El comandante José Bretaño Ramos, en el centro con espada y tricornio, el día 20 de julio de 1936 delante de un parapeto, momentos antes de producirse el asalto al Cuartel de la Montaña. (Haga clic en cualquiera de las imágenes de esta crónica para verlas ampliadas en otra pantalla).
VIDA Y MUERTE DEL COMANDANTE JOSÉ BRETAÑO
En nuestra anterior crónica les hablábamos del teniente de la Guardia de Asalto Máximo Moreno, uno de los protagonistas de la toma del Cuartel de la Montaña el 20 de julio de 1936, episodio al que hemos dedicado varias crónicas al cumplirse el 75 aniversario de aquellos hechos. Máximo Moreno también había participado en el asesinato del diputado José Calvo Sotelo, y hasta su muerte a finales de septiembre de 1936 intervendría en diferentes acciones. Hoy les vamos a hablar de otro de los principales protagonistas de aquel día de julio, el cual también fallecería también pocos meses después. Nos referimos al comandante de la Guardia Civil José Bretaño Ramos.
No hemos podido encontrar datos biográficos significativos del comandante Bretaño anteriores al 20 de julio de 1936, sabemos que estuvo destinado como capitán de la 4 Compañía de la Guardia Civil en Toledo desde el 2 de enero de 1934, y que en esa misma ciudad el 11 de julio de 1935, siendo todavía capitán, fue condecorado por el Ministro de la Guerra José María Gil Robles, que le impondría la Orden de la República. Posteriormente sería ascendido a comandante y destinado a Madrid (desconocemos las fechas del ascenso y del traslado), al Parque Móvil de la Guardia Civil ubicado en la calle de Guzmán el Bueno, donde Bretaño junto a su familia establecería su domicilio. De allí partiría el 20 de julio de 1936, al mando de dos compañías de la Guardia Civil para reducir a los sublevados en el Cuartel de la Montaña.
La Orden de la República, que le sería impuesta en julio de 1935 por el Ministro de la Guerra, José María Gil Robles, al entonces capitán Bretaño.
La Guardia Civil de Madrid tras el golpe del 18 de julio permaneció leal al Gobierno de la Republica, y al igual que en otras ciudades como Barcelona, tuvo un destacado a la hora de hacer fracasar los planes de los sublevados. Durante el asedio y toma del Cuartel de la Montaña Bretaño desempeñó un importante papel en la dirección y coordinación de las operaciones, como podemos constatar en los diferentes relatos que de aquel acontecimiento han llegado hasta nuestros días.
En las diferentes fotos que se conservan del parapeto instalado en la calle de Ferraz número 2, esquina a la Plaza de España, podemos distinguir a un guardia civil con su reglamentario tricornio: el comandante José Bretaño Ramos.
Otra imagen de los acontecimientos del 20 de julio de 1936 en el Cuartel de la Montaña. En el ángulo inferior derecho, de espaldas, distinguimos al comandante Bretaño.
Sin duda el 20 de julio sería un día de gloria para el comandante Bretaño: aclamado por la población, recibido y felicitado por autoridades, políticos y superiores como un héroe, tendría que salir al balcón del Ministerio de Gobernación en la Puerta del Sol acompañando al Ministro de la Gobernación, general Pozas, y al subsecretario de Gobernación, Osorio Tafall, para recibir la aclamación de la multitud congregada en la plaza que celebraba alborozada el triunfo sobre los sediciosos. En la antigua Roma a los generales que regresaban vencedores se encargaban de indicarles que “Domine memento totalitas gloriae fluxa”, que viene a decir algo similar a “recuerda señor que toda gloria es efímera”, y seguramente pocas veces haya tenido tanta razón el que la redactó, como en el caso del comandante Bretaño.
Una toma desde diferente ángulo del mismo parapeto instalado en el número 2 de la calle de Ferraz. A la izquierda de la imagen podemos ver al comandante Bretaño tocado con tricornio.
Poco, por no decir nada, sabemos de la actividad de Bretaño tras aquel día, desconocemos si combatió al mando de sus hombres en algún punto cercano a Madrid como en el caso del teniente Moreno, y solo recuperamos su pista el dos de septiembre de 1936, cuando según el posterior testimonio de su esposa Carmen Gálvez Medina, fue detenido en su domicilio de Guzmán el Bueno (cuartel de la Guardia Civil) por unos policías de la Dirección General de Seguridad que lo condujeron a los sótanos de dicha Dirección, de donde salió en la madrugada del 3 de septiembre de 1936 para ser conducido a la checa de General Porlier, siempre según el testimonio que su esposa realizó una vez finalizada la guerra en una declaración que podemos encontrar en la causa General y de la que hablaremos detenidamente más adelante.
Expediente judicial incoado al comandante Bretaño por “desafección al Régimen” .
José Bretaño sería encarcelado en la cárcel de Porlier el día 3 de septiembre, y el Juzgado de Instrucción Número Cinco de los Jurados de Urgencia de Madrid abriría un expediente para su posterior encausamiento bajo la acusación de “desafección al Régimen”. En el propio expediente judicial encontramos las razones aducidas para proceder a su enjuiciamiento: “José Bretaño Ramos, detenido por los guardias Julián Gómez Martín y Ramón Valero Hernández, perteneciente a la Guardia Nacional Republicana, que tenían la seguridad, de que es desafecto al Régimen”. Como ven, eran tiempos peligrosos, una afirmación este tipo podía marcar la diferencia entra la libertad o la cárcel, o como en este caso, entre la libertad y la muerte.
Pliego en el que consta la acusación contra el comandante Bretaño realizada por dos Guardias de Asalto.
Según la documentación que hemos localizado en el Archivo Histórico Nacional, dentro de Tribunales Populares y Jurados de Urgencia y de Guardia de Madrid, Bretaño sería interrogado en la cárcel de Porlier por el secretario del Juzgado el día 11 de ese mismo mes y aquí tienen su declaración: “Que fue detenido el día dos del corriente mes con ocasión de presentarse en la Dirección General de Seguridad para interesarse por un hermano detenido allí. Que ignora los motivos de tal detención si bien se le manifesto que obedecían a ser enemigo del regimen y haber tratado mal a los obreros durante el tiempo que estuvo destinado en Toledo. Que le causó verdadero asombro tal detención ya que es persona afecta al regimen habiendo dirigido el asalto al Cuartel de la Montaña mandando las fuerzas de la Guardia Civil por lo que fue felicitado por el Subsecretario de Gobernación Sr. Osorio Tafall y Ministro de la Gobernación, General Pozas los que le hicieron salir en su compañía al balcón del Ministerio de la Gobernación a recibir en nombre de sus fuerzas el homenaje del pueblo. Que tales afirmaciones pueden ser avaladas por el Director General de la Guardia Civil y Sr. Osorio Tafall.
Leida que le fue esta declaración se afirma y ratifica en ella añadiendo que durante sus quince años de destino en Toledo gozó siempre de la estimación de los dirigentes obreros. Pudiendo avalar tal extremo los Gobernadores de la república en tal provincia entre ellos D. Vicente Costales y D. José Morlesin Moles, actualmente residentes en Madrid si bien ignora su domicilio. Que reitera una vez mas en esta su declaración su incondicional adhesión al régimen y firma con S.S. de lo que doy fe” el escrito está firmado por José Bretaño. Desde este día se pierde la pista del comandante Bretaño en este expediente judicial hasta unos meses después, expediente que retomaremos más adelante.
Documento que recoge la declaración efectuada por Bretaño en la cárcel de Porlier, firmada de su puño y letra.
Según recogíamos al principio de nuestra crónica, la esposa de José Bretaño realizó una declaración que podemos encontrar en los fondos de la Causa General y que transcribimos a continuación: “…. Que su esposo DON JOSÉ BRETAÑO RAMOS, de profesión Comandante de la Guardia Civil, afiliado a ………, de 43 años de edad, con domicilio en Cuartel de Guzman el Bueno, fue detenido por unos policias de la Direccion General de Seguridad el 2 de Septiembre de 1936, siendo conducido a los sótanos de dicha Dirección, de donde salió en la madrugada del 3 de septiembre a la checa de General Porlier, de donde le sacaron el día 8 del mismo mes para asesinarlo en las tapias del cementerio del Este. Su cadáver presenta una herida en el ojo derecho, y el cuerpo destrozado, fue hallado en las tapias del cementerio del este. Personas sospechosas de participación en el crimen, denunciante, el Guardia de Asalto apellidado Gómez, apodado “El Gitano” que ingresó en el cuerpo al estallar el Glorioso Movimiento, antes del cual era panadero”. Esta declaración esta reflejada en un documento fechado el 28 de noviembre de 1944 (que ustedes pueden ver en la imagen a continuación) que a su vez recoge la declaración que la esposa de Bretaño realizó el 20 de Abril de 1939. En este documento se indica que la fecha de la muerte es el 8 de septiembre, pero posiblemente se trate de un error y la fecha correcta sea el 8 de noviembre, como podemos deducir por otros testimonios, entre ellos la declaración del propio Bretaño que vimos anteriormente y que esta fechada el 11 de septiembre de 1936.
Declaración de la esposa de Bretaño recogida en la Causa General.
En otro documento que encontramos también en la Causa General, fechado el 24 de noviembre de 1944, y que a su vez recoge datos de documentos anteriores del periodo republicano (pueden ustedes verlo completo en la imagen que encontrarán a continuación) encontramos diferentes datos que nos acercan un poco más a lo que realmente pudo ocurrir con el comandante Bretaño: …” Detenido por los guardias Julian Lopez Marti y Ramón Valero, por constarles ser elemento peligroso para el regimen y haber maltratado obreros.- 8-11-36.- Comunica T.G. Porlier ha sido sacado por grupo 30 hombres armados que alegaron llevarlo a C. Celular.- 10-11-1936 se oficia a Carcel declinando responsabilidad por lo anterior.- “. Como pueden comprobar, según este documento Bretaño sería sacado de la cárcel el 8 de noviembre de 1936, cuando ya se combatía a las puertas de Madrid, y coincidiendo con las sacas de presos de Paracuellos.
