El general Emilio Mola Vidal, conocido como “el Director” por haber organizado y coordinado los preparativos del golpe militar de julio de 1936 que desencadenaría la Guerra Civil, fallecería el 3 de junio de 1937 en un accidente de aviación. Su muerte, además de dar pié a las más diversas conjeturas, dejaría el camino despejado para que Franco pudiera ejercer un poder absoluto durante décadas. (haga clic en cualquiera de la imágenes para verlas ampliadas).
LA MUERTE DEL GENERAL MOLA
El pasado 3 de Junio de 2012 se cumplían 75 años del accidente de aviación en el que perdería la vida el general Emilio Mola. El siniestro ocurrió en tierras del municipio burgalés de Alcocero, en el monte de la Brújula, en el lugar que se conoce como “Cerro Perejil”. Con motivo de esta efeméride, me desplacé al lugar de los hechos acompañado de parte del equipo de redacción. Allí nos esperaba nuestro colaborador R. Capa, un auténtico fuera de serie en todo lo relacionado con la Guerra Civil en la provincia de Burgos, como ya dejó de manifiesto en su inigualable artículo sobre el Padre Revilla. De aquella visita guiada al lugar nace esta crónica que tendrá continuidad en una posterior dedicada al monumento construido en el lugar del accidente.
Dos años después de la muerte de Mola, en el lugar del accidente se levantaría un grandioso monumento en su honor y en el de los otros cuatro militares que le acompañaban en aquel vuelo. En la actualidad, este monumento se encuentra abandonado y con un deterioro manifiesto. FOTO JAZ. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
En la muerte del general Mola confluyen todos los ingredientes necesarios para que surjan diferentes teorías que pongan en cuestión la versión oficial de aquel episodio. Como vimos en una crónica publicada hace ahora un año , Emilio Mola fue la persona encargada de organizar y coordinar el golpe militar de julio de 1936, operación que al fracasar desencadenaría la Guerra Civil, motivo por el que sería conocido como “el Director”. Sin embargo Mola iría perdiendo protagonismo según avanzaba la contienda a medida que el prestigio y el poder del general Franco aumentaban.
En los planes iniciales del golpe, una vez que los militares se hubieran hecho con el control de la situación en el país, la persona que habría de tomar las riendas sería el general Sanjurjo, que se encontraba exiliado en Portugal desde que encabezó otro golpe militar fallido contra la República en 1932. Sanjurjo fallecería también en otro accidente de aviación al dirigirse hacia España el 20 de julio de 1936. Tras la muerte de Sanjurjo, el poder en el bando golpista recaería finalmente en el general Franco, quien acapararía todos los resortes de poder asegurándose la continuidad de esta situación una vez finalizada la guerra, algo que no agradaría a muchos de los generales que apoyaron el golpe.
El general Sanjurjo era la persona que habría de tomar el mando de los sublevados una vez consumado el golpe, sin embargo fallecería en otro accidente de aviación cuando se dirigía a España desde Lisboa. En la fotografía vemos los restos del aparato en el que viajaba tras el accidente. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
La idea inicial de Mola era la de realizar un golpe militar contundente y de desenlace fulminante. Una vez culminado el levantamiento, el poder recaería en un directorio militar con el general Sanjurjo a la cabeza, que se encargaría de asegurar el orden en el país, para una vez controlada la situación regresar los militares a los cuarteles regresando el poder a manos de civiles. De la “contundencia” de la operación nos podemos hacer una idea leyendo la “Instrucción Reservada Nº1” redactada por el mismo: "Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al movimiento, aplicándoles castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas", de esta parte la Historia nos ha dejado ejemplos de cómo se desarrolló el golpe, sin embargo nos quedaremos sin saber como habría sido España de haberse desarrollado los acontecimientos tal y como lo diseño Mola, sobre todo teniendo en cuenta que: “La conquista del poder ha de efectuarse aprovechando el primer momento favorable y a ella han de contribuir las Fuerzas Armadas, conjuntamente con las aportaciones que en hombres y elementos de todas clases faciliten los grupos políticos, sociedades e individuos aislados que no pertenezcan a partidos, sectas y sindicatos que reciben inspiraciones del extranjero: socialistas, masones, anarquistas, comunistas, etc.”
Félix Maíz fue ayudante personal del general Mola desde la primavera de 1936 hasta su muerte, a la muerte del general Franco publicaría un libro de memorias en el que se recogían algunas polémicas opiniones de Mola respecto a la actuación de Franco durante el golpe y la guerra. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Sin embargo como todos sabemos el golpe fracasó, comenzó la Guerra Civil, y también las diferencias entre Mola y Franco, un terreno donde nuevamente las diferentes versiones según autores, nos aseguran la polémica. Tal vez una de las obras que desde la cercanía personal más nos puedan aportar sea el libro “Mola frente a Franco” de Félix Maíz, el ayudante civil del general Mola desde la primavera de 1936 hasta la muerte del general. Un testigo de excepción que vivió en primera persona muchos de los acontecimientos más destacados de toda esta historia. El libro de Maíz no fue publicado hasta la muerte del general Franco, lo que nos puede dar una orientación de cual es su contenido. En este trabajo, el secretario de Mola nos muestra los desencuentros entre ambos generales, que ya comenzarían durante el mismo desarrollo del golpe. Según recoge Maíz, Mola responsabiliza a Franco de alguna forma, debido a sus dudas y precauciones iniciales, del fracaso del golpe: "Esas treinta y ocho horas de retraso en la toma del mando del general Franco en Marruecos se van a convertir en muchos meses de guerra", según el autor Mola llegó a manifestar refiriéndose a la situación en Marruecos: "Si llego a estar en el otro lado, esto se había concluido".
Pese a sus diferencias, Mola siempre acató con respeto y obediencia las decisiones del que fuera proclamado “Caudillo” por el bando sublevado. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Pero seguramente el mayor fracaso de Mola respecto a Franco, fue el no impedir que Franco se hiciera con un poder absoluto dentro del bando sublevado. Franco sería nombrado Generalísimo el primero de octubre de 1936 en la finca del ganadero Pérez Tabernero, en Salamanca, una reunión en la que unos militares apoyaron a Franco y otros a Mola, produciéndose un empate en la primera votación, aunque Mola finalmente se retiró de la pugna y se mostró partidario de que fuera Franco el elegido para ocupar el cargo, con la decepción de algunos militares que le apoyaban o que no veían con buenos ojos que el poder se concentrara en una figura como la de Franco. Posteriormente tras la unificación de la Falange y los Carlistas en abril del 37, Franco acapararía tanto el poder militar como el político, constituyéndose en una figura similar a la de Hitler en Alemania o Mussolini en Italia. Según recoge el general Kindelán en sus memorias, el general Cabanellas tras aquella decisión manifestó: «Ustedes no saben lo que han hecho, porque no lo conocen como yo, que lo tuve a mis órdenes en el Ejército de África como jefe de una de las unidades de la columna a mi mando; y si, como quieren, va a dársele en estos momentos España, va a creerse que es suya y no dejará a nadie que lo sustituya en la guerra ni después de ella, hasta su muerte; sin que tenga que decir nada de sus prendas militares, morales ni de otro tipo, que soy el primero en reconocer.»
Pese a haber apoyado la elección de Franco, Mola comenzó a no ver con buenos ojos la concentración excesiva de poder en manos del “Caudillo” y tampoco la forma en la que se estaba llevando la guerra, Mola se opuso al bombardeo de Guernica. Las discrepancias fueron en aumento, Mola pronunciaría dos encendidos discursos en Radio Burgos, que no gustaron a Franco, y cuando tenía preparado un tercero, Franco le impidió leerlo según recoge Maíz con un rotundo “tú te callas”.
Emilio Mola ocuparía San Sebastián en las semanas posteriores al golpe (en la imagen), sin embargo el avance de sus columnas sería detenido en la sierra de Madrid. En el momento de su muerte se encontraba dirigiendo la Campaña del Norte y Bilbao sería ocupado dos semanas después del accidente. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Otro testigo de excepción de la relación entre Mola y Franco es Ramón Serrano Suñer, cuñado del general Franco y una de las personas con más influencia y poder político durante la guerra y los primeros años del franquismo. En el libro “Serrano Suñer, conciencia y poder” de su biógrafo Ignacio Merino , encontramos algunos párrafos muy interesantes que nos pueden dar una idea de cómo era la relación entre ambos generales. Refiriendose a las fechas previas a la muerte de Mola, Serrano Suñer sostiene:
Ramón Serrano Suñer, además de cuñado del general Franco, era una de las personas con más poder e influencia en el bando sublevado. En sus memorias ofrece testimonios de indudable interés sobre las relaciones entre Mola y Franco. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
«A esas alturas, el único desafió a su autoridad era el general Mola. Muerto Sanjurjo en los primeros días de la guerra, fusilado Goded y recluido Queipo de Llano en su feudo sevillano, solo quedaba la sombra amenazante del Director, que aunque acató con nobleza la entronización de Franco, no veía con buenos ojos la excesiva concentración de poderes.
