El monumental edificio de La Telefónica en la Gran Vía madrileña en una foto de los años treinta.(Clic en cualquier imagen para ampliar)
LA APOTEOSIS
Al bajar por la escalinata del Círculo de Bellas Artes, todavía absorto en el recuerdo de la apoteósica faena que acababa de contemplar, las ideas se amontonaban en mi cabeza. El edificio en sí, su monumental escalera, sus esculturas y esa música de piano que parecía no salir de ningún sitio, me hicieron comprender lo que el arquitecto Antonio Palacios debió sentir al diseñar este monumento: construir un templo sagrado donde albergar las Bellas Artes para que pudieran ser reverenciadas por los mortales. También me vino a la cabeza un libro de un escritor británico atormentado por el opio de nombre Thomas de Quincey, que publicó allá por el primer tercio del Siglo XIX con el título de “Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes”. Y yo me pregunto amigos lectores: ¿y por qué la guerracivilmaquia no puede considerarse también como una de la Bellas Artes?. Según de Quincey: “se empieza por un asesinato, se sigue por el robo y se acaba bebiendo excesivamente y faltando a la buena educación”, con la guerracivilmaquia puede pasar algo parecido, se empieza por asistir a una conferencia, se continua entrando a algún foro o blog, y al final se acaba por comprar un libro, ¿existe mayor perversión posible aunque sea para regalar?. Así es queridos lectores, después de lo visto ayer, yo elevaría una petición a las autoridades u organismos competentes para que la guerracivilmaquia sea declarada como una de las Bellas Artes, y a poder ser, con carácter retroactivo.
Antes de narrarles las memorables faenas de esta incomparable terna de artistas, me detendré en tratar de referirles como fueron los momentos previos al festejo y el ambiente que se vivía en los tendidos. Desde horas antes del comienzo del paseillo una incontenible muchedumbre burbujeaba alrededor de las taquillas del coso, donde los reventas pudieron hacer su agosto. Ante la avalancha de publico las puertas del monumental coso se abrieron con inusitada antelación, y en breves momentos se podían contemplar los tendidos ya completamente abarrotados, en la plaza no cabía un alfiler, y muchos de los aficionados que no habían conseguido una localidad de asiento se colocaban buenamente donde mejor podían, ante la desesperación de acomodadores y alguacilillos que trataban de mantener diáfanos los pasillos.
El Círculo de Bellas Artes donde tuvo lugar el apoteósico festejo con el que Gefrema cerro sus actividades en 2011, el año del 75 aniversario.
El éxito de la convocatoria era incontestable, no cabía la menor duda del acierto de Gefrema al elegir este monumental e incomparable coso, así como al componer el cartel con tres indiscutibles figuras y seleccionar para la lidia a esta atrayente ganadería, con estos mimbres no era difícil tejer un gran cesto con el que cerrar de manera apoteósica este año de 2011 que se acaba, el año del 75 aniversario. Pero permítanme que antes de ir a la crónica propiamente dicha les hable brevemente de la figura de un socio de Gefrema que tiene mucha responsabilidad en este clamoroso éxito. Se trata de una persona de una modestia infinita, benemérita abnegación y enorme capacidad de sacrificio y entrega, un hombre que trabaja en la sombra, al cual le produce una singular alergia el hecho de salir en los papeles, al contrario de otros muchos dispuestos incluso a pagar (o dar tormento a los periodidstas con la ya conocida retranca de “sácame, pon algo de mi,…” a la que ya estamos acostumbrados) por recibir una buena crítica o ver ensalzada su obra. Una vez finalizado el festejo me dirigí a el para felicitarle por su labor y comunicarle que “tamaña hazaña habría de ser conocida por el entero mundo”, a lo que él, en su infinita modestia me pidió, casi me suplicó, que por favor no mencionara su nombre, en su humildad sostenía que el éxito se debía a la labor de todos y cada uno de los socios de Gefrema, de los que él era solamente uno más. Sin embargo para los que como yo todavía creemos en la Justicia, es de ley citar a esta persona, aunque no me vuelva a hablar en la vida por ello, me refiero al benemérito, abnegado Carlos Díaz Hernando “Secretario”, cuya labor y gestiones han sido fundamentales para el éxito de esta singular empresa. Desde aquí nuestro perpetuo y sincero agradecimiento.