Documento de los fondos de la Causa General con información sobre el expediente de Bretaño.
En el mismo expediente de la Causa General, y en otro documento fechado el 28 de Noviembre de 1944, que toma nuevamente como referencia otros documentos, vemos que: …” Ingresa el 3 de Septiembre de 1936 por orden de la Dirección general de Seguridad que se une al expediente de Luís Santana Fernández. En libertad el 7 de noviembre de 1936.”.
Otro de los documentos que sobre el caso podemos encontrar en la Causa General.
Retomando el Archivo Histórico Nacional, dentro de Tribunales Populares y Jurados de Urgencia y de Guardia de Madrid, que dejamos anteriormente en la declaración tomada al propio José Bretaño, encontramos nuevos documentos fechados el 7 de diciembre de 1936 en los que solicita tomar declaración en prisión a Bretaño. Con fecha 14 de diciembre de 1936 se indica que Bretaño no se encuentra en prisión, desconociéndose su paradero o el lugar al que haya podido ser trasladado. Por ello el juzgado insta al “Señor Comisario de la Sección de Investigación y Vigilancia afecta a la Secretaría General a fin de que con la mayor urgencia informe a este juzgado en que Prisión de esta localidad pueda hallarse detenido el inculpado o en su defecto el domicilio que tenga en la actualidad.”. Como ven, a tenor de estos documentos el juzgado ha perdido la pista del inculpado, y en la propia cárcel tampoco se sabe que ha sido de él.
Requerimiento del juzgado solicitando la localización del encausado para tomarle declaración y notificación de la imposibilidad de localizar al preso.
El día 17 de enero de 1937, en un escrito remitido por la Sección de Investigación y Vigilancia al juzgado, se informa de “que han sido infructuosas (las gestiones) para averiguar su paradero por estar evacuado el Cuartel de la Guardia Civil en Guzmán el Bueno”. El escrito está firmado por “El Jefe de la Sección” y en la rúbrica se distingue el nombre de Enrique, aunque no conseguimos descifrar el apellido que parece comenzar por una f. A continuación pueden visualizar el documento.
Documento remitido al juzgado por la Sección de Investigación y Vigilancia indicando la imposibilidad de localizarle en su domicilio del Cuartel de Guzmán el bueno, por hallarse evacuado.
Por último, en ese mismo expediente podemos encontrar otros dos documentos en los que se certifica la imposibilidad de localizar al inculpado, fechado este del 18 de enero de 1938, y otro fechado el 20 de marzo de 1937, en el que se informa de la disolución de la secretaría General por Orden Ministerial, por lo tanto: “archívese este diligenciado, haciéndose entrega al Tribunal Supremo”.
Documentos reseñando la imposibilidad de localización del inculpado, que ya había sido fusilado, e indicando el traslado del expediente al Tribunal Supremo.
Hasta aquí los datos que hemos podido recopilar sobre el comandante José Bretaño Ramos en esta redacción, aunque afortunadamente buscando más datos encontramos que hace pocos días se publicó en el suplemento Crónica del diario El Mundo el pasado 17 de julio un artículo sobre este personaje, firmado por Agustín Manuel Pulido Pérez, artículo que no he conseguido localizar en enlace directo (si alguien lo conoce les agradeceríamos nos lo facilitaran) pero que ustedes pueden visualizar pulsando aquí (páginas 12 y 13). Este interesante trabajo aporta nuevos datos, no solo sobre la detención y ejecución de Bretaño, que básicamente coinciden con los aportados en esta crónica, si no también sobre las vicisitudes por las que tuvo que pasar su familia tras la guerra. Inicialmente a su viuda le fue asignada una pensión, que le fue retirada tras conocerse por medio de unas denuncias anónimas el hecho de que Bretaño fue quien dirigió el asalto al Cuartel de la Montaña, aunque finalmente tras las gestiones de su viuda sería rehabilitado declarándole como "Muerto y caído, por Dios y por España".
Pero a pesar de todo, como casi siempre en esto del estudio de la guerracivilmaquia, quedan varias dudas en el aire y más puertas abiertas: ¿por qué Bretaño fue llevado al Cementerio del Este en vez de a alguno de los destinos “habituales” de aquellos días?, ¿fue llevado en solitario o acompañado de los otros presos que se citan fueron sacados con él?, ¿por qué ese ensañamiento, incluyendo un tiro en el ojo y el cuerpo destrozado?, ¿Cuáles fueron los méritos para que Gil Robles le condecorara con la Orden de la República en 1935?, ¿tuvo esta condecoración, y los motivos por lo que le fue concedida, algo que ver en su posterior delación y encarcelamiento?, y otras muchas más que quizá alguien nos pueda ayudar a responder.
Terminar informándoles de que todavía esas fotos del parapeto de la calle Ferraz pueden dar mucho juego, y que entre las personas allí congregadas que se distinguen, se encuentra otro indiscutible protagonista no solo del asalto al cuartel, si no de los primeros meses de la guerra y que también daría mucho juego una vez terminada la misma. Hasta nuestra redacción han llegado noticias de fuentes muy solventes de que una primerísima figura está a punto de consumar una monumental y magistral faena sobre este personaje. En cuanto tengamos más información la haremos llegar a nuestros lectores.
No quisiéramos cerrar esta serie de crónicas centradas en la efeméride del 75 aniversario de los acontecimientos de julio de 1936 en Madrid, sin realizar una crónica sobre la magistral, sublime e histórica faena que realizó el maestro Don Bibiano Morcillo, testigo de primera línea de aquel acontecimiento, el pasado día 17 de julio en el inigualable coso del templo de Debod que se alza en el solar donde estuvo ubicado el Cuartel de la Montaña.
Florentino Areneros.
No hemos podido encontrar datos biográficos significativos del comandante Bretaño anteriores al 20 de julio de 1936, sabemos que estuvo destinado como capitán de la 4 Compañía de la Guardia Civil en Toledo desde el 2 de enero de 1934, y que en esa misma ciudad el 11 de julio de 1935, siendo todavía capitán, fue condecorado por el Ministro de la Guerra José María Gil Robles, que le impondría la Orden de la República. Posteriormente sería ascendido a comandante y destinado a Madrid (desconocemos las fechas del ascenso y del traslado), al Parque Móvil de la Guardia Civil ubicado en la calle de Guzmán el Bueno, donde Bretaño junto a su familia establecería su domicilio. De allí partiría el 20 de julio de 1936, al mando de dos compañías de la Guardia Civil para reducir a los sublevados en el Cuartel de la Montaña.
La Orden de la República, que le sería impuesta en julio de 1935 por el Ministro de la Guerra, José María Gil Robles, al entonces capitán Bretaño.La Guardia Civil de Madrid tras el golpe del 18 de julio permaneció leal al Gobierno de la Republica, y al igual que en otras ciudades como Barcelona, tuvo un destacado a la hora de hacer fracasar los planes de los sublevados. Durante el asedio y toma del Cuartel de la Montaña Bretaño desempeñó un importante papel en la dirección y coordinación de las operaciones, como podemos constatar en los diferentes relatos que de aquel acontecimiento han llegado hasta nuestros días.
En las diferentes fotos que se conservan del parapeto instalado en la calle de Ferraz número 2, esquina a la Plaza de España, podemos distinguir a un guardia civil con su reglamentario tricornio: el comandante José Bretaño Ramos.
Otra imagen de los acontecimientos del 20 de julio de 1936 en el Cuartel de la Montaña. En el ángulo inferior derecho, de espaldas, distinguimos al comandante Bretaño.Sin duda el 20 de julio sería un día de gloria para el comandante Bretaño: aclamado por la población, recibido y felicitado por autoridades, políticos y superiores como un héroe, tendría que salir al balcón del Ministerio de Gobernación en la Puerta del Sol acompañando al Ministro de la Gobernación, general Pozas, y al subsecretario de Gobernación, Osorio Tafall, para recibir la aclamación de la multitud congregada en la plaza que celebraba alborozada el triunfo sobre los sediciosos. En la antigua Roma a los generales que regresaban vencedores se encargaban de indicarles que “Domine memento totalitas gloriae fluxa”, que viene a decir algo similar a “recuerda señor que toda gloria es efímera”, y seguramente pocas veces haya tenido tanta razón el que la redactó, como en el caso del comandante Bretaño.
Una toma desde diferente ángulo del mismo parapeto instalado en el número 2 de la calle de Ferraz. A la izquierda de la imagen podemos ver al comandante Bretaño tocado con tricornio.Poco, por no decir nada, sabemos de la actividad de Bretaño tras aquel día, desconocemos si combatió al mando de sus hombres en algún punto cercano a Madrid como en el caso del teniente Moreno, y solo recuperamos su pista el dos de septiembre de 1936, cuando según el posterior testimonio de su esposa Carmen Gálvez Medina, fue detenido en su domicilio de Guzmán el Bueno (cuartel de la Guardia Civil) por unos policías de la Dirección General de Seguridad que lo condujeron a los sótanos de dicha Dirección, de donde salió en la madrugada del 3 de septiembre de 1936 para ser conducido a la checa de General Porlier, siempre según el testimonio que su esposa realizó una vez finalizada la guerra en una declaración que podemos encontrar en la causa General y de la que hablaremos detenidamente más adelante.
Expediente judicial incoado al comandante Bretaño por “desafección al Régimen” .José Bretaño sería encarcelado en la cárcel de Porlier el día 3 de septiembre, y el Juzgado de Instrucción Número Cinco de los Jurados de Urgencia de Madrid abriría un expediente para su posterior encausamiento bajo la acusación de “desafección al Régimen”. En el propio expediente judicial encontramos las razones aducidas para proceder a su enjuiciamiento: “José Bretaño Ramos, detenido por los guardias Julián Gómez Martín y Ramón Valero Hernández, perteneciente a la Guardia Nacional Republicana, que tenían la seguridad, de que es desafecto al Régimen”. Como ven, eran tiempos peligrosos, una afirmación este tipo podía marcar la diferencia entra la libertad o la cárcel, o como en este caso, entre la libertad y la muerte.
