sábado, 19 de septiembre de 2020

EL MISTERIO DEL SUBMARINO B-5

El submarino B-5 zarpa del puerto de Cartagena, al fondo se distingue el muelle de La Curra. (Foto Ministerio de Defensa). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

EL TRIANGULO DE LAS
BERMUDAS ANDALUZ
Y LA DESAPARICIÓN
DEL SUBMARINO B5


El Paraje Natural de Punta Entinas-Sabinar es un espacio situado en el Poniente Almeriense, entre los municipios de Roquetas de Mar y El Ejido. Se trata de una zona de lagunas, dunas y antiguas salinas ya abandonadas, que constituyen un inesperado santuario natural donde podemos contemplar una gran diversidad de especies animales, especialmente aves, y vegetales, además de un singular paisaje. Sorprendentemente todos estos kilómetros de litoral se han salvado de la voracidad del ladrillo, esperemos que continúe así para siempre.

Atardecer junto a la torre vigía de Cerrillos en el paraje natural de Punta Sabinar- Entinas. (Foto JAZ). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En el Siglo XIV el rey nazarí Yusuf I, bajo cuyo reinado se levantó parte de La Alhambra, ordenó a su visir Abu al-Nuayn Ridwan construir una serie de torres vigía a los largo de la costa del reino para protegerse de la piratería, las torres tendrían conexión visual unas con otras para comunicarse por medio de hogueras. Posteriormente y ya reinando Felipe II, se reforzaría esta estructura defensiva o de vigilancia, con la construcción de nuevas torres o remodelación y aprovechamiento de las anteriores nazaríes. En este Paraje Natural se conserva una de estas torres, denominada de Cerrillos, al parecer construida en el periodo de Felipe II, aunque hay opiniones que datan su origen en el periodo nazarí, una opción que me parece mucho más atractiva y sugerente. Desgraciadamente la torre presenta un lamentable estado que amenaza con terminar en un derrumbe, esperemos que las autoridades lo impidan.

Cruz en recuerdo de los dos militares fallecidos en 1989 en acto de servicio en las inmediaciones del lugar. (Foto JAZ). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Junto a la torre se encuentra un caserío, seguramente heredero de las antiguas instalaciones de las salinas, que se encuentra en perfectas condiciones y habitado. Entre el caserío y el mar existe un vértice geodésico, y a sus pies encontramos una cruz de mármol blanco. En la cruz podemos leer la siguiente inscripción:

IN MEMORIAN
LOS COMANDANTES PILOTOS
ASDRUBAL FERREIRO NIÑO
ALFONSO BLANCH BLANCH
MUERTOS EN ACTO DE SERVICIO
EL 15 DE DICIEMBRE DE 1989
D.E.P


Consultando la hemeroteca se comprueba que se trataba de los pilotos de un helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera, cuyo aparato cayó al mar en circunstancias desconocidas el 15 de diciembre mientras realizaban una misión de control en la lucha contra el tráfico de drogas en el Mar de Alborán. El cadáver del comandante Ferreiro sería encontrado cerca del lugar donde se halla la cruz, no así el de su compañero, ni tampoco el aparato. Este lamentable accidente es uno más de los que por desgracia se producen periódicamente en nuestra geografía, sin embargo buscando información sobre el mismo nos encontramos con la inquietante existencia de un denominado "Triángulo de las Bermudas Andaluz" que con uno de sus vértices en el Estrecho de Gibraltar incluiría gran parte de lo que conocemos como Mar de Alborán, estando situado otro de los vértices en el Cabo de Gata, y el tercero en la costa norte africana, cerca de Orán. Según algunas noticias la desaparición de este helicóptero sería uno de los fenómenos extraños acaecidos en esta misteriosa zona, como podemos comprobar en esta noticia del ABC.

Aproximación al área que podría ocupar el conocido “Triángulo de las Bermudas Andaluz”. (Fuente ABC-Andalucía). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

De todos los misteriosos incidentes atribuidos a la existencia de este misterioso "triángulo" tal vez el más conocido por su dimensión mediática e histórica sea el accidente de Palomares en el que se vieron involucrados dos aviones del ejército norteamericano que dejarían caer cuatro bombas atómicas sobre el litoral almeriense, concretamente en la localidad de Palomares, que afortunadamente no explotaron, aunque sus efectos todavía los padecen los vecinos de la zona, donde se conservan todavía áreas que presentan una elevada radiactividad.