-Me alegro de tu nombramiento como generalísimo, jefe del estado y de ese partido tuyo, pero las labores de gobierno y de retaguardia exigen mayor dedicación, mi general.
Franco callaba molesto, y luego se desquitaba con su cuñado.
-Este Mola es un majadero. Claro, como es socialista, ya se sabe.
Había también diferencias de opinión en cuanto a la conducción de la guerra. A Mola le disgustaba la guerra de desgaste y aniquilación emprendida por Franco y su obsesión por tomar Madrid. Era más partidario de tomar el Norte a base de masivos bombardeos aéreos, pensando que Madrid caería por su propio peso. También quiso, al principio de la guerra, que se respetase el régimen republicano y la bandera tricolor.
A finales de Mayo tuvieron un encuentro en Burgos en el que Mola insinuó cierto reparto de poderes. Franco le atajó hablando de la importancia del liderazgo único y de la misión que la Historia le encomendaba. Al salir del despacho, Emilio Mola se encontró con Serrano Suñer. El general iba hecho una furia.
-¿Qué tal mi general?
-Mal Serrano, mal. El Caudillo ya no escucha. Ese coro de aplaudidores lo tiene cegado, pero yo ya estoy determinado. El próximo día que venga pienso proponerle oficialmente que me deje asumir la jefatura del Gobierno y que se quede con la del Ejercito, el Estado y el Partido. ¿Qué le parece a usted?.
-Pues que no lo va a tener fácil.
-Bien, ya hablaremos, ahora tengo que irme. Hasta pronto.
No volvieron a verse. »
Pero es el día previo al accidente, y el motivo del viaje, lo que puede haber despertado más dudas, según Serrano Suñer, este viajaba a Burgos para solicitar al “Caudillo” la jefatura del gobierno como hemos visto. Por su parte Maíz recoge que la anoche anterior a su muerte, Mola sostuvo una conversación con Franco en la que le escuchó decir: "No lo comprendo. Repito. Yo no paso por eso", antes de colgar dando un sonoro golpe con el teléfono.
A la mañana siguiente, Mola embarcaría en el avión en el que se desplazaba habitualmente, un Airspeed AS-6 Envoy, un avión con una curiosa historia tras de sí. Este aparato había pertenecido al Ejército Republicano, pero el 26 de septiembre de 1936 el piloto Fernando Rein Loring deserta y consigue aterrizar en Pamplona , pasando el aparato al grupo 41 de la Aviación Nacional. Desde ese momento el avión sería utilizado por el general Mola para sus desplazamientos, siendo su piloto habitual el capitán Chamorro.
Fernando Rein Loring, era un consumado piloto antes de iniciarse la guerra. Entre sus hazañas figura un vuelo en solitario entre Madrid y Manila. Comenzó la guerra en el bando republicano, consiguiendo pasarse al enemigo con el aparato que posteriormente utilizaría el general Mola para sus desplazamientos y con el que encontraría la muerte. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
A las diez y cuarto de la mañana el genral Mola sube en Vitoria al avión. Con el viajan el capitán Chamorro, un mecanico: el sargento Barreda , el teniente coronel Pozas y el comandante de Estado Mayor Senac.
El avión despega y en su vuelo sigue la carretera hacia Burgos, algunos minutos más tarde sobrevuela Miranda de Ebro y Pancorbo, a las diez y treinta y cinco el avión sigue el curso del río Oca a la altura de Briviesca. Una espesa niebla cubre el monte de la Brújula, entre Castil de Peones y la aldea de Alcocero, y el avión, que volaba a baja altura, se acaba estrellando. Una gran explosión es escuchada por muchas personas que se encuentran trabajando en las labores agrícolas en los alrededores, cuando se dirigen al lugar donde se ha producido el accidente, encuentran los cinco cadáveres muy desfigurados y a gran distancia unos de otros, el impacto ha sido brutal.
Fotografía de un Airspeed Envoy de la LAPE (Líneas Aéreas Postales Españolas) idéntico al utilizado por Mola y con el que sufriría el mortal accidente. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
En el muy interesante y recomendable blog “Monumento al General Mola”, que aporta mucha e interesante información sobre el accidente y la construcción del monumento, se recoge una entrevista con un testigo de excepción, Francisco Romera López, que sería alcalde de Alcocero entre 1938 y 1962 además de testigo directo de aquel episodio, preguntado sobre lo ocurrido el día del accidente responde:
«De ese día lo recuerdo bastante bien. Estaba con mi padre segando la cebada y oímos un golpe muy fuerte en el monte ahí arriba (señala el monte de la Brújula) y desde aquí no se ve porque se estrelló en el otro lado, pero empezó a salir humo y nosotros estábamos en una tierra que tenemos en Cueva-Cardiel, y entonces subimos por el camino que hay en ese pueblo hasta arriba con un montón de gente de allí que subió con nosotros, según estamos llegando arriba empezó a llover y nos pusimos de agua… Entonces nos metimos debajo de unos pinos que había allí y cuando escampó fuimos un poco por el cerro al otro lado y vimos un avión que estaba quemado y un vecino de los de Alcocero bajó corriendo al pueblo a llamar a la Guardia Civil desde la cabina del pueblo, mientras tanto nosotros nos acercamos un poco dando voces haber si había alguien dentro y no contestaba nadie, me acuerdo que rodeé el avión con otros dos y un poco más abajo había más piezas, bajamos hasta allí y había dos personas quemadas al lado de las piezas, me acuerdo que nos echamos las manos a la cabeza (se echa las manos a la cabeza mientras lo iba contando) y les di una voz a los que estaban allí arriba con el resto del avión y bajó mi padre con más gente y nos pusimos a mover lo cachos del avión que había allí y resulta que debajo de una plancha de acero encontramos a otro.
P: ¿Pudisteis identificar a alguno?
Fco: “No, estaban quemados, sabíamos que eran militares porque llevaban el traje, pero no nos imaginábamos que iba a ser Mola el que estaba allí muerto, suponíamos que era alguien importante porque antes raro era el avión que no llevaba a algún comandante importante o algún alto cargo”.
P: ¿Según dicen varias fuentes, Mola apareció muerto con su cámara de fotos al cuello os encontrasteis a alguno de los que viajaban en el avión con una cámara?
Fco: “Pues ahora no me acuerdo si iba con cámara o no” sólo recuerdo que todos los trajes de los que estaban allí a pesar de que alguno estaba quemado, conservaban las medallas que se ponían en el pecho”.
P: ¿Cómo fueron los momentos posteriores al accidente?
Fco: “Nos quedamos esperando a que viniese la Guardia y una vez que llegaron nos dispersaron y nos mandaron a cada uno a su casa menos a mi padre y al alcalde de Cueva-Cardiel cuando bajamos era ya tarde. A media noche bajó mi padre de monte y al día siguiente reunió a todos los hombres del pueblo y les estuvo diciendo que por orden de la guardia había que subir a monte a recoger los trozos del avión y dejarlos en el pueblo porque al día siguiente iba a venir un camión a por ellos. Los vecinos de Cueva-Cardiel vinieron también con nosotros y subimos pronto por la mañana, yo y mi padre llevamos un percherón que teníamos en el establo con un carro que utilizábamos para todo y poco a poco al cabo del día fuimos recogiendo el avión del monte y poniendo los trozos amontonados en la plaza, al día siguiente vino un camión y estuvimos cargando los trozos del avión y se lo llevaron, arriba (señala al monte) había bastante más gente, todos ellos militares y guardias”. »
Vecinos de la localidad burgalesa de Alcocero (denominada Alcocero de Mola desde el accidente hasta nuestros días) junto a los restos del aparato siniestrado que ellos mismos tuvieron que bajar desde el monte. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
La mayoría de las teorías apuntan a un accidente como consecuencia de la niebla, y seguramente esta sea la teoría acertada, pero como decimos hay diferentes versiones sobre las causas que hicieron que el aparato acabara estrellándose. Una de estas teorías sostiene que el avión, que como ya hemos dicho había pertenecido inicialmente a la aviación republicana, mantenía su matriculación original, es decir la misma que el aparato tenía en el Reino Unido donde fue adquirido. Esto pudo hacer que alguna batería antiaérea o bien aviones del ejército franquista abrieran fuego contra el avión de Mola. Según recoge el magistrado y juez de instrucción Olegario Somoza Castro en su libro ““La muerte violenta: inspección ocular y cuerpo del delito. Las decisivas primeras 24 horas””, el aparato que todavía volaba con matrícula inglesa, sería atacado al ser confundido con un avión republicano, “inmediatamente el piloto, tal vez con un motor averiado por los disparos, realizó la única maniobra evasiva que podía efectuar para salir con suerte del trance: picar hacia el suelo y volar semienvuelto en la niebla para escapar, pero un cerro se interpuso casi tras haberlo logrado”. Esto explicaría la gran violencia del impacto que se intuye por la localización de los restos y los cuerpos sobre el terreno, que estaría motivada por la gran velocidad que llevaba el aparato para efectuar la maniobra de evasión.