Pliego en el que consta la acusación contra el comandante Bretaño realizada por dos Guardias de Asalto. Según la documentación que hemos localizado en el Archivo Histórico Nacional, dentro de Tribunales Populares y Jurados de Urgencia y de Guardia de Madrid, Bretaño sería interrogado en la cárcel de Porlier por el secretario del Juzgado el día 11 de ese mismo mes y aquí tienen su declaración: “Que fue detenido el día dos del corriente mes con ocasión de presentarse en la Dirección General de Seguridad para interesarse por un hermano detenido allí. Que ignora los motivos de tal detención si bien se le manifesto que obedecían a ser enemigo del regimen y haber tratado mal a los obreros durante el tiempo que estuvo destinado en Toledo. Que le causó verdadero asombro tal detención ya que es persona afecta al regimen habiendo dirigido el asalto al Cuartel de la Montaña mandando las fuerzas de la Guardia Civil por lo que fue felicitado por el Subsecretario de Gobernación Sr. Osorio Tafall y Ministro de la Gobernación, General Pozas los que le hicieron salir en su compañía al balcón del Ministerio de la Gobernación a recibir en nombre de sus fuerzas el homenaje del pueblo. Que tales afirmaciones pueden ser avaladas por el Director General de la Guardia Civil y Sr. Osorio Tafall.
Leida que le fue esta declaración se afirma y ratifica en ella añadiendo que durante sus quince años de destino en Toledo gozó siempre de la estimación de los dirigentes obreros. Pudiendo avalar tal extremo los Gobernadores de la república en tal provincia entre ellos D. Vicente Costales y D. José Morlesin Moles, actualmente residentes en Madrid si bien ignora su domicilio. Que reitera una vez mas en esta su declaración su incondicional adhesión al régimen y firma con S.S. de lo que doy fe” el escrito está firmado por José Bretaño. Desde este día se pierde la pista del comandante Bretaño en este expediente judicial hasta unos meses después, expediente que retomaremos más adelante.
Documento que recoge la declaración efectuada por Bretaño en la cárcel de Porlier, firmada de su puño y letra.Según recogíamos al principio de nuestra crónica, la esposa de José Bretaño realizó una declaración que podemos encontrar en los fondos de la Causa General y que transcribimos a continuación: “…. Que su esposo DON JOSÉ BRETAÑO RAMOS, de profesión Comandante de la Guardia Civil, afiliado a ………, de 43 años de edad, con domicilio en Cuartel de Guzman el Bueno, fue detenido por unos policias de la Direccion General de Seguridad el 2 de Septiembre de 1936, siendo conducido a los sótanos de dicha Dirección, de donde salió en la madrugada del 3 de septiembre a la checa de General Porlier, de donde le sacaron el día 8 del mismo mes para asesinarlo en las tapias del cementerio del Este. Su cadáver presenta una herida en el ojo derecho, y el cuerpo destrozado, fue hallado en las tapias del cementerio del este. Personas sospechosas de participación en el crimen, denunciante, el Guardia de Asalto apellidado Gómez, apodado “El Gitano” que ingresó en el cuerpo al estallar el Glorioso Movimiento, antes del cual era panadero”. Esta declaración esta reflejada en un documento fechado el 28 de noviembre de 1944 (que ustedes pueden ver en la imagen a continuación) que a su vez recoge la declaración que la esposa de Bretaño realizó el 20 de Abril de 1939. En este documento se indica que la fecha de la muerte es el 8 de septiembre, pero posiblemente se trate de un error y la fecha correcta sea el 8 de noviembre, como podemos deducir por otros testimonios, entre ellos la declaración del propio Bretaño que vimos anteriormente y que esta fechada el 11 de septiembre de 1936.
Declaración de la esposa de Bretaño recogida en la Causa General.En otro documento que encontramos también en la Causa General, fechado el 24 de noviembre de 1944, y que a su vez recoge datos de documentos anteriores del periodo republicano (pueden ustedes verlo completo en la imagen que encontrarán a continuación) encontramos diferentes datos que nos acercan un poco más a lo que realmente pudo ocurrir con el comandante Bretaño: …” Detenido por los guardias Julian Lopez Marti y Ramón Valero, por constarles ser elemento peligroso para el regimen y haber maltratado obreros.- 8-11-36.- Comunica T.G. Porlier ha sido sacado por grupo 30 hombres armados que alegaron llevarlo a C. Celular.- 10-11-1936 se oficia a Carcel declinando responsabilidad por lo anterior.- “. Como pueden comprobar, según este documento Bretaño sería sacado de la cárcel el 8 de noviembre de 1936, cuando ya se combatía a las puertas de Madrid, y coincidiendo con las sacas de presos de Paracuellos.
Documento de los fondos de la Causa General con información sobre el expediente de Bretaño.En el mismo expediente de la Causa General, y en otro documento fechado el 28 de Noviembre de 1944, que toma nuevamente como referencia otros documentos, vemos que: …” Ingresa el 3 de Septiembre de 1936 por orden de la Dirección general de Seguridad que se une al expediente de Luís Santana Fernández. En libertad el 7 de noviembre de 1936.”.
Otro de los documentos que sobre el caso podemos encontrar en la Causa General.Retomando el Archivo Histórico Nacional, dentro de Tribunales Populares y Jurados de Urgencia y de Guardia de Madrid, que dejamos anteriormente en la declaración tomada al propio José Bretaño, encontramos nuevos documentos fechados el 7 de diciembre de 1936 en los que solicita tomar declaración en prisión a Bretaño. Con fecha 14 de diciembre de 1936 se indica que Bretaño no se encuentra en prisión, desconociéndose su paradero o el lugar al que haya podido ser trasladado. Por ello el juzgado insta al “Señor Comisario de la Sección de Investigación y Vigilancia afecta a la Secretaría General a fin de que con la mayor urgencia informe a este juzgado en que Prisión de esta localidad pueda hallarse detenido el inculpado o en su defecto el domicilio que tenga en la actualidad.”. Como ven, a tenor de estos documentos el juzgado ha perdido la pista del inculpado, y en la propia cárcel tampoco se sabe que ha sido de él.
Requerimiento del juzgado solicitando la localización del encausado para tomarle declaración y notificación de la imposibilidad de localizar al preso.El día 17 de enero de 1937, en un escrito remitido por la Sección de Investigación y Vigilancia al juzgado, se informa de “que han sido infructuosas (las gestiones) para averiguar su paradero por estar evacuado el Cuartel de la Guardia Civil en Guzmán el Bueno”. El escrito está firmado por “El Jefe de la Sección” y en la rúbrica se distingue el nombre de Enrique, aunque no conseguimos descifrar el apellido que parece comenzar por una f. A continuación pueden visualizar el documento.
Documento remitido al juzgado por la Sección de Investigación y Vigilancia indicando la imposibilidad de localizarle en su domicilio del Cuartel de Guzmán el bueno, por hallarse evacuado.Por último, en ese mismo expediente podemos encontrar otros dos documentos en los que se certifica la imposibilidad de localizar al inculpado, fechado este del 18 de enero de 1938, y otro fechado el 20 de marzo de 1937, en el que se informa de la disolución de la secretaría General por Orden Ministerial, por lo tanto: “archívese este diligenciado, haciéndose entrega al Tribunal Supremo”.
Documentos reseñando la imposibilidad de localización del inculpado, que ya había sido fusilado, e indicando el traslado del expediente al Tribunal Supremo.Hasta aquí los datos que hemos podido recopilar sobre el comandante José Bretaño Ramos en esta redacción, aunque afortunadamente buscando más datos encontramos que hace pocos días se publicó en el suplemento Crónica del diario El Mundo el pasado 17 de julio un artículo sobre este personaje, firmado por Agustín Manuel Pulido Pérez, artículo que no he conseguido localizar en enlace directo (si alguien lo conoce les agradeceríamos nos lo facilitaran) pero que ustedes pueden visualizar pulsando aquí (páginas 12 y 13). Este interesante trabajo aporta nuevos datos, no solo sobre la detención y ejecución de Bretaño, que básicamente coinciden con los aportados en esta crónica, si no también sobre las vicisitudes por las que tuvo que pasar su familia tras la guerra. Inicialmente a su viuda le fue asignada una pensión, que le fue retirada tras conocerse por medio de unas denuncias anónimas el hecho de que Bretaño fue quien dirigió el asalto al Cuartel de la Montaña, aunque finalmente tras las gestiones de su viuda sería rehabilitado declarándole como "Muerto y caído, por Dios y por España".
Pero a pesar de todo, como casi siempre en esto del estudio de la guerracivilmaquia, quedan varias dudas en el aire y más puertas abiertas: ¿por qué Bretaño fue llevado al Cementerio del Este en vez de a alguno de los destinos “habituales” de aquellos días?, ¿fue llevado en solitario o acompañado de los otros presos que se citan fueron sacados con él?, ¿por qué ese ensañamiento, incluyendo un tiro en el ojo y el cuerpo destrozado?, ¿Cuáles fueron los méritos para que Gil Robles le condecorara con la Orden de la República en 1935?, ¿tuvo esta condecoración, y los motivos por lo que le fue concedida, algo que ver en su posterior delación y encarcelamiento?, y otras muchas más que quizá alguien nos pueda ayudar a responder.
Terminar informándoles de que todavía esas fotos del parapeto de la calle Ferraz pueden dar mucho juego, y que entre las personas allí congregadas que se distinguen, se encuentra otro indiscutible protagonista no solo del asalto al cuartel, si no de los primeros meses de la guerra y que también daría mucho juego una vez terminada la misma. Hasta nuestra redacción han llegado noticias de fuentes muy solventes de que una primerísima figura está a punto de consumar una monumental y magistral faena sobre este personaje. En cuanto tengamos más información la haremos llegar a nuestros lectores.