El ministro Manuel Fraga se baña en las aguas de playa de Palomares tras el accidente de dos bombarderos atómicos estadounidenses que dejarían caer sus bombas sobre el litoral almeriense. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

La inquietante existencia de este misterioso Triángulo nos ha traído a la memoria la desaparición en esta misma zona durante la Guerra Civil del submarino republicano B-5 con sus 37 tripulantes a bordo, un misterio que más de 80 años después de su desaparición continúa sin esclarecerse. Nada se sabe de la nave, nunca se localizó el pecio, y tampoco se conocen cuales fueron las causas de su hundimiento o desaparición. Vamos a repasar la historia de este navío y las circunstancias de su enigmático y desconocido final.

Los seis submarinos de la Clase B atracados en el puerto de Cartagena. (Foto Ministerio de Defensa). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Los submarinos de la Clase B, seis en total, serían construidos entre 1917 y 1926 en los astilleros de Cartagena de la Sociedad Española de Construcción Naval, la antecesora de la actual Navantia (antes Bazan), se trataba del mismo diseño, con algunas modificaciones, del modelo estadounidense Holland F-105. Su triple casco les permitía realizar inmersiones de hasta 60 metros de profundidad. Estaban equipados con un cañón Vickers de 76mm, y con cuatro tubos lanzatorpedos, dos a proa y dos a popa, con torpedos de 450mm. Estos submarinos fueron diseñados antes de la I Guerra Mundial, por lo que en 1936 eran ya un modelo obsoleto si los comparamos con los nuevos sumergibles que intervendrán en la II Guerra Mundial. El B-5 en concreto se terminaría de construir en 1925.

Uno de los seis submarinos de la Clase B sale de los astilleros de Cartagena para ser botado. (Foto Ministerio de Defensa). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Al producirse el golpe militar de julio de 1936 que desencadenaría la Guerra Civil, el B-5 se encontraba en la Base de Cartagena bajo el mando del capitán de corbeta Carlos Barreda Terry, quien había sustituido unos pocos días antes al teniente de navío Francisco Javier Chereguini Pardo apartado del mando el 14 de julio ante las sospechas de que pudiera estar implicado en los preparativos del golpe. Sin embargo el cambio en el mando no lograría solventar el problema, ya que todos los indicios apuntan a que Carlos Barreda también apoyaba la sublevación al igual que la mayoría de la oficialidad de la Marina. Por el contrario la marinería en su inmensa mayoría se mantendrían leales a la legitimidad republicana, y así a los pocos días de producirse el golpe, la tripulación del B-5 hacía público el siguiente comunicado: «Submarino B-5 ruega hágase extensivo a periódicos y Centros del Frente popular, que toda la dotación se encuentra sin novedad, siguiendo una patriótica y leal adhesión a la República, sin que ni por un solo momento decaiga en ellos este espíritu, y encontrándose dispuestos a luchar hasta ver derribados a los enemigos de la República y de nuestra Madre España. Ánimo camaradas, en defensa de la República, que para nosotros es el triunfo. ¡Viva la República!». Pese al cambio en el mando de algunas de las naves de la escuadra, la desconfianza gubernamental en los oficiales al mando era mucha, y así en el B-5, al igual que en otras unidades, se crearían comités políticos entre la tripulación con la misión de supervisar la actuación de los oficiales al mando.

Anuncio publicado en la prensa en el que la tripulación del B-5 mostraba su adhesión y apoyo al gobierno republicano. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

El 17 de julio ante las primeras noticias de la sublevación en las plazas africanas, se ordena al B-5 junto a otras unidades, partir para realizar el bloqueo del Estrecho, sin embargo el sumergible no puede zarpar debido a que en ese momento se encontraba siendo reparado en el puerto de Cartagena. Finalmente zarparía el 24 de julio, dedicándose desde ese momento a las labores de patrulla en el Mar de Alborán, teniendo como base de operaciones y avituallamiento el puerto de Málaga. Desde esa fecha hasta su misteriosa desaparición en el mes de octubre de ese mismo año, y pese a la gran actividad y movimiento de naves en la zona durante aquellas fechas, no se conoce ninguna actuación del B-5, lo que algunos autores achacan a la actitud de pasividad del oficial al mando de la nave, quien podría haber llegado a desobedecer o retrasar las órdenes recibidas.