Como comentábamos anteriormente los tendidos estaban abarrotados, destacando en esta ocasión un alto número de aficionadas, a lo que sin duda contribuyó la anunciada presencia de Moncloveño. Junto a este, encontrábamos a la flor y nata de la afición gefremera: “Manzanares”, “Capa” con su inseparable cámara, la siempre elegante “Inés Tremis”, “Finito de Hortaleza” que inmortalizaría toda la lidia, “Espoleta”, “Orwell”,”Cuatro Vientos” que llegaría acompañado de una deslumbrante dama, “Verderón, “Cubanito”, y muchos otros buenos aficionados que no quisieron perderse este acontecimiento. La Peña Taurina Casado también estuvo representada, aunque su presidente “Sandoval”, que llagaría acompañado de su encantadora esposa no pudo acceder a los tendidos, no le ocurrió lo mismo al “Chato de Ventas”, que cuan émulo de Julio César, entró, recogió su revista y se marchó (no me pregunten a donde): “Vini, vidi, vinci” que diría el otro. El ambiente antes del festejo era excepcional, se respiraba alegría y compañerismo, la elevada presencia de aficionados permitió un buen número de reencuentros y los saludos entre los aficionados se prolongaron en el tiempo, lo que obligó a la actuación de los alguacilillos despejando el albero para que pudiera comenzar el festejo.
Un aspecto de los tendidos y el albero durante el festejo. No se descuidó ningún detalle por parte de la organización, incluso se recreó la temperatura de un tendido de sol en pleno julio para dar más realce a la presentación (FOTO JAG).
Antes de iniciarse el paseillo y dado que se trataba de un festejo extraordinario organizado con motivo de la presentación del número 20 de la prestigiosa revista Frente de Madrid, tomó la palabra José María Sánchez “Pirata Roberts”, que realizo una breve pero soberbia presentación del contenido de la revista, así como comentar algunas vicisitudes de la génesis de este número. Quiero destacar la labor que con gran brillantez viene desarrollando “Pirata Roberts” desde hace tiempo al frente de la revista. En todo este tiempo Frente de Madrid se ha consolidado como una de las publicaciones de referencia para el conocimiento de la Guerra Civil en Madrid, una publicación que es un auténtico tratado de guerracivilmaquia, la cual no puede faltar en ninguna estantería de cualquier buen aficionado que se precie. Las tres tremendas intervenciones que pudimos contemplar la pasada tarde tienen su correspondiente y magistral artículo en este último número de Frente de Madrid, junto a otros muchos igualmente de gran interés y categoría.
“Pirata Roberts” y “Arquitecto” en un momento de la lidia (FOTO JAG).
Terminada la presentación de José María Sánchez, sonaron clarines y timbales y comenzó el solemne paseillo. Los tres diestros saltaron al albero, a la izquierda José Antonio Carmona “Arquitecto” con traje en tabaco y oro, que confirmaba la alternativa, en el centro Antonio Morcillo “Presidente” con un traje sesgado en ceniza y cárdeno de inspiración “¿dónde está Wally?”, y a la derecha el inigualable Raúl Cesar Cancio “Supremo” con un elegante terno en azabache, que corroboraba nuevamente la ya legendaria elegancia del diestro de Las Salesas. La expectación era tal, y el ambiente estaba tan caldeado, que la plaza se había convertido literalmente en un horno.
Correspondía el primer turno de la lidia a “Arquitecto”, que como hemos señalado anteriormente confirmaba la alternativa. Este diestro ha dado muestras de sus enormes capacidades técnicas y su dominio de las suertes, principalmente en todo lo relacionado con el ladrillo. En muchas ocasiones en esta misma publicación hemos reseñados alguno de sus espectaculares quites en faenas de otros maestros, sobre todo en lidias en campo abierto, quites que habitualmente aportan un tremendo valor añadido a esas faenas. En esta ocasión toreaba por primera vez en solitario ante el gran público, y debutar en las condiciones del festejo del otro día en ese incomparable marco, con los tendidos abarrotados y en compañía de dos consagrados diestros, supone una tremenda presión. Pese a ello su faena tuvo gran interés, siendo vibrante en algunos momentos, y durante la misma pudimos conocer todos los secreto del edificio de la Telefónica, sus orígenes, sus creadores, su historia, sus detalles, sus interioridades y muchas más cosas de esta singular y emblemática construcción madrileña. Bien es cierto que también tuvo algún momento de duda a la hora de ligar los pases, y en varias ocasiones el morlaco le enganchó la muleta, alargándose en exceso en la brega lo que apunto estuvo de costarle un aviso, aunque en líneas generales cuajó una buena actuación que sería agradecida por el respetable con una cerrada ovación al finalizar la lidia. Sin duda estamos ante un diestro que dará muchas tardes de gloria a los buenos aficionados.
El edificio de la Telefónica tiene una clara influencia neoyorquina, incluidas algunas fotografías como esta.