No quisiéramos cerrar esta serie de crónicas centradas en la efeméride del 75 aniversario de los acontecimientos de julio de 1936 en Madrid, sin realizar una crónica sobre la magistral, sublime e histórica faena que realizó el maestro Don Bibiano Morcillo, testigo de primera línea de aquel acontecimiento, el pasado día 17 de julio en el inigualable coso del templo de Debod que se alza en el solar donde estuvo ubicado el Cuartel de la Montaña.
Florentino Areneros.
Un gran trabajo, sí señor. Muy agradecido.
ResponderEliminarAdemás del teniente Moreno y de Bretaño anduvo en el asalto al Cuartel otro militar: Urbano Orad de la Torre. Ian Gibson llegó a entrevistarse con él en los años ochenta.
Enhorabuena Florentino. Una gran faena y una aportación de primera.
ResponderEliminarLa suerte de Bretaño es similar a la de otros destacados jefes de las fuerzas de seguridad de la República, como Pedro Aparicio, jefe de la policía madrileña y otros muchos inspectores de la Brigada Criminal encabezada por el comisario Antonio Lino. Éste al menos, y gracias a Agapito García Atadell, salvo la vida in extremis.
Y ojalá ese diestro impar no gandulee y nos desvele a otro de los destacados en el parapeto de Ferraz.
Este blog es todo un hallazgo. Enhorabuena y gracias por tantas aportaciones fundamentales. El detalle del museo del aire donde se conservan los restos del avión donde murió Máximo Moreno me ha impresionado mucho. También la foto donde aparece Margarita Nelken, a la que una de dos: o le tomaron las fotos que hay de ella en la guerra el mismo día, o siempre llevaba el mismo vestido.
ResponderEliminarOtro de los personajes fundamentales del asalto al Cuartel de la Montaña es Enrique Castro Delgado, que recordaría aquellos días en un libro fundamental, Hombres made in Moscú, escrito con una tinta extraña, una mezcla de lágrimas, sangre y escupitajos que le da una textura sorprendente a su forma de narrar la guerra.
Castro llegó a la esquina de la calle Ferraz con la Plaza de España junto a otros comunistas del Radio Norte. El Partido los había congregado en la glorieta de Cuatro Caminos, y por allí andaban Fernando Navarro y Francisco Galán, organizando fuerzas para atacar el Cuartel. Castro estaba junto a varios hombres a los que él dirigía, todos de la zona norte de Madrid, de Cuatro Caminos, Chamartín de la Rosa y Tetuán de las Victorias.
Ya frente al Cuartel, se unieron a los hombres de otros Radios, como el tal Bárcenas y el tal Heredia, como dijo Gandul.
En una de las fotos más conocidas del asalto al Cuartel aparece Castro, en el centro, como a él le gustaba. Es el que aparece entre varios guardias de asalto, delante de un hombre muy alto. La fotografía es ésta.
Aquí, en grande.
ResponderEliminarA Castro, por cierto, podríamos llamarle El Camarada Fantasma, ya que debido a su disidencia posterior, a su condición de renegado, se le obvió en todos los relatos que escribieron los protagonistas de aquellos hechos y que estuvieron a su lado.
ResponderEliminarY ya que este blog luce tal divisa no podía faltar aquel que bautizó la carnicería de los patios como "El festín de las moscas".
ResponderEliminarEl descubrimiento por Bremaneur del "camarada Castro" en el parapeto es... una estocada hasta la bola.
Y queda otro más en la fotografía de la casa gallardo, un tercer hombre, un anarcosindicalista de acción que dejaría huella en el Madrid de la guerra.
Muchas gracias Gandul y Rufián. ...Maestro Bremaneur..., es para esta redacción todo un honor el recibir en este modesto tentadero a una de las primerísimas figura de este noble arte de la guerracivilmaquia como es usted. Pase hasta el fondo y póngase cómodo, está usted en su casa.
ResponderEliminarEmpezando por Gandul, Urbano Orad de la Torre es otro de esos grandes subalternos desconocidos, por lo menos para mi, y seguramente tenga tras de sí alguna que otra historia que merezca ser lidiada. Sin conseguir exiliarse sobrevivió al franquismo, algo excepcional conociendo brevemente su biografía y conociendo como se las gastaban los vencedores. No conozco la entrevista de Gibson (al que intuyo en capilla, apretándose los machos, preparándose para saltar al albero dentro de unos días con motivo del 75 aniversario de la muerte de Lorca), pero casi con toda seguridad, el que si lo tuvo que entrevistar fue Luis Romero, solo así se explica lo minuciosos del relato (parte del cual fue reproducido en estas páginas), y quien si que lo entrevisto fue Ronaldd Fraser en su libro “recuérdalo tu y recuérdalo a otros”.
Maestro Rufián, me alegra que traiga a estas páginas el recuerdo de Agapito García Atadell y el comisario Lino. Cuando algún maletilla se acerca hasta esta redacción y me dice: “Don Florentino, ¿qué tengo que haser para llegar a ser figura?”, yo sin dudarlo les respondo solemnemente: “musasho, empieza por ver como torea uno de los grandes, como lancea una figura consagrada”. Y aprovecho para recomendar a los lectores de SOL Y MOSCAS para que se deleiten con aquella sublime faena haciendo clic aquí.
Y les recomiendo también a los lectores que no dejen de leer los comentarios de las tertulias de aficionados tras la faena, que pueden encontrar a continuación de cada uno de los morlacos que fueron lidiados en aquella magistral corrida, tan interesantes en muchos casos como la propia faena en si.
Maestro Bremaneur, el Museo del Aire es una auténtica caja de sorpresas, nuestro admirado amigo Cuatro Vientos podría estar horas y horas (y no es exageración, cuando este hombre se arranca es difícil contenerle) hablando de las tropelías cometidas en aquel coso. También nos podría dar más pistas sobre el “Aquí te espero”, que tenía otro aparato hermano de nombre “Voy volando”, algún día le pediré que nos lo cuente con más detalle, ahora mismo no recuerdo cual era el origen de ambas denominaciones pero tenía su intríngulis.
En cuanto a Enrique Castro Delgado, con esos cuatro pase de recibo que ha orquestado usted, ya ha sembrado la ansiedad en los tendidos. Esperemos, y le animo a ello, a que en breve nos sorprenda usted en impar festejo y salte al albero de esa su plaza, donde tantas tardes de gloria, muchas en singular mano a mano con el maestro Rufián, hemos podido contemplar los aficionados, y nos ilustre con la lidia de tan interesante asunto como es la vida y obra de Castro Delgado. Y si la ansiedad ya era mucha de por si, la inquietante presencia de ese anarcosindicalista de acción que nos anuncia Rufián, ahora la aumenta. Aguardamos con inquietud mas datos de aquel “festín de las moscas” (por cierto, muy bien traído el término maestro).
Florentino Areneros.
Hable, Rufián.
ResponderEliminarEn la misma foto donde aparece señalado Morelo en un círculo amarillo, a la izquierda de la foto, en línea con Bretaño y de perfil, animando a los que le rodean, Benigno Mancebo. Me lo descubrió un viejo cenetista, Felipe Barrio, que nos dejó hace un par de años.
ResponderEliminarSobre Benigno se podrían contar tantas y tantas cosas que merecería un capítulo propio, como Atadell. Baste ahotra decir que fue representante junto a Manuel Rascón de CNT-FAI en Fomento, que supervisaba directamente el trabajo de las brigadillas cenetistas allí destacadas, que en noviembre del 36 era el interlocutor privilegiado de CNT con Carrillo-Cazorla en los asuntos de orden público, y que tenía su despacho en la cárcel de Porlier, donde ejercía su autoridad sin cortapisas.
En los últimos meses de la guerra se incorporó al Comité de Defensa Confederal del Centro.
De su fuga del campo de los Almendros y su posterior detención da sobrada cuenta en sus libros Eduardo de Guzmán, que siempre presumió de su amistad.
Tras pasar por Almagro y las manos del SIMP, su confesión completa se encuentra en el Archivo militar de Ávila, fue condenado a muerte. Pasó sus últimos meses en la cárcel de Porlier y fue fusilado contra las tapias del cementerio del Este el 29 de abril de 1940.
Volveremos a él.
Para facilitar la identificación he puesto los nombres en las fotos:
ResponderEliminarFOTO PARAPETO 1
FOTO PARAPETO 2
Espero haber acertado con Benigno Mancebo.
Muchísimas gracias por sus palabras y su acogida, Florentino. Poner cara a Benigno Mancebo es una satisfacción difícil de explicar. Más, sabiéndole tan cerca de Castro. Me queda claro que lo que allí estaba congregado no era "el pueblo". O no sólo.
ResponderEliminarJuraría que en la misma fotografía donde aparece Mancebo también se le ve a Castro, mínimamente, el cogote. Descubrirlo ahora me lo ha situado en una perspectiva distinta, tras la barrera. Castro estaba junto a sus hombres. Eran cinco en total, como dice Rafael Pelayo, en Rusia al desnudo, que se formaban las "escuadras" del partido.
Nada que agradecer Bremaneur, al contrario somos nosotros los agradecidos de contar con su presencia.
ResponderEliminarY agradecidos también al Rufián Melancólico por el excepcional quite de la identificación de Benigno Mancebo. No cabe duda de que este parapeto de Casa Gallardo ejercía de alguna forma de puesto de mando desde donde se dirigía el asalto, allí estaban los “primeros espadas” de los principales protagonistas: la Guardia Civil, los Guardias de Asalto, cenetistas y comunistas. Nunca pensé que estas fotos pudieran dar tanto juego.
Existe una foto de un camión de milicias anarquistas en la Puerta del Sol celebrando la victoria del asalto. Junto a los milicianos viaja una ametralladora ganada en el cuartel. Horas después, a hora tan taurina como las cinco de la tarde, los que la ganaron la apostaron en la azotea del Cine Europa de Bravo Murillo y allí junto a la bandera rojinegra asomó su cañón desafiante hasta el mes de noviembre.
