CICLOGÉNESIS EXPLOSIVA EN MORATA
Triunfo apoteósico del diestro local “Morateño” que cuajo una excepcional y completa faena en el coso de Valdeperdices, en una primaveral mañana.
Por nuestro enviado especial Florentino Areneros.
Apacible y soleado día, cálido por momentos, en la monumental plaza de Valdeperdices. Tres cuartos de entrada para esta corrida extraordinaria de la tradicional Feria de San Jarama que se viene celebrando en los días de Febrero por estas tierras ribereñas de Arganda y Morata, pródigas en buenos caldos, olivares y viandas, donde pacen algunas de las más renombradas ganaderías fortineras que podemos encontrar dentro de la variada cabaña Madrileña. De nuevo, y como viene siendo tónica habitual, el palco de autoridades se presentaba prácticamente vacío.
Hasta el coso se habían desplazado desde muchos lugares de la geografía madrileña, un buen número de buenos e incondicionales aficionados para asistir a la primera corrida de esta temporada de José Manuel Martín del Moral "Morateño", un torero de la tierra ya curtido pese a su extraordinaria juventud, prácticamente un bachiller, el cual ha triunfado en diferentes cosos y abierto ya muchas puertas grandes. Enfrentándose a diversas ganaderías, casi siempre un ganado difícil, ganado de mucho bregar y nada fácil de lidiar, para lo que hace falta tener un buen dominio de la técnica y también buenas piernas, para recortarle los terrenos y dominar al astado andándole. Nada que ver con esos toritos que les colocan a otros afamados diestros para que se luzcan sin riesgo alguno, también conocidos como el toro-pony, que tanto nos recuerdan a aquellos que acompañados de la inseparable bailaora adornaban los televisores en blanco y negro de cualquier familia española que se preciara, símbolos de identidad patria que acabarían extinguiéndose poco a poco junto con las telefunken, y que recibirían la puntilla definitiva tras la aparición de las pantallas planas.
No hay cartel taurino que no comience con el tradicional "con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide", y el pasado domingo se anunciaba complicado para la celebración del festejo. Si hay un meteoro peligroso para cualquier diestro, ese es el viento. Viento que mueve y descoloca el engaño, dejando al diestro a merced de la terrible embestida del morlaco, y doblemente peligroso tratándose de un torero como "Morateño" que arriesga toreando en terrenos comprometidos, y frente a toros de casta y trapío como son los de esta tierra, interpretando un toreo sentido, un toreo "de verdá". Los que nos acercamos al coso de Valdeperdices pensando encontrarnos con Eolo, nos encontramos con Manolo, con José, con Julio, con Juan, y con otros muchos buenos aficionados de Gefrema (al corriente de pago) que se habían desplazado hasta allí para brindar su apoyo a "Morateño". Aficionados que siguiendo la máxima pronunciada por "Finito de Hortaleza " tras recibir varios termendos arreones en la ya épica y cantada por los rapsodas faena de Navalcarbón, de "a mi no me para nadie", se encontraban allí dispuestos a enfrentarse a la ciclogénesis explosiva, y hasta al tsunami de la Karmele si fuera necesario, faltaría más.
Allí estaban diestros de renombre, como el gran triunfador de la pasada temporada, que no es otro que el joven "Moncloveño", o el ya citado "Finito", y otros muchos entre ellos "Espoleta", así como Robert Capa y su inseparable Leica, y "Arquitecto" entre otros muchos buenos aficionados, algunos de los cuales presenciaba un festejo por primera vez, señal indiscutible de que la afición continua creciendo imparable. No podía faltar el inefable Tendido del Siete con Jacinto Arévalo "Puntillero" al frente, y reseñar de nuevo las ya tradicionales y festivas ausencias de los componentes de la Peña Taurina Casado cuando no hay chiringos en el coso, pero aunque el presidente de la misma, "Sandoval", no apareció, no ocurrió lo mismo con su inseparable acólito el "Chato de Ventas" que acompañado de una hogaza de leña, permaneció en los tendidos durante toda la corrida para tormento de diestro y aficionados. A última hora y a punto de comenzar el festejo hizo su aparición Julián González “El Juli”, que llegó escoltado por la Benemérita. Ruego a los estimados lectores no me hagan preguntas sobre este escabroso tema.
A la hora señalada, tras repartirse el programa de mano entre los asistentes, saltó el diestro al albero. Viste Morateño chaquetilla de borreguilla acrílica en grana y taleguilla en perla, se adorna el diestro con un llamativo estoque de paseo verde botella. Comienza su faena en terrenos cercanos a la enfermería, las lluvias de los últimos días han dejado el piso casi impracticable y el diestro va cambiando los terrenos, contraquerencia y junto a un pequeño pinar se enfrenta muleta en mano al primero de la tarde, un impresionante ejemplar, de gran trapío y con una arboladura impresionante. Finiquitó la faena a este espectacular ejemplar, con unos acertados lances, rematando de certera estocada. Capa y Espoleta comprobaron de primera mano, llegando incluso a subirse en los lomos de este ejemplar, algunas de las características particulares de este encaste. Por su parte, y contrariamente a todos los pronósticos, desde el Siete se mantuvo un respetuoso silencio durante la faena, aunque bien es cierto que una vez hubo finalizado Morateño, Jacinto "Puntillero" salto al albero para indicar a Espoleta y otros aficionados, particularidades del ejemplar recién lidiado antes de que las mulillas procedieran al arrastre.