A continuación llegó el turno a Antonio Morcillo “Presidente”, que lidiaría con una de sus ganaderías predilectas: la artillería. En esta ocasión centrando el tema en el edifico de la Telefónica, tanto como objetivo de la acción de la artillería, como en su condición de observatorio artillero. Como hemos contado en otras ocasiones “Presidente” es un diestro de lances sobrios, con una depurada técnica y un gran dominio de las suertes, con un toreo serio e impecable técnicamente, apartado de toda floritura y alharacas, aunque bien es cierto que a veces se percibe falta de ligazón del diestro con los tendidos. Su actuación fue todo un tratado del noble arte de la artillería, explicando de una manera muy didáctica, fácilmente asimilable por los legos en la materia, los principios básicos del funcionamiento del arma de artillería. Pase a pase fue desgranando los pormenores del duelo artillero entre las baterías franquistas ubicadas en la Casa de Campo, y las baterías republicanas que trataban de destruirlas. Se centró posteriormente en el edificio de la telefónica, tanto en su faceta de objetivo como en la de observatorio (los ojos de la artillería como le gusta repetir a “Presidente”) de las fuerzas republicanas. Una faena en la que los aficionados pudieron apreciar un innumerable número de matices a cada cual más interesante, y conocer las principales características de estos morlacos, protagonistas en la sombra de muchos episodios de la Guerra Civil. Una lidia efectiva, con una temática novedosa y desconocida hasta entonces para muchos aficionados, la cual gustó mucho en los tendidos, tanto que al finalizar la faena los aficionados puestos en pié pidieron los máximos trofeos para “Presidente”, mientras prorrumpían en una atronadora ovación y blandían sus pañuelos al viento.
Un momento de la faena de “Presidente”, junto al que observamos a “Supremo” (FOTO JAG).
No se habían apagado los ecos de la actuación del anterior diestro, cuando un intenso run-run recorría los tendidos provocado por la inminente aparición de “Supremo” en la arena. Los aficionados se acomodaban en sus localidades y tratando de buscar el mejor ángulo para ver los lances del maestro. Antes de comenzar su faena se dirigió hacia el burladero desmonterándose para brindar su faena a alguien del público. Cual no sería mi sorpresa al comprobar que el destinatario de aquel emotivo brindis no era otro que mi humilde persona como representante de Sol y Moscas. Todo un inmerecido honor que nos llena de orgullo y satisfacción, máxime teniendo en cuenta que viene de una de las primerísimas figuras del mundo de la guerracivilmaquia.
Tras este emotivo brindis se fue directo hacia el morlaco: el edificio de la Telefónica en los textos literarios y periodísticos, que prometía dar un juego excelente en manos de un diestro de esta valía. Comenzó su faena llevándose al toro hacia los medios ligado a la muleta, con unos pases de tanteo por bajo donde fue desgranando algunos de los muchos títulos donde se habla de la Telefónica, un edificio de “carácter totémico” mencionado en gran parte de la bibliografía relacionada con la guerra civil, de la que el maestro citó numerosos ejemplos. Una vez situado el morlaco en el centro del ruedo, “Supremo”, con pasito corto, se fue cruzando hasta colocarse en el terreno preciso, clavó las zapatillas en la arena y comenzó el toreo en redondo.
Instante en el que el maestro de Las Salesas brinda su faena a este humilde corresponsal.
En su primera tanda se centró en el género memorialístico, con lances dedicados a Gutierrez Mellado, Rosario Dinamitera, Santiago Carrillo, Gloria Fuertes y otros muchos protagonistas en cuyos recuerdos de aquellos duros años aparecía de manera viva el edificio de la Gran Vía. Cambió a continuación el maestro de terrenos para comenzar otra espectacular tanda de grandiosos pases, esta vez centrada en tres de las, en su opinión, cuatro obras maestras de la Guerra Civil: “Días de llamas” de Juan Iturralde, “A sangre y fuego” de Manuel Chaves Nogales, y la “Trilogía” de Juan Eduardo Zúñiga.
Dedicó el fenómeno de Las Salesas una tanda profunda, larga e intensa a la cuarta obra maestra, más relacionados con el edificio de la Telefónica, y a su autor, que no son otros que “La forja de un rebelde” y Arturo Barea. En esta obra, concretamente en su tercera parte, “La llama”, son innumerables las referencias al totémico edifico, y es en su interior donde discurre parte de la narración. La Telefónica era el lugar donde Arturo Barea realizaba su labor de responsable de censura de la prensa extranjera. Tras realizar un magistral repaso por alguno de los textos de aquella obra maestra, aprovechó la dulce embestida del ejemplar para ligar otra tanda de manera soberbia partiendo de Barea y llegando a los corresponsales que cubrían el conflicto: Hemigway, Koltsov, Dos Passos, Josephine Herbst, Delapree o Cox, entre otros muchosTras las referencias periodísticas el maestro cerraría las tandas en redondo y preparó el estoque para finalizar su faena.