ResponderEliminarEntonces, cuando realmente podía haber hecho falta para barrer los cielos se la llevaron al comité de Defensa de Serrano 111. Y aquí en sesión continua y en aforo tan distinguido como los jardines del palacete de los Luca de Tena, las milicias CNT-FAI que combatían en la casa de Campo se iniciaban en los misterios de "la virgen Hochis".
"La virgen Hochis" del Europa terminó mal. La arrumbaron al final de la guerra en el Comité de Defensa Local de la calle María de Molina. Un comité absurdo nacido para recortar los poderes ómnimodos de Eduardo Val en Serrano.
Si no recuerdo mal a finales del 38 enterraron la ametralladora en los jardines del chalé ya que allí escondían el armamento de la sección de Defensa del Comité de Defensa. Hablando en cristiano, las armas que no querían que les fiscalizara nadie.
Para más INRI cuando los agentes del SIMP fueron a buscarlas habían desaparecido del agujero.
Pero ya me estoy perdiendo en el laberinto del cuartel de la Montaña sin entrar al asunto que plantea Bremaneur. Para mi los del parapeto son pueblo todos, de pura cepa, y son también vanguardias obreras que esperan la revolución prometida.
Y las vanguardias obreras españolas tienen los jefes que tienen. Pero este es otro cantar.
¿Y Enrique Puente? Otro de los que fueron por Calvo Sotelo y primer espada socialista al mando de "la motorizada".
ResponderEliminarNo debió faltar en ese puesto de mando.
Curiosa historia de la “Hochin”. Habrá que buscar también alguna foto de Enrique Puente por si apareciera en la secuencia.
ResponderEliminarEsto es un poco de historia ficción por mi parte, pero otro candidato a figurar entre los “identificables” de este parapeto de Casa Gallardo, es un joven que cita Luis Romero y que si no recuerdo mal responde al apodo de “El Manias”. Ahora mismo no tengo el libro en mi poder y no puedo reproducir el texto, pero se trataba de un chaval, vendedor del Mundo Obrero, muy popular entre los militantes comunistas, que pese a su juventud ya había participado en alguna acción armada contra los falangistas. “El Manías” sería de los que saldrían corriendo hacia el cuartel al ver ondear una bandera blanca, y que fallecería alcanzado por los disparos que desde el edificio se realizaron cuando la gente se acercaba pensando que se habían rendido. Creo recordar que Romero menciona que tenía un fusil que se lo había entregado personalmente el mismo José Díaz .
En la foto que pueden ver si hacen clic aquí , aparece un chaval fusil en mano, que podría ser perfectamente este “Manías” del que Romero nos habla, aunque seguramente sea otro de los muchos personajes anónimos de “el pueblo” que se dieron cita en aquel lugar aquel día.
Pero ya me estoy perdiendo en el laberinto del cuartel de la Montaña sin entrar al asunto que plantea Bremaneur. Para mi los del parapeto son pueblo todos, de pura cepa, y son también vanguardias obreras que esperan la revolución prometida.
ResponderEliminarY las vanguardias obreras españolas tienen los jefes que tienen. Pero este es otro cantar.
***
Rufián, siempre pone los puntos sobre las íes.
Sobre "El Manías", otro que lo describe con cierto detalle es Rafael Pelayo.
Un amigo de El Manías fue Santiago Carrillo. Habla de él en alguno de sus libros de memorias y dice erróneamente que murió en los combates en la sierra.
ResponderEliminarEste fanático e insensato comunista que, en los tiempos difíciles para el Partido, vestía de uniforme y cubría su dura cabeza con una pequeña bilbaína negra, era un tipo de mediana estura, delgado, ojos inexpresivos, nariz aguileña y de una edad que oscilaba entre los 24 y 27 años. En los momentos de lucidez, que eran contados, decía que, como buen madrileño, moriría soltero, como su padre. Tenía un tic nervioso que le hacía mover descompasadamente los brazos hasta la nariz, al tiempo que torcía los ojos y la boca con una mueca horrible.
ResponderEliminarPor las mañanas vendía periódicos y revistas infantiles y por las tardes voceaba exclusivamente la prensa comunista:
- ¡Ha salido Mundo Obrero! ¡Los manejos socialistas descubiertos!
Lanzaba su pregón al viento del acardccu por calles y paseos, como un grito de guerra.
-¡Juventud Roja!, órgano de la mejor juventud de España- repetía incansablemente, destacando las noticias más salientes de la actualidad política.
Le pusieron de apodo «El Manías». Nunca se supo quién, ni cuándo; pero fué porque cUando veía 2 un comunista corría a su encuentro para abrazarle.
-¡Camarada !- Le llamaba, dejando a1 comprador con la palabra en la boca-. j Viva Rusia! -y le daba amistosas palmadas en la espalda.
Tan pronto estaba en el Radio Norte como en el Radio Oeste, y conocía a la mayor parte de los comunistas madrileños.
(Ramón Moreno Hernández. Rusia al desnudo)
24 o 27 años me parecen muchos para un “muchacho”. En el número uno de El Mono Azul que editaba la Alianza de Intelectuales Antifascistas, Maria Teresa León escribe un cuento, de título “El Barco” inspirado en la vida de “El Manías” (que se había ido andando a ver la llegada del buque ruso Konsomol) y que lleva esta dedicatoria:
ResponderEliminar“Al muchacho conocido por el nombre de “El Manías”, vendedor de “Mundo Obrero”, que siempre nos paraba en la calle llamándonos “¡Camaradas escritores!”, muerto heroicamente en el asalto al cuartel de la Montaña.”
Si alguno de ustedes tienen interés en leer este breve cuento pueden hacerlo pulsando aquí.
Frente al cuartel se apostaron curiosos, pueblo y voluntarios y vanguardias obreras organizados en los batallones creados pocas horas antes del asalto, cuando se constituyó la Comandancia General de Milicias. Por ejemplo, en el 2º Batallón se integraron los anarquistas y en el 5º los comunistas. El 5º Batallón lo dirigía el comandante Fernández Navarro y le ayudaron los capitanes Gallo y Arellano a quienes se unió Francisco Galán. Barceló era quien estaba al frente de la Comandancia General de Milicias y mandó al capitán Justo López Mejías a inspeccionar ese batallón número 5. Después de una instrucción breve bajaron todos desde Cuatro Caminos en los tranvías de la línea 17, al frente de ellos Gallo y Arellano. Fernández Navarro se quedó en Cuatro Caminos, por estar en desacuerdo con López Mejías sobre la idoneidad de bajar al Cuartel de forma inmediata. Castro Delgado y eso no lo dice en sus memorias, iba con Arellano en un coche camino del Cuartel.
ResponderEliminarOtra cosa sobre El Manías es que se llamaba Emilio Pérez.
Pazos, Fernández Navarro no sólo dijo que había estado en el asalto al cuartel, sino además sostuvo que lo dirigió él. I y II.
ResponderEliminarAdemás de la versión de Fernández Navarro, y la de Castro, apuntar la de otro testigo presencial, Eduardo de Guzmán. El asalto lo narró en su libro Madrid rojo y negro.
ResponderEliminarPara mi que lo del 2º batallón que dice Navarro es un cuento chino. No veo a los cenetistas:los Mancebo, Falomir, Buitrago, Castro Sen etc... a las ordenes de un militar. Y menos aquel día.
Los "batallones cenetistas", si los hubo, se organizaron en la noche de 19 al 20 en la sede de la Local, en la calle de la Luna. Allí se repartieron las escasas armas que tenía la CNT.
Y un pequeño detalle. El local cenetista de Cuatro Camino, donde según Fernández Navarro no pudieron entregarse las armas por el nerviosismo de sus centinelas era el Ateneo Libertario de Cuatro Caminos, en la calle Artistas.
ResponderEliminarY también esta versión de Fernández Navarro la pongo bajo sospecha.
Más bien creo que nunca hubo intención de dar armas a la CNT, y mucho menos si quien estaba al mando de la "fantasmal" comandancia de milicias era Barceló.
Y no olvidar, hablando de estos primeros momentos a Gregorio Gallego, otra memoria anarcosindicalista de aquellos días que nos abandono hace pocos años.
ResponderEliminarSu "Madrid corazón que se desangra" es importante.
Rufián, ¿quién más de entre los militantes comunistas de la época, podría darnos su versión de lo sucedido en el asalto al Cuartel de la Montaña?
ResponderEliminarComunistas que lo narraran muchos. Que estuvieran allí de verdad y dejaran escrita su versión no recuerdo ahora a nadie aparte de Castro. Tendríamos que revisar el "Diario hablado de Luisa Julián", seudónimo de Aurora Arnaiz, la mujer de Cazorla, que si no recuerdo mal, toco de memoria, habla también del camarada "Manías". O tal vez sea Juana Doña la que lo presenta. Lo buscaré.
ResponderEliminarY sí existe la versión heterodoxa del POUM, que corre por la boca de Mika Etchébère en su libro "Mi guerra de España". Mika Habla de la participación de los poumistas madrileños (?) en el asalto y es muy prolija en contar el armamento capturado por estos. En cualquier caso me temo que lo de Mika sea una fantasía.
Florentino, voy a enviarle una fotografía del momento caliente del asalto, del instante en que se lanza la primera oleada de milicianos. Al igual que sucedía con la fotografía del cerro de los Ángeles proviene de una filmación muy breve y a cuyo autor nadie ha sido capaz de poner nombre.
ResponderEliminarDe las filmaciones del asalto sólo existen pequeños fragmentos, que han sido vistos hasta la saciedad. En uno de ellos (ver El Honor de las Injurias) vemos lanzarse al asalto y disparar rodilla en tierra al miliciano del parapeto de casa Gallardo que lleva la cabeza vendada. Es por tanto verdadero ciento por ciento.
En otra filmación, con un plano más abierto, vemos otra oleada de asaltantes corriendo por delante de la iglesia de los Carmelitas. Su duración es muy breve.