Otras de las posibles teorías sería la del sabotaje, que sería realizado para deshacerse de un personaje que empezaba a resultar incómodo como era el general Mola, aunque esta teoría es bastante improbable dado tal y como se produjeron los hechos. También en el blog “Monumento al General Mola” encontramos una nueva teoría, sostenida por Dionisio Chamorro Miranda, primo del piloto del avión de Mola. Según se recoge en el blog este familiar sostiene:
« “Mi cabeza ofrecería como garantía de que la muerte de Mola se debe a mi primo. Tantas veces se jugó la vida, que jugársela una más y perderla a cambio de aniquilar a un tirano no ha sido cosa que haya tenido que pensar durante mucho tiempo. Él por encima de todo, era anarquista.” El primo del capitán también facilitó que Francisco Chamorro cumplió el servicio militar en el regimiento de la caballería de Villaviciosa en Sevilla en el año 1909. Luego ese regimiento se traslado a África donde más tarde Chamorro pasó a ser asistente del teniente coronel del regimiento; y además futuro marido de su hija por obligación de este. Más tarde Chamorro contra las indicaciones de su suegro, se alejó del ejército y quedo de empleado en los muelles de Melilla. Sobrevino una huelga y participó de manera destacada por lo que el Gobierno lo trajo de nuevo a la península.
Una vez aquí empezó a trabajar en las minas de Ríotinto jugándose la vida como un minero más, pero se celebró otra huelga y volvió a manifestarse de manera superior a los demás y estuvo preso. Al salir de la cárcel la vida del capitán volvió a empezar y retornó a Melilla con su mujer y sus hijos, y dejando atrás su actuación obrera y social se incorporó al Tercio. Una vez allí empezó a escalar posiciones, hasta que llegó al servicio de la aviación y consiguió hacerse piloto, llegando así a ser el más fiable para Mola y dejando en cada vuelo su vida en las manos del capitán. »
Hasta aquí algunas de las teorías, aunque personalmente nos inclinamos a pensar que se trató de un accidente provocado por la niebla. Sea como fuere, la realidad es que la muerte de Mola, dejó el camino totalmente despejado a Franco para ejercer un poder absoluto durante las próximas décadas sin nadie que le hiciera la más mínima sombra. Mola había muerto, ahora quedaba por saber como encajaría la noticia el “Caudillo”.
Recogemos nuevamente el testimonio de Ramón Serrano Suñer, recogido por su biógrafo Ignacio Merino en el libro “Serrano Suñer, conciencia y poder” ya citado en esta crónica. Retomamos el relato del libro sobre Serrano Suñer donde lo dejamos anteriormente:
«El 3 de junio, volando de Vitoria a Burgos, cuando con toda la cuestión iba a plantearle la cuestión a Franco, su aparato se estrelló contra el cerro del Alcocero. Las lenguas desatadas hablaron de sabotaje, el parte oficial lo atribuyó a la niebla y puede que hasta fuera alcanzado por algún caza nacional, pues el general viajaba en un Airspeed Envoy que había pertenecido al ejército republicano y que él confiscó a un desertor que se había pasado al bando nacional.
Serrano guardó las últimas palabras que le escuchó (a Mola) en un cofre sin fondo de lo que pudo ser y no fue, comprendiendo que el último escollo había desaparecido, que ya nada se interpondría a su cuñado. Su baraka no lo abandonaba.
En el cuartel general recibieron la noticia con consternación. Nadie se atrevía a dar la noticia al Caudillo, y tuvo que ser el militar de más edad quien le comunicara la trágica pérdida. El almirante Cervera entró nervioso y emocionado en el despacho de Franco, y ante la mirada de este, empezó a perderse entre circunloquios y lamentos. El Generalísimo, impaciente, corto en seco su agonía.
-Vamos, dígamelo de una vez!
-El… general… Mola ha… perecido en accidente de aviación cuando venía hacia el Cuartel General. Estamos anonadados. No… no sabe cuanto lo lamento, mi general.
Franco hizo un gesto mecánico de recoger un papel. No quería contemplar los ojos húmedos del anciano.
-¡Ah, es eso! Creí que iba usted a decirme que habían hundido el Canarias.
Según Serrano Suñer, cuando el almirante Cervera, visiblemente emocionado y desencajado, comunicó a Franco en su despacho, la noticia de la muerte del general Mola, este con total frialdad le respondió: “¡Ah, es eso! Creí que iba usted a decirme que habían hundido el Canarias.” (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Era demasiado evidente que para él no era una pérdida sino un alivio. Su frialdad ante la noticia traspasó los muros de su despacho y llegó hasta los informes de los embajadores de Inglaterra y Francia. A Vegas Latapié le confió más tarde:
-Mola era un cabezota… Al fin y al cabo no es para tanto, un general que muere en el frente… bueno, pues es casi normal.
Pero quien se había muerto no era solo “un general”, sino la cabeza rectora de aquel Alzamiento, el Director, el hombre que, en definitiva debería haber compartido de alguna forma el poder y la gloria con él.
La memoria de Mola quedó diluida entre la multitud de mártires y caídos. Franco le otorgó el título de duque en 1947, con la tranquilidad de quien corona una cabeza que no puede levantarse y en un gesto inaudito de monarca hacia un vasallo leal. La presidencia del Gobierno, que Mola deseaba en persona distinta a Franco, se unió a los demás cargos que ostentaba el Caudillo y continuó así durante 36 años, hasta que Carrero Blanco -el monago oferente- consiguió, aunque por poco tiempo, el nombramiento. »
Sin duda un impresionante testimonio este de Serrano Suñer, que nos acerca a otra visión de la personalidad, muchas veces intencionadamente maquillada, del general Franco. En línea con este testimonio tenemos la del embajador alemán Von Faupel, quien anotaría en su diario "El Generalísimo, sin duda, se siente aliviado por la muerte de Mola". Franco, sin embargo, ofrecería otra imagen, la del militar y hombre dolido por la muerte de un querido compañero y amigo, y desde el momento de su muerte se encargaría de que la memoria de Mola fuera perpetuada y su figura honrada, muchas calles tomaron el nombre del malogrado general, se realizaron innumerables actos de homenaje. Pero quizá el más simbólico de todos fue la construcción de un grandioso monumento en su honor, erigido en el mismo lugar donde se produjo el accidente. Nuestra próxima crónica estará dedicada a este monumento y parte de su historia.
Florentino Areneros.
LA MUERTE DEL GENERAL MOLA
El pasado 3 de Junio de 2012 se cumplían 75 años del accidente de aviación en el que perdería la vida el general Emilio Mola. El siniestro ocurrió en tierras del municipio burgalés de Alcocero, en el monte de la Brújula, en el lugar que se conoce como “Cerro Perejil”. Con motivo de esta efeméride, me desplacé al lugar de los hechos acompañado de parte del equipo de redacción. Allí nos esperaba nuestro colaborador R. Capa, un auténtico fuera de serie en todo lo relacionado con la Guerra Civil en la provincia de Burgos, como ya dejó de manifiesto en su inigualable artículo sobre el Padre Revilla. De aquella visita guiada al lugar nace esta crónica que tendrá continuidad en una posterior dedicada al monumento construido en el lugar del accidente.
Dos años después de la muerte de Mola, en el lugar del accidente se levantaría un grandioso monumento en su honor y en el de los otros cuatro militares que le acompañaban en aquel vuelo. En la actualidad, este monumento se encuentra abandonado y con un deterioro manifiesto. FOTO JAZ. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
En la muerte del general Mola confluyen todos los ingredientes necesarios para que surjan diferentes teorías que pongan en cuestión la versión oficial de aquel episodio. Como vimos en una crónica publicada hace ahora un año , Emilio Mola fue la persona encargada de organizar y coordinar el golpe militar de julio de 1936, operación que al fracasar desencadenaría la Guerra Civil, motivo por el que sería conocido como “el Director”. Sin embargo Mola iría perdiendo protagonismo según avanzaba la contienda a medida que el prestigio y el poder del general Franco aumentaban.