Instante en el que un proyectil impacta contra el edificio de la Telefónica.
El público asistía admirado al despliegue de facultades, dominio de la técnica y arte que este incomparable maestro estaba desplegando en el centro del redondel en una magistral demostración de torería, y en la sala se escuchaba un atronador silencio solamente comparable al que en las tardes de gloria puede sentirse en La Maestranza de Sevilla. Si algo destaca en este diestro es la ligazón y el dominio de los tiempos y los terrenos, es impresionante la manera en la que lleva al morlaco embebido en la muleta en todo momento, encadenando un pase con otro con limpieza y elegancia, de tal forma que los cambios de terrenos se suceden sin interrupción, sin pausa, consiguiendo mantener la atención fija de los tendidos en la faena. Así, el pasado miércoles los aficionados pudieron contemplar la magia, o la “maquia”, o el arte de la magia si lo prefieren, por medio de la cual “Supremo” había conseguido transfigurar un edificio inerme, en un ser con vida propia, en un protagonista más de la Historia, en otro de los actores principales de aquel tremendo episodio que sacudió Madrid hace ahora 75 años, algo reservado solamente a unos pocos elegidos entre los que destaca por méritos propios Raúl Cesar Cancio “Supremo”.
Finalizaría “Supremo” su faena de tremendo volapié que arrancaría clamorosas emociones en los tendidos, que obligaron al diestro de Las Salesas a completar dos clamorosas vueltas al ruedo, tras las cuales se inició un apasionante debate entre los diestros y los aficionados. Un debate a la altura de los que se producen en los festejos organizados por Gefrema, de gran categoría y profundidad, que por problemas de tiempo no pudo prolongarse todo lo que los aficionados hubieran deseado.
Imagen nocturna del edificio de la Telefónica tomada desde el Círculo de Bellas Artes.
Ya en el exterior, los aficionados formaban corrillos, donde emocionados continuaban paladeando los detalles de la gloriosa tarde. Cuando llegó la hora de la despedida, se marcharon en distintas direcciones. Algunos se dirigieron desde Alcalá hacia el comienzo de la Gran Vía, y desde allí pudieron contemplar al fondo y en lo alto, la impresionante silueta del edificio de La Telefónica iluminado. Ante esa monumental visión, con el recuerdo todavía fresco del inigualable espectáculo que habían contemplado esa tarde, a muchos de ellos se les hizo un nudo en la garganta, al comprobar como, tras 75 años, el Círculo se cerraba gracias a la magia de la guerracivilmaquia, que desde esta apoteósica noche ha de ser considerada como una más de las Bellas Artes.
Florentino Areneros.
FELIZ 2012.
LA APOTEOSIS
Al bajar por la escalinata del Círculo de Bellas Artes, todavía absorto en el recuerdo de la apoteósica faena que acababa de contemplar, las ideas se amontonaban en mi cabeza. El edificio en sí, su monumental escalera, sus esculturas y esa música de piano que parecía no salir de ningún sitio, me hicieron comprender lo que el arquitecto Antonio Palacios debió sentir al diseñar este monumento: construir un templo sagrado donde albergar las Bellas Artes para que pudieran ser reverenciadas por los mortales. También me vino a la cabeza un libro de un escritor británico atormentado por el opio de nombre Thomas de Quincey, que publicó allá por el primer tercio del Siglo XIX con el título de “Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes”. Y yo me pregunto amigos lectores: ¿y por qué la guerracivilmaquia no puede considerarse también como una de la Bellas Artes?. Según de Quincey: “se empieza por un asesinato, se sigue por el robo y se acaba bebiendo excesivamente y faltando a la buena educación”, con la guerracivilmaquia puede pasar algo parecido, se empieza por asistir a una conferencia, se continua entrando a algún foro o blog, y al final se acaba por comprar un libro, ¿existe mayor perversión posible aunque sea para regalar?. Así es queridos lectores, después de lo visto ayer, yo elevaría una petición a las autoridades u organismos competentes para que la guerracivilmaquia sea declarada como una de las Bellas Artes, y a poder ser, con carácter retroactivo.