Tendría que revisar el archivo filmico de la película para precisar en que noticiario aparecieron por vez primera estas imágenes.
Mi ignorancia en asuntos de subir y pegar imágenes en el comentario me impiden iluminar estas escenas. Tal vez Bremaneur que es un manitas pueda ayudarme.
Aquí les dejo la foto enviada por Rufián (muchas gracias) en la que se distingue claramente al personaje del pañuelo en el momento del asalto.
ResponderEliminarEL DEL PAÑUELO EN EL PARAPETO:
VER FOTOGRAFÍA
EL DEL PAÑUELO DURANTE EL ASALTO:
VER FOTOGRAFÍA
EL DEL PAÑUELO DURANTE EL ASALTO COMENTADA:
VER FOTOGRAFÍA
Aprovecho para agradecer a todos por tantas y tan acertadas aportaciones y para mencionar una cosa, Fernández Navarro no cita en su relato de Mundo Gráfico al protagonista de esta crónica, al comandante Bretaño, tal vez por olvido, tal vez por no restarse mérito a si mismo, o tal vez porque Bretaño había pasado ya a la categoría de maldito. A saber.
Rufián, gracias por mandar el fotograma de la filmación. Aquí está.
ResponderEliminarEn esa filmación se ve que el miliciano con el pañuelo anudado en la cabeza, que lleva un fusil, pone rodilla en tierra para disparar mientras el resto sigue corriendo. Me dio la sensación, cuando lo vi, que todavía estaba muy lejos del cuartel, por lo que el disparo no tenía mucho sentido. Eso me llevó a pensar que podía ser una "representación", pero ahora dudo de que así fuera. Sería imposible reunir a la misma gente para recrear el asalto.
Ups, me retrasé. Gracias, Florentino. Eso es arte.
ResponderEliminarAquí les dejo el vídeo del que está obtenida la fotografía que nos envía Rufián, la calidad de la imagen no es muy buena, pero vale para hacerse una idea del contexto y de la apreciación que realiza Bremanuer sobre el disparo del personaje del pañuelo (que viéndolo disparar, si todos eran así tuvo que haber mucha baja por “fuego amigo”). El vídeo no tiene mucha calidad de imagen, y mezcla tomas que nada tienen que ver, si no me equivoco, ni con el asalto ni con Madrid. Por cierto si quieren ir directamente a la secuencia en la que aparece el del pañuelo está a partir del minuto 5:55 .
ResponderEliminarFILMACIÓN DEL ASALTO:
VER VIDEO
En el vídeo se ve también al hombre alto que está detrás de Castro en la foto que se señaló antes.
ResponderEliminarSiento discrepar, pero creo poder afirmar que la filmación es un puro montaje. Hay diferentes evidencias que lo prueban, alguna de ellas definitivas. Espero poderles ofrecer los datos esta tarde a más tardar, ahora mismo me es imposible.
ResponderEliminarEstoy preparando un comentario sobre otros dos comunistas que asaltaron el Cuartel: Carnero y Álvarez. Tengan paciencia. A uno de ellos, además, creo tenerlo localizado en una de las fotografías que manejamos.
ResponderEliminarPerdonen por la espera, motivada por dificultades técnicas.
ResponderEliminarYo la primera vez que vi la filmación pensaba que era auténtica, pero ahora tras verla varias veces empiezo a dudarlo, si se fijan en la secuencia hay varias cosas que llaman la atención. La toma tiene que estar realizada en la calle Ferraz y vemos que los asaltantes parten de un parapeto montado con bidones y trastos varios, sin embargo hay varias fotos de la calle Ferraz en los momentos previos y no se ve ninguna barricada ni nada similar.
FOTO DE LA CALLE FERRAZ ANTES DEL ASALTO DONDE NO SE OBSERVA NINGUN PARAPETO:
VER FOTOGRAFÍA
En el segundo 5:55 se ve a muchas personas subiendo por Ferraz, luego hay un corte y comienza otra toma en la que todas las personas salen de detrás del parapeto/barricada como si alguien hubiera dicho “acción” y comienzan a avanzar.
La cámara está situada en un trípode y por delante de los que avanzan, algo muy extraño en medio de la “balasera” que diría un amigo colombiano, el cámara tenía que ser un tío muy bragao para estar ahí dándole a la manivela. Además realiza un barrido, o traveling, o como se diga (en esto el maestro Rufián nos podrá asesorar) como si el plano estuviera preparado ya de antemano y la escena respondiera a un guión, incluidos los dos disparos, que encima dan la sensación de que no tienen retroceso, cuando parece ser que los mauser te tiraban para atrás al dispararlos.
Pero hay otra evidencia que es definitiva. Si ustedes se acercan cualquier atardecer al Templo de Debod, donde se encontraba el Cuartel de la Montaña, observarán a mucha gente contemplando la puesta de sol, al más puro estilo Chill-out del Café del Mar, ya que el sol se oculta más o menos por la Casa de Campo, o lo que es lo mismo por detrás del templo si estamos en la Plaza de España o en la calle de Ferraz. Si nos fijamos en las sombras de los asaltantes el sol estaba tras el cuartel, o lo que es lo mismo por el oeste, las sombras apuntan hacia la Plaza de España, es decir la toma está realizada a última hora de la tarde. Les dejo una foto de la esquina de Casa Gallardo durante el asalto y pueden ver que la sombra “apunta” hacia el cuartel (el sol estaría por Plaza de España=Este) para que la comparen con las sombras del video que “apuntan” hacia la Plaza de España(el sol estaría por detrás del cuartel=Oeste).
FOTOGRAFIA DE LA ESQUINA DE FERRAZ CON PLAZA DE ESPAÑA DONDE VEMOS LAS SOMBRAS EN DIRECCIÓN HACIA EL CUARTEL, ES DECIR EL SOL POR LA PLAZA DE ESPAÑA(dirección este->oeste es decir por la mañana):
VER FOTOGRAFÍA
Seguramente se realizaría la filmación ese mismo día por la tarde tratando de reproducir lo ocurrido durante la mañana, y la barricada sea puro y duro atrezo. Lo curioso es que coincidan alguno de los protagonistas, como el hombre del pañuelo, tal vez fueran todos de un mismo “Radio” por ejemplo, y el equipo de filmación fuera a buscar a los “protagonistas”, incluso ya con las fotos de la mañana en las manos.
FOTOGRAMA DE LA FILMACION DONDE VEMOS LAS SOMBRAS ESTA VEZ EN DIRECCIÓN HACIA LA PLAZA DE ESPAÑA, EL SOL ESTARIA TRAS EL CUARTEL(dirección oeste->este es decir por la tarde):
VER FOTOGRAFÍA
Aguardamos esas nuevas identificaciones, amigo Bremaneur. Me queda la duda de que si todo este “conocimiento” estará llegando a los aficionados, los comentarios del Blogger son poco dinámicos y ofrecen poca flexibilidad, incluso para algo tan básico como para poner fotografías, lo mismo me arranco y resumo todos estos nuevos datos en una vibrante crónica. Ya veremos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPuedo recitar los nombres de memoria, como otros lo hacen con las alineaciones de sus equipos favoritos: Villasante, González, Macías y Carnero. Eran los hombres de Castro, los que componían su grupo. Cinco, como todas las escuadras de los Radios comunistas, como dice Rafael Pelayo.
ResponderEliminarVillasante -Luis Villasante Cebrián-, fue quien se encargó de la intendencia del 5º Regimiento, en su creación, y más tarde estuvo al lado de Lister haciendo el mismo trabajo.
Carnero -Manuel Carnero Muñoz- era el hombre de confianza de Castro. Su mano derecha. Se conocían al menos desde la fundación del diario Pueblo, donde ambos trabajaban en la redacción. Era un tipo alto y llamativo. Y también dejó escrito algo sobre el asalto al Cuartel de la Montaña. Aquí lo pueden leer y ver una foto de Carnero en 1937. El artículo es interesante por varios motivos. Uno de ellos, por ejemplo, porque Castro no aparece para nada. Es el Camarada Fantasma.
De los nombres que cita Manuel Carnero en su texto, me interesa ese "Santiago". Si era un organizador del Radio Norte, Castro debía de conocerlo a la perfección. Y en sus memorias cita varias veces a un Santi -Santiago Álvarez Santiago-, un personaje que está directamente ligado a las matanzas de Paracuellos y que regresó a España antes de la muerte de Franco. Murió en Alicante, según le cuenta Carrillo a Ian Gibson.
Teniendo en cuenta la descripción que Castro hace de Carnero, creo tenerlo localizado en esta fotografía.
Enhorabuena Florentino. Su faena cumbre merece un pasodoble y sus argumentos son demoledores, especialmente el que hace referencia a la proyección de las sombras. He mirado muy atentamente otras dos fotografías. ( se las envío por el correo) Las dos están tomadas desde el mismo lugar que la filmación, calle Ferraz, una momentos antes del asalto y otra en pleno asalto con los milicianos corriendo hacia la puerta del cuartel. Y en las dos las sombras se proyectan al revés que en la filmación. Creo que no hay duda por tanto de sus tesis.
ResponderEliminarLo que me resulta extraño es que no haya quedado noticia de esta reconstrucción, y más al contar con tantos extras.
Hay otros fragmentos fílmicos que se han asociado siempre al asalto. De hecho algunos como la mujer que sostiene a un niño que empuña la pistola esta registrado también en fotografia y esta apareció en los reportajes del asalto al cuartel. Con esto quiero decir que sí hubo, al menos de una cámara, filmaciones de los momentos posteriores al asalto.
Voy de cabeza con trabajos que nada tienen que ver con la guerracivilmaquia pero a lo largo del día de hoy intentaré revisar material fílmico y fotográfico de aquel día. Ya les diré.
COMANDANTE PABLO
ResponderEliminar¿Quién era Pablo? Castro habla de un comunista alemán que apareció por el 5º Regimiento y que sólo fumaba y vagueaba. Era el comandante Pablo y está retratado en Milicia Popular muy pronto, en julio del 36. Posiblemente un NKVD. Quizá estuviera también en el asalto al Cuartel. Sospecho que este Pablo no era otro que Wilhelm Zaisser, conocido después como General Gómez.