En los planes iniciales del golpe, una vez que los militares se hubieran hecho con el control de la situación en el país, la persona que habría de tomar las riendas sería el general Sanjurjo, que se encontraba exiliado en Portugal desde que encabezó otro golpe militar fallido contra la República en 1932. Sanjurjo fallecería también en otro accidente de aviación al dirigirse hacia España el 20 de julio de 1936. Tras la muerte de Sanjurjo, el poder en el bando golpista recaería finalmente en el general Franco, quien acapararía todos los resortes de poder asegurándose la continuidad de esta situación una vez finalizada la guerra, algo que no agradaría a muchos de los generales que apoyaron el golpe.
El general Sanjurjo era la persona que habría de tomar el mando de los sublevados una vez consumado el golpe, sin embargo fallecería en otro accidente de aviación cuando se dirigía a España desde Lisboa. En la fotografía vemos los restos del aparato en el que viajaba tras el accidente. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
La idea inicial de Mola era la de realizar un golpe militar contundente y de desenlace fulminante. Una vez culminado el levantamiento, el poder recaería en un directorio militar con el general Sanjurjo a la cabeza, que se encargaría de asegurar el orden en el país, para una vez controlada la situación regresar los militares a los cuarteles regresando el poder a manos de civiles. De la “contundencia” de la operación nos podemos hacer una idea leyendo la “Instrucción Reservada Nº1” redactada por el mismo: "Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al movimiento, aplicándoles castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas", de esta parte la Historia nos ha dejado ejemplos de cómo se desarrolló el golpe, sin embargo nos quedaremos sin saber como habría sido España de haberse desarrollado los acontecimientos tal y como lo diseño Mola, sobre todo teniendo en cuenta que: “La conquista del poder ha de efectuarse aprovechando el primer momento favorable y a ella han de contribuir las Fuerzas Armadas, conjuntamente con las aportaciones que en hombres y elementos de todas clases faciliten los grupos políticos, sociedades e individuos aislados que no pertenezcan a partidos, sectas y sindicatos que reciben inspiraciones del extranjero: socialistas, masones, anarquistas, comunistas, etc.”
Félix Maíz fue ayudante personal del general Mola desde la primavera de 1936 hasta su muerte, a la muerte del general Franco publicaría un libro de memorias en el que se recogían algunas polémicas opiniones de Mola respecto a la actuación de Franco durante el golpe y la guerra. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Sin embargo como todos sabemos el golpe fracasó, comenzó la Guerra Civil, y también las diferencias entre Mola y Franco, un terreno donde nuevamente las diferentes versiones según autores, nos aseguran la polémica. Tal vez una de las obras que desde la cercanía personal más nos puedan aportar sea el libro “Mola frente a Franco” de Félix Maíz, el ayudante civil del general Mola desde la primavera de 1936 hasta la muerte del general. Un testigo de excepción que vivió en primera persona muchos de los acontecimientos más destacados de toda esta historia. El libro de Maíz no fue publicado hasta la muerte del general Franco, lo que nos puede dar una orientación de cual es su contenido. En este trabajo, el secretario de Mola nos muestra los desencuentros entre ambos generales, que ya comenzarían durante el mismo desarrollo del golpe. Según recoge Maíz, Mola responsabiliza a Franco de alguna forma, debido a sus dudas y precauciones iniciales, del fracaso del golpe: "Esas treinta y ocho horas de retraso en la toma del mando del general Franco en Marruecos se van a convertir en muchos meses de guerra", según el autor Mola llegó a manifestar refiriéndose a la situación en Marruecos: "Si llego a estar en el otro lado, esto se había concluido".
Pese a sus diferencias, Mola siempre acató con respeto y obediencia las decisiones del que fuera proclamado “Caudillo” por el bando sublevado. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Pero seguramente el mayor fracaso de Mola respecto a Franco, fue el no impedir que Franco se hiciera con un poder absoluto dentro del bando sublevado. Franco sería nombrado Generalísimo el primero de octubre de 1936 en la finca del ganadero Pérez Tabernero, en Salamanca, una reunión en la que unos militares apoyaron a Franco y otros a Mola, produciéndose un empate en la primera votación, aunque Mola finalmente se retiró de la pugna y se mostró partidario de que fuera Franco el elegido para ocupar el cargo, con la decepción de algunos militares que le apoyaban o que no veían con buenos ojos que el poder se concentrara en una figura como la de Franco. Posteriormente tras la unificación de la Falange y los Carlistas en abril del 37, Franco acapararía tanto el poder militar como el político, constituyéndose en una figura similar a la de Hitler en Alemania o Mussolini en Italia. Según recoge el general Kindelán en sus memorias, el general Cabanellas tras aquella decisión manifestó: «Ustedes no saben lo que han hecho, porque no lo conocen como yo, que lo tuve a mis órdenes en el Ejército de África como jefe de una de las unidades de la columna a mi mando; y si, como quieren, va a dársele en estos momentos España, va a creerse que es suya y no dejará a nadie que lo sustituya en la guerra ni después de ella, hasta su muerte; sin que tenga que decir nada de sus prendas militares, morales ni de otro tipo, que soy el primero en reconocer.»
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Pese a haber apoyado la elección de Franco, Mola comenzó a no ver con buenos ojos la concentración excesiva de poder en manos del “Caudillo” y tampoco la forma en la que se estaba llevando la guerra, Mola se opuso al bombardeo de Guernica. Las discrepancias fueron en aumento, Mola pronunciaría dos encendidos discursos en Radio Burgos, que no gustaron a Franco, y cuando tenía preparado un tercero, Franco le impidió leerlo según recoge Maíz con un rotundo “tú te callas”.
Emilio Mola ocuparía San Sebastián en las semanas posteriores al golpe (en la imagen), sin embargo el avance de sus columnas sería detenido en la sierra de Madrid. En el momento de su muerte se encontraba dirigiendo la Campaña del Norte y Bilbao sería ocupado dos semanas después del accidente. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Otro testigo de excepción de la relación entre Mola y Franco es Ramón Serrano Suñer, cuñado del general Franco y una de las personas con más influencia y poder político durante la guerra y los primeros años del franquismo. En el libro “Serrano Suñer, conciencia y poder” de su biógrafo Ignacio Merino , encontramos algunos párrafos muy interesantes que nos pueden dar una idea de cómo era la relación entre ambos generales. Refiriendose a las fechas previas a la muerte de Mola, Serrano Suñer sostiene:
Ramón Serrano Suñer, además de cuñado del general Franco, era una de las personas con más poder e influencia en el bando sublevado. En sus memorias ofrece testimonios de indudable interés sobre las relaciones entre Mola y Franco. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
«A esas alturas, el único desafió a su autoridad era el general Mola. Muerto Sanjurjo en los primeros días de la guerra, fusilado Goded y recluido Queipo de Llano en su feudo sevillano, solo quedaba la sombra amenazante del Director, que aunque acató con nobleza la entronización de Franco, no veía con buenos ojos la excesiva concentración de poderes.
-Me alegro de tu nombramiento como generalísimo, jefe del estado y de ese partido tuyo, pero las labores de gobierno y de retaguardia exigen mayor dedicación, mi general.
Franco callaba molesto, y luego se desquitaba con su cuñado.
-Este Mola es un majadero. Claro, como es socialista, ya se sabe.
Había también diferencias de opinión en cuanto a la conducción de la guerra. A Mola le disgustaba la guerra de desgaste y aniquilación emprendida por Franco y su obsesión por tomar Madrid. Era más partidario de tomar el Norte a base de masivos bombardeos aéreos, pensando que Madrid caería por su propio peso. También quiso, al principio de la guerra, que se respetase el régimen republicano y la bandera tricolor.
A finales de Mayo tuvieron un encuentro en Burgos en el que Mola insinuó cierto reparto de poderes. Franco le atajó hablando de la importancia del liderazgo único y de la misión que la Historia le encomendaba. Al salir del despacho, Emilio Mola se encontró con Serrano Suñer. El general iba hecho una furia.
-¿Qué tal mi general?
-Mal Serrano, mal. El Caudillo ya no escucha. Ese coro de aplaudidores lo tiene cegado, pero yo ya estoy determinado. El próximo día que venga pienso proponerle oficialmente que me deje asumir la jefatura del Gobierno y que se quede con la del Ejercito, el Estado y el Partido. ¿Qué le parece a usted?.
-Pues que no lo va a tener fácil.
-Bien, ya hablaremos, ahora tengo que irme. Hasta pronto.
