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EL ENIGMA DEL TANQUE DE VIDAL-QUADRAS
Por nuestro enviado especial Florentino Areneros.
El pasado jueves tuvo lugar otra de esas memorable tardes de toreo de salón organizadas por Gefrema que tienen lugar en el colegio Lourdes casi todos los meses del año. En esta ocasión el diestro invitado era Raúl Cancio que tendría que lidiar con un más que interesante tema: “Los papeles del tanquista”, o lo que es lo mismo la historia de cómo la orden de operaciones número 15 del General Varela para el asalto de Madrid llegó a poder del coronel Vicente Rojo, que de esta forma pudo reorganizar sus fuerzas para hacer fracasar la maniobra del general franquista.
A la izquierda Antonio Morcillo, Presidente de Gefrema, junto a Raúl Cancio que impartió la conferencia y es el autor del articulo que será publicado en la revista Frente de madrid que se presentará el próximo martes 16 de noviembre. (Fotografía cortesía de FOTO JAG).
Pero antes de entra en detalle de cómo se desarrolló esta más que interesante comparecencia, les voy a hablar un poco del toreo de salón, que como todos ustedes podrán imaginar es el que se desarrolla sin la presencia del toro. Si para una corrida de verdad (como la que disfrutamos el pasado domingo en la Casa de Campo en la que el afamado diestro “Presidente” se enfrentó a unos astifinos morlacos de la ganadería de “Los Chuches”) es necesario pisar el albero, el toreo de salón se puede realizar en cualquier lugar, incluido la barra de un bar y en presencia del tercio. Pero en muchas ocasiones el toreo de salón alcanza cotas de auténtica solemnidad, sobre todo cuando es una primera figura quien lo realiza siendo además contemplado por un nutrido auditorio, convirtiéndose en muchos casos en una lección magistral de tauromaquia, o de guerracivilmaquia, como sucedió ayer. Y en este aspecto quiero destacar las “Tardes del Lourdes” que desde hace años viene organizando Gefrema, auténticas cátedras sobre el conocimiento de la Guerra Civil en Madrid en las que no solo actúan primerísimas figuras, si no que cuentan también con un público entendido y entusiasta que le proporcionan un valor añadido a estas ya de por si interesantes comparecencias. Nada que ver con otras faenas similares realizadas en otros escenarios de mayor postín, pero no por ello mejores que el Lourdes, donde suelen torear diestros muchas veces precedidos de una gran fama mediática y donde en muchas ocasiones suele acudir el tipo de aficionado conocido como “los Isidros” que solo asisten a las grandes corridas o en las que torean primeras figuras del escalafón, o cuando menos que se las considera como tales, independientemente del ganado a lidiar , y que suelen aplaudir incondicionalmente cualquier pase o mantazo dado por las figuras independientemente de su calidad. Por el contrario el público de las “Tardes del Lourdes” esta formado mayoritariamente por aficionados de grandes conocimientos y con muchas ganas de aprender, con un espíritu crítico pero a la vez muy constructivo, un público participativo que da un doble valor a lo que allí se presenta. Si en otras presentaciones las preguntas que se le hacen al diestro al terminar sus lances suelen ser sosas, carentes de sentido en muchas ocasiones y en otras se ven que son preguntas preparadas para que el ponente se luzca, en las presentaciones del Lourdes se puede decir que lo bueno comienza cuando el diestro termina, estableciéndose más que debates, auténticas tertulias entre torero y aficionados que enriquecen, y de que manera, lo mostrado por el diestro.
Una fotografía en la que podemos apreciar a varios aficionados (con pinta de "Isidros" esa es la verdad) practicando el toreo de salón.
Aprovecho para mencionarles otra interesante actividad que esta asociación vuelva a realizar por segundo año consecutivo, y que el año pasado tuvo una gran acogida. Me refiero a la convocatoria del 2º Certamen Internacional de relato corto sobre la Guerra Civil en Madrid, del que todavía esta abierto el plazo de inscripción por si alguno de ustedes estuviera interesado. Las bases para participar así como los premios los pueden encontrar en la siguiente dirección:
http://www.gefrema.org/actividades/certamen_relato_corto_2010.htm
Ya saben, si tiene ustedes querencias literarias apúntense a este certamen que tan buena acogida tuvo en su primera edición.
Pero volvamos a la faena del pasado jueves que realizo Raúl Cancio, un diestro que llegó precedido por una merecida fama que alcanzó en su anterior comparecencia que versó sobre “el enigma de la muerte de Durruti” y que sirvió para presentar el número 15 de la prestigiosa revista Frente de Madrid para la que el diestro había escrito el artículo central sobre el mismo tema. Anteriormente había publicado dos interesantes artículos en la misma publicación, el primero sobre el Tribunal Supremo durante la República y la Guerra Civil , y otro artículo excepcional publicado en el numero 14 sobre el como se gestiona y preserva el patrimonio que se conserva de la Guerra Civil Norteamericana, para vergüenza de las administraciones locales españolas. Con este bagaje era de esperar la expectación generada ante su comparecencia, sobre todo teniendo en cuenta el interés que tiene el tema que presentó.