Aquí, el Comandante Pablo en Milicia Popular. Aquí, Zaisser, creo que en su época como ministro de seguridad de la RDA (Stasi, vamos).
El parecido entre el Comandante Pablo y el hombre alto que está detrás de Castro en una de las fotografías del Cuartel es muy inquietante.
ResponderEliminarMuchas gracias maestro. Me limito a intentar seguir los sabios consejos que desgranará usted en aquel toricidio de la Filmoteca Nacional, sobre como interpretar esas imágenes que nos hablan.
ResponderEliminarComo señalaba en mi anterior entrada, yo creo que hay dos filmaciones, con un corte en medio. En la primera que se ve a una multitud corriendo, me parece auténtica, pero la brevedad no permite sacar ninguna conclusión (tal vez los fotogramas dijeran algo). La segunda que comienza según saltan el parapeto sería la preparada, y ahí creo que ya no queda duda de que es una recreación realizada por la tarde.
Elegí la foto de las sombras en que aparece Casa Gallardo para facilitar la ubicación y porque las sombras eran más “largas” que las que aparecen en las fotografías que me ha enviado. Lo que indica, si seguimos la dirección que lleva el sol, que la de Casa Gallardo se tomó antes del asalto cuando algunos soldados consiguieron huir del cuartel, por el contrario, en las que me ha enviado la sombra es más corta, el sol esta en su punto más alto, es decir cerca del mediodía, lo que coincide con la hora del asalto.
Trataré de revisar también diferentes grabaciones por si encuentro algo y lo pongo aquí, si los problemas técnicos, que otros denominan torpeza, me lo permiten.
He rescatado el catálogo general del cine de la guerra de Alfonso del Amo. Y los dos tomos de Fernández Cuenca sobre el cine y la guerra. Esta noche buscaré noticias, si las hay, de las filmaciones del cuartel de la Montaña, y de la recreación de marras claro.
ResponderEliminarMañana les diré algo.
En el documental de Eterio Ortega “Noticias de una guerra” sale la escena preparada del asalto (y con muy buena calidad por cierto, debe estar “remasterizada”). No tengo la película, pero a lo mejor en los títulos de crédito figura el origen de la filmación.
ResponderEliminarTras unos días fuera de Madrid, me encuentro con esta agradable sorpresa. Mi enhorabuena, don Florentino, a usted y al resto de figuras que participan en este blog, cuya calidad e interés aumentan por minutos. Es increíble lo que pueden dar de si unas fotografías. Sin duda, por muchas veces que se hayan visto, hay que saber leer las imágenes y profundizar en ellas para sonsacar todo su contenido. ¡Increíble!
ResponderEliminarSi me permiten, y con el permiso del Rufián, quisiera hacer una pequeña puntualización sin demasiada importancia: si no recuerdo mal, y según testimonio de Eduardo de Guzmán, Benigno Mancebo no escapó del Campo de los Almendros, sino del mismísimo puerto de Alicante, cuando sus muelles se encontraban ya perfectamente cercados y vigilados. En concreto, la noche del 31 de marzo, recién comenzado el desalojo de los miles de republicanos concentrados en dicho puerto.
En fin, señores: mi agradecimiento a todos ustedes por compartir con los lectores de este blog sus increíbles conocimientos e interesantes investigaciones. Permaneceré atento a la pantalla de mi ordenador a la espera de novedades.
¡Salud!
Estoy de viaje y no puedo ser más que telegráfico. Florentino, su estudio sobre la filmación del cuartel es para quitarse el sombrero. Tengo en casa Noticias de una guerra. Cuando regrese la semana que viene podré mostrar el fragmento que dice.
ResponderEliminar¿No estuvo también en el Cuartel -dentro, con los soldados- Salvador García de Pruneda? ¿Cuenta algo en su novela La soledad de Alcuneza? Quien es seguro que estaba dentro fue su padre, Coronel del Regimiento de Zapadores.
Muchas gracias Gerión y Bremaneur. Acabo de pasar por una biblioteca para coger la película pero parece que los sábados no abren, es una buena noticia que la tenga usted disponible Bremaneur. El otro día conseguí ver esa secuencia en Youtube, un fragmento con el título en gallego “novas de una guerra” o similar, el caso es que ahora no consigo localizarla, lo mismo la han suprimido. En ella aparecía la secuencia preparada del asalto, así como las escenas que citaba Rufián de la señora con la pistola y el niño, y alguna más, de las que también hay fotografías. Estaré también unos días fuera a partir de la próxima semana, pero espero poder seguir conectándome. Seguiremos en contacto.
ResponderEliminarOlvídense del comentario anterior, lo acabo de encontrar y les pongo el enlace a continuación. La escena comienza a partir del minuto 1:36, la calidad de las imágenes es tremenda de resolución, recuerdo haber visto esta película en el cine pero no me había percatado de la calidad de la imagen.
ResponderEliminarVER VIDEO
Muchas gracias don Florentino por la entrada de Moreno, desde luego no lo merezco; me gustó mucho también su introducción, y por supuesto esta entrada en la que ya se sale. Dado el nivel de los comentaristas sólo me atrevo a añadir un dato anecdótico sobre "el Manías": según las declaraciones de un supuesto compañero publicadas por el diario "El Sol" (13/06/1937), p. 4, "El manías" se llamaba Eusebio Pérez Gómez. Quizás ya lo conocieran y no sé qué fiabilidad tendrá. Juzguen ustedes mismos:
ResponderEliminarhttp://hemerotecadigital.bne.es/datos1/numeros/internet/Madrid/Sol,%20El%20%28Madrid.%201917%29/1937/193706/19370613/19370613_00000.pdf
Saludos
Ines
Por cierto, según el artículo "el Manías" tenía 23 años y debía de estar muy cerca del Teniente Moreno ese día: "En la plaza de España, cien, quinientos, dos millares de hombres se aprietan en torno al teniente Moreno. Eusebio Pérez Gómez, "el Manías", palpa el cerrojo de su mosquetón con temblores de nervios contenidos: son veintitrés años de ímpetu y coraje. - Mándeme a la primera línea, mi teniente!..."
ResponderEliminarInés
Me atrevo a intervenir otra vez, para comentar que el artículo que cita Bremaneur de Carnero Muñoz es una síntesis de otros dos publicados en 1966 por la revista quincenal "España Republicana : portavoz del movimiento antifranquista", de la que era director. El primero titulado "Un batallón de voluntarios" (01/05/1966), difiere en algunos detalles a tener en cuenta, sobre todo, por este párrafo que no aparece en la versión posterior: "Fernández Navarro que no había quedado complacido con la decisión de López Mejías no fue al frente de la improvisada tropa. Se quedó esperando los acontecimientos en una casa de la Glorieta. Los voluntarios iban al mando de Gallo y Arellano. Pese a que por el hecho de Jaca era muy amigo de Gallo, en aquella mañana de julio fui con Arellano en un automóvil sobre el que habíamos colocado una gran tela roja….". Tampoco en esta ocasión menciona a Castro. Más adelante añade: "Y se vió cómo moría el humilde vendedor de "Mundo Obrero" al que todos conocíamos por "el Manías…". Pueden consultarlo aquí:
ResponderEliminar-pág. 16
-pág. 14
El segundo artículo se publicó en el número siguiente de la revista (15/05/1966), con el título "En el patio de un convento".
-pág. 16
-pág. 10
Una curiosidad, Carnero Muñoz formaba parte de la tripulación del barco Trinidad Parodi, cuando en Julio de 1933 arribó forzosamente en el puerto de Valencia, después de ser perseguido en alta mar por submarinos de la República. El barco supuestamente iniciaba una expedición científica, con una tripulación entre la que se encontraban cuatro implicados en la sublevación de Jaca y que de marineros o científicos tenían más bien poco:
-Estampa (22/07/1933)
Para mí que el "marinero" que protagoniza la portada de este número es el mismo Manuel Carnero
Saludos
Ines
Inés, yo también estoy convencido de que Carnero es el de la portada de Estampa. Carnero es alguien a tener en cuenta, un personaje turbio que calla demasiado en sus artículos.
ResponderEliminarInés, gracias por ese dato del Manías. Aquí, entre otros datos, se dice que el nombre era Emilio Pérez, como apuntaba Pazos.
ResponderEliminarEl Manías, pistolero.
ResponderEliminarMuchas gracias por la información, según el artículo que aporta cuadra totalmente que Emilio Pérez Gómez, fuera el verdadero nombre de "el Manías". Y una pregunta ¿conocía ya el incidente del Trinidad Parodi? y ¿cuáles serían los planes de esos marineros de agua dulce?
ResponderEliminarSaludos
Ines
Conocía lo del Trinidad Parodi, pero me interesó solamente por lo de Carnero y su relación con la marinería.
ResponderEliminarEn la página 5 del número de Estampa hay dos fotografías. Estoy seguro de que Carnero es el marinero del medio, en la imagen superior derecha.
ResponderEliminarSí, y en la página 4 ¿el que esta semiescondido detrás del marinero del gorrillo?
ResponderEliminarpero no le identifico con ninguno de los que aparecen en la foto del parapeto de Ferraz
ResponderEliminarExacto, puede ser ése de la página 4. En esta foto del Cuartel es al único que identifico cercano a quien parece ser Castro con una altura y cabeza considerables.
ResponderEliminarSobre el grupo de esquiadores organizado por Cárdenas y Pinillos en el Ateneo para apoyar la sublevación de Jaca, conviene leer un libro de Juan Simeón Vidarte titulado "No queríamos al Rey". En él dice que al parecer en este grupo había un confidente de la policía.