No volvieron a verse. »
Pero es el día previo al accidente, y el motivo del viaje, lo que puede haber despertado más dudas, según Serrano Suñer, este viajaba a Burgos para solicitar al “Caudillo” la jefatura del gobierno como hemos visto. Por su parte Maíz recoge que la anoche anterior a su muerte, Mola sostuvo una conversación con Franco en la que le escuchó decir: "No lo comprendo. Repito. Yo no paso por eso", antes de colgar dando un sonoro golpe con el teléfono.
A la mañana siguiente, Mola embarcaría en el avión en el que se desplazaba habitualmente, un Airspeed AS-6 Envoy, un avión con una curiosa historia tras de sí. Este aparato había pertenecido al Ejército Republicano, pero el 26 de septiembre de 1936 el piloto Fernando Rein Loring deserta y consigue aterrizar en Pamplona , pasando el aparato al grupo 41 de la Aviación Nacional. Desde ese momento el avión sería utilizado por el general Mola para sus desplazamientos, siendo su piloto habitual el capitán Chamorro.
Fernando Rein Loring, era un consumado piloto antes de iniciarse la guerra. Entre sus hazañas figura un vuelo en solitario entre Madrid y Manila. Comenzó la guerra en el bando republicano, consiguiendo pasarse al enemigo con el aparato que posteriormente utilizaría el general Mola para sus desplazamientos y con el que encontraría la muerte. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
A las diez y cuarto de la mañana el genral Mola sube en Vitoria al avión. Con el viajan el capitán Chamorro, un mecanico: el sargento Barreda , el teniente coronel Pozas y el comandante de Estado Mayor Senac.
El avión despega y en su vuelo sigue la carretera hacia Burgos, algunos minutos más tarde sobrevuela Miranda de Ebro y Pancorbo, a las diez y treinta y cinco el avión sigue el curso del río Oca a la altura de Briviesca. Una espesa niebla cubre el monte de la Brújula, entre Castil de Peones y la aldea de Alcocero, y el avión, que volaba a baja altura, se acaba estrellando. Una gran explosión es escuchada por muchas personas que se encuentran trabajando en las labores agrícolas en los alrededores, cuando se dirigen al lugar donde se ha producido el accidente, encuentran los cinco cadáveres muy desfigurados y a gran distancia unos de otros, el impacto ha sido brutal.
Fotografía de un Airspeed Envoy de la LAPE (Líneas Aéreas Postales Españolas) idéntico al utilizado por Mola y con el que sufriría el mortal accidente. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
En el muy interesante y recomendable blog “Monumento al General Mola”, que aporta mucha e interesante información sobre el accidente y la construcción del monumento, se recoge una entrevista con un testigo de excepción, Francisco Romera López, que sería alcalde de Alcocero entre 1938 y 1962 además de testigo directo de aquel episodio, preguntado sobre lo ocurrido el día del accidente responde:
«De ese día lo recuerdo bastante bien. Estaba con mi padre segando la cebada y oímos un golpe muy fuerte en el monte ahí arriba (señala el monte de la Brújula) y desde aquí no se ve porque se estrelló en el otro lado, pero empezó a salir humo y nosotros estábamos en una tierra que tenemos en Cueva-Cardiel, y entonces subimos por el camino que hay en ese pueblo hasta arriba con un montón de gente de allí que subió con nosotros, según estamos llegando arriba empezó a llover y nos pusimos de agua… Entonces nos metimos debajo de unos pinos que había allí y cuando escampó fuimos un poco por el cerro al otro lado y vimos un avión que estaba quemado y un vecino de los de Alcocero bajó corriendo al pueblo a llamar a la Guardia Civil desde la cabina del pueblo, mientras tanto nosotros nos acercamos un poco dando voces haber si había alguien dentro y no contestaba nadie, me acuerdo que rodeé el avión con otros dos y un poco más abajo había más piezas, bajamos hasta allí y había dos personas quemadas al lado de las piezas, me acuerdo que nos echamos las manos a la cabeza (se echa las manos a la cabeza mientras lo iba contando) y les di una voz a los que estaban allí arriba con el resto del avión y bajó mi padre con más gente y nos pusimos a mover lo cachos del avión que había allí y resulta que debajo de una plancha de acero encontramos a otro.
P: ¿Pudisteis identificar a alguno?
Fco: “No, estaban quemados, sabíamos que eran militares porque llevaban el traje, pero no nos imaginábamos que iba a ser Mola el que estaba allí muerto, suponíamos que era alguien importante porque antes raro era el avión que no llevaba a algún comandante importante o algún alto cargo”.
P: ¿Según dicen varias fuentes, Mola apareció muerto con su cámara de fotos al cuello os encontrasteis a alguno de los que viajaban en el avión con una cámara?
Fco: “Pues ahora no me acuerdo si iba con cámara o no” sólo recuerdo que todos los trajes de los que estaban allí a pesar de que alguno estaba quemado, conservaban las medallas que se ponían en el pecho”.
P: ¿Cómo fueron los momentos posteriores al accidente?
Fco: “Nos quedamos esperando a que viniese la Guardia y una vez que llegaron nos dispersaron y nos mandaron a cada uno a su casa menos a mi padre y al alcalde de Cueva-Cardiel cuando bajamos era ya tarde. A media noche bajó mi padre de monte y al día siguiente reunió a todos los hombres del pueblo y les estuvo diciendo que por orden de la guardia había que subir a monte a recoger los trozos del avión y dejarlos en el pueblo porque al día siguiente iba a venir un camión a por ellos. Los vecinos de Cueva-Cardiel vinieron también con nosotros y subimos pronto por la mañana, yo y mi padre llevamos un percherón que teníamos en el establo con un carro que utilizábamos para todo y poco a poco al cabo del día fuimos recogiendo el avión del monte y poniendo los trozos amontonados en la plaza, al día siguiente vino un camión y estuvimos cargando los trozos del avión y se lo llevaron, arriba (señala al monte) había bastante más gente, todos ellos militares y guardias”. »
Vecinos de la localidad burgalesa de Alcocero (denominada Alcocero de Mola desde el accidente hasta nuestros días) junto a los restos del aparato siniestrado que ellos mismos tuvieron que bajar desde el monte. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
La mayoría de las teorías apuntan a un accidente como consecuencia de la niebla, y seguramente esta sea la teoría acertada, pero como decimos hay diferentes versiones sobre las causas que hicieron que el aparato acabara estrellándose. Una de estas teorías sostiene que el avión, que como ya hemos dicho había pertenecido inicialmente a la aviación republicana, mantenía su matriculación original, es decir la misma que el aparato tenía en el Reino Unido donde fue adquirido. Esto pudo hacer que alguna batería antiaérea o bien aviones del ejército franquista abrieran fuego contra el avión de Mola. Según recoge el magistrado y juez de instrucción Olegario Somoza Castro en su libro ““La muerte violenta: inspección ocular y cuerpo del delito. Las decisivas primeras 24 horas””, el aparato que todavía volaba con matrícula inglesa, sería atacado al ser confundido con un avión republicano, “inmediatamente el piloto, tal vez con un motor averiado por los disparos, realizó la única maniobra evasiva que podía efectuar para salir con suerte del trance: picar hacia el suelo y volar semienvuelto en la niebla para escapar, pero un cerro se interpuso casi tras haberlo logrado”. Esto explicaría la gran violencia del impacto que se intuye por la localización de los restos y los cuerpos sobre el terreno, que estaría motivada por la gran velocidad que llevaba el aparato para efectuar la maniobra de evasión.
Otras de las posibles teorías sería la del sabotaje, que sería realizado para deshacerse de un personaje que empezaba a resultar incómodo como era el general Mola, aunque esta teoría es bastante improbable dado tal y como se produjeron los hechos. También en el blog “Monumento al General Mola” encontramos una nueva teoría, sostenida por Dionisio Chamorro Miranda, primo del piloto del avión de Mola. Según se recoge en el blog este familiar sostiene:
« “Mi cabeza ofrecería como garantía de que la muerte de Mola se debe a mi primo. Tantas veces se jugó la vida, que jugársela una más y perderla a cambio de aniquilar a un tirano no ha sido cosa que haya tenido que pensar durante mucho tiempo. Él por encima de todo, era anarquista.” El primo del capitán también facilitó que Francisco Chamorro cumplió el servicio militar en el regimiento de la caballería de Villaviciosa en Sevilla en el año 1909. Luego ese regimiento se traslado a África donde más tarde Chamorro pasó a ser asistente del teniente coronel del regimiento; y además futuro marido de su hija por obligación de este. Más tarde Chamorro contra las indicaciones de su suegro, se alejó del ejército y quedo de empleado en los muelles de Melilla. Sobrevino una huelga y participó de manera destacada por lo que el Gobierno lo trajo de nuevo a la península.