Antes de narrarles las memorables faenas de esta incomparable terna de artistas, me detendré en tratar de referirles como fueron los momentos previos al festejo y el ambiente que se vivía en los tendidos. Desde horas antes del comienzo del paseillo una incontenible muchedumbre burbujeaba alrededor de las taquillas del coso, donde los reventas pudieron hacer su agosto. Ante la avalancha de publico las puertas del monumental coso se abrieron con inusitada antelación, y en breves momentos se podían contemplar los tendidos ya completamente abarrotados, en la plaza no cabía un alfiler, y muchos de los aficionados que no habían conseguido una localidad de asiento se colocaban buenamente donde mejor podían, ante la desesperación de acomodadores y alguacilillos que trataban de mantener diáfanos los pasillos.
El Círculo de Bellas Artes donde tuvo lugar el apoteósico festejo con el que Gefrema cerro sus actividades en 2011, el año del 75 aniversario.
El éxito de la convocatoria era incontestable, no cabía la menor duda del acierto de Gefrema al elegir este monumental e incomparable coso, así como al componer el cartel con tres indiscutibles figuras y seleccionar para la lidia a esta atrayente ganadería, con estos mimbres no era difícil tejer un gran cesto con el que cerrar de manera apoteósica este año de 2011 que se acaba, el año del 75 aniversario. Pero permítanme que antes de ir a la crónica propiamente dicha les hable brevemente de la figura de un socio de Gefrema que tiene mucha responsabilidad en este clamoroso éxito. Se trata de una persona de una modestia infinita, benemérita abnegación y enorme capacidad de sacrificio y entrega, un hombre que trabaja en la sombra, al cual le produce una singular alergia el hecho de salir en los papeles, al contrario de otros muchos dispuestos incluso a pagar (o dar tormento a los periodidstas con la ya conocida retranca de “sácame, pon algo de mi,…” a la que ya estamos acostumbrados) por recibir una buena crítica o ver ensalzada su obra. Una vez finalizado el festejo me dirigí a el para felicitarle por su labor y comunicarle que “tamaña hazaña habría de ser conocida por el entero mundo”, a lo que él, en su infinita modestia me pidió, casi me suplicó, que por favor no mencionara su nombre, en su humildad sostenía que el éxito se debía a la labor de todos y cada uno de los socios de Gefrema, de los que él era solamente uno más. Sin embargo para los que como yo todavía creemos en la Justicia, es de ley citar a esta persona, aunque no me vuelva a hablar en la vida por ello, me refiero al benemérito, abnegado Carlos Díaz Hernando “Secretario”, cuya labor y gestiones han sido fundamentales para el éxito de esta singular empresa. Desde aquí nuestro perpetuo y sincero agradecimiento.
Como comentábamos anteriormente los tendidos estaban abarrotados, destacando en esta ocasión un alto número de aficionadas, a lo que sin duda contribuyó la anunciada presencia de Moncloveño. Junto a este, encontrábamos a la flor y nata de la afición gefremera: “Manzanares”, “Capa” con su inseparable cámara, la siempre elegante “Inés Tremis”, “Finito de Hortaleza” que inmortalizaría toda la lidia, “Espoleta”, “Orwell”,”Cuatro Vientos” que llegaría acompañado de una deslumbrante dama, “Verderón, “Cubanito”, y muchos otros buenos aficionados que no quisieron perderse este acontecimiento. La Peña Taurina Casado también estuvo representada, aunque su presidente “Sandoval”, que llagaría acompañado de su encantadora esposa no pudo acceder a los tendidos, no le ocurrió lo mismo al “Chato de Ventas”, que cuan émulo de Julio César, entró, recogió su revista y se marchó (no me pregunten a donde): “Vini, vidi, vinci” que diría el otro. El ambiente antes del festejo era excepcional, se respiraba alegría y compañerismo, la elevada presencia de aficionados permitió un buen número de reencuentros y los saludos entre los aficionados se prolongaron en el tiempo, lo que obligó a la actuación de los alguacilillos despejando el albero para que pudiera comenzar el festejo.
Un aspecto de los tendidos y el albero durante el festejo. No se descuidó ningún detalle por parte de la organización, incluso se recreó la temperatura de un tendido de sol en pleno julio para dar más realce a la presentación (FOTO JAG).
Antes de iniciarse el paseillo y dado que se trataba de un festejo extraordinario organizado con motivo de la presentación del número 20 de la prestigiosa revista Frente de Madrid, tomó la palabra José María Sánchez “Pirata Roberts”, que realizo una breve pero soberbia presentación del contenido de la revista, así como comentar algunas vicisitudes de la génesis de este número. Quiero destacar la labor que con gran brillantez viene desarrollando “Pirata Roberts” desde hace tiempo al frente de la revista. En todo este tiempo Frente de Madrid se ha consolidado como una de las publicaciones de referencia para el conocimiento de la Guerra Civil en Madrid, una publicación que es un auténtico tratado de guerracivilmaquia, la cual no puede faltar en ninguna estantería de cualquier buen aficionado que se precie. Las tres tremendas intervenciones que pudimos contemplar la pasada tarde tienen su correspondiente y magistral artículo en este último número de Frente de Madrid, junto a otros muchos igualmente de gran interés y categoría.