Un carro alemán Panzer I en un desfile.
A la izquierda Antonio Morcillo, Presidente de Gefrema, junto a Raúl Cancio que impartió la conferencia y es el autor del articulo que será publicado en la revista Frente de madrid que se presentará el próximo martes 16 de noviembre. (Fotografía cortesía de FOTO JAG).
Pero antes de entra en detalle de cómo se desarrolló esta más que interesante comparecencia, les voy a hablar un poco del toreo de salón, que como todos ustedes podrán imaginar es el que se desarrolla sin la presencia del toro. Si para una corrida de verdad (como la que disfrutamos el pasado domingo en la Casa de Campo en la que el afamado diestro “Presidente” se enfrentó a unos astifinos morlacos de la ganadería de “Los Chuches”) es necesario pisar el albero, el toreo de salón se puede realizar en cualquier lugar, incluido la barra de un bar y en presencia del tercio. Pero en muchas ocasiones el toreo de salón alcanza cotas de auténtica solemnidad, sobre todo cuando es una primera figura quien lo realiza siendo además contemplado por un nutrido auditorio, convirtiéndose en muchos casos en una lección magistral de tauromaquia, o de guerracivilmaquia, como sucedió ayer. Y en este aspecto quiero destacar las “Tardes del Lourdes” que desde hace años viene organizando Gefrema, auténticas cátedras sobre el conocimiento de la Guerra Civil en Madrid en las que no solo actúan primerísimas figuras, si no que cuentan también con un público entendido y entusiasta que le proporcionan un valor añadido a estas ya de por si interesantes comparecencias. Nada que ver con otras faenas similares realizadas en otros escenarios de mayor postín, pero no por ello mejores que el Lourdes, donde suelen torear diestros muchas veces precedidos de una gran fama mediática y donde en muchas ocasiones suele acudir el tipo de aficionado conocido como “los Isidros” que solo asisten a las grandes corridas o en las que torean primeras figuras del escalafón, o cuando menos que se las considera como tales, independientemente del ganado a lidiar , y que suelen aplaudir incondicionalmente cualquier pase o mantazo dado por las figuras independientemente de su calidad. Por el contrario el público de las “Tardes del Lourdes” esta formado mayoritariamente por aficionados de grandes conocimientos y con muchas ganas de aprender, con un espíritu crítico pero a la vez muy constructivo, un público participativo que da un doble valor a lo que allí se presenta. Si en otras presentaciones las preguntas que se le hacen al diestro al terminar sus lances suelen ser sosas, carentes de sentido en muchas ocasiones y en otras se ven que son preguntas preparadas para que el ponente se luzca, en las presentaciones del Lourdes se puede decir que lo bueno comienza cuando el diestro termina, estableciéndose más que debates, auténticas tertulias entre torero y aficionados que enriquecen, y de que manera, lo mostrado por el diestro.
Una fotografía en la que podemos apreciar a varios aficionados (con pinta de "Isidros" esa es la verdad) practicando el toreo de salón.
Aprovecho para mencionarles otra interesante actividad que esta asociación vuelva a realizar por segundo año consecutivo, y que el año pasado tuvo una gran acogida. Me refiero a la convocatoria del 2º Certamen Internacional de relato corto sobre la Guerra Civil en Madrid, del que todavía esta abierto el plazo de inscripción por si alguno de ustedes estuviera interesado. Las bases para participar así como los premios los pueden encontrar en la siguiente dirección:
http://www.gefrema.org/actividades/certamen_relato_corto_2010.htm
Ya saben, si tiene ustedes querencias literarias apúntense a este certamen que tan buena acogida tuvo en su primera edición.
Pero volvamos a la faena del pasado jueves que realizo Raúl Cancio, un diestro que llegó precedido por una merecida fama que alcanzó en su anterior comparecencia que versó sobre “el enigma de la muerte de Durruti” y que sirvió para presentar el número 15 de la prestigiosa revista Frente de Madrid para la que el diestro había escrito el artículo central sobre el mismo tema. Anteriormente había publicado dos interesantes artículos en la misma publicación, el primero sobre el Tribunal Supremo durante la República y la Guerra Civil , y otro artículo excepcional publicado en el numero 14 sobre el como se gestiona y preserva el patrimonio que se conserva de la Guerra Civil Norteamericana, para vergüenza de las administraciones locales españolas. Con este bagaje era de esperar la expectación generada ante su comparecencia, sobre todo teniendo en cuenta el interés que tiene el tema que presentó.
Un carro alemán Panzer I en un desfile.