Una vez aquí empezó a trabajar en las minas de Ríotinto jugándose la vida como un minero más, pero se celebró otra huelga y volvió a manifestarse de manera superior a los demás y estuvo preso. Al salir de la cárcel la vida del capitán volvió a empezar y retornó a Melilla con su mujer y sus hijos, y dejando atrás su actuación obrera y social se incorporó al Tercio. Una vez allí empezó a escalar posiciones, hasta que llegó al servicio de la aviación y consiguió hacerse piloto, llegando así a ser el más fiable para Mola y dejando en cada vuelo su vida en las manos del capitán. »
Hasta aquí algunas de las teorías, aunque personalmente nos inclinamos a pensar que se trató de un accidente provocado por la niebla. Sea como fuere, la realidad es que la muerte de Mola, dejó el camino totalmente despejado a Franco para ejercer un poder absoluto durante las próximas décadas sin nadie que le hiciera la más mínima sombra. Mola había muerto, ahora quedaba por saber como encajaría la noticia el “Caudillo”.
Recogemos nuevamente el testimonio de Ramón Serrano Suñer, recogido por su biógrafo Ignacio Merino en el libro “Serrano Suñer, conciencia y poder” ya citado en esta crónica. Retomamos el relato del libro sobre Serrano Suñer donde lo dejamos anteriormente:
«El 3 de junio, volando de Vitoria a Burgos, cuando con toda la cuestión iba a plantearle la cuestión a Franco, su aparato se estrelló contra el cerro del Alcocero. Las lenguas desatadas hablaron de sabotaje, el parte oficial lo atribuyó a la niebla y puede que hasta fuera alcanzado por algún caza nacional, pues el general viajaba en un Airspeed Envoy que había pertenecido al ejército republicano y que él confiscó a un desertor que se había pasado al bando nacional.
Serrano guardó las últimas palabras que le escuchó (a Mola) en un cofre sin fondo de lo que pudo ser y no fue, comprendiendo que el último escollo había desaparecido, que ya nada se interpondría a su cuñado. Su baraka no lo abandonaba.
En el cuartel general recibieron la noticia con consternación. Nadie se atrevía a dar la noticia al Caudillo, y tuvo que ser el militar de más edad quien le comunicara la trágica pérdida. El almirante Cervera entró nervioso y emocionado en el despacho de Franco, y ante la mirada de este, empezó a perderse entre circunloquios y lamentos. El Generalísimo, impaciente, corto en seco su agonía.
-Vamos, dígamelo de una vez!
-El… general… Mola ha… perecido en accidente de aviación cuando venía hacia el Cuartel General. Estamos anonadados. No… no sabe cuanto lo lamento, mi general.
Franco hizo un gesto mecánico de recoger un papel. No quería contemplar los ojos húmedos del anciano.
-¡Ah, es eso! Creí que iba usted a decirme que habían hundido el Canarias.
Según Serrano Suñer, cuando el almirante Cervera, visiblemente emocionado y desencajado, comunicó a Franco en su despacho, la noticia de la muerte del general Mola, este con total frialdad le respondió: “¡Ah, es eso! Creí que iba usted a decirme que habían hundido el Canarias.” (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
Era demasiado evidente que para él no era una pérdida sino un alivio. Su frialdad ante la noticia traspasó los muros de su despacho y llegó hasta los informes de los embajadores de Inglaterra y Francia. A Vegas Latapié le confió más tarde:
-Mola era un cabezota… Al fin y al cabo no es para tanto, un general que muere en el frente… bueno, pues es casi normal.
Pero quien se había muerto no era solo “un general”, sino la cabeza rectora de aquel Alzamiento, el Director, el hombre que, en definitiva debería haber compartido de alguna forma el poder y la gloria con él.
La memoria de Mola quedó diluida entre la multitud de mártires y caídos. Franco le otorgó el título de duque en 1947, con la tranquilidad de quien corona una cabeza que no puede levantarse y en un gesto inaudito de monarca hacia un vasallo leal. La presidencia del Gobierno, que Mola deseaba en persona distinta a Franco, se unió a los demás cargos que ostentaba el Caudillo y continuó así durante 36 años, hasta que Carrero Blanco -el monago oferente- consiguió, aunque por poco tiempo, el nombramiento. »
Sin duda un impresionante testimonio este de Serrano Suñer, que nos acerca a otra visión de la personalidad, muchas veces intencionadamente maquillada, del general Franco. En línea con este testimonio tenemos la del embajador alemán Von Faupel, quien anotaría en su diario "El Generalísimo, sin duda, se siente aliviado por la muerte de Mola". Franco, sin embargo, ofrecería otra imagen, la del militar y hombre dolido por la muerte de un querido compañero y amigo, y desde el momento de su muerte se encargaría de que la memoria de Mola fuera perpetuada y su figura honrada, muchas calles tomaron el nombre del malogrado general, se realizaron innumerables actos de homenaje. Pero quizá el más simbólico de todos fue la construcción de un grandioso monumento en su honor, erigido en el mismo lugar donde se produjo el accidente. Nuestra próxima crónica estará dedicada a este monumento y parte de su historia.
Florentino Areneros.
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Señor Areneros, le agradezco sobremanera este esfuerzo que hace. Gracias a usted, me he enterado de esta anécdota impresionante de Franco al recibir la noticia de la muerte de Mola, no muy distinto al comentario que expresó cuando vio una foto de Mussolini colgado bocabajo: "Lo han ahorcado mal". Sacas esas dos escenas en una novela y no se las cree nadie.
ResponderEliminarGracias
David Torres
Muy interesante, Florentino. En la obra "Franco" de Paul Prestón se cita muy frecuentemente a Serrano Suñer, su cuñado, que sabía bastante sobre el que fue dictador de España durante tantas décadas.
ResponderEliminarEl caudillo era un hombre mimado por su madre, despreciado por su padre, pero sin corazón.
Ha tenido suerte con la niebla burgalesa, ha tenido suerte con la desaparición de muchos personajes molestos para su poder, pero no pudo evitar la muerte suya, aunque unos parecían creerle inmortal.
Como dice Nietzsche, muchos hombres mueren demasiado tarde (La muerte voluntaria. Así hablaba Zaratustra)) Este es uno de ellos.
Saludos
Anne
IRIS:
ResponderEliminarMuchas gracias Anne, me alegra saber que te ha resultado interesante la crónica. No he leído el "Franco" de Preston, trataré de hacerlo. Lo que no cabe duda es que era un personaje con "baraka", aunque coincido en el comentario de Nietzsche.
DAVID TORRES:
Muchas gracias por su comentario, por visitar el blog y por el comentario de Franco sobre Mussolini, que no conocía. Espero seguirle viendo por aquí, está en su casa.
Florentino Areneros.
Otra teoría: Parece ser que el automóvil previsto para el traslado en caso de que el avión no pudiera volar tampoco llego a su destino. Esto confirmaría el sabotaje. Información facilitada por un hermano del capitán Chamorro
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario y por visitar el blog. Interesantísimo dato el que usted aporta y que desconocía,cuando se dan cita varias casualidades siempre aumentan las dudas. Si nos puede facilitar alguna referencia a esta información, como el sitio donde fue publicada o similar, para poder continuar con las investigaciones, le estaríamos muy agradecidos. Un saludo.
EliminarFlorentino Areneros.
Mi abuelo, camisa vieja falangista navarro y admirador y cercano del siniestro Mola, siempre sostuvo que "a la vez que se estrellaba el avión, su coche (alternativo) estallaba en un garaje de Pamplona". Confirmando la versión de Anónimo.
EliminarMuchas gracias Antton, interesantísma aportación que viene a aumentar más el peso de la balanza de las sospechas. Lo único es que Mola toma el avión en Vitoria, no en Pamplona, tal vez su abuelo confundiera con la distancia del tiempo ambos lugares. De todas formas voy a tratar de recuperar más información a ver si por hemerotecas o documentación se pudieran encontrar más datos.