“Pirata Roberts” y “Arquitecto” en un momento de la lidia (FOTO JAG).
Terminada la presentación de José María Sánchez, sonaron clarines y timbales y comenzó el solemne paseillo. Los tres diestros saltaron al albero, a la izquierda José Antonio Carmona “Arquitecto” con traje en tabaco y oro, que confirmaba la alternativa, en el centro Antonio Morcillo “Presidente” con un traje sesgado en ceniza y cárdeno de inspiración “¿dónde está Wally?”, y a la derecha el inigualable Raúl Cesar Cancio “Supremo” con un elegante terno en azabache, que corroboraba nuevamente la ya legendaria elegancia del diestro de Las Salesas. La expectación era tal, y el ambiente estaba tan caldeado, que la plaza se había convertido literalmente en un horno.
Correspondía el primer turno de la lidia a “Arquitecto”, que como hemos señalado anteriormente confirmaba la alternativa. Este diestro ha dado muestras de sus enormes capacidades técnicas y su dominio de las suertes, principalmente en todo lo relacionado con el ladrillo. En muchas ocasiones en esta misma publicación hemos reseñados alguno de sus espectaculares quites en faenas de otros maestros, sobre todo en lidias en campo abierto, quites que habitualmente aportan un tremendo valor añadido a esas faenas. En esta ocasión toreaba por primera vez en solitario ante el gran público, y debutar en las condiciones del festejo del otro día en ese incomparable marco, con los tendidos abarrotados y en compañía de dos consagrados diestros, supone una tremenda presión. Pese a ello su faena tuvo gran interés, siendo vibrante en algunos momentos, y durante la misma pudimos conocer todos los secreto del edificio de la Telefónica, sus orígenes, sus creadores, su historia, sus detalles, sus interioridades y muchas más cosas de esta singular y emblemática construcción madrileña. Bien es cierto que también tuvo algún momento de duda a la hora de ligar los pases, y en varias ocasiones el morlaco le enganchó la muleta, alargándose en exceso en la brega lo que apunto estuvo de costarle un aviso, aunque en líneas generales cuajó una buena actuación que sería agradecida por el respetable con una cerrada ovación al finalizar la lidia. Sin duda estamos ante un diestro que dará muchas tardes de gloria a los buenos aficionados.
El edificio de la Telefónica tiene una clara influencia neoyorquina, incluidas algunas fotografías como esta.
A continuación llegó el turno a Antonio Morcillo “Presidente”, que lidiaría con una de sus ganaderías predilectas: la artillería. En esta ocasión centrando el tema en el edifico de la Telefónica, tanto como objetivo de la acción de la artillería, como en su condición de observatorio artillero. Como hemos contado en otras ocasiones “Presidente” es un diestro de lances sobrios, con una depurada técnica y un gran dominio de las suertes, con un toreo serio e impecable técnicamente, apartado de toda floritura y alharacas, aunque bien es cierto que a veces se percibe falta de ligazón del diestro con los tendidos. Su actuación fue todo un tratado del noble arte de la artillería, explicando de una manera muy didáctica, fácilmente asimilable por los legos en la materia, los principios básicos del funcionamiento del arma de artillería. Pase a pase fue desgranando los pormenores del duelo artillero entre las baterías franquistas ubicadas en la Casa de Campo, y las baterías republicanas que trataban de destruirlas. Se centró posteriormente en el edificio de la telefónica, tanto en su faceta de objetivo como en la de observatorio (los ojos de la artillería como le gusta repetir a “Presidente”) de las fuerzas republicanas. Una faena en la que los aficionados pudieron apreciar un innumerable número de matices a cada cual más interesante, y conocer las principales características de estos morlacos, protagonistas en la sombra de muchos episodios de la Guerra Civil. Una lidia efectiva, con una temática novedosa y desconocida hasta entonces para muchos aficionados, la cual gustó mucho en los tendidos, tanto que al finalizar la faena los aficionados puestos en pié pidieron los máximos trofeos para “Presidente”, mientras prorrumpían en una atronadora ovación y blandían sus pañuelos al viento.
Un momento de la faena de “Presidente”, junto al que observamos a “Supremo” (FOTO JAG).