Dos de los asistentes al festejo comprueban las hechuras del morlaco lidiado en primer lugar.Triunfo apoteósico del diestro local “Morateño” que cuajo una excepcional y completa faena en el coso de Valdeperdices, en una primaveral mañana.
Por nuestro enviado especial Florentino Areneros.
Apacible y soleado día, cálido por momentos, en la monumental plaza de Valdeperdices. Tres cuartos de entrada para esta corrida extraordinaria de la tradicional Feria de San Jarama que se viene celebrando en los días de Febrero por estas tierras ribereñas de Arganda y Morata, pródigas en buenos caldos, olivares y viandas, donde pacen algunas de las más renombradas ganaderías fortineras que podemos encontrar dentro de la variada cabaña Madrileña. De nuevo, y como viene siendo tónica habitual, el palco de autoridades se presentaba prácticamente vacío.
Hasta el coso se habían desplazado desde muchos lugares de la geografía madrileña, un buen número de buenos e incondicionales aficionados para asistir a la primera corrida de esta temporada de José Manuel Martín del Moral "Morateño", un torero de la tierra ya curtido pese a su extraordinaria juventud, prácticamente un bachiller, el cual ha triunfado en diferentes cosos y abierto ya muchas puertas grandes. Enfrentándose a diversas ganaderías, casi siempre un ganado difícil, ganado de mucho bregar y nada fácil de lidiar, para lo que hace falta tener un buen dominio de la técnica y también buenas piernas, para recortarle los terrenos y dominar al astado andándole. Nada que ver con esos toritos que les colocan a otros afamados diestros para que se luzcan sin riesgo alguno, también conocidos como el toro-pony, que tanto nos recuerdan a aquellos que acompañados de la inseparable bailaora adornaban los televisores en blanco y negro de cualquier familia española que se preciara, símbolos de identidad patria que acabarían extinguiéndose poco a poco junto con las telefunken, y que recibirían la puntilla definitiva tras la aparición de las pantallas planas.
No hay cartel taurino que no comience con el tradicional "con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide", y el pasado domingo se anunciaba complicado para la celebración del festejo. Si hay un meteoro peligroso para cualquier diestro, ese es el viento. Viento que mueve y descoloca el engaño, dejando al diestro a merced de la terrible embestida del morlaco, y doblemente peligroso tratándose de un torero como "Morateño" que arriesga toreando en terrenos comprometidos, y frente a toros de casta y trapío como son los de esta tierra, interpretando un toreo sentido, un toreo "de verdá". Los que nos acercamos al coso de Valdeperdices pensando encontrarnos con Eolo, nos encontramos con Manolo, con José, con Julio, con Juan, y con otros muchos buenos aficionados de Gefrema (al corriente de pago) que se habían desplazado hasta allí para brindar su apoyo a "Morateño". Aficionados que siguiendo la máxima pronunciada por "Finito de Hortaleza " tras recibir varios termendos arreones en la ya épica y cantada por los rapsodas faena de Navalcarbón, de "a mi no me para nadie", se encontraban allí dispuestos a enfrentarse a la ciclogénesis explosiva, y hasta al tsunami de la Karmele si fuera necesario, faltaría más.
Allí estaban diestros de renombre, como el gran triunfador de la pasada temporada, que no es otro que el joven "Moncloveño", o el ya citado "Finito", y otros muchos entre ellos "Espoleta", así como Robert Capa y su inseparable Leica, y "Arquitecto" entre otros muchos buenos aficionados, algunos de los cuales presenciaba un festejo por primera vez, señal indiscutible de que la afición continua creciendo imparable. No podía faltar el inefable Tendido del Siete con Jacinto Arévalo "Puntillero" al frente, y reseñar de nuevo las ya tradicionales y festivas ausencias de los componentes de la Peña Taurina Casado cuando no hay chiringos en el coso, pero aunque el presidente de la misma, "Sandoval", no apareció, no ocurrió lo mismo con su inseparable acólito el "Chato de Ventas" que acompañado de una hogaza de leña, permaneció en los tendidos durante toda la corrida para tormento de diestro y aficionados. A última hora y a punto de comenzar el festejo hizo su aparición Julián González “El Juli”, que llegó escoltado por la Benemérita. Ruego a los estimados lectores no me hagan preguntas sobre este escabroso tema.
A la hora señalada, tras repartirse el programa de mano entre los asistentes, saltó el diestro al albero. Viste Morateño chaquetilla de borreguilla acrílica en grana y taleguilla en perla, se adorna el diestro con un llamativo estoque de paseo verde botella. Comienza su faena en terrenos cercanos a la enfermería, las lluvias de los últimos días han dejado el piso casi impracticable y el diestro va cambiando los terrenos, contraquerencia y junto a un pequeño pinar se enfrenta muleta en mano al primero de la tarde, un impresionante ejemplar, de gran trapío y con una arboladura impresionante. Finiquitó la faena a este espectacular ejemplar, con unos acertados lances, rematando de certera estocada. Capa y Espoleta comprobaron de primera mano, llegando incluso a subirse en los lomos de este ejemplar, algunas de las características particulares de este encaste. Por su parte, y contrariamente a todos los pronósticos, desde el Siete se mantuvo un respetuoso silencio durante la faena, aunque bien es cierto que una vez hubo finalizado Morateño, Jacinto "Puntillero" salto al albero para indicar a Espoleta y otros aficionados, particularidades del ejemplar recién lidiado antes de que las mulillas procedieran al arrastre.