EliminarMuchas gracias por su comentario.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarHola Florentino. Gracias por responder tan rápido y enhorabuena por este blog. Mi abuelo insistía en el carácter extremadamente precavido de Mola, y que hasta última hora sus propios subordinados no sabían qué medio de transporte iba a utilizar en desplazamientos largos (precavido y desconfiado). Efectivamente salió desde Vitoria, y allí estaba el día anterior, y desde allí sostuvo su última y misteriosa conversación telefónica con Franco. Cuando mi abuelo contaba esto (y más de un disgusto le costó) no llegaba a los 60 años, e insistía en que esto era conocido en los ambientes políticos de Pamplona en los que él se movía en esas fechas. Por último del libro-memorias de Félix Maíz (ayudante civil personal de Mola desde Marzo del 36) "MOLA FRENTE A FRANCO" transcribo el último párrafo de la solapa de su portada "Tras la muerte del general en accidente (?) de aviación ocurrida el 3 de junio de 1937,...." El interrogante (?) del párrafo es textual. En el interior del libro insiste en la posibilidad de un NO ACCIDENTE, y menciona hasta 3 presuntos atentados contra Mola, y que en el momento de su muerte seguían siendo investigados.
EliminarGracias de nuevo Antton por este interesantísimo testimonio de su abuelo, una lástima que ya no podamos contar con testigos de aquellos episodios. Trataré de recuperar el libro de Maíz en cuanto tenga un poco de tiempo para profundizar un poco másen el asunto. Por de pronto voy a abrir un hilo en el grupo Gefrema de Facebook http://cort.as/qo_D a ver si entre más gente podemos encontrar alguna nueva pista o testimonio.Es curioso que e tanto en la muerte de Sanjurjo, como en la de Mola e incluso en la de Ramón Franco, la sospecha de alguna intervención ajena todavía continúa en el aire.
EliminarGracias por de nuevo por su comentario. Un cordial saludo.
Agradezco mucho a Florentino esta información que se ha propiciado ya que esto era algo que me sospechaba hace mucho tiempo y que parece ser que tenía razón. Sin duda Franco fue un hombre oportunista que no solo se aprovechó de las muertes de Sanjurjo, José Antonio Primo de Rivera y Cabanellas, sino que se le podría acusar de propiciar la muerte de Mola que obviamente también le benefició. Otro dato que también conozco sobre este tema y es que la versión oficial de que el accidente fue culpa de la niebla se puede descartar ya que partes meteorológicos que confirman que en aquella situación el cielo estaba despejado.
ResponderEliminarMuchas gracias José por su comentario y por visitar el blog.
EliminarA mi entender Franco Más que un oportunista era un tipo con suerte, sus conocidos decían que tenía "baraka". Todas esas muertes que cita le facilitaron el camino al poder. La de Mola es más confusa, al igual que la de Valmes en Canarias, quien según el historiador Ángel Viñas fue asesinado facilitando así que Franco pudiera viajar a África el 18 de Julio. Creo que nunca sabremos con total certeza si lo de Mola fue o no un accidente, y en cuanto a la meteorología según me comentó en una ocasión un familiar del propio Viñas (Yuntas creo recordadr se apellida) que es piloto militar, al despegar hacía muy mal tiempo y alguien exclamó: "vaya hostia se van a dar".
Es un tema muy interesante, no sé como ningún historiador no ha profundizado en el estudio del mismo.
Un cordial saludo.
siendo yo un adolescente el maestro saco un libro que hablo de la muerte del general sanjurjo sospechosa cosa que hoy me creo, viendo las mentiras del régimen como en todas las políticas de derechas e izquierdas que a cual hizo mas daño
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario y por visitar el blog.
EliminarHubo tres accidentes aéreos que de alguna manera allanaron el camino a Franco: el de Sanjurjo, el de Mola y el de su hermano ramón, a lo que hay que unir la muerte de José Antonio. Sin estas desapariciones posiblemente Franco no hubiera tenido un poder tan absoluto y cómodo.
Saludos.
quiero incitar a las personas mal informadas que se enteren el por que estamos en otra dictadura esta vez económica que nos han robado la sociedad del bien estar, y nos quieren hacer ver que es una democracia para España cuando es todo lo contrario. el objetivo de democratizar España viene por orden de la cìa y kisiguer objetivo entrar en la Òtan. Para eso teníamos que democratizarnos. solo por ese motibo
ResponderEliminarSiempre me han repugnado los gallegos, con su descencencia judía asquerosa. Franco era un ejemplo de judas, su cara de judío gallego siempre me produció arcadas, esa pose pusilánime típica de marionetas sin honor, de vende-madres. Franco puso España en manos del clero, instrumento judaico por excelencia. Otra gallo habría cantado si hubiera sido Mola. España no habría retrocedido a la Edad Media, sino que habría prosperado tanto igual que la Alemania de Hitler. Puta cara de subnormal de Franco, cada vez que veo la cara de ese puto judío gallego me dan ganas de reventarsela.
ResponderEliminarLávate bien la boca antes de hablar de los gallegos, maldito rojo.
EliminarY tú quién coño eres para hablar así de los gallegos ni de nadie. No te conozco, pero tú eres un vago seguro, que has vivido bien por aquel levantamiento del 18.07 y de TODAS SUS CONSECUENCIAS de progreso y bienestar que tú has disfrutado. Cállate y curra, perro rojo.
EliminarInteresante aportación. Gracias
ResponderEliminarBuenos dias. Mi padre estuvo en la guerra civil, entro por Cadiz, luego frente norte y termino en Teruel, y siempre le oi decir que aquel accidente habia sido a proposito. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario y por visitar el blog.
EliminarEfectivamente la teoría de la conspiración tiene muchos defensores, para muchos no se trató de un accidente. Pero será muy difícil de probar.
Saludos.
Falta como referencia el libro que escribio el secretario personal de Mola. Jose Maria Iribarren y cuya primera edicion es inencontrable pues fue rapidamnete retirada de las librerias en plena guerra civil
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario y por visitar el blog. Muy bien traído el tema de Iribarren, efectivamente el testimonio de Iribarren hubiera sido fundamental para un mayor conocimiento del papel de Mola dese el golpe de julio, su libro una vez publicado fue censurado pero creo que se conservan algunos ejemplares, no ocurrió lo mismo con unos cuadernos que conservaba Iribarren que desaparecieron tras su detención en mayo del 37, poco antes de la muerte de Mola.
EliminarDestacar que cuando Mola fallece Iribarren ya no era su secretario, solo ejerció esa labor desde el golpe hasta diciembre del 36.
Saludos.
Estimat Senyor Floguero de la Moncloa, en su largo artículo no me ha parecido encontrar ninguna referencia a si Vuecencia y El Burgalés Septentrional han conseguido encontrar algún resto del dispositivo de activación de la bomba de tiempo que acabó con el avión. Porque no se me escapa que osté fue con el detector de metales a ver si había suerte. Atte.
ResponderEliminarLeyendo su artículo encuentro una contradición evidente, no es contradición suya sino que hay dos relatos contradictorios. Uno el que relata Vd que supongo es la versión oficial "Una espesa niebla cubre el monte de La Brújula entre Castil de Peones y la aldea de Alcocero, y el avión que volaba a baja altura se acabó estrellando ..
ResponderEliminarLa otra es la del Francisco Romera Lopez, testigo del suceso, "de ese día lo recuerdo bastante bien. Oímos un golpe muy fuerte en el montee, ahí arriba.... y que desde aquí no se ve porque se estrelló al otro lado.... y empezó a salir humo.
Como es evidente si se vio el humo es que no había niebla o viceversa si había niebla no podía verse el humo.
Muchas gracias por su comentario y por visitar el blog.
EliminarPues efectivamente no me había percatado de ese interesante detalle, otra pieza que no encaja en todo el relato. Trataré de recuperar el texto de donde saqué lo de la niebla y el itinerario que llevaba el avión, para confirmar si se trata de la versión oficial. Hace tiempo que escribí la crónica y no tengo frescos los datos.
Un cordial saludo.
Florentino Areneros.
Sería muy interesante e importante para las futuras generaciones de nuestro querido y sorprendente país, que de una vez por todas, se sepa la verdad, para que puedan aprender de lo que aconteció aquél día, pues cambió el curso de nuestra HISTORIA.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario y por visitar el blog.
EliminarCoincido completamente con usted, pero me temo que va a ser una tarea muy difícil, de haber existido alguna prueba habría sido ya eliminada y no podemos esperar ya ningún testimonio.
Un saludo.
Extraordinaria páginas !!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por sus palabras y por visitar el blog.
EliminarSr Areneros. Le voy a contar lo que sé yo sobre la muerte de Mola. Esta historia es la que me ha contado mi padre. Mi abuelo estaba destinado en el aeropuerto de Valladolid que iba a recibir ese día a Mola. Al parecer uno de los mejores amigos de mi abuelo estaba destinado en el aeropuerto de Vitoria. No tengo ni idea si fue ese mismo día o posteriormente cuando ambos hablaron por teléfono sobre el accidente, pero el amigo de mi abuelo le dijo que se había colocado un artefacto en dicho vuelo, y que habían participado cinco personas. Desconozco si uno de ellos era él. Tal y como está leyendo.