No se habían apagado los ecos de la actuación del anterior diestro, cuando un intenso run-run recorría los tendidos provocado por la inminente aparición de “Supremo” en la arena. Los aficionados se acomodaban en sus localidades y tratando de buscar el mejor ángulo para ver los lances del maestro. Antes de comenzar su faena se dirigió hacia el burladero desmonterándose para brindar su faena a alguien del público. Cual no sería mi sorpresa al comprobar que el destinatario de aquel emotivo brindis no era otro que mi humilde persona como representante de Sol y Moscas. Todo un inmerecido honor que nos llena de orgullo y satisfacción, máxime teniendo en cuenta que viene de una de las primerísimas figuras del mundo de la guerracivilmaquia.
Tras este emotivo brindis se fue directo hacia el morlaco: el edificio de la Telefónica en los textos literarios y periodísticos, que prometía dar un juego excelente en manos de un diestro de esta valía. Comenzó su faena llevándose al toro hacia los medios ligado a la muleta, con unos pases de tanteo por bajo donde fue desgranando algunos de los muchos títulos donde se habla de la Telefónica, un edificio de “carácter totémico” mencionado en gran parte de la bibliografía relacionada con la guerra civil, de la que el maestro citó numerosos ejemplos. Una vez situado el morlaco en el centro del ruedo, “Supremo”, con pasito corto, se fue cruzando hasta colocarse en el terreno preciso, clavó las zapatillas en la arena y comenzó el toreo en redondo.
Instante en el que el maestro de Las Salesas brinda su faena a este humilde corresponsal.
En su primera tanda se centró en el género memorialístico, con lances dedicados a Gutierrez Mellado, Rosario Dinamitera, Santiago Carrillo, Gloria Fuertes y otros muchos protagonistas en cuyos recuerdos de aquellos duros años aparecía de manera viva el edificio de la Gran Vía. Cambió a continuación el maestro de terrenos para comenzar otra espectacular tanda de grandiosos pases, esta vez centrada en tres de las, en su opinión, cuatro obras maestras de la Guerra Civil: “Días de llamas” de Juan Iturralde, “A sangre y fuego” de Manuel Chaves Nogales, y la “Trilogía” de Juan Eduardo Zúñiga.
Dedicó el fenómeno de Las Salesas una tanda profunda, larga e intensa a la cuarta obra maestra, más relacionados con el edificio de la Telefónica, y a su autor, que no son otros que “La forja de un rebelde” y Arturo Barea. En esta obra, concretamente en su tercera parte, “La llama”, son innumerables las referencias al totémico edifico, y es en su interior donde discurre parte de la narración. La Telefónica era el lugar donde Arturo Barea realizaba su labor de responsable de censura de la prensa extranjera. Tras realizar un magistral repaso por alguno de los textos de aquella obra maestra, aprovechó la dulce embestida del ejemplar para ligar otra tanda de manera soberbia partiendo de Barea y llegando a los corresponsales que cubrían el conflicto: Hemigway, Koltsov, Dos Passos, Josephine Herbst, Delapree o Cox, entre otros muchosTras las referencias periodísticas el maestro cerraría las tandas en redondo y preparó el estoque para finalizar su faena.
Instante en el que un proyectil impacta contra el edificio de la Telefónica.
El público asistía admirado al despliegue de facultades, dominio de la técnica y arte que este incomparable maestro estaba desplegando en el centro del redondel en una magistral demostración de torería, y en la sala se escuchaba un atronador silencio solamente comparable al que en las tardes de gloria puede sentirse en La Maestranza de Sevilla. Si algo destaca en este diestro es la ligazón y el dominio de los tiempos y los terrenos, es impresionante la manera en la que lleva al morlaco embebido en la muleta en todo momento, encadenando un pase con otro con limpieza y elegancia, de tal forma que los cambios de terrenos se suceden sin interrupción, sin pausa, consiguiendo mantener la atención fija de los tendidos en la faena. Así, el pasado miércoles los aficionados pudieron contemplar la magia, o la “maquia”, o el arte de la magia si lo prefieren, por medio de la cual “Supremo” había conseguido transfigurar un edificio inerme, en un ser con vida propia, en un protagonista más de la Historia, en otro de los actores principales de aquel tremendo episodio que sacudió Madrid hace ahora 75 años, algo reservado solamente a unos pocos elegidos entre los que destaca por méritos propios Raúl Cesar Cancio “Supremo”.