Carga de torpedos en un submarino de la Clase B. (Foto Ministerio de Defensa). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Esta actitud del capitán de corbeta Barreda Terri despertaría las sospechas de la tripulación, cuyo comité político presentaría una queja ante el Jefe de la Flotilla denunciando “su despreocupación en el trimado y del abandono de las normas de seguridad, llegando incluso a hacer inmersión con la escotilla abierta. Decían que Barreda prefería hundirse con su submarino a servir a la República”. La desconfianza era mutua, por una parte la tripulación sospechaba de su comandante y vigilaba de cerca todos sus movimientos, mientras que este temía correr la misma suerte que muchos de sus compañeros oficiales, asesinados en los primeros momentos de la sublevación por la marinería.

Cámara de maniobras de un submarino de la Clase B. (Foto Ministerio de Defensa). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

En medio de esta tensa situación entre oficiales y tripulación se llegaría a la segunda mitad del mes de octubre de 1936, cuando el B5 desaparecería misteriosamente y sin dejar ningún rastro en las costas malagueñas, muy probablemente en las proximidades de Estepona. Son varias las hipótesis que se barajan, en primer lugar tendríamos la del hundimiento a causa de un ataque enemigo. Según informes y partes que se conserva del ejército franquista, el B5 sería avistado navegando en superficie el 12 de octubre de 1936 por un hidroavión Dornier enemigo, cuya tripulación estaba formada por Ruiz de la Puente, Rodolfo Bay, J.A. Pallarés, Castro, Trillo y Domínguez. Al percatarse de la aproximación del aparato el sumergible comenzó la maniobra de inmersión, por su parte el hidroavión se dispuso a atacar al submarino y efectuó el lanzamiento una carga de profundidad y varias bombas de 50 kg.

Un hidroavión Dornier en vuelo. Uno de estos aparatos bombardearía al B-5 al 12 de octubre de 1936. (Foto Aviationcorner.net). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Todo parece indicar que el B5 saldría ileso de este ataque. En una nota emitida por el Cuartel General de Salamanca fechada el 10 de noviembre de 1936 podemos leer: “Se tiene noticias fidedignas de que el submarino rojo B-5 ha desaparecido. Este submarino fue atacado por un hidroavión perteneciente a la Marina Nacional, el 12 de octubre pasado en aguas de Estepona provincia de Málaga. Al divisar el hidro el submarino se sumergió rápidamente, en el mismo lugar donde hizo inmersión le fueron lanzadas segundos después una carga de profundidad y varias bombas de 50 kg según comunicó a su debido tiempo el teniente de navío piloto del hidro, el cual también manifestó que no se atrevía a asegurar que hubiese destruido pero que lo consideraba probable.”.

En su libro “Buques de la Guerra Civil Española: Submarinos”el historiador Dionisio García Flórez nos da esta versión que coincide básicamente con la anterior «El 12 de octubre, el submarino se hallaba en superficie, de patrulla, a la altura de Estepona, cuando fue avistado por un hidro D-4 que pilotaba el teniente de navío Ruíz de la Puente. El B-5 se sumergió inmediatamente y el hidro realizó varias pasadas sobre el lugar lanzando una carga de profundidad y varias bombas de 50 kg. Otro Dornier Wal se unió al ataque, pero ya no pudieron volver a ver al submarino, sólo una gran mancha de aceite»

El submarino B-4 fotografiado en el momento de salir a superficie. (Foto Ministerio de Defensa). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Sin embargo hay pruebas concluyentes de que el B5 no sufrió daños en ese ataque y consiguió regresar a puerto. Los almirantes Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo y José Ignacio González-Aller Hierro en su libro “Submarinos republicanos en la guerra civil española” señalan la existencia de un telegrama y una carta que el capitán Carlos Barreda Terry habría enviado a su esposa Josefina Aldamiz-Echevarría y Harnaiz en fechas posteriores al 12 de octubre, día del ataque del hidroavión. Con fecha 15 de octubre barreda enviaría un telegrama con el siguiente texto:

“Estoy bien abrazos = Carlos”.

Ese mismo día escribía una carta a su esposa en la que escribía:

“Estamos pendientes de salir para ahí (Cartagena) otra vez. Yo creo que a los dos días o tres de días de recibir esta carta estaremos en Cartagena para reparar otra vez”.

