo escultórico que representa “la Iglesia militante”.

Otro de los cuatro grupos escultóricos, en concreto “la Iglesia triunfante”.

Fotografía del grupo que representa a “la España misionera”.

Por último el grupo escultórico “España defensora de la Fe”. (En el texto de esta crónica pueden encontrar la identidad de cada uno de los personajes representados en estos cuatro conjuntos escultóricos).