Finalizaría “Supremo” su faena de tremendo volapié que arrancaría clamorosas emociones en los tendidos, que obligaron al diestro de Las Salesas a completar dos clamorosas vueltas al ruedo, tras las cuales se inició un apasionante debate entre los diestros y los aficionados. Un debate a la altura de los que se producen en los festejos organizados por Gefrema, de gran categoría y profundidad, que por problemas de tiempo no pudo prolongarse todo lo que los aficionados hubieran deseado.
Imagen nocturna del edificio de la Telefónica tomada desde el Círculo de Bellas Artes.
Ya en el exterior, los aficionados formaban corrillos, donde emocionados continuaban paladeando los detalles de la gloriosa tarde. Cuando llegó la hora de la despedida, se marcharon en distintas direcciones. Algunos se dirigieron desde Alcalá hacia el comienzo de la Gran Vía, y desde allí pudieron contemplar al fondo y en lo alto, la impresionante silueta del edificio de La Telefónica iluminado. Ante esa monumental visión, con el recuerdo todavía fresco del inigualable espectáculo que habían contemplado esa tarde, a muchos de ellos se les hizo un nudo en la garganta, al comprobar como, tras 75 años, el Círculo se cerraba gracias a la magia de la guerracivilmaquia, que desde esta apoteósica noche ha de ser considerada como una más de las Bellas Artes.
Florentino Areneros.
FELIZ 2012.
Muchas gracias D. Florentino por este exquisito regalo anticipado de reyes magos.
ResponderEliminarNo todo el mundo puede hacer sonreir al prójimo.
gracias maestro.
Usted si que es apoteósico, don Florentino...pero si hasta me ha atribuido los caracolillos de Finito !!! Ja,ja,ja!! Es la crónica mas espectacular que he leído en años. En realidad,es la crónica que nos hubiera gustado escribir a todos. Enhorabuena maestro, creame que no exageraba un ápice cuando halagaba su capacidad de convocatoria...este blog empieza a oler a Cossio por los cuatro costados. Abrazo fuerte y que el 2012 nos siga trayendo estas joyas de la guerracivilmaquia.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo Sandoval por sus generosas palabras, trataremos de preparar algo más para Reyes, o cuando menos para las rebajas (que sale más barato), aunque últimamente no es que ande muy sobrado de tiempo.
ResponderEliminarAdmirado maestro de Las Salesas, le agradezco igualmente sus palabras, pero como le dije el día del festejo al devolverle la montera, el mérito del éxito hay que atribuírselo a partes iguales a Gefrema y a la categoría de los diestros, que son los que realmente hacen que el público abarrote las localidades.
Trataremos de seguir con nuestra modesta labor en el nuevo año que se avecina, para intentar llevar al noble arte de la guerracivilmaquia al lugar de honor que le corresponde, y de paso tratar de hacer disfrutar de un rato agradable a nuestros lectores. Sabiendo que al otro lado cuento con lectores de su categoría, nuestro trabajo es mucho más fácil.
Un fuerte abrazo para ambos, y que tengan un feliz año nuevo.
Florentino Areneros.
Estimado Sr. Areneros: Muchas gracias por sus palabras por la parte que me toca que no es poca.
ResponderEliminarAunque tengo que decir, D. Florentino, que no todo en la confección de Frente de Madrid 20 han sido rosas. El resultado final, lo que usted llama "apoteosis" es, evidentemente, el resultado de un trabajo en equipo; gracias al esfuerzo y desvelo de muchos socios y socias se ha logrado un final tan brillante. El proyecto de FdM20 era en principio bastante disparatado (me inspiraba muy poca confianza) sin embargo, gracias a una dosis muy elevada de paciencia (cosa de la que el primer sorprendido soy yo), trabajo y tesón se ha logrado sacar adelante. Eso sí, a uno se le queda la sensación de "una y no más, santo Tomás".
Repitiendo de nuevo mis agradecimientos, reciba usted un fuerte abrazo.
Esta claro amigo José María que no todo es tan fácil como parece en el mundo de las redacciones, cuando muchas personas cogen en sus manos la revista o se asoman a una página de Internet, desconocen todo el trabajo y esfuerzo que hay detrás, y si encima se depende de otras personas para cerrar la edición, a todo ello hay que añadirle una buena dosis de paciencia. Pero como dice un amigo que tengo en la Mancha: “No hay parto sin dolor, ni yupi sin aifón”.
ResponderEliminarLe deseo un feliz año nuevo en el que confiamos nos siga proporcionando esos momentos de gloria con la lectura de la revista. Un abrazo.
Magnífico reportaje. Sobre lo concerniente al asalto al Cuartel de la Montaña.
ResponderEliminarMagnífico reportaje. Sobre lo concerniente al asalto al Cuartel de la Montaña.
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