Descartada, o tomada como poco probable, la hipótesis del hundimiento a causa de un ataque enemigo, otra de las opciones que se han barajado sería la del sabotaje a cargo del comandante de la nave, quien tal vez ante el temor de correr la misma suerte de muchos de sus compañeros a manos de la tripulación, o quizá queriendo prestar un servicio al bando franquista, aunque ello le costara su propia vida. Esta hipótesis es imposible de demostrar, no sobrevivió ningún miembro de la tripulación, ni se ha encontrado el pecio, en cuyos restos se pudiera confirmar el sabotaje.

El B-4 varado en la bahía de Portman. El submarino fue alcanzado durante un bombardeo aéreo en Cartagena a principios de 1937. Como consecuencias de las averías sería dado de baja en marzo de ese mismo año. (Foto Ministerio de Defensa). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Otra alternativa, y quizá sea las más aceptada, sea la de una avería mecánica, que provocaría el hundimiento de la nave. Desde hacía semanas se estaban produciendo vías de agua en el interior de la nave a profundidades de inmersión superiores a 15 metros, pese al triple casco y a que la cota de inmersión de estos modelos estaba en los sesenta metros. El hecho de que no se emitiera ninguna señal de alarma por radio desde el submarino, lleva a pensar que la avería se produjera cuando se encontraba sumergido y que no tuvo tiempo de regresar a la superficie. Los submarinos solían navegar en inmersión durante el día, aprovechando la noche para emerger y renovar el aire, así como recargar las baterías eléctricas con los motores diésel. Tampoco se puede descartar un accidente, como bien podía haber sido una explosión a bordo.

Ochenta y cuatro años después el misterio de la desaparición del B5 con sus 37 tripulantes a bordo en aguas del mar de Alboran continúa sin resolverse. Solamente la localización de los restos del naufragio, podría aportar algo de luz sobre este enigma sin resolver de nuestra Guerra Civil.

Ilustración en una vasija griega en la que vemos a Hércules enfrentándose a Gerión. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Desde la noche de los tiempos el mar de Alborán ha sido la puerta de entrada y salida al Mediterráneo, son incontables las embarcaciones que han surcado sus aguas desde la prehistoria hasta nuestros días. Por aquí tuvo que pasar el legendario Hércules navegando en la copa de Hélios (siguiendo al sol hacia el poniente), camino del archipiélago de las Gadeiras, en la actual Bahía de Cádiz, para robar los toros, quien sabe si toros bravos, del mítico Gerión, un extraordinario ser de tres troncos, seis brazos y tres cabezas. Tras derrotar al monstruo y hacerse con su legendaria ganadería, Hércules todavía tendría tiempo de levantar dos ciclópeas columnas a ambos lados del Estrecho, que muchos identifican con el Peñón de Gibraltar y el monte Hacho en Ceuta, para avisar a los navegantes que allí, por donde desaparecía el sol, se acababa el mundo. Muchos siglos después los romanos situarían allí su “Non Terrae Plus Ultra” o “Non Plus Ultra” (No hay tierra más allá), y otros cuantos siglos después, tras el descubrimiento de América, Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, llamado Emperador o César, adoptaría el lema “Plus Ultra”, como señal de que tras su reinado si había un “Más Allá” al otro lado del océano. Las columnas de Hércules, con la inscripción “Plus Ultra”, serían incorporadas al escudo de España y ahí continúan todavía hoy en día, y ahí permanecieron también en los escudos de las dos repúblicas que ha tenido España, sin corona encima de las columnas, eso si.

Escudo de la Republica Española en el que distinguimos las dos Columnas de Hércules con la inscripción “Plus Ultra”. (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

Comenzábamos este artículo hablando del misterioso e inquietante Triángulo de las Bermudas Andaluz, y terminamos hablando de los Trabajos de Hércules. Desde que el legendario héroe griego surcara estas aguas hasta nuestros días, se han producido innumerables naufragios y misteriosas desapariciones, como la del submarino B5, muchas de ellas inexplicables y envueltas en la leyenda. O tal vez se puedan explicar si realmente existiera ese triángulo. Dejaremos estos temas a los especialistas como el no tanto como Hércules, pero ya sin duda legendario, Iker Jiménez y su programa Cuarto Milenio, quien lleva muchos años haciendo las delicias de todos los buenos aficionados a los temas del misterio y lo desconocido, por cierto, hay que destacar que esta zona es conocida por la frecuencia de avistamientos OVNI. Nosotros nos conformamos con aprovechar este misterio para dar a conocer un poco la historia de nuestro país y de la Guerra Civil.