ResponderEliminarGracias!! lo acabo de localizar aquí
ResponderEliminarPor si fuera de interés, en el registro nacional de extranjeros de México, figura una tarjeta de identificación con foto (mala, pero enfín) a nombre de Enrique Castro Delgado, en calidad de inmigrante familiar, de 26/12/1946. La visa fue expedida por la embajada de México en Moscú.
ResponderEliminarPueden localizarla aquí
Su hermano pequeño Carlos se había exiliado previamente en 1944 en calidad de refugiado político
Ines
De los hermanos de Castro hay mucho que hablar. Esos registros son una gran fuente, pues no sólo están en ellos Castro y parte de su familia, sino también otros conspicuos exiliados, como Bergamín.
ResponderEliminarUno de los hermanos de Castro murió durante la guerra; otro en el penal de Burgos, dejando una hija en Cuba. La hermana y un tercer hermano lograron sobrevivir a la guerra civil.
Estimada Inés, bienvenida nuevamente, menudo regreso a los ruedos en clamorosa apoteósis... como ve aunque usted considera los halagos de esta redacción hacia su persona como inmerecidos tras leer sus últimos comentarios, insisto en que están más que justificados y son muy merecidos.
ResponderEliminarMe he ausentado unos días y al regresar veo que Bremaneur y usted, en singular mano a mano, han puesto la plaza patas arriba, ¡¡menudos lances!!. Muy interesante el testimonio de Carnero, que pone en duda nuevamente a Fernández Navarro, la historia del Trinidad Parodi que desconocía, la identificación concluyente del Manías que confirma la entrada de Pazos, la posible identificación de Carnero en el parapeto de Casa Gallardo, en fin, que ¡¡menudos lances!!..
El hermano de Castro que murió en el Penal de Burgos fue Eduardo. Llegó a Cuba después de la guerra y regresó a España a seguir luchando en las filas del Partido Comunista. Manuel Carnero entrevistó a su hija Amparo en La Habana (Mundo Obrero, 15 de enero de 1948).
ResponderEliminarManuel Castro murió en la guerra, como dice su hermano Enrique en Hombres made in Moscú. Curiosamente, en las listas de los campos de Argelès, aparecen Carlos Castro y Manuel Castro. También Manuel Carnero. ¿?
Carlos Castro también huyó a Cuba primero, y luego a la República Dominicana. Posteriormente se trasladó a México, donde anduvo rondando a alguna de las cuñadas de Enrique. Finalmente se arrejuntó con una hermana del periodista Navarro Ballesteros y en los años 80 vivían en Madrid.
Concha Castro huyó a Rusia con su hermano Enrique y con su madre. Casó con un comunista italiano a quien debió de conocer en Barcelona. Tuvieron una hija, Stella.
Anonadado me quedo ante tanta información y novedades.
ResponderEliminarMenudas tres lidias sobre el Cuartel de la Montaña, me quitaría la montera de usarla ante semejante faena de D.Florentino y los maestros consagrados que intervienen en los más que atinados comentarios.
Les añado una referencia, no se si exculpándole como leal geográfico o llamándole inútil, al comandante Bretaño:
La primera riada de populacho irrumpe procelosamente en el patio del Cuartel de Infantería. Con ella llega el comandante Bretaño, de la Guardia civil. No conduce a la chusma, sino que ve materialmente arrastrado por ella, como un leño por el mar encrespado.
"Historia de la Cruzada Española". Volumen IV. Tomo XVII (pág 460).
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPor cierto, las fuentes que he utilizado para obtener información sobre los hermanos de Castro, además de las hemerotecas digitales que ya han aparecido en los comentarios:
ResponderEliminar1. http://www.komintern-online.ru/
2. http://retirada.org/index.php?id=1&no_cache=1&L=3
3. http://www.mcu.es/archivos/MC/CDMH/BBDD_militaresRepublicanos.html
4. http://www.mcu.es/guiafuentesdoc/cargarFiltro.do?layout=guiafuentesdoc&cache=init&language=es
Sobre la faceta de el Manías como "pistolero" escribe Romero "ha sido capaz de utilizar la pistola cuando ha sido necesario. Al principio le daba miedo y un tanto de repugnancia; después ha encontrado satisfacción en matar a los enemigos a los fascistas, a los opresores del pueblo. Su célula ha dado matarile a cuatro; a uno de ellos le encerraron y le propinaron una fuerte paliza antes de ejecutarlo. Leyeron en los periódicos lo que se contó del suceso; nadie supo quiénes fueron los autores; tomaron cumplidas precauciones" (Tres días de Julio, p. 489)
ResponderEliminarGracias Bremaneur por las fuentes y los enlaces,
Saludos
Ines
Hola a todos me ha parecido muy interesante el artículo de Florentino Areneros y los comentarios de los miembros del blog.
ResponderEliminarPor cuestiones personales siempre me ha interesado la figura del comandante Bretaño durante años he recopilado información sobre su vida profesional y familiar.
Lo último ha siso más fácil pq gracias a mi abuelo Enrique he podido conocer como fue como padre, esposo,hermano.
Siempre hemos querido saber que pudo pasar para que fuera condenado por los dos bandos.
Si alguién tiene más información me gustaría saber más sobre él.
Gracias.
Del libro de un viejo conocido (pegoju).
ResponderEliminarEstando comiendo, nos llega la noticia de que en el asalto al Cuartel de la Montaña, ha caído el «Manías», (se llamaba Emilio Pérez) personaje muy popular y entrañable que había sido compañero de colegio de mis hermanos mayores. Yo le he visto muchas veces, corriendo por las calles, dando de vez en cuando un saltito, como una especie de «tic», voceando y vendiendo el «Mundo Obrero». Vivía muy modestamente con su tía en la calle del Espino. Había estudiado hasta el 6º Grado, por lo tanto no era un semianalfabeto, como dirá Santiago Carrillo dentro de cincuenta años en sus memorias.
Pedro Gómez Juarranz.
Muchas gracias NBretaño por su testimonio y por visitar nuestro blog. Confío en que podamos continuar recabando información sobre la figura del comandante Bretaño gracias a las aportaciones de nuestros lectores. Cualquier pista que se pueda aportar seguro que es aprovechada por alguno de nuestros habituales comentaristas con la maestría que les caracteriza para seguir tirando del hilo y obtener nuevos datos, como habrá podido comprobar si ha seguido las diferentes aportaciones que se han realizado a partir de las fotos del parapeto por ejemplo. Por ello si usted tiene alguna información que considere relevante, le animo a compartirla y muy posiblemente podamos enriquecerla entre todos.
ResponderEliminarMuy agradecido también a 34BM por traer el valioso testimonio de Pedro Gómez Juarranz, que en su momento rescatara nuestro buen amigo Juan Antonio González Cárceles, escrito que nos ha proporcionado un buen número de interesantes datos, muchos de ellos inéditos, sobre la GC en Madrid. Con esto ya hemos conseguido recopilar un gran número de datos sobre la figura de El manías.
Aprovecho para destacar una aportación de nuestra amiga Inés, muy en relación con algunas intervenciones realizadas en este hilo sobre José bretaño, en la CRÓNICA DEL 20 DE JULIO sobre la figura del comandante Heredia del Quinto Regimiento, destacando diferentes fotos donde este personaje aparece.
Saludos.
Florentino Areneros.
No aparece ningún Emilio Pérez en el listado de muertos y lesionados en el asalto, solo Emilio Catalá Pablo y Emilio Tenorio Jiménez. O El Manías no murió allí, o lo más probable el listado no está completo.
EliminarSeguramente el listado esté incompleto, me parecen pocos muertos si se contabilizan los de dentro y los de fuera. Creo que en la historia de la Cruzada de Arrarás hay un listado de los muertos entre los sublevados.
EliminarSaludos.
Son los de fuera. Hay un par de declaraciones que dicen que algunos oficiales leales fueron intimados para suicidarse. Además de la camioneta también me intriga que pasó en el cuarto de banderas.
EliminarSi no recuerdo mal Luis Romero en Tres Días de Julio habla de un oficial (o suboficial) que pese a ser de ideas republicanas caba muriendo (no se si suicidado) por un sentimiento de corporativismo mal entendido o del sentido del honor entre compañeros de armas.
EliminarFlorentino, mil gracias por remitirnos de nuevo a lo de Heredia. Se me había pasado por completo. Amplío mi agradecimiento a Irene, claro. Poco a poco se completa el puzzle de nombres de la fotografía del 5º Regimiento.
ResponderEliminarA raíz del encuentro con el comandante Heredia, doy también con un Bárcena. Posiblemente el "Bárcenas" a quien se refiere Castro. Félix Bárcena, muerto en combate. Página 3 del número 4 de Milicia Popular.
ResponderEliminarhttp://prensahistorica.mcu.es/es/publicaciones/verNumero.cmd?idNumero=3107045
Quien al parecer da muchos nombres de los asaltantes al cuartel es García Venero en Madrid, julio de 1936. Lamentablemente no tengo el libro a mano.
El comandante Heredia puede no figurar en la foto del parapeto de Ferraz, pero creo que sí en ésta que recoge Florentino en su sensacional entrada Tres días de Julio III. En mi opinión se trata del que lleva casco, gafas y porta un fusil.
ResponderEliminarSaludos
Querida Inés, nuevamente he de desmonterarme ante su inigualable maestría. Realmente el parecido es asombroso con la imagen que usted puso en los comentarios de la CRÓNICA DEL 20 DE JULIO del diario Milicia popular, p. 6 todo un descubrimiento. Solo queda esperar que el gran experto en la materia, el maestro Bremaneur, confirme la alternativa.
ResponderEliminarInés, me quito el sombrero. Yo sólo sabía que rondaba un Heredia por ahí, y nunca fui capaz de localizarlo. Efectivamente, parece él. Ahí, en primera línea.
ResponderEliminarEl otro día solté un nombre, el del Comandante Pablo. Nada que ver con Bob Zaisser. Se trata de Juan de Pablo Janssen. En la foto, es el de la derecha. Fuente. Se dice que era o austriaco, o polaco, o alemán, o rumano. A saber. ¿Será éste el alemán del que habla Castro?
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