EliminarMi abuelo se lo contó a sus hijos, incluido mi padre, años después siendo estos niños. Y mi padre me lo contó a mí hace varios años. Si era íntimo amigo de mi abuelo, supongo que sería un militar de Valladolid que se encontraba en Vitoria en esos momentos. Por desgracia no sé su nombre. Conociendo a mi padre y lo que conocí de mi abuelo, aunque está mal que yo lo diga, no creo que mintiesen.
Espero que le sirva de algo.
Atentamente.
Muchas gracias por su comentario y por visitar el blog.
EliminarMe quedo sin palabras, es un testimonio extraordinario. Una lástima que no haya quedado constancia documental de ese testimonio. Cada vez creo estar más convencido de que realmente no se trató de un accidente, lo malo es que va a ser muy difícil de demostrar.
Si no me dice lo contrario voy a copiar también su comentario en el grupo de Gefrema de Facebook, a ver si conseguimos que alguna persona más se anime a dar más información:
https://www.facebook.com/groups/gefrema/
Muchas gracias de nuevo por compartir este extraordinario testimonio. Un cordial saludo.
Florentino Areneros.
Muchas gracias a usted por seguir investigando. Tal y como usted dice, imposible de demostrar. La única posibilidad es que algún hijo o nieto de los presuntos autores del sabotaje salga a la luz para testificarlo. Y aún así tampoco sería posible corroborarlo. Las dos opciones materiales que son por un lado los restos del avión, se destruyeron, y por otro lado la orden, me temo que jamás se escribió, sino que fue oral. En mi familia siempre se ha tenido esa información como cierta, voy a intentar hablar de nuevo con algunos de mis tíos sobre el asunto por si tienen algún dato más que yo no recuerdo. Cualquier información o novedad le mantengo informado.
EliminarAtentamente.
Pues le agradezco nuevamente su colaboración. Espero que sus indagaciones puedan aportar algo más de luz al asunto.
EliminarUn cordial saludo.
Pasmado de que algo tan evidente, salga ahora .Em estos hechos NADA fué casual.Que el gallego mediocre de voz atiplada le favoreció la suerte .... pues , evidente.Resultado de otro militar de chichi- nabo mata reclutas hambrientos de ambos bandos,en el poder pues política ficción.
EliminarPor cierto, gracias por tratar de no perder esa época no tan lejana donde nos dábamos de tiros en las cunetas.
EliminarMi abelo nació en 1900 , murió en 1976 despué de trabajar como animales como millones de españoles .Fué a recoger los restos de Annual , una fiesta sólo por salir una y no más en su vida de la montaña oriental Leonea. Le persiguieron en el 36 algún tema personal como tantos que fueron y era de Franco .Persona como tantas hijos del agobio y la necesidad.Sembradas las avenidas de tantos inocentes ,
lo que paso en la toma de badajoz, lo hizo mola,si lo hace franco hubiera sido hirosima,gracias por tu libro.Salud
ResponderEliminarHola, acabo de ver un telefilme en La 2 llamado "La Conspiración" que trata sobre el general Mola y los días previos a la Guerra Civil, aunque no dice mucho, luego, indagando he llegado a este blog y la verdad es que hay una información muy interesante. Es curioso ver como dentro ambos bandos hay una lucha interna de poder y de ideología. La muerte de Mola tiene similitudes conspiratorias con la muerte de Durruti, a la vez que Franco asumía todo el poder del bando nacional, los estalinistas fueron tomando el control del bando republicano. Es como si la guerra la comenzaran unos en 1936 y la continuaran otros a partir de mediados de 1937, da esa sensación en ambos bandos, un saludo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa culpa de que ahora este escribiendo aquí la tiene la película “mientras dure la guerra” del director Alejandro Amenábar, mi curiosidad por ahondar más en el conocimiento de esta parte de nuestra historia me llevo a poner en San Google “Junta de Burgo 1936” y tope con su página Web y con el artículo muerte del general Mola.
ResponderEliminarFantástico, gracias por la información aportada, y he seguido trasteando y me he encontrado con “las farolas republicanas” - una joyita - gracias de nuevo, trasteare mucho más.
Muchas gracias Chon por visitar el blog.
EliminarEspero que le guste lo que puede encontrar aquí, por variedad no será.
Saludos.
No entiendo por que borras comentarios, supobgo que sera porque te sienta mal que alguien contradiga la sarta de mentiras que cuentas en este articulo. Nadie con dos dedos de frente se cree que en una guerra vayas con los de tu propio bando. Una teoria asi solo pued venir de los rojos resentidos que la perdieron yras provocarla ellos mismos. Seria interesante n articulo entero sobre PARACUELLOS DEL JARAMA. Un saludo.
ResponderEliminarNo vayas* queria decir
ResponderEliminarMuy bueno e interesante el artículo...le felicito
ResponderEliminarMuchas gracias por sus palabras y por visitar el blog. Me akegra saber que le ha gustado el artículo. Perdón por la tardanza en responder pero a veces no me saltan los avisos.
EliminarUn saludo.
Florentino Areneros
El padre de mi padre fue fusilado por orden de Franco y hasta no hace mucho se desconocía su paradero. MANSILLA DE LAS MULAS. Mi ama comentaba que de pequeña en el Casco Viejo de Valladolid, cuando había mucha hambre, en un balcón del barrio colgaban todo tipo de alimentos como longanizas y otras delicias, era la casa de la viuda y los hijos del piloto al que le tocó (tuvieron que hacer una especie de sorteo macabro) estrellarse con el general Mola de pasajero. Un suicidio a cambio de protección para su familia.
ResponderEliminarMuchas gracias Elvira por tu comentario y por visitar el blog. Es muy interesante lo que comentas, hay algunos rumores pero no he encontrado ninguna información ni documentación, seguramente si existió la hicieron desaparecer.
EliminarUn cordial saludo.
Florentino Areneros.
Buscando la descendencia del g. Mola, me encuentro con su interesante blog. Muchas gracias por su información y dedicación. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias a usted por su comentario y por visitar el blog.
EliminarUn cordial saludo.
Pág 69 archivo Goma Vol 6
Eliminarhttp://libros.csic.es/download.php?id=448&pdf=products_pdfcomple&PHPSESSID=95cb38c697e4340d077c4378bac77981
Documento 6-44 Carta del card. Gomá a D. Carmelo Blay a propósito de una entrevista con el general Moscardó y dando noticias de la guerra. 7.VI.1937. Sección:Números Romanos Legajo:LII-LXVI Carpeta:LXVI Documento:77 Copia. Pamplona,Junio 7-937
,.. ... .....No diga nada absolutamente a nadie,pero la catástrofe no fue debida al choque contra un monte. Le diré otro día.
MercedesD, localizó usted a la descendencia de Mola?
EliminarHola no os conocía, demasié para my body. Llevo investigando 12 años sobre la guerra, qué hizo mi padre en ella y mi abuelo, en bandos distintos, padre e hijo.
ResponderEliminarEstoy interesado en Cerro Basurero, plaza Elíptica de Usera, ahí estuvo mi padre al principio, hasta que fue movilizado en el Regimiento de infantería nº 1 y después destinado a la 64ªB.M., a la zona de Teruel donde pasó toda la guerra hasta el final, después campos de concentración, cárcel, sumarísimo, etc.
Me gustaría conocer, mas sobre el Regimiento de infantería nº 1 de Madrid y sobre la batalla del cerro Basurero/Usera entre septiembre del 36 y febrero del 37.
Si alguien tiene información, fotos, etc se lo agradecería
Atentamente
MAlcón
Muchas gracias MAIcón por visitar el blog. Sobre el Vértice Basurero, esa era su definición militar, se ha escrito mucho. Te recomiendo que lleves tus consultas al grupo de Facebook de Gefrema, donde participan un buen número de investigadores e historiadores, y muchos expertos en todo lo relacionado con la Guerra Civil en Madrid. Lo encontrarás aquí: https://www.facebook.com/groups/gefrema
EliminarUn saludo.
Felicidades por su articulo, me ha encantado un apunte queria mencionar el que narra que oyo un gran impacto sobre el monte i luego vio humo.hace 2 años no me acuerdo donde lo lei ese mismo señor comento que el avion iba con los motores apagados antes de estrellarse, i mencionaba como que le huvieran metido azucar en el deposito i daban a entender i descartar un artefacto.pues mola era muy precavido i si sospechaba que Franco le jugase una mala pasada.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario. Tomamos nota del testimonio del testigo a ver si podemos localizarlo. Saludos.
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