Para finalizar, despertando la intriga de nuestros lectores y para animar su curiosidad, relataremos una de las desapariciones más inquietantes y misteriosas ocurridas en este “Triángulo”. El 1 de julio de 1969, un avión antisubmarinos Grumman Albatros AN 1/7 perteneciente al 206 Escuadrón de las Fuerzas Aéreas con base en Jerez de la Frontera, pilotado por el capitán González. Volaba en misión secreta dentro de la “Operación Vigilante” que tenía por trabajo el controlar a los barcos rusos en el Estrecho. Sobre el mediodía se recibiría en la base la última comunicación desde el aparato «Misión cumplida. Regresamos a la base», sin embargo algunos testimonios de manera extraoficial afirman que su último mensaje fue «Estamos viendo un gran sol» antes de que se cortara la comunicación. Algunos testigos afirman haber escuchado una fuerte explosión en el mar frente a las costas de Adra, lugar cercano a donde desapareció misteriosamente el helicóptero con el que comenzábamos esta crónica. Casualidad o no, ahí lo dejo.

Dotación del submarino C-3, que sería hundido el 12 de diciembre de 1936 torpedeado frente a Málaga por el submarino alemán U-34. Sus tripulantes correrían la misma suerte que sus compañeros del B-5. (Foto Ministerio de Defensa). (Haga clic sobre la foto para verla ampliada)

IN MEMORIAN


Tripulación del submarino B-5 en su última salida.

CC Carlos Barreda Terry, comandante
CMM Cornelio Esquivel Retolaria, oficial de derrota
Aux. 2º Naval José Vitoria Guillen, 2º comandante.
2º Maquinista Miguel Godínez Avecilla, jefe de máquinas.
3º Maquinista Bartolomé Tudela Lorca.
3º Maquinista José Díaz Martínez.
3º Maquinista Joaquín Muiños Rico.
Aux. 2º Radio Luis Arriola Gómez.
Aux 1º Elect y Torp. Juan Antonio Llamas Martínez.
Aux 1º Elect. Antonio Sánchez Ros.
Aux 1º Elect. Pedro Vázquez Bouza.
Aux 2º Maq. Manuel Gómez Navarro.
Aux 2º Maq. Francisco Gutiérrez Delgado.
Cabo M. Diego Paredes Zapata.
Cabo M. Rafael Fernando Diez Paz.
Cabo M. Miguel Ferrer Ferrer.
Cabo M. Pedro Ruiz Mella.
Cabo Art. Pedro García. Conesa.
Cabo Art. José Martínez Perez.
Cabo Elect. Ramón Cachazas Maceiras.
Cabo Elect. Ignacio Ortega López.
Cabo Elect. Venancio Valentín Rodríguez..
Cabo Elect. Pablo López Garcia.
Cabo Radio José Sánchez Rubio.
Cabo Radio Florencio Vallejo Herrero.
Mº 1ª Francisco Caparrós Muñoz.
Mº1ª Ángel Carrasco Otón.
Mº1ª Manuel Cháscales Manzanares.
Mº1ª Pedro Samper Rosas.
Mº2ª Cristóbal Varaza Rabal, cocinero.
Mº2ª Bartolomé Hernández Jeréz.
Mº2ª Luciano Sánchez Cortés.
Mº2ª Manuel López González.
Cabo Fog. Juan Martínez López.
Fog Pre. José Martínez Díaz.
Fog Pre. Miguel García Pastor.
Fog Pre. Ginés González Sánchez



Fuente:
Blog Benito Sacaluga Martínez (CLIC AQUÍ)
Foro marinos Mercantes-Sebastián Cabot (CLIC AQUÍ)


AGRADECIMIENTOS:


En esta crónica está documentada en gran parte en diversos artículos y páginas de Internet. Algunos de ellos los pueden encontrar a continuación:

Blog “El Batiburrillo Submarino” (CLIC AQUÍ)
Blog Benito Sacaluga Martínez (CLIC AQUÍ)
Foro marinos Mercantes-Sebastián Cabot (CLIC AQUÍ)
ABC- La misteriosa desaparición del submarino republicano B-5 durante la Guerra Civil (CLIC AQUÍ)
ABC Andalucía- El triángulo de las Bermudas andaluz: misterio en el mar de Alborán (CLIC AQUÍ)
ABC- La tragedia del capitán del submarino B-5 (CLIC AQUÍ)