TRES DIA DE JULIO (I)
SÁBADO, 18 DE JULIO DE 1936.
En estos días se cumple el setenta y cinco aniversario de los sucesos que dieron origen al comienzo de la guerra civil. Desde entonces se han escrito tantas páginas sobre aquellos acontecimientos, muchas de ellas con datos o análisis tan contradictorios, que se hace muy difícil el hecho de compilarlos en una crónica guerracivilera.
Al igual que en otras crónicas nos hemos basado en algún trabajo publicado anteriormente, sin ir más la de los sanfermines de 1936 , en esta ocasión vamos a resumir los acontecimientos que se produjeron los días 18, 19 y 20 de julio de 1936 en Madrid a partir de uno de los libros a los que en esta redacción tenemos un particular cariño, me estoy refiriendo al libro “Tres días de Julio” del magistral maestro Luís Romero, del que ya hemos hablado en estas páginas en más de una ocasión, pero hoy nos vamos a entretener un poco más en su figura y obra.
El historiador y novelista Luis Romero
Luis Romero nació en 1916 en Barcelona y falleció en el año 2009. Para muchos Romero más que un historiador era un novelista de renombre (Premio Nadal 1951 con “La Noria”, Premio Planeta 1963 con “El Cacique”, entre otros) que también escribió varios trabajos biográficos sobre Salvador Dalí, aunque nosotros nos centraremos en su faceta como historiador, aunque Luís Romero no sea un historiador al uso académico. Seguramente su condición de narrador haya influido en su manera de escribir la historia, de una forma amena y novelada, muy alejada de los modos más ortodoxos, académicos, y a veces soporíferos, que en muchas ocasiones acaban haciendo huir de sus páginas a los lectores que a ellas se asoman. Pero tal vez por ello, a los que somos simplemente aficionados a la historia, su lectura nos resulte más agradable, y tal vez sea por este mismo motivo por el que no se le considera un historiador de primera fila a la misma altura que los considerados “divinos”.
Sin embargo es un error el no considerar a Luís Romero un historiador de primer orden, sobre todo de la guerra civil. Aunque no nos abrume con el dato, la cita al documento o al texto, la referencia exacta que tanto gusta a muchos autores, o la nota a pie de página, no quiere decir que no sea un historiador estricto y meticuloso, o que no haya realizado una importante tarea de investigación, muy al contrario. Romero documentaba meticulosamente sus trabajos, y a su muerte dejo un impresionante archivo documental del que desconocemos su destino final. Otra importante característica de este historiador y su trabajo, es el hecho de que durante muchos años realizó entrevistas (tanto en España como en el extranjero) no solamente a los protagonistas de los episodios más notables, si no también a un buen número de personajes de alguna forma anónimos que también intervinieron en ellos, de tal forma que las conversaciones que muchas veces intercala en sus relatos y que se pudieran tomar como licencias narrativas, en muchas ocasiones se corresponden con diálogos reales. Todas esta impresionante colección de entrevistas y testimonios, que Romero acumuló durante muchos años de su larga vida forman parte también de ese impresionante archivo documental del que hablamos, así como la importante correspondencia que el historiador mantuvo durante muchísimo años con muchos de los principales actores de la guerra civil.
Al igual que en otras crónicas nos hemos basado en algún trabajo publicado anteriormente, sin ir más la de los sanfermines de 1936 , en esta ocasión vamos a resumir los acontecimientos que se produjeron los días 18, 19 y 20 de julio de 1936 en Madrid a partir de uno de los libros a los que en esta redacción tenemos un particular cariño, me estoy refiriendo al libro “Tres días de Julio” del magistral maestro Luís Romero, del que ya hemos hablado en estas páginas en más de una ocasión, pero hoy nos vamos a entretener un poco más en su figura y obra.
El historiador y novelista Luis Romero
Luis Romero nació en 1916 en Barcelona y falleció en el año 2009. Para muchos Romero más que un historiador era un novelista de renombre (Premio Nadal 1951 con “La Noria”, Premio Planeta 1963 con “El Cacique”, entre otros) que también escribió varios trabajos biográficos sobre Salvador Dalí, aunque nosotros nos centraremos en su faceta como historiador, aunque Luís Romero no sea un historiador al uso académico. Seguramente su condición de narrador haya influido en su manera de escribir la historia, de una forma amena y novelada, muy alejada de los modos más ortodoxos, académicos, y a veces soporíferos, que en muchas ocasiones acaban haciendo huir de sus páginas a los lectores que a ellas se asoman. Pero tal vez por ello, a los que somos simplemente aficionados a la historia, su lectura nos resulte más agradable, y tal vez sea por este mismo motivo por el que no se le considera un historiador de primera fila a la misma altura que los considerados “divinos”.
Sin embargo es un error el no considerar a Luís Romero un historiador de primer orden, sobre todo de la guerra civil. Aunque no nos abrume con el dato, la cita al documento o al texto, la referencia exacta que tanto gusta a muchos autores, o la nota a pie de página, no quiere decir que no sea un historiador estricto y meticuloso, o que no haya realizado una importante tarea de investigación, muy al contrario. Romero documentaba meticulosamente sus trabajos, y a su muerte dejo un impresionante archivo documental del que desconocemos su destino final. Otra importante característica de este historiador y su trabajo, es el hecho de que durante muchos años realizó entrevistas (tanto en España como en el extranjero) no solamente a los protagonistas de los episodios más notables, si no también a un buen número de personajes de alguna forma anónimos que también intervinieron en ellos, de tal forma que las conversaciones que muchas veces intercala en sus relatos y que se pudieran tomar como licencias narrativas, en muchas ocasiones se corresponden con diálogos reales. Todas esta impresionante colección de entrevistas y testimonios, que Romero acumuló durante muchos años de su larga vida forman parte también de ese impresionante archivo documental del que hablamos, así como la importante correspondencia que el historiador mantuvo durante muchísimo años con muchos de los principales actores de la